Yo no fui: La estrategia de LLA para salvar la campaña electoral es culpar a los K Por Claudio Mardones
En la Casa Rosada todavía no encuentran ni definen una línea de acción ante el escándalo que desataron los audios filtrados del extitular de la ANDIS, Diego Spagnuolo. Los datos que se conocieron, dichos por la voz del examigo y exbogado del presidente, han dejado un tembladeral en el entorno de Javier Milei y en especial sobre el futuro de su hermana Karina. Así como en Balcarce 50 todavía no logran delinear una respuesta ante el escándalo, tampoco han podido definir los pasos a seguir para no perder la iniciativa en los dos frentes de la campaña electoral de los libertarios. Por ahora corren dos cuentas regresivas que, desde este momento, transcurrirán con un ojo puesto en Tribunales. Hay una línea de tiempo más larga, para las elecciones nacionales del 26 de octubre y otra acuciante y, cortísima, delineada por los comicios bonaerenses del primer domingo de septiembre.
Por ahora la conducción de LLA, en manos de Karina Milei, no ha bajado una línea de acción. El único reflejo de la funcionaria ha sido mantener el ritmo que tenía antes del escándalo desatado por la filtración de los audios. En el ojo de la tormenta está Spagnuolo, con una relación estrechísima con los hermanos Milei. La comunicación del gobierno ha sido desplazada por el escándalo y la preocupación de las próximas semanas es que no se traslade a la campaña, que ha sido pensada en dos tiempos. Hasta que haya una definición, Karina seguirá de campaña. Este sábado estuvo en Villa Celina, partido bonaerense de La Matanza, el mismo epicentro de la zona sur del conurbano donde estuvo el presidente junto con los primeros candidatos de LLA y el PRO con la pancarta "Kirchnerismo nunca más", en una alusión directa al libro "Nunca Más" publicado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas sobre los crímenes de la última dictadura cívico-militar. Javier estuvo menos de 15 minutos en esa producción fotográfica.
Este sábado su hermana no ahorró tiempo. Estuvo ante un auditorio que superó las 8000 personas, según fuentes de LLA. Ofreció un discurso como si fuera candidata y retomó la confrontación total con el peronismo. "Es libertad o kirchnerismo", bramó Karina desde un escenario donde no hubo una sola mención al escándalo que les está desorganizando la comunicación y podría transformarse en un problema judicial en medio de la campaña.
La única salida para capear la primera etapa de esta crisis será apelar a la hiperactividad para exhibir normalidad. Otros creen que la apuesta consiste en negar la existencia del escándalo hasta que haya una respuesta eficiente que vaya más allá de la reducción de daños. Hay un problema de fondo: los candidatos bonaerenses de LLA, con el excomisario Maximiliano Bondarenko a la cabeza, tampoco están en condiciones de salir a defender a los Milei a cambio de enterrar su discurso de campaña. Lo mismo sucede con el diputado José Luis Espert, que encabezará la escudería de aspirantes de LLA para el 26 de octubre. En el bloque libertario de la Cámara Baja admiten que el escándalo de la ANDIS es un problema para hacer campaña por la motosierra profunda de Milei. De hecho, su máximo exponente es Espert, que ahora deberá afrontar su despliegue proselitista a la defensiva, empeñado en no pasar la campaña atajando respuestas sobre Spagnuolo y defendiendo a los hermanos Milei.
En La Matanza, Karina estuvo con las dos figuras que deberán bancar esta etapa difícil de la campaña. Tanto Bondarenko como Espert se subieron al escenario y se pusieron al frente del acto.
"Haremos todo el antikirchnerismo que podamos y vamos a sostener que todo es una operación de la oposición para perjudicar a Javier", resaltó un integrante del equipo de campaña bonaerense que tiene, entre otros, a Sebastián Pareja como su principal armador.
Si bien la dirección corre por cuenta de Karina, también hay dudas en el PRO. El partido amarillo viene de aceptar un acuerdo con LLA donde resignó la presencia de la marca propia a favor de pintarse de violeta. "No nos servía el segundo plano del PRO, salvo para sobrevivir, pero ahora que les toca esta situación de presunta corrupción hay un costado positivo porque no quedamos tan pegados si el caso empeora", confió a Tiempo uno de los integrantes del PRO que transita la provincia bajo la conducción de Cristian Ritondo, titular del bloque amarillo en la Cámara Baja y presidente del PRO en la provincia de Buenos Aires.
