Kuzminchuk: "En INTA seguimos en estado de alerta, hoy estamos en una situación de incertidumbre total"El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) viene sufriendo el ajuste del Gobierno nacional, a la par de otros organismos públicos. En su último día de facultades delegadas, el pasado 7 de julio, el Ejecutivo efectivizó el vaciamiento del Instituto a través del Decreto 462/2025 donde se dispuso una profunda modificación de la estructura de gobernanza, en el marco de la "modernización institucional" que plantea desde principios de la gestión. El decreto fue derogado la semana pasada tras la votación en el Senado. Sin embargo, de manera inmediata el Gobierno emitió una resolución que implicaba el pase a disponibilidad de 286 empleados del organismo en todo el país. Esta medida también fue revertida gracias a un fallo judicial.
El secretario general de APINTA en Chubut, Ariel Kuzminchuk, se refirió al escenario que se vive hoy en la provincia, donde gracias a la movilización de los trabajadores no se han registrado despidos. Aunque se frenó el DNU y los pases a disponibilidad, Kuzminchuk sostuvo que aún se mantienen en alerta.
"El INTA ya no es lo que era hace tres años atrás y lo que fue históricamente porque este Gobierno se encargó de desestructurar y bombardearnos desde que llegó", explicó y advirtió que no hay certezas sobre cómo se reorganizará ahora la Institución.
Por otro lado, afirmó que la situación de los empleados es complicada, sobre todo a nivel salarial. Dijo que los salarios están "absolutamente pisados" y hoy el sueldo de un profesional que se desempeña en el área de investigación apenas supera el millón de pesos.
No obstante, el secretario gremial puso en valor el trabajo que realizan los 200 empleados del INTA en Chubut, que incluyen tareas de ciencia y técnica pero también de extensionismo y vínculos con la comunidad.
Tras los distintos sucesos que vienen afectando al INTA, como el DNU de reestructuración, los pases a disponibilidad y el eventual fallo judicial que ahora revierte estas medidas, ¿cuál es hoy el panorama del organismo?
La semana pasada, cuando el Senado le dio media sanción a la derogación del decreto que prácticamente nos iba a hacer desaparecer nosotros lo tomamos con actitud positiva. Lo que pasó fue que en medio de esa votación de derogación de decreto pasaron a disponibilidad a 300 empleados de la institución. La mayoría era de la ciudad de Buenos Aires y el AMBA, casi todos profesionales. Acá, en la provincia de Chubut, afectó a un compañero que es Nicolás Ciano, que fue Director Regional de la Patagonia Sur. Por eso también entendíamos que había una persecución con respecto a los eventuales pases a disponibilidad. Nos preocupaba en principio, pero nosotros también sabíamos que habíamos actuado con anticipación en la Justicia, habíamos trabajado con la presentación de un recurso de amparo que lo tomó el juzgado federal de San Martín. La jueza ya le había dado lugar y había suspendido cualquier tipo de movimiento dentro de la institución, lo que comprendía al personal. En ese sentido nos sentíamos confiados, pero no nos dejábamos de sentir impactados porque en el mismo momento que estábamos sintiendo el alivio de saber que el decreto que hacía que la institución casi desaparezca era derogado, teníamos todos esos compañeros en la calle. A partir del martes, la justicia ya se pronunció y no solamente suspendió esos pases a disponibilidad, sino que le puso una multa al Estado argentino que si no sacaba ese pase de disponibilidad tenía que pagar 10 millones de pesos por día. Por lo tanto, ya con eso nos quedamos tranquilos.
A pesar de esta decisión, ¿se mantienen en alerta? ¿Cómo sigue la situación de la institución de ahora en adelante?
