El ex funcionario de Chubut, Sergio Wisky, ahora se sumará al gabinete de Salud en Río NegroEl Ministerio de Salud de Río Negro atraviesa días de intensa reorganización. En ese contexto, este miércoles se confirmó la incorporación del exdiputado nacional Sergio Wisky al gabinete que conduce el ministro Demetrio Thalasselis. Wisky, dirigente del PRO, volverá a la función pública rionegrina como responsable de una nueva secretaría de Coordinación Operativa, aún no oficializada, que tendrá como misión la organización de áreas funcionales y el diseño de políticas sanitarias.
Su llegada se produce en medio de una fuerte reestructuración interna, marcada por la renuncia de la secretaria de Modernización, Ivana Fontana, y del subsecretario de Administración, Jorge Formichella. "Son ajustes de gestión" y "hay nuevos objetivos", afirmaron fuentes oficiales para explicar los cambios en el equipo ministerial.
Wisky tiene una extensa trayectoria en el ámbito sanitario y político. Fue director de hospitales en El Bolsón y Bariloche, titular del Ipross durante una gestión radical, diputado nacional, funcionario del gobierno porteño y, más recientemente, ministro de Salud y titular de la obra social en el gobierno de Chubut, rol que abandonó en junio.
El anuncio de su incorporación coincidió con el tercer día de protestas del personal del Ministerio de Salud, que reclama por la eliminación de las horas extras a partir del 1° de septiembre, medida enmarcada en el llamado plan de "ordenamiento" impulsado por el Ejecutivo. La mayoría de los trabajadores percibe ese adicional, muchas veces sin justificación formal, y la cartera sanitaria busca sustituirlo por adicionales vinculados a funciones específicas.
Tras negociaciones con ATE, se acordó la implementación de estos nuevos adicionales desde septiembre, lo que permitió levantar las medidas de fuerza que incluían retención de tareas. No obstante, otro gremio del sector, Asspur, mantendrá una protesta reducida.
El ministro Thalasselis firmó un compromiso con ATE donde garantiza la puesta en marcha del nuevo esquema. Aunque el documento no precisa montos, asegura que los valores no diferirán entre los regímenes laborales vigentes. Se estima que una jefatura podría percibir entre 250.000 y 300.000 pesos.
Además, se establecerá un tope de hasta dos horas extras diarias -40 mensuales-, cuya asignación será supervisada por organismos de control. "El objetivo de las medidas no persigue el desmedro económico de ningún agente público, sino que se debe a la organización del sistema", expresó Thalasselis, quien insistió en que se busca mayor equidad y transparencia en la distribución de los recursos.
La llegada de Wisky, en este contexto, marca un giro en la estrategia del gobierno rionegrino, que apuesta a una figura con experiencia política y sanitaria para encarar una etapa de reorganización profunda en el sistema de salud.
El Ministerio de Salud de Río Negro atraviesa días de intensa reorganización. En ese contexto, este miércoles se confirmó la incorporación del exdiputado nacional Sergio Wisky al gabinete que conduce el ministro Demetrio Thalasselis. Wisky, dirigente del PRO, volverá a la función pública rionegrina como responsable de una nueva secretaría de Coordinación Operativa, aún no oficializada, que tendrá como misión la organización de áreas funcionales y el diseño de políticas sanitarias.
Su llegada se produce en medio de una fuerte reestructuración interna, marcada por la renuncia de la secretaria de Modernización, Ivana Fontana, y del subsecretario de Administración, Jorge Formichella. "Son ajustes de gestión" y "hay nuevos objetivos", afirmaron fuentes oficiales para explicar los cambios en el equipo ministerial.
Wisky tiene una extensa trayectoria en el ámbito sanitario y político. Fue director de hospitales en El Bolsón y Bariloche, titular del Ipross durante una gestión radical, diputado nacional, funcionario del gobierno porteño y, más recientemente, ministro de Salud y titular de la obra social en el gobierno de Chubut, rol que abandonó en junio.
El anuncio de su incorporación coincidió con el tercer día de protestas del personal del Ministerio de Salud, que reclama por la eliminación de las horas extras a partir del 1° de septiembre, medida enmarcada en el llamado plan de "ordenamiento" impulsado por el Ejecutivo. La mayoría de los trabajadores percibe ese adicional, muchas veces sin justificación formal, y la cartera sanitaria busca sustituirlo por adicionales vinculados a funciones específicas.
Tras negociaciones con ATE, se acordó la implementación de estos nuevos adicionales desde septiembre, lo que permitió levantar las medidas de fuerza que incluían retención de tareas. No obstante, otro gremio del sector, Asspur, mantendrá una protesta reducida.
El ministro Thalasselis firmó un compromiso con ATE donde garantiza la puesta en marcha del nuevo esquema. Aunque el documento no precisa montos, asegura que los valores no diferirán entre los regímenes laborales vigentes. Se estima que una jefatura podría percibir entre 250.000 y 300.000 pesos.
Además, se establecerá un tope de hasta dos horas extras diarias -40 mensuales-, cuya asignación será supervisada por organismos de control. "El objetivo de las medidas no persigue el desmedro económico de ningún agente público, sino que se debe a la organización del sistema", expresó Thalasselis, quien insistió en que se busca mayor equidad y transparencia en la distribución de los recursos.
La llegada de Wisky, en este contexto, marca un giro en la estrategia del gobierno rionegrino, que apuesta a una figura con experiencia política y sanitaria para encarar una etapa de reorganización profunda en el sistema de salud.