Con el cuero duro en situaciones críticas, Ritondo no ha dicho una palabra desde que estalló el caso Spagnuolo. Es posible que buena parte de los aliados del PRO, que bancan estar dentro de LLA, sigan manteniendo silencio hasta que la Casa Rosada pida auxilio discursivo y político en caso de que el escenario empeore y se complique aún más la campaña que ahora entrará en dos semanas cruciales para el 7 de septiembre.
Todavía no pasó una semana del escándalo Spagnuolo y la sombra más preocupante pasa por lo inesperado. En el gobierno han perdido los contactos con el exabogado del presidente. Desde esta semana Spagnuolo ha pasado a ser un virtual enemigo de la causa libertaria. Lo peor es que sucede en el medio de la campaña y en un contexto de sospechas cruzadas dentro del gobierno sobre la procedencia de la filtración. Tantas son las desconfianzas internas que los señalamientos van más allá del fuego cruzado entre quienes reportan a Karina y los que defienden al asesor presidencial Santiago Caputo.
Hay funcionarios que creen que la vicepresidenta Victoria Villarruel hizo sus aportes y otros estiman que el expresidente Mauricio Macri también habría auspiciado un golpe letal.
La multiplicación de la incertidumbre resulta dañina para la salud de la campaña electoral. Karina está obligada a mostrarse firme ante un futuro judicial brumoso, pero también bajar una línea de fortaleza hacia el aparato partidario que conduce. Por ahora mantiene la velocidad de crucero y sigue respaldando a los suyos. En menos de dos días, además de acompañar a su hermano en Rosario, estuvo en La Rioja para apoyar a los aspirantes de LLA. En ambos casos estuvo con Martín Menem, titular de la Cámara Baja y mano derecha en el armado electoral de Karina. El gesto de la hermana presidencial busca respaldarlo. Lo mismo con Eduardo "Lule" Menem, que es clave en la gestión de la campaña y cuyo nombre se puede escuchar en los audios de Spagnuolo que la Casa Rosada no sabe cómo desmentir.
Fuente: Tiempo Argentino
Por Claudio Mardones
En la Casa Rosada todavía no encuentran ni definen una línea de acción ante el escándalo que desataron los audios filtrados del extitular de la ANDIS, Diego Spagnuolo. Los datos que se conocieron, dichos por la voz del examigo y exbogado del presidente, han dejado un tembladeral en el entorno de Javier Milei y en especial sobre el futuro de su hermana Karina. Así como en Balcarce 50 todavía no logran delinear una respuesta ante el escándalo, tampoco han podido definir los pasos a seguir para no perder la iniciativa en los dos frentes de la campaña electoral de los libertarios. Por ahora corren dos cuentas regresivas que, desde este momento, transcurrirán con un ojo puesto en Tribunales. Hay una línea de tiempo más larga, para las elecciones nacionales del 26 de octubre y otra acuciante y, cortísima, delineada por los comicios bonaerenses del primer domingo de septiembre.
Por ahora la conducción de LLA, en manos de Karina Milei, no ha bajado una línea de acción. El único reflejo de la funcionaria ha sido mantener el ritmo que tenía antes del escándalo desatado por la filtración de los audios. En el ojo de la tormenta está Spagnuolo, con una relación estrechísima con los hermanos Milei. La comunicación del gobierno ha sido desplazada por el escándalo y la preocupación de las próximas semanas es que no se traslade a la campaña, que ha sido pensada en dos tiempos. Hasta que haya una definición, Karina seguirá de campaña. Este sábado estuvo en Villa Celina, partido bonaerense de La Matanza, el mismo epicentro de la zona sur del conurbano donde estuvo el presidente junto con los primeros candidatos de LLA y el PRO con la pancarta "Kirchnerismo nunca más", en una alusión directa al libro "Nunca Más" publicado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas sobre los crímenes de la última dictadura cívico-militar. Javier estuvo menos de 15 minutos en esa producción fotográfica.
Este sábado su hermana no ahorró tiempo. Estuvo ante un auditorio que superó las 8000 personas, según fuentes de LLA. Ofreció un discurso como si fuera candidata y retomó la confrontación total con el peronismo. "Es libertad o kirchnerismo", bramó Karina desde un escenario donde no hubo una sola mención al escándalo que les está desorganizando la comunicación y podría transformarse en un problema judicial en medio de la campaña.
