La arrepentida que sabe demasiadoPor Ricardo Ragendorfer
A las recientes palizas padecidas por el presidente Javier Milei en la Cámara de Diputados se le sumó un latigazo mediático: la entrevista a su otrora canciller, Diana Mondino, realizada en Londres por el periodista británico Mehdi Hasan para el canal Al Jazeera.
¿Cómo podría explicarse la curiosidad internacional por esa mujer ya casi olvidada por la opinión pública de su país?
De hecho, el evento se grabó a mediados de julio en un auditorio colmado por 300 espectadores muy interesados en la figura del mandatario argentino. Tal era el eje del asunto. Un eje que, por cierto, traspasaba lo estrictamente político para extenderse hacia, diríase, la sociología psiquiátrica. Y ella no los defraudó.
En este punto va un paréntesis para refrescar algunos hitos en su paso por el Palacio San Martín.
Fueron once meses (entre diciembre de 2023 y octubre del año siguiente), en los que deleitó a la prensa con su inconsciente algo flojo de esfínteres.
Como cuando, en la mesa de Mirtha Legrand al cuestionar los créditos para jubilados, dijo: "Son absurdos, porque es casi seguro que se van a morir".
O como cuando, durante el programa de Luis Novaresio en La Nación+ al opinar sobre el matrimonio igualitario, dijo: «Respeto todos los proyectos de vida. Y si vos preferís no bañarte y tener piojos, esa es tu elección, y listo».
O como cuando, durante la cumbre parisina de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al reconocer que el gobierno argentino no había podido determinar si el personal de la base china en Neuquén estaba compuesto por civiles o militares, dijo: "Es que son chinos, y los chinos son todos iguales".
Tales bestialidades provocaban el regocijo de Milei, quien se exhibía ante ella sin ataduras ni frenos. El tipo confiaba absolutamente en Diana.
Hasta que la pobre tuvo la ocurrencia de votar en la ONU una resolución para poner fin al bloqueo norteamericano a Cuba.
Milei, montado en cólera, la eyectó del gabinete de un plumazo.
Pues bien, ahora, ante las cámaras de Al Jazeera, pese a fingirse prudente y evasiva, disparó sobre él al menos dos conceptos que latían en su alma.
En referencia a la estafa con la criptomoneda $Libra, fue lapidaria: "O no es muy inteligente o es una suerte de corrupto". Y con un pesado silencio dejó abierta la posibilidad de que ambas hipótesis fueran concurrentes.
Luego vino lo mejor. Fue cuando Hasan le preguntó:
-¿Puedes nombrar algún otro líder mundial que consulte a sus perros?
Mondino tragó saliva y, tras unos largos segundos, apeló a la ironía:
-Y bue... Quizás tengan un gato.
Hasan insistió, parafraseando esta vez a Carlos Rodríguez, quien supo ser el asesor en jefe de Milei en la campaña de 2023 y que, al renunciar, esgrimió el motivo: "Su desbalance mental se ha vuelto evidente", mencionando, además, el asunto de los perros, a los que él considera sus consultores.
Mondino, finalmente, respondió:
-Trabajé con ambos y... Carlos siempre tiene razón.
Fue su modo de admitir que Milei padece de inestabilidad emocional. Ella se convertía así en la primera "arrepentida" del Poder Ejecutivo libertario que, ya desde el llano, admite semejante disfunción.
Mondino sabe demasiado. Y, en parte, por boca del propio Milei, razón por la cual ese hombre quizás se maldiga por no haberse mordido la lengua.
Quizás, ahora recuerde cuando le reveló su primer encuentro con el perro Conan en el Coliseo Romano, cuando él era nada menos que un gladiador (tal como le dicta su creencia en la reencarnación).
Quizás ahora también recuerde el rictus impávido de Mondino al asimilar esa "primicia", como si escuchara la cosa más normal del mundo.
¿Acaso la traición siempre palpita detrás de las personas más confiables?
Este es uno de aquellos interrogantes que suelen quitarle el sueño.
Es probable que, en vista a tal circunstancia, la buena de Lilia Lemoine acudiera durante la noche del jueves a la Quinta de Olivos para contenerlo.
Ella, aún en los peores momentos, siempre está.
La biografía oficial de Liliana Bolukalo Lemoine, de 43 años, describe a una emprendedora atravesada por múltiples especialidades: influencer, asesora de imagen, maquilladora, peluquera, y profesional de cosplay.
-¿Qué es cosplay?- quiso saber un periodista que, en agosto de 2024, la entrevistó para la señal IP.
-Es un hobby. Consiste en jugar a disfrazarse, como cuando eras chico, pero siendo grande...
-¿Y vos de qué te disfrazás?
