El poeta, investigador y docente Jorge Spíndola presenta su nuevo libro: "Me han pedido que hable de belleza". Será este domingo 3 de agosto a las 19 en el Ceptur, en el marco de la Feria del Libro de Comodoro. La publicación de la Editorial La Adivinación propone una selección de textos del autor en clave retrospectiva. En diálogo con El Extremo Sur, repasó algunas claves de su obra poética así como de los debates que se generan en los circuitos de producción regional.
"Me han pedido que hable de belleza" hace referencia un poema homónimo del poeta Jorge Spíndola donde en medio de la pregunta filosófica por la belleza habla de un escenario de represión signado por casos paradigmáticos de violencia institucional como el de Iván Torres, Julián Antillanca o Juan José Gramajo: "Reponer este poema en su dimensión política, me parece que es también un signo que se puede leer políticamente y como una alerta frente a una nueva pulsión de muerte que nos atraviesa socialmente".
Por otro lado, se refirió a una suerte de tendencia de la poesía regional reciente que propone "una revisión respecto de la relación que tenemos con el territorio, las políticas del agua, las políticas de la vida, las poéticas de las resistencias" en una coyuntura artística donde emergen múltiples opresiones "pero no sólo en la poesía, sino en otras artes". Sin embargo, cuestionó la "poesía patagónica" como categoría y enfatizó: "Los poetas y las poetas nos debemos dar la tarea de repensar esto de la poesía patagónica (...) Creo que en el acápite de literatura patagónica hay muchísimos lugares comunes hegemónicos a desestabilizar".
Aunque habló de un "momento cultural trágico", destacó que en la región la presencia de una "vitalidad contrahegemónica": "Los ecosistemas que creamos son ecosistemas vitales, resistentes y biopoéticos, hay una biopoiesis del arte frente a la tanatopolítica, las políticas de muerte".
¿Qué podés decir de "Me han pedido que hable de belleza"?
El libro lo publica la editorial La Adivinación. Ellos lo llaman obra selecta, están inaugurando una colección que se llama Wiñokintun, que en mapuzungun quiere decir volver a mirar. Entonces es como una retrospectiva. Así que el libro tiene una selección de textos de mis publicaciones anteriores. La curaduría, la selección, la hace Dante Sepulveda que es el director de la editorial. Está inaugurando una colección donde va a publicar a otros y a otras poetas de la región o tal vez incluso de otros lugares, pero con esta mirada retrospectiva.
El libro hace referencia a un poema de tu autoría que lleva el mismo título, donde describís eventos políticos que han sucedido en la región, en el marco de una pregunta más bien filosófica sobre la belleza. En este sentido, ¿cuál es el vínculo entre arte y política? ¿Un poema puede tener una función política?
En mi caso yo pienso a la poesía como parte de mi forma de andar en el mundo, de leer el mundo y la pienso como mi agenda social, política y, por qué no, espiritual. Justamente el poema "Me han pedido que hable de belleza" remite a un momento muy difícil que fue aquel momento donde se desató la represión policial en la provincia del Chubut durante el gobierno de (Mario) Das Neves y que eso inmediatamente luego lo vimos a escala nacional con el gobierno de (Mauricio) Macri y la represión de (Patricia) Bullrich que ahora se reitera en este contexto. Entonces, reponer "Me han pedido que hable de belleza" en su dimensión política, me parece que es también un signo que se puede leer políticamente y como una alerta frente a una nueva pulsión de muerte que nos atraviesa socialmente.
En el poema también se repite la pregunta sobre la belleza, que tiende a reproducirse en escenarios más bien institucionales, aunque en tu caso apunta a mirar lo bello en escenas cotidianas y políticas.