Hoy en día seguimos en estado de alerta, más que nada porque la institución está en un estado de stand by. Hoy en día el INTA recibe casi nada más que el dinero para pagar la luz y el gas. Y después nada más, estamos casi parados. Todo lo que había dado lugar al decreto fue el desarme total, la desaparición de todas sus direcciones, la desaparición del Consejo, la desaparición del director nacional. Nosotros hoy en día estamos en una situación de incertidumbre total, sin saber cómo se va a reorganizar de nuevo la institución. El decreto lo que hacía justamente era reestructurar toda la institución, eso se hizo. Ya después se declaró eso nulo y ahora la justicia también lo está diciendo, pero sin embargo, nosotros hasta ahora no tuvimos absolutamente ningún aviso ni signo de que vayamos a volver a estar en el mismo lugar, por eso estamos expectantes a ver cómo se va a reorganizar. Yo ya tuve una reunión con la CGT, a todos los compañeros y de otras instituciones y organizaciones gremiales les dije que luchen para no perder derechos o estructurales laborales porque después cuesta muchísimo volver a organizarlas. Como viene trabajando el Gobierno nacional, por supuesto, con muchos otros actores que apoyan sus movimientos, capaz nos llegan a decir, por ejemplo, que el INTA no sirve y hay que sacarlo, por eso estamos atentos a ver qué va a pasar ahora con nosotros.
¿Cuántos trabajadores componen hoy el INTA en Chubut?
En toda la provincia de Chubut más o menos somos arriba de 200 empleados. Nosotros acá tenemos la EA (Estación Experimental) de Trelew que tiene las diferentes agencias, que son la agencia Río Mayo, Comodoro Rivadavia, Sarmiento y Paso de Indio. Y después está la EA de Esquel, que tiene también diferentes agencias alrededor y entre esas dos agencias experimentales somos más o menos unos 200 empleados.
Desde el inicio de la gestión Milei a la fecha, ¿se han registrado despidos en la provincia?
No, pero no es que no hubo despido por casualidad o porque no quisieron. Estuvimos trabajando muchísimo para que eso no se lleve adelante, siempre trabajando contra reloj, organizándonos también con los compañeros, presentando todo el tiempo amparos, notas a los diputados, a todo el arco político en todos lados, hablando con todo el mundo. Algunos los recibieron, otros no, pero logramos la suficiente fuerza política gracias a ese movimiento para que no se lleve adelante ningún despido, por lo menos acá, en otros lugares no.
¿Y respecto al cierre de programas?
Hay que tener en cuenta, cuando digo no hay despidos, que se cerró, por ejemplo, Agricultura Familiar, que no está dentro de lo que es el INTA pero está dentro de su órbita. Cerraron programas y proyectos importantes que estaban dentro del INTA y cuando estamos diciendo que se cerraron programas, por ejemplo, el Pro Huerta que era muy importante, eso significó también que toda la gente y los trabajadores que estaban laburando ahí se fueron, no es que de pronto fuimos intocables. El INTA ya no es lo que era hace tres años atrás y lo que fue históricamente porque este Gobierno se encargó de desestructurar y bombardearnos desde que llegó. No paramos de trabajar; primero resistiendo, después trabajando muchísimo y creo que hoy tenemos que estar también atentos a que no nos sigan bombardeando porque realmente es un desgaste impresionante.
En medio de estas modificaciones, sumado a la reconducción del presupuesto, ¿cómo está hoy la cuestión salarial?
Se trabaja en condiciones terribles, los salarios se han aplacado, están absolutamente pisados. Hoy un profesional está cobrando un promedio de $1.000.000 o $1.200.000, alguien que trabaja en investigación. El INTA siempre trabajó con ciencia y alta tecnología. Acá no estamos haciendo cualquier cosa, y sin embargo los salarios son paupérrimos.
Más allá del panorama de las últimas semanas, el organismo viene de un largo período de incertidumbre y desfinanciamiento.
Nosotros estamos así desde hace más de dos años, que al INTA se lo empezó a observar. Eso lo vimos venir, porque se empezó a mirar, por ejemplo, cuál era nuestra flota de autos o camionetas, como si fuera que de pronto uno tiene que entrar al territorio en un monopatín, no se puede. Ni estar en una camioneta que está acondicionada, que no las tenemos, porque las camionetas que están ya tienen 20 años y que de alguna forma se reacondicionan por de poder llegar al productor, para llegar a las comunidades. Además de hacer lo que hace la ciencia y la técnica acá dentro de los laboratorios, también sale a hacer extensionismo. La gente y las comunidades esto lo saben, de hecho, también hubo dos comunidades acá en Chubut, Chacay Oeste y Laguna Fría, que presentaron recursos de amparo a través de la justicia, justamente porque están todo el tiempo recibiendo ese tipo de asesoramiento técnico, tanto para su alimentación como para su economía, además de cientos de comunidades en todo el país que trabajan con el INTA y que gracias a eso se sustentan. No es que estamos hablando de cualquier cosa, sino que esas comunidades existen gracias a que el INTA está ahí, ayudándolos.