-Ahora estoy disfrazada de diputada.
Lo cierto es que Lilia se tomó muy a pecho su papel legislativo desde el cual, por ejemplo, presentó un revolucionario proyecto para que los varones puedan renunciar a su paternidad. Fogosa en los debates parlamentarios y vista con buenos ojos por sus camaradas de bancada, los medios empezaron a tratarla como si fuera un verdadero cuadro político.
Desde luego que ella también tiene otra gran responsabilidad: acomodar el revoltijo de mechones que Milei luce en la cabellera, además de ensombrecer con polvo su papada.
Esas son sus dos tareas públicas. Y hay una tercera, aunque más íntima.
Al respecto, es necesario remontarnos a mediados de 2023.
En esa época, Karina Milei odiaba a Lemoine. Pero el súbito noviazgo de su hermano con la imitadora Fátima Florez cayó como un baldazo de agua fría sobre ambas. De modo que, al mejor estilo shakesperiano, tal animosidad mutó, de pronto, en una alianza entre ellas.
Se sabe que lo de Milei y Florez fue de corto aliento. Y ya disuelto el lazo que los unía, la alianza entre esas dos mujeres siguió en pie.
Es más, Lilia pasó a ser el garrote de "El Jefe". Es decir, la encargada de "atender" a sus enemigos. Tanto es así que personajes como Marcela Pagano y Victoria Villarruel lo saben en carne propia. Y, por si fuera poco, ella también lo contiene a "Javo".
Lilia no sólo lo maquilla antes de sus apariciones públicas, sino que, además, le funge de asistente terapéutica, infundiéndole temple en sus momentos de flaqueza y, con tal finalidad, hasta pernocta a veces en su alcoba para mitigar su proverbial insomnio.
Ella lo conoce al dedillo. En los momentos más críticos de su existencia fue su confidente. Y en sus oídos volcó secretos que jamás pudo compartir con otras personas. Pero -en vista a lo de Mondino- tal vez ahora haya comenzado a recriminarse tamaña locuacidad de su parte.
¿Acaso Lilia habría grabado sus dichos? ¿Acaso lo habría filmado en situaciones indecorosas? Milei la necesita como un malvón al agua. Pero, a la vez, se siente en sus manos. Y le teme. Por no hablar de otros integrantes de su entorno.
Toda una encrucijada de Estado.
Fuente: Tiempo Argentino
Por Ricardo Ragendorfer
A las recientes palizas padecidas por el presidente Javier Milei en la Cámara de Diputados se le sumó un latigazo mediático: la entrevista a su otrora canciller, Diana Mondino, realizada en Londres por el periodista británico Mehdi Hasan para el canal Al Jazeera.
¿Cómo podría explicarse la curiosidad internacional por esa mujer ya casi olvidada por la opinión pública de su país?
De hecho, el evento se grabó a mediados de julio en un auditorio colmado por 300 espectadores muy interesados en la figura del mandatario argentino. Tal era el eje del asunto. Un eje que, por cierto, traspasaba lo estrictamente político para extenderse hacia, diríase, la sociología psiquiátrica. Y ella no los defraudó.
En este punto va un paréntesis para refrescar algunos hitos en su paso por el Palacio San Martín.
Fueron once meses (entre diciembre de 2023 y octubre del año siguiente), en los que deleitó a la prensa con su inconsciente algo flojo de esfínteres.
Como cuando, en la mesa de Mirtha Legrand al cuestionar los créditos para jubilados, dijo: "Son absurdos, porque es casi seguro que se van a morir".
O como cuando, durante el programa de Luis Novaresio en La Nación+ al opinar sobre el matrimonio igualitario, dijo: «Respeto todos los proyectos de vida. Y si vos preferís no bañarte y tener piojos, esa es tu elección, y listo».
O como cuando, durante la cumbre parisina de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al reconocer que el gobierno argentino no había podido determinar si el personal de la base china en Neuquén estaba compuesto por civiles o militares, dijo: "Es que son chinos, y los chinos son todos iguales".
Tales bestialidades provocaban el regocijo de Milei, quien se exhibía ante ella sin ataduras ni frenos. El tipo confiaba absolutamente en Diana.
Hasta que la pobre tuvo la ocurrencia de votar en la ONU una resolución para poner fin al bloqueo norteamericano a Cuba.
Milei, montado en cólera, la eyectó del gabinete de un plumazo.
Pues bien, ahora, ante las cámaras de Al Jazeera, pese a fingirse prudente y evasiva, disparó sobre él al menos dos conceptos que latían en su alma.
En referencia a la estafa con la criptomoneda $Libra, fue lapidaria: "O no es muy inteligente o es una suerte de corrupto". Y con un pesado silencio dejó abierta la posibilidad de que ambas hipótesis fueran concurrentes.