El poema dice "Me han pedido que hable de belleza en la clase de estéticas contemporáneas" porque justamente el desalojo del barrio Dignidad en Trelew estaba ocurriendo frente a la escuela donde hacíamos la clase de Cultura y Estética Contemporánea, y muchos de los chicos que estaban en la escuela estaban viendo la represión a 100 metros, entonces, en ese contexto, ¿qué es la belleza? Y en ese mismo momento estaba ocurriendo lo de María Millakure, y lo de Julián Antillanca. Entonces, uno se pregunta, en una suerte de metareflexión o metapoética, ¿qué es la belleza? Pero también cuál es la dimensión política de la poesía. Y yo entiendo la poesía desde ese lugar, desde un lugar político, en el sentido amplio, de un tipo de discurso sensible y de que también aporta a los imaginarios sociales y que no descarta la sensibilidad, pero justamente esa sensibilidad y esos imaginarios sociales son atravesados en su política.
Creés que este gesto de situarse y hablar desde un lugar geográfico y político, sin renunciar a la denuncia social, ¿es propio de la construcción poética regional de los últimos años?
Me parece que sí, uno puede englobar todo el arte ni pretender que toda obra de arte tenga esa perspectiva o uno salir a desprestigiar otras formas de arte que no asuman esto. Me parece interesante mirar desde este lugar, porque creo que sí, creo que hay poéticas, no solamente en la poesía, sino en la música, en la pintura, en las artes escénicas, donde la resistencia, la forma de ser y estar en el mundo oprimida, ya sea por género, o por clase, por cuestiones de racismo, que se hacen cargo, se hacen carne de ese discurso. Tenemos desde la poesía mapuche contemporánea, sus poéticas, tenemos antologías de literatura en torno al agua, hay toda una revisión respecto de la relación que tenemos con el territorio, las políticas del agua, las políticas de la vida, las poéticas de las resistencias y creo que estamos atravesados por esas múltiples opresiones donde emergen, pero no solo en la poesía, sino en la canción también y en otras artes.
¿Cómo te posicionás ante la categoría de "poesía patagónica"? ¿Es pertinente este recorte, esta frontera?
A mí me parece que hay un desgaste retórico respecto de esta definición de poesía patagónica. Hay un desgaste retórico y de ubicuidad. Me parece que hay un desgaste retórico de reproducción de un lugar común que me parece que hay que salir a replanteárselo, a recuestionárselo. Por ejemplo, yo prefiero hablar de poéticas del sur, me siento muy cercano a las poéticas del sur de Chile, por ejemplo, pero no solo las poéticas, sino a las y los poetas del sur de Chile. Entonces, hay que ver qué entendemos por Patagonia, si Patagonia reitera un tópico, que es el tópico de los viajeros coloniales, el tópico del desierto, los tópicos desgastados que hacen costras y callosidades en mi imaginación colectiva y que uno lo va a reproducir, me parece que la poesía, los poetas y las poetas, nos debemos dar la tarea de repensar esto de la poesía patagónica, que tiene un desgaste y unos usos políticos que lo enmarcan y definen o intentan definir de antemano. Yo prefiero hablar de poéticas del sur, y siempre en relación a un territorio, pero no reproducir el imaginario hegemónico de ese territorio. Y creo que en el acápite de literatura patagónica hay muchísimos lugares comunes hegemónicos a desestabilizar.
¿Qué escenario cultural vislumbrás hoy a nivel regional? Por un lado, hay ámbitos institucionales que promueven actividades, como la Feria del Libro, pero también hay un momento muy marcado de crisis editorial, de denuncias políticas y de resistencia.
Veo un momento trágico de la cultura y sin embargo también veo una vitalidad en las y los artistas y también en aquella gente que construye espacios culturales, editoriales independientes, espacios de teatro. Creo que hoy la nave insignia de esta suerte de resistencia cultural se está dando en el teatro, particularmente en Comodoro, creo que en otro momento puede haber sido el rock en los 90'. Y hoy la nave insignia de nuestra resistencia cultural y política se está dando en el teatro porque hay teatro con perspectivas críticas de género, de clase, de liberación de los temas que debatimos socialmente y además esos mismos actores, actrices, dramaturgos, dramaturgas están participando de espacios donde se sale a defender los institutos que están desapareciendo. Es un momento complejo, pero a la vez veo una vitalidad contrahegemónica, podríamos decir, una vitalidad en el arte. Me gustaría pensar en microsistemas, en macrocosmos. Ecosistemas que nos permiten ser, si no estuviera el ecosistema de las editoriales independientes en el sur, no podríamos publicar, yo no voy a esperar que me publique Planeta. Entonces los ecosistemas que creamos son ecosistemas vitales, resistentes y biopoéticos, hay una biopoiesis del arte frente a la tanatopolítica, las políticas de muerte.