¿De qué manera interpretan los discursos del Gobierno nacional en torno a las ideas de despilfarro de los recursos o del personal que sobra? En Chubut, por ejemplo, son alrededor de 200 trabajadores para un territorio muy extenso.
Personalmente no lo puedo creer, me causa indignación. Pero acá la única verdad es el trabajo que se hace, nosotros lo vemos, estamos orgullosos de eso, del laburo que se hace acá dentro, tanto de lo que se hace a nivel social como a nivel científico. Sabemos lo que estamos trabajando y cómo trabajamos y a veces las condiciones no son las más óptimas, pero sin embargo llevamos adelante el laburo, felices y tranquilos de lo que estamos haciendo. El INTA no es un organismo científico que trabaja para adentro. Todo el tiempo nosotros salimos en los medios, siempre estamos contando lo que estamos haciendo, lo que vamos hacer. Tenemos contacto con la comunidad, semanalmente hay capacitaciones, de todo, de poda, siembra, trato con los animales, asesoramiento técnico. Cuando vos estás tranquilo y seguro de lo que hacés y ves lo que hacen inclusive tus compañeros del trabajo, te tienes sin cuidado eso. Ante estos discursos que nos desfavorecen, nos dicen que somos un lugar de vagos, nosotros tenemos nuestro discurso y sobradas palabras para poder decir lo que hacemos y estar tranquilos de que en realidad no somos los que dicen que somos. Creo que es lamentable que se refieran así de nosotros, a veces inclusive de ciertos estamentos del Gobierno, eso es por una total ignorancia. Porque no han venido, no nos han visitado, ni siquiera han estado en una oficina del INTA en la ciudad. Porque si vos te informás un poco, sabés lo que hacemos y además no deja de ser muy interesante. Hay cuestiones de meteorología, cuestiones con las semillas, de siembras en lugares donde se prendió fuego los bosques, por ejemplo. Hay miles de cosas. En ese sentido, son tiempos malos para nosotros. Pero digan lo que digan, nosotros sabemos lo que hacemos.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) viene sufriendo el ajuste del Gobierno nacional, a la par de otros organismos públicos. En su último día de facultades delegadas, el pasado 7 de julio, el Ejecutivo efectivizó el vaciamiento del Instituto a través del Decreto 462/2025 donde se dispuso una profunda modificación de la estructura de gobernanza, en el marco de la "modernización institucional" que plantea desde principios de la gestión. El decreto fue derogado la semana pasada tras la votación en el Senado. Sin embargo, de manera inmediata el Gobierno emitió una resolución que implicaba el pase a disponibilidad de 286 empleados del organismo en todo el país. Esta medida también fue revertida gracias a un fallo judicial.
El secretario general de APINTA en Chubut, Ariel Kuzminchuk, se refirió al escenario que se vive hoy en la provincia, donde gracias a la movilización de los trabajadores no se han registrado despidos. Aunque se frenó el DNU y los pases a disponibilidad, Kuzminchuk sostuvo que aún se mantienen en alerta.
"El INTA ya no es lo que era hace tres años atrás y lo que fue históricamente porque este Gobierno se encargó de desestructurar y bombardearnos desde que llegó", explicó y advirtió que no hay certezas sobre cómo se reorganizará ahora la Institución.
Por otro lado, afirmó que la situación de los empleados es complicada, sobre todo a nivel salarial. Dijo que los salarios están "absolutamente pisados" y hoy el sueldo de un profesional que se desempeña en el área de investigación apenas supera el millón de pesos.
No obstante, el secretario gremial puso en valor el trabajo que realizan los 200 empleados del INTA en Chubut, que incluyen tareas de ciencia y técnica pero también de extensionismo y vínculos con la comunidad.
Tras los distintos sucesos que vienen afectando al INTA, como el DNU de reestructuración, los pases a disponibilidad y el eventual fallo judicial que ahora revierte estas medidas, ¿cuál es hoy el panorama del organismo?