La única salida para capear la primera etapa de esta crisis será apelar a la hiperactividad para exhibir normalidad. Otros creen que la apuesta consiste en negar la existencia del escándalo hasta que haya una respuesta eficiente que vaya más allá de la reducción de daños. Hay un problema de fondo: los candidatos bonaerenses de LLA, con el excomisario Maximiliano Bondarenko a la cabeza, tampoco están en condiciones de salir a defender a los Milei a cambio de enterrar su discurso de campaña. Lo mismo sucede con el diputado José Luis Espert, que encabezará la escudería de aspirantes de LLA para el 26 de octubre. En el bloque libertario de la Cámara Baja admiten que el escándalo de la ANDIS es un problema para hacer campaña por la motosierra profunda de Milei. De hecho, su máximo exponente es Espert, que ahora deberá afrontar su despliegue proselitista a la defensiva, empeñado en no pasar la campaña atajando respuestas sobre Spagnuolo y defendiendo a los hermanos Milei.
En La Matanza, Karina estuvo con las dos figuras que deberán bancar esta etapa difícil de la campaña. Tanto Bondarenko como Espert se subieron al escenario y se pusieron al frente del acto.
"Haremos todo el antikirchnerismo que podamos y vamos a sostener que todo es una operación de la oposición para perjudicar a Javier", resaltó un integrante del equipo de campaña bonaerense que tiene, entre otros, a Sebastián Pareja como su principal armador.
Si bien la dirección corre por cuenta de Karina, también hay dudas en el PRO. El partido amarillo viene de aceptar un acuerdo con LLA donde resignó la presencia de la marca propia a favor de pintarse de violeta. "No nos servía el segundo plano del PRO, salvo para sobrevivir, pero ahora que les toca esta situación de presunta corrupción hay un costado positivo porque no quedamos tan pegados si el caso empeora", confió a Tiempo uno de los integrantes del PRO que transita la provincia bajo la conducción de Cristian Ritondo, titular del bloque amarillo en la Cámara Baja y presidente del PRO en la provincia de Buenos Aires.
Con el cuero duro en situaciones críticas, Ritondo no ha dicho una palabra desde que estalló el caso Spagnuolo. Es posible que buena parte de los aliados del PRO, que bancan estar dentro de LLA, sigan manteniendo silencio hasta que la Casa Rosada pida auxilio discursivo y político en caso de que el escenario empeore y se complique aún más la campaña que ahora entrará en dos semanas cruciales para el 7 de septiembre.
Todavía no pasó una semana del escándalo Spagnuolo y la sombra más preocupante pasa por lo inesperado. En el gobierno han perdido los contactos con el exabogado del presidente. Desde esta semana Spagnuolo ha pasado a ser un virtual enemigo de la causa libertaria. Lo peor es que sucede en el medio de la campaña y en un contexto de sospechas cruzadas dentro del gobierno sobre la procedencia de la filtración. Tantas son las desconfianzas internas que los señalamientos van más allá del fuego cruzado entre quienes reportan a Karina y los que defienden al asesor presidencial Santiago Caputo.
Hay funcionarios que creen que la vicepresidenta Victoria Villarruel hizo sus aportes y otros estiman que el expresidente Mauricio Macri también habría auspiciado un golpe letal.
La multiplicación de la incertidumbre resulta dañina para la salud de la campaña electoral. Karina está obligada a mostrarse firme ante un futuro judicial brumoso, pero también bajar una línea de fortaleza hacia el aparato partidario que conduce. Por ahora mantiene la velocidad de crucero y sigue respaldando a los suyos. En menos de dos días, además de acompañar a su hermano en Rosario, estuvo en La Rioja para apoyar a los aspirantes de LLA. En ambos casos estuvo con Martín Menem, titular de la Cámara Baja y mano derecha en el armado electoral de Karina. El gesto de la hermana presidencial busca respaldarlo. Lo mismo con Eduardo "Lule" Menem, que es clave en la gestión de la campaña y cuyo nombre se puede escuchar en los audios de Spagnuolo que la Casa Rosada no sabe cómo desmentir.
Fuente: Tiempo Argentino