Luego vino lo mejor. Fue cuando Hasan le preguntó:
-¿Puedes nombrar algún otro líder mundial que consulte a sus perros?
Mondino tragó saliva y, tras unos largos segundos, apeló a la ironía:
-Y bue... Quizás tengan un gato.
Hasan insistió, parafraseando esta vez a Carlos Rodríguez, quien supo ser el asesor en jefe de Milei en la campaña de 2023 y que, al renunciar, esgrimió el motivo: "Su desbalance mental se ha vuelto evidente", mencionando, además, el asunto de los perros, a los que él considera sus consultores.
Mondino, finalmente, respondió:
-Trabajé con ambos y... Carlos siempre tiene razón.
Fue su modo de admitir que Milei padece de inestabilidad emocional. Ella se convertía así en la primera "arrepentida" del Poder Ejecutivo libertario que, ya desde el llano, admite semejante disfunción.
Mondino sabe demasiado. Y, en parte, por boca del propio Milei, razón por la cual ese hombre quizás se maldiga por no haberse mordido la lengua.
Quizás, ahora recuerde cuando le reveló su primer encuentro con el perro Conan en el Coliseo Romano, cuando él era nada menos que un gladiador (tal como le dicta su creencia en la reencarnación).
Quizás ahora también recuerde el rictus impávido de Mondino al asimilar esa "primicia", como si escuchara la cosa más normal del mundo.
¿Acaso la traición siempre palpita detrás de las personas más confiables?
Este es uno de aquellos interrogantes que suelen quitarle el sueño.
Es probable que, en vista a tal circunstancia, la buena de Lilia Lemoine acudiera durante la noche del jueves a la Quinta de Olivos para contenerlo.
Ella, aún en los peores momentos, siempre está.
La biografía oficial de Liliana Bolukalo Lemoine, de 43 años, describe a una emprendedora atravesada por múltiples especialidades: influencer, asesora de imagen, maquilladora, peluquera, y profesional de cosplay.
-¿Qué es cosplay?- quiso saber un periodista que, en agosto de 2024, la entrevistó para la señal IP.
-Es un hobby. Consiste en jugar a disfrazarse, como cuando eras chico, pero siendo grande...
-¿Y vos de qué te disfrazás?
-Ahora estoy disfrazada de diputada.
Lo cierto es que Lilia se tomó muy a pecho su papel legislativo desde el cual, por ejemplo, presentó un revolucionario proyecto para que los varones puedan renunciar a su paternidad. Fogosa en los debates parlamentarios y vista con buenos ojos por sus camaradas de bancada, los medios empezaron a tratarla como si fuera un verdadero cuadro político.
Desde luego que ella también tiene otra gran responsabilidad: acomodar el revoltijo de mechones que Milei luce en la cabellera, además de ensombrecer con polvo su papada.
Esas son sus dos tareas públicas. Y hay una tercera, aunque más íntima.
Al respecto, es necesario remontarnos a mediados de 2023.
En esa época, Karina Milei odiaba a Lemoine. Pero el súbito noviazgo de su hermano con la imitadora Fátima Florez cayó como un baldazo de agua fría sobre ambas. De modo que, al mejor estilo shakesperiano, tal animosidad mutó, de pronto, en una alianza entre ellas.
Se sabe que lo de Milei y Florez fue de corto aliento. Y ya disuelto el lazo que los unía, la alianza entre esas dos mujeres siguió en pie.
Es más, Lilia pasó a ser el garrote de "El Jefe". Es decir, la encargada de "atender" a sus enemigos. Tanto es así que personajes como Marcela Pagano y Victoria Villarruel lo saben en carne propia. Y, por si fuera poco, ella también lo contiene a "Javo".
Lilia no sólo lo maquilla antes de sus apariciones públicas, sino que, además, le funge de asistente terapéutica, infundiéndole temple en sus momentos de flaqueza y, con tal finalidad, hasta pernocta a veces en su alcoba para mitigar su proverbial insomnio.
Ella lo conoce al dedillo. En los momentos más críticos de su existencia fue su confidente. Y en sus oídos volcó secretos que jamás pudo compartir con otras personas. Pero -en vista a lo de Mondino- tal vez ahora haya comenzado a recriminarse tamaña locuacidad de su parte.
¿Acaso Lilia habría grabado sus dichos? ¿Acaso lo habría filmado en situaciones indecorosas? Milei la necesita como un malvón al agua. Pero, a la vez, se siente en sus manos. Y le teme. Por no hablar de otros integrantes de su entorno.
Toda una encrucijada de Estado.
Fuente: Tiempo Argentino