La semana pasada, cuando el Senado le dio media sanción a la derogación del decreto que prácticamente nos iba a hacer desaparecer nosotros lo tomamos con actitud positiva. Lo que pasó fue que en medio de esa votación de derogación de decreto pasaron a disponibilidad a 300 empleados de la institución. La mayoría era de la ciudad de Buenos Aires y el AMBA, casi todos profesionales. Acá, en la provincia de Chubut, afectó a un compañero que es Nicolás Ciano, que fue Director Regional de la Patagonia Sur. Por eso también entendíamos que había una persecución con respecto a los eventuales pases a disponibilidad. Nos preocupaba en principio, pero nosotros también sabíamos que habíamos actuado con anticipación en la Justicia, habíamos trabajado con la presentación de un recurso de amparo que lo tomó el juzgado federal de San Martín. La jueza ya le había dado lugar y había suspendido cualquier tipo de movimiento dentro de la institución, lo que comprendía al personal. En ese sentido nos sentíamos confiados, pero no nos dejábamos de sentir impactados porque en el mismo momento que estábamos sintiendo el alivio de saber que el decreto que hacía que la institución casi desaparezca era derogado, teníamos todos esos compañeros en la calle. A partir del martes, la justicia ya se pronunció y no solamente suspendió esos pases a disponibilidad, sino que le puso una multa al Estado argentino que si no sacaba ese pase de disponibilidad tenía que pagar 10 millones de pesos por día. Por lo tanto, ya con eso nos quedamos tranquilos.
A pesar de esta decisión, ¿se mantienen en alerta? ¿Cómo sigue la situación de la institución de ahora en adelante?
Hoy en día seguimos en estado de alerta, más que nada porque la institución está en un estado de stand by. Hoy en día el INTA recibe casi nada más que el dinero para pagar la luz y el gas. Y después nada más, estamos casi parados. Todo lo que había dado lugar al decreto fue el desarme total, la desaparición de todas sus direcciones, la desaparición del Consejo, la desaparición del director nacional. Nosotros hoy en día estamos en una situación de incertidumbre total, sin saber cómo se va a reorganizar de nuevo la institución. El decreto lo que hacía justamente era reestructurar toda la institución, eso se hizo. Ya después se declaró eso nulo y ahora la justicia también lo está diciendo, pero sin embargo, nosotros hasta ahora no tuvimos absolutamente ningún aviso ni signo de que vayamos a volver a estar en el mismo lugar, por eso estamos expectantes a ver cómo se va a reorganizar. Yo ya tuve una reunión con la CGT, a todos los compañeros y de otras instituciones y organizaciones gremiales les dije que luchen para no perder derechos o estructurales laborales porque después cuesta muchísimo volver a organizarlas. Como viene trabajando el Gobierno nacional, por supuesto, con muchos otros actores que apoyan sus movimientos, capaz nos llegan a decir, por ejemplo, que el INTA no sirve y hay que sacarlo, por eso estamos atentos a ver qué va a pasar ahora con nosotros.
¿Cuántos trabajadores componen hoy el INTA en Chubut?
En toda la provincia de Chubut más o menos somos arriba de 200 empleados. Nosotros acá tenemos la EA (Estación Experimental) de Trelew que tiene las diferentes agencias, que son la agencia Río Mayo, Comodoro Rivadavia, Sarmiento y Paso de Indio. Y después está la EA de Esquel, que tiene también diferentes agencias alrededor y entre esas dos agencias experimentales somos más o menos unos 200 empleados.
Desde el inicio de la gestión Milei a la fecha, ¿se han registrado despidos en la provincia?
No, pero no es que no hubo despido por casualidad o porque no quisieron. Estuvimos trabajando muchísimo para que eso no se lleve adelante, siempre trabajando contra reloj, organizándonos también con los compañeros, presentando todo el tiempo amparos, notas a los diputados, a todo el arco político en todos lados, hablando con todo el mundo. Algunos los recibieron, otros no, pero logramos la suficiente fuerza política gracias a ese movimiento para que no se lleve adelante ningún despido, por lo menos acá, en otros lugares no.
¿Y respecto al cierre de programas?
