Vaca Muerta y las rutas petroleras de la muerteLa tragedia volvió a sacudir las rutas de la provincia y ya son nueve estrellas amarillas en siniestros viales recientes, la mayoría en la ya conocida como "la ruta del petróleo" que conduce a Añelo, corazón de Vaca Muerta. "Una muerte es una tragedia; nueve, es una masacre", sostuvo la secretaria de Emergencias de la Provincia, Luciana Ortíz Luna.
"Uno es una tragedia; nueve es una masacre", sentenció la secretaria de Emergencias de Neuquén, Luciana Ortiz Luna, en una entrevista que radial que dejó en claro el nivel de urgencia con el que se enfrenta la situación.
Según la funcionaria provincial, el tramo más crítico comprende 50 kilómetros. Se trata de un nodo vial que involucra a las rutas 7, 8 y 17. Son siniestros que ocurren, por lo general, en sectores de rectas que no tienen alteraciones.
"Los accidentes son colisiones frontales por maniobras de sobrepaso que protagonizan mayoritariamente vehículos pequeños y camionetas conducidos por trabajadores petroleros con una carga horaria laboral muy exigente. Por ahí deciden ir en sus vehículos paticulares para dormir un par de horitas más", sostuvo.
Ortíz Luna advirtió con preocupación que registran "un aumento exponencial de siniestros graves con fallecidos" y afirmó: "Suena muy feo lo que voy a decir, pero las rutas, las ciudades de Neuquén, se están convirtiendo en tumbas".
Es que en pocos meses, los índices de siniestralidad vial arrojan datos alarmantes: el promedio histórico de siniestros viales en la provincia es de 10 por día, pero en los últimos seis meses el número escaló a 13 o 14 diarios. "Tuvimos más de 200 siniestros entre 2023 y 2024. Es una locura", reconoció Ortiz Luna.
La batería de medidas urgentes
Ante este panorama, el gobierno provincial anunció que a partir de esta semana se implementarán medidas concretas y "poco simpáticas", como definió Ortiz Luna, para intentar frenar la escalada de muertes. Entre las principales acciones, la funcionaria provincial comentó que buscarán reducir la velocidad máxima a fin de limitarla a 80 km/h o incluso 60 km/h.
Otra medida que puede no gustar, es la presencia de cinemómetros portátiles en la Ruta 7, para radarizar el tramo más crítico. Puede ser con personas a bordo de un vehículo; o con conos en la ruta y automotores con balizas. "Estamos buscando eh alquilar inicialmente unos radares y luego poder adquirirlos", adelantó la funcionaria.
Otras acciones que se están barajando son las siguientes:
Restricción horaria para camiones y vehículos livianos: se buscará escalonar la circulación para evitar que coincidan en los horarios de mayor siniestralidad (6 a 9 y 17 a 21). Es decir, que transportes de gran porte circulen en otros horarios a los mencionados: después de las 10 de la mañana o durante la madrugada.
Presencia física: personal de la Policía de Neuquén, Secretaría de Emergencias y otros organismos estarán apostados en puntos estratégicos.
Construcción de zonas de sobrepaso y ampliación de banquinas en los sectores más peligrosos, ya identificados en un mapeo oficial.
Ortiz Luna admitió que muchas de estas decisiones se venían evaluando desde hace dos meses, pero ahora se implementarán con más fuerza tras las recientes muertes. "El SAME nació en Buenos Aires después de la AMIA. Si esta es la oportunidad para actuar, bienvenida sea. Pero no es que no se estuviera trabajando antes", sostuvo.
Los horarios de mayor incidencia de los siniestros detecados por el Gobierno son: entre las 6 y las 9 de la mañana; y entre las 17 y las 21.
"El 90% de los siniestros son por fallas humanas"
Más allá de la infraestructura, la funcionaria fue tajante al señalar la principal causa de los siniestros: el factor humano. "Las colisiones se dan en tramos rectos, no en curvas. No hay baches, no hay fallas en la calzada. ¿Quién decide hacer un sobrepaso en una recta con tres camiones adelante? El conductor. No la ruta", enfatizó.