En el marco de la Feria también vas a dictar un taller junto a Ezequiel Murphy titulado "La poesía en la escuela", dirigido a docentes y estudiantes. En un panorama en el que ciertos discursos desprestigian la función social de la poesía, ¿cuál es el potencial del quehacer artístico en espacios pedagógicos?
Justamente surge aquella pregunta que se hace Hölderlin: ¿para qué poetas en tiempos de miseria? La respuesta para nosotros es que justamente ahí en los discursos poéticos que se corren del mercantilismo hay una dimensión vital del humano y que sin ello no podríamos hacer respirable la vida, sin los imaginarios sociales que se producen, se gestan desde el arte. Y particularmente hablando del taller del sábado, quiero decir que es un honor para mí trabajar con Ezequiel Murphy, un colega del que aprendo mucho, y lo que venimos haciendo son talleres donde proponemos leer canciones. Leer en el amplio sentido, leer nuestras emociones, leer lo social, lo político, lo estético, proponer una lectura poética a partir de textos de canciones. Y allí, por ejemplo, planteamos un eje, en este caso, el eje es la casa, por eso se llama "Canciones para volver a casa". La casa en un sentido amplio, muy metafórico, ¿qué es casa? A partir de la pregunta qué es casa cuando no hay casa, por ejemplo, cuando no hay posibilidad de tener una casa, cuando la casa es un infierno por la violencia intrafamiliar o la violencia de género, cuando la casa es algo que me es ajeno. La esquina puede ser casa, un amigo puede ser casa, un mate, la poesía puede ser casa, la canción. Entonces, es más que nada llevar un eje como el de la pregunta abierta, o filosófica y poética de qué es casa, llevarla como un ejercicio para entrar a pensar y a dialogar a partir de canciones que son un territorio común, una canción de Charly, una de Spinetta, una de Wos, de Miss Bolivia. Entonces, ahí está la agenda de temas que nos atraviesan hoy transgeneracionalmente y que nos atraviesan desde distintas esferas.
En 1994 publicaste tu primer libro, y hoy "Me han pedido que hable de belleza" se publica en clave retrospectiva. ¿Cómo ves que ha evolucionado el lugar que la poesía ocupa en la sociedad a lo largo de tu trayectoria?
Yo creo que hay una construcción, que siempre ha habido poesía y se ha utilizado la poesía o la poesía ha participado de construcciones políticas, sociales, siempre emparentada a los imaginarios. En un momento la poesía como una herramienta incluso de la construcción de la visión de lo social desde los sectores de poder. Creo que hoy tenemos una construcción más compleja, más diversa, más rica. Por ejemplo, la poesía mapuche actual, la poesía con otras perspectivas sociales, de género. Parece que hay toda una construcción que se asienta también en solidaridad, y en vínculos con el público lector que van más allá de lo que pueda querer comandar la lógica de los mercados editoriales. Hay una dimensión de lo poético literario que trasciende o escapa a las lógicas del mercado. Por ejemplo, hace tres semanas atrás, nosotros propusimos una actividad en la Universidad, en un aula de la uni que a veces son lugares para nada poéticos. Y propusimos una actividad que se llama Mate y poesía. Y fueron 200 personas. Y eran jóvenes leyendo sus poemas, más una música invitada. Fueron 200 personas, un sábado por la tarde. Y uno se pregunta, ¿no tenían nada mejor que hacer? Y evidentemente ahí aparece la presencia, el cuerpo, el diálogo, el territorio y la poesía como un hilván de subjetividades, de intersubjetividades, hay cosas que escapan a la captura del mercado y necesidades existenciales, vitales, emocionales de imaginarios que se construyen desde el arte, no solo de la poesía.