Hay que tener en cuenta, cuando digo no hay despidos, que se cerró, por ejemplo, Agricultura Familiar, que no está dentro de lo que es el INTA pero está dentro de su órbita. Cerraron programas y proyectos importantes que estaban dentro del INTA y cuando estamos diciendo que se cerraron programas, por ejemplo, el Pro Huerta que era muy importante, eso significó también que toda la gente y los trabajadores que estaban laburando ahí se fueron, no es que de pronto fuimos intocables. El INTA ya no es lo que era hace tres años atrás y lo que fue históricamente porque este Gobierno se encargó de desestructurar y bombardearnos desde que llegó. No paramos de trabajar; primero resistiendo, después trabajando muchísimo y creo que hoy tenemos que estar también atentos a que no nos sigan bombardeando porque realmente es un desgaste impresionante.
En medio de estas modificaciones, sumado a la reconducción del presupuesto, ¿cómo está hoy la cuestión salarial?
Se trabaja en condiciones terribles, los salarios se han aplacado, están absolutamente pisados. Hoy un profesional está cobrando un promedio de $1.000.000 o $1.200.000, alguien que trabaja en investigación. El INTA siempre trabajó con ciencia y alta tecnología. Acá no estamos haciendo cualquier cosa, y sin embargo los salarios son paupérrimos.
Más allá del panorama de las últimas semanas, el organismo viene de un largo período de incertidumbre y desfinanciamiento.
Nosotros estamos así desde hace más de dos años, que al INTA se lo empezó a observar. Eso lo vimos venir, porque se empezó a mirar, por ejemplo, cuál era nuestra flota de autos o camionetas, como si fuera que de pronto uno tiene que entrar al territorio en un monopatín, no se puede. Ni estar en una camioneta que está acondicionada, que no las tenemos, porque las camionetas que están ya tienen 20 años y que de alguna forma se reacondicionan por de poder llegar al productor, para llegar a las comunidades. Además de hacer lo que hace la ciencia y la técnica acá dentro de los laboratorios, también sale a hacer extensionismo. La gente y las comunidades esto lo saben, de hecho, también hubo dos comunidades acá en Chubut, Chacay Oeste y Laguna Fría, que presentaron recursos de amparo a través de la justicia, justamente porque están todo el tiempo recibiendo ese tipo de asesoramiento técnico, tanto para su alimentación como para su economía, además de cientos de comunidades en todo el país que trabajan con el INTA y que gracias a eso se sustentan. No es que estamos hablando de cualquier cosa, sino que esas comunidades existen gracias a que el INTA está ahí, ayudándolos.
¿De qué manera interpretan los discursos del Gobierno nacional en torno a las ideas de despilfarro de los recursos o del personal que sobra? En Chubut, por ejemplo, son alrededor de 200 trabajadores para un territorio muy extenso.
Personalmente no lo puedo creer, me causa indignación. Pero acá la única verdad es el trabajo que se hace, nosotros lo vemos, estamos orgullosos de eso, del laburo que se hace acá dentro, tanto de lo que se hace a nivel social como a nivel científico. Sabemos lo que estamos trabajando y cómo trabajamos y a veces las condiciones no son las más óptimas, pero sin embargo llevamos adelante el laburo, felices y tranquilos de lo que estamos haciendo. El INTA no es un organismo científico que trabaja para adentro. Todo el tiempo nosotros salimos en los medios, siempre estamos contando lo que estamos haciendo, lo que vamos hacer. Tenemos contacto con la comunidad, semanalmente hay capacitaciones, de todo, de poda, siembra, trato con los animales, asesoramiento técnico. Cuando vos estás tranquilo y seguro de lo que hacés y ves lo que hacen inclusive tus compañeros del trabajo, te tienes sin cuidado eso. Ante estos discursos que nos desfavorecen, nos dicen que somos un lugar de vagos, nosotros tenemos nuestro discurso y sobradas palabras para poder decir lo que hacemos y estar tranquilos de que en realidad no somos los que dicen que somos. Creo que es lamentable que se refieran así de nosotros, a veces inclusive de ciertos estamentos del Gobierno, eso es por una total ignorancia. Porque no han venido, no nos han visitado, ni siquiera han estado en una oficina del INTA en la ciudad. Porque si vos te informás un poco, sabés lo que hacemos y además no deja de ser muy interesante. Hay cuestiones de meteorología, cuestiones con las semillas, de siembras en lugares donde se prendió fuego los bosques, por ejemplo. Hay miles de cosas. En ese sentido, son tiempos malos para nosotros. Pero digan lo que digan, nosotros sabemos lo que hacemos.