Patagonia

Cruje la Cuenca del Golfo San Jorge por la pérdida de 8.300 empleos privados en los últimos dos años

Los 8.310 empleos privados destruidos en los últimos dos años exponen a cielo abierto las principales consecuencias que se combinan en la Cuenca del Golfo San Jorge. La crisis petrolera generada por la salida de YPF y la baja de los costos de producción significaron la pérdida de alrededor 4.000 puestos de trabajo a ambos lados de la cuenca; mientras que la parálisis en la obra pública por el ajuste nacional y la recesión económica desembocó en la caída de aproximadamente otros 5.000 empleos en ambas provincias. Las peores consecuencias se vienen sintiendo en el territorio santacruceño, pero el chubutense no escapa al cimbronazo del empleo privado con epicentro en ambos sectores laborales. La conflictividad social se expresa por ahora casi con exclusividad en el norte de Santa Cruz con los bloqueos de los obreros de la UOCRA en los yacimientos.

La Patagonia -específicamente las provincias de Chubut y Santa Cruz- es posiblemente la región más afectada por la destrucción de empleo privado de todo el país en los últimos dos años. Los datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), dependiente del Ministerio de Capital Humano de Nación, dan cuenta de 8.310 puestos de trabajo menos entre ambas provincias respecto de la primera mitad del 2023 y la retracción en territorio santacruceño triplica al registrado en el chubutense.

El dato surge del promedio de recuento laboral efectuado en las dos provincias entre los meses de enero y mayo de este año frente a la misma metodología respecto del 2023. En Santa Cruz se contabilizaron 6.206 puestos de trabajo menos de manera bianual con una caída del 10,1%; mientras que en Chubut el retroceso fue de 2.104 empleos que significaron un retroceso del 2,1% en el lapso comparado.

Si bien los datos engloban el panorama laboral en el conjunto de ambas provincias, las porciones vinculadas a la Cuenca del Golfo San Jorge se presentan como el epicentro de la destrucción de empleo por las crisis que atraviesan esencialmente el sector petrolero y el de la construcción.

Impacto de la crisis petrolera en Chubut

La información de mayo pasado reveló en Chubut un salto mucho más notorio al que se había registrado en abril. En la comparación interanual, la pérdida de empleo durante abril fue de 1.792 puestos de trabajo en el territorio chubutense, en tanto que en mayo ese descrecimiento ascendió a los 3.214 empleos para reflejar una merma del 3,4%.

Mientras que respecto de mayo del 2023 la retracción fue de 4.250 puestos totales menos que significaron un retroceso del 4,5%.

Buena parte de esa profundización se debió en la primera mitad del año al proceso de retiros voluntarios que se viene dando en el sector petrolero de la provincia. Centenares de obreros se acogieron al ofrecimiento empresario para cobrar las indemnizaciones con un 20% extra, pero también hubo despidos en el sector con empresas contratistas que se retiraron de la provincia y la cuenca para dedicarse exclusivamente a Vaca Muerta.

Cerca de fin de año se conocerán los datos oficiales de lo acontecido por sector productivo en la primera mitad del 2025, pero extraoficialmente se especula que son alrededor de entre 1.000 y 1.500 puestos de trabajo menos.

La crisis petrolera en Chubut se nutre de tres aristas que se potenciaron enormemente con el abandono de YPF de los yacimientos maduros. Junto a los retiros voluntarios que impulsó la YPF libertaria, a los que se sumaron buena parte de las demás operadoras, se agregaron los despidos realizados por varias empresas contratistas que dejaron la provincia para focalizarse en los no convencionales de Vaca Muerta.

El otro sector duramente golpeado por el desempleo en la provincia es la construcción. Según los datos del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC) en todo Chubut se perdieron 2.023 empleos de la UOCRA en los últimos dos años, significando una caída del -23,8%.

El sector de la construcción provincial también se vio afectado por la larga parálisis que se dio en el ámbito de la obra pública, tendencia que ahora parecería comenzar a revertirse, y por el fuerte freno que tuvo la edificación privada como consecuencia de recesión económica.

Santa Cruz, debacle petrolera y parálisis de las represas

Tierra arrasada dejó la salida de YPF en el territorio santacruceño. Tras un largo proceso de tira y afloje finalmente la petrolera libertaria devolvió todas las áreas al Gobierno provincial dejando en ese proceso un tendal de trabajadores fuera del sistema laboral.

Aunque todavía falta la precisión de los datos oficiales, se especula que son alrededor de entre 2.000 y 2.500 los obreros petroleros que aceptaron los retiros voluntarios ante la posibilidad de ser despedidos.

Montadas en ese proceso las operadoras impulsaron una especie de "limpieza" laboral para sacarse de encima miles de trabajadores en los yacimientos petroleros, afectando tanto a los sindicatos del sector extractivo como a los obreros de la UOCRA que no tuvieron chances de retirarse voluntariamente y ahora se les termina el subsidio de 1,5 millones de pesos por meses.

Esa situación desató las protestas, con más de 20 piquetes y bloqueos, de los obreros de la construcción que ingresan a los yacimientos y que se extienden por el norte de Santa Cruz.

Los impactos más duros de la destrucción empleo se viene dando desde hace un año con un promedio de 4.000 puestos de trabajo menos de manera interanual y constante, aunque en junio del año pasado se alcanzó el punto más elevado con casi 8.000 empleos perdidos.

La construcción está al frente de los puestos de trabajo destruidos con 3.894 empleos menos en mayo respecto del mismo mes del 2023, según los datos del IERIC, reflejando una retracción del 66,6%.

Allí están incluidos los cientos de trabajadores de la UOCRA que tenían funciones en los yacimientos petroleros, pero dominan ese escenario los miles de obreros de la construcción que se quedaron sin trabajo por la paralización de la obra pública y específicamente de las dos represas que estaban construyendo en el curso del río Santa Cruz.

La destrucción de empleo privado total durante mayo en el territorio santacruceño fue 4.256 puestos de trabajo (-7,6%) y si la comparación se extiende a dos años se contabilizan 8.309 trabajos menos (-13,8%).

Vaca Muerta compensa al sur patagónico

El panorama patagónico muestra dos fases muy diferenciadas entre el norte y el sur de la región. En la porción norte el impulso de Vaca Muerta, aunque ahora frenado y con despidos, sigue marcando el ritmo del aumento del empleo privado en Neuquén y en mucho menor medida también en Río Negro.

En el territorio neuquino todos los indicadores mostraron hasta mayo aumentos relevantes del empleo privado, con una variación alcista interanual del 3,6% (5.133 puestos de trabajo) y del 7,2% (9.919 puestos) respecto del mismo mes del 2023.

Río Negro tuvo una suba de apenas el 0,8% (834 empleos) respecto del 2024 y del 0,1% (61 puestos) cuando se comparan los datos de mayo con los del 2023.

En el extremo más austral aparece Tierra del Fuego con un aumento interanual del 4,1% (1.387 empleos) hasta mayo pasado y una retracción del 8,9% (-3.431 puestos) cuando la comparación se extiende hasta el mismo mes del 2023.

La enorme pérdida del sur de la Patagonia fue equilibrada por la zona norte de la región mostrando un equilibrio en los resultados del conjunto patagónico; aunque frente al mes de mayo del 2023 los números muestran una retracción del 1,4% con la destrucción de 6.010 empleos a pesar del impulso generado por Vaca Muerta.