me han pedido que hable de belleza y la belleza es una flor que crece en cualquier parte la riegan con cinismo en los salones la pisan la orinan la escupen los gorilas con su baba verde agua la besan con aliento jediondo los borrachos igual ella crece en lo baldío
me han pedido que hable de belleza y la belleza es una flor que crece en cualquier parte la policía tortura pibes pobres caídos en la sombra portadores de rostro / sospechoso lo morocho
son los pibes del fondo de mi calle flores negras del barro sublevado // iván eladio torres desaparecido en la seccional primera de comodoro medarrabia // eduardo mariano haro castrado en la seccional segunda de la loma petrolera // juan josé gramajo david hayes julián antillanca el pibe almonacid la lista de torturados golpeados agujereados en el cuerpo por el gatillo fácil de la gorra se me hace interminable dónde está luciano gonzález desaparecido por el geop en corcovado? me han pedido que hable de belleza y la belleza es una flor que crece en cualquier parte siembran terror allanan los jardines y las casas que ayer olían a pan y cordillera ahora huelen a miedo y a silencio en los perfectos expedientes yo conozco una azucena morena que se llama maría millacura promueve marchas callejeras por iván eladio
maría millacura girasola en los pasillos de los tribunales en toda oficina donde pone sus huevos la gallina del olvido baila cuecas negras delante de la seccional primera de policía inunda paredones con la foto de su iván eladio la belleza es una flor que crece en cualquier parte yo conozco a césar antillanca el padre de julián transformó la pena en dignidad escribió su nombre en las paredes y en los labios llevó a juicio a los culpables y la justicia los dejó libres les dio credencial para matar la escupen la mean la muerden los perros de la brigada canina la pisaron los de la brigada motorizada incendian barrios de los sin tierra pisotearon niños yo los vi no me contaron la policía montada entró en los ranchos del barrio dignidad señor matanza el intendente de trelew
ordenó desalojo sin orden judicial y adónde estaba la justicia el viernes 28 de agosto de 2009 yo daba mis clases de belleza en la escuela de las mil viviendas cuando el aire comenzó a oler a pólvora gases lacrimógenos subían como lluvia ácida por el barrio dignidad bajaban corriendo las mujeres tropezaban con hijos abrazados caían entre patas de caballos revolcadas polleras rodaban dejaban sus flores estampadas en el piso mientras las topadoras hacían su trabajo cada rancho era una flor cada tirante quebrado a patadas cada chapa guardaba un sueño de hogar en la llanura cada puerta era una promesa navegando hacia dentro de los ojos ahora humareda y tablones incendiados ahora jarros y ollas rodando entre las matas objetos extraños vagando en lo desierto flores silvestres aplastadas por la motoniveladora
y el eco del llanto y ese humo en la mañana creciendo como una flor venenosa pegada en las ventanas mientras hablábamos en la clase de cultura y estética contemporánea me han pedido que hable de belleza y la belleza es una flor que crece en cualquier parte la riegan con usura en los salones cacarean las gallinas tribunales y muerden sus pétalos más frágiles la escupen la mean la besan con aliento jediondo los borrachos igual la piropean los viejos de arriba del andamio la pisan la orinan la escupen los gorilas con su baba tóxica verde agua igual ella crece en lo baldío la parcelan la vigilan la patean en la cana la desalojan la erradican
la muelen la prenden fuego la hacen humo igual ella crece en lo baldío maría millacura girasola en su nguillato frente a la seccional primera de policía con la foto de iván eladio canta maría millacura por la sonrisa de julián pinta muros habla en las escuelas césar antillanca conversa en cada sitio en toda oficina donde pone sus huevos la gallina del olvido me han pedido que hable de belleza y la belleza es una flor que crece en cualquier parte