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Pérez Esquivel denuncia amenaza militar de EE.UU. contra Venezuela

El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, este domingo 31 de agosto condenó el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe y la campaña de acusaciones contra el presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro.

De acuerdo con el comunicado firmado por el profesor y activista argentino por los derechos humanos, la Administración Trump emplea mentiras para justificar una intervención militar, y coloca la falsa etiqueta de "narcoterrorista" a la nación bolivariana.

Consideró además que la mentira es el origen de todas las violencias y el magnate Donald Trump la utiliza para amenazar a los pueblos que se oponen a la política e intereses promovidos desde Washington.

Pérez Esquievel recordó que esta estrategia no es nueva y evidencia la visión hegemónica del imperialismo norteamericano que aún concibe a la región como su patio trasero. "George W. Bush utilizó falsedades para invadir Irak y Panamá, provocando miles de muertes y saqueando recursos estratégicos", afirmó.

Señaló que las mentiras y acusaciones históricas fabricadas por EE.UU. le permitieron controlar los recursos de otros países y desestabilizar gobiernos soberanos, repitiendo patrones de dominación en América Latina y el Caribe.

Ahora recurren a los mismos métodos y argumentos desgastados para justificar el despliegue de efectivos militares en la zona, en una amenaza abierta de intervención militar contra la soberanía venezolana.

De igual manera, advirtió que la política agresiva de Trump viola el derecho internacional y los derechos humanos, a la vez que criticó el silencio de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) y varios países ante la escalada bélica.

Cuestionó la presión estadounidense sobre tribunales internacionales y su respaldo al genocidio de Israel en Palestina, que colocan al mundo en una situación de "profunda inseguridad".

El intelectual argentino resaltó la respuesta del pueblo venezolano presto a defender su soberanía frente a amenazas externas. Reclamó asimismo una actuación más firme de la comunidad internacional frente a la violación de protocolos internacionales y la denuncia por la complicidad de gobiernos que permiten estas agresiones.

En ese sentido, la jornada de solidaridad "Venezuela no es una amenaza, es una esperanza" contó con la participación de más de 10.000 personas en 80 países y 105 ciudades, pertenecientes a movimientos sociales y organizaciones populares de todo el mundo .

Fuente: TeleSUR