También reveló un caso reciente que indignó al equipo de emergencias: un conductor fue detenido con 1,44 g/l de alcohol en sangre mientras manejaba una Hilux sin luces, saliendo de Mari Menuco. "Eso pudo haber terminado en una tragedia. La irresponsabilidad al volante es altísima. No importa si es 0,20 o 0,93. El nivel de alcohol debe ser cero", sostuvo.
Las operadoras en la mira
En este contexto, Ortiz Luna apuntó a las operadoras petroleras por su presunta responsabilidad en el estado del tramo más conflictivo de la Ruta 7. Según dijo, esas empresas habían asumido el compromiso de mejorar la infraestructura, pero no cumplieron. "Se les dio ese tramo hace un año y medio. No hicieron nada. Si no cumplen, el Estado tiene que levantar el teléfono y actuar. No podemos seguir esperando", advirtió con determinación.
Consultada sobre posibles sanciones, confirmó que se está evaluando multar a las operadoras por no haber ejecutado las obras acordadas.
Otra de las acciones inmediatas será la implementación de controles de alcoholemia sorpresivos en distintas rutas provinciales, como ya vienen haciendo de forma sistemática en la zona de la Confluencia. No vamos a avisar. Va a ser como un tetris. No podemos permitir más muertes por decisiones individuales irresponsables", explicó Ortiz Luna.
También se trabajará con los gremios petroleros para modificar los horarios de ingreso de los trabajadores, buscando evitar la superposición con el tránsito pesado. Asimismo, se construirán "playas secas" donde los camiones deberán detenerse cuando esté vigente la restricción horaria.
La funcionaria cerró con un mensaje claro: "Esto no va a ser simpático. Pero en honor a los que murieron, no podemos mirar para otro lado. La ruta no mata. Matan las decisiones de las personas". Y advirtió: "La responsabilidad es del Estado, sí. Pero también del que decide manejar ebrio o hacer una maniobra suicida. No se puede culpar siempre al gobierno".
Mientras se multiplican los mensajes de ciudadanos exigiendo acciones más duras, el gobierno comienza esta semana a desplegar la bateria de acciones para mejorar la seguridad vial en las rutas. "Las muertes no pueden quedar en vano", concluyó Ortiz Luna.
Fuente: La Mañana de Neuquén
La tragedia volvió a sacudir las rutas de la provincia y ya son nueve estrellas amarillas en siniestros viales recientes, la mayoría en la ya conocida como "la ruta del petróleo" que conduce a Añelo, corazón de Vaca Muerta. "Una muerte es una tragedia; nueve, es una masacre", sostuvo la secretaria de Emergencias de la Provincia, Luciana Ortíz Luna.
"Uno es una tragedia; nueve es una masacre", sentenció la secretaria de Emergencias de Neuquén, Luciana Ortiz Luna, en una entrevista que radial que dejó en claro el nivel de urgencia con el que se enfrenta la situación.
Según la funcionaria provincial, el tramo más crítico comprende 50 kilómetros. Se trata de un nodo vial que involucra a las rutas 7, 8 y 17. Son siniestros que ocurren, por lo general, en sectores de rectas que no tienen alteraciones.
"Los accidentes son colisiones frontales por maniobras de sobrepaso que protagonizan mayoritariamente vehículos pequeños y camionetas conducidos por trabajadores petroleros con una carga horaria laboral muy exigente. Por ahí deciden ir en sus vehículos paticulares para dormir un par de horitas más", sostuvo.
Ortíz Luna advirtió con preocupación que registran "un aumento exponencial de siniestros graves con fallecidos" y afirmó: "Suena muy feo lo que voy a decir, pero las rutas, las ciudades de Neuquén, se están convirtiendo en tumbas".
Es que en pocos meses, los índices de siniestralidad vial arrojan datos alarmantes: el promedio histórico de siniestros viales en la provincia es de 10 por día, pero en los últimos seis meses el número escaló a 13 o 14 diarios. "Tuvimos más de 200 siniestros entre 2023 y 2024. Es una locura", reconoció Ortiz Luna.
La batería de medidas urgentes
Ante este panorama, el gobierno provincial anunció que a partir de esta semana se implementarán medidas concretas y "poco simpáticas", como definió Ortiz Luna, para intentar frenar la escalada de muertes. Entre las principales acciones, la funcionaria provincial comentó que buscarán reducir la velocidad máxima a fin de limitarla a 80 km/h o incluso 60 km/h.
Otra medida que puede no gustar, es la presencia de cinemómetros portátiles en la Ruta 7, para radarizar el tramo más crítico. Puede ser con personas a bordo de un vehículo; o con conos en la ruta y automotores con balizas. "Estamos buscando eh alquilar inicialmente unos radares y luego poder adquirirlos", adelantó la funcionaria.
Otras acciones que se están barajando son las siguientes:
Restricción horaria para camiones y vehículos livianos: se buscará escalonar la circulación para evitar que coincidan en los horarios de mayor siniestralidad (6 a 9 y 17 a 21). Es decir, que transportes de gran porte circulen en otros horarios a los mencionados: después de las 10 de la mañana o durante la madrugada.
Presencia física: personal de la Policía de Neuquén, Secretaría de Emergencias y otros organismos estarán apostados en puntos estratégicos.
Construcción de zonas de sobrepaso y ampliación de banquinas en los sectores más peligrosos, ya identificados en un mapeo oficial.
Ortiz Luna admitió que muchas de estas decisiones se venían evaluando desde hace dos meses, pero ahora se implementarán con más fuerza tras las recientes muertes. "El SAME nació en Buenos Aires después de la AMIA. Si esta es la oportunidad para actuar, bienvenida sea. Pero no es que no se estuviera trabajando antes", sostuvo.
Los horarios de mayor incidencia de los siniestros detecados por el Gobierno son: entre las 6 y las 9 de la mañana; y entre las 17 y las 21.
"El 90% de los siniestros son por fallas humanas"
Más allá de la infraestructura, la funcionaria fue tajante al señalar la principal causa de los siniestros: el factor humano. "Las colisiones se dan en tramos rectos, no en curvas. No hay baches, no hay fallas en la calzada. ¿Quién decide hacer un sobrepaso en una recta con tres camiones adelante? El conductor. No la ruta", enfatizó.
También reveló un caso reciente que indignó al equipo de emergencias: un conductor fue detenido con 1,44 g/l de alcohol en sangre mientras manejaba una Hilux sin luces, saliendo de Mari Menuco. "Eso pudo haber terminado en una tragedia. La irresponsabilidad al volante es altísima. No importa si es 0,20 o 0,93. El nivel de alcohol debe ser cero", sostuvo.
Las operadoras en la mira
En este contexto, Ortiz Luna apuntó a las operadoras petroleras por su presunta responsabilidad en el estado del tramo más conflictivo de la Ruta 7. Según dijo, esas empresas habían asumido el compromiso de mejorar la infraestructura, pero no cumplieron. "Se les dio ese tramo hace un año y medio. No hicieron nada. Si no cumplen, el Estado tiene que levantar el teléfono y actuar. No podemos seguir esperando", advirtió con determinación.
Consultada sobre posibles sanciones, confirmó que se está evaluando multar a las operadoras por no haber ejecutado las obras acordadas.
Otra de las acciones inmediatas será la implementación de controles de alcoholemia sorpresivos en distintas rutas provinciales, como ya vienen haciendo de forma sistemática en la zona de la Confluencia. No vamos a avisar. Va a ser como un tetris. No podemos permitir más muertes por decisiones individuales irresponsables", explicó Ortiz Luna.
También se trabajará con los gremios petroleros para modificar los horarios de ingreso de los trabajadores, buscando evitar la superposición con el tránsito pesado. Asimismo, se construirán "playas secas" donde los camiones deberán detenerse cuando esté vigente la restricción horaria.
La funcionaria cerró con un mensaje claro: "Esto no va a ser simpático. Pero en honor a los que murieron, no podemos mirar para otro lado. La ruta no mata. Matan las decisiones de las personas". Y advirtió: "La responsabilidad es del Estado, sí. Pero también del que decide manejar ebrio o hacer una maniobra suicida. No se puede culpar siempre al gobierno".
Mientras se multiplican los mensajes de ciudadanos exigiendo acciones más duras, el gobierno comienza esta semana a desplegar la bateria de acciones para mejorar la seguridad vial en las rutas. "Las muertes no pueden quedar en vano", concluyó Ortiz Luna.
Fuente: La Mañana de Neuquén