El mundo

Putin y Xi Jinping se envalentonan

Por Andrés Gil

Donald Trump y Vladímir Putin mirando a los F-35 sobrevolando Anchorage. Es la foto que este jueves ha movido en sus redes sociales el presidente de EE.UU. Con el magnate republicano a menudo las cosas son lo que parecen, no hacen falta muchas vueltas ni segundas lecturas. Y ese post, sin texto, solo la foto, con la mirada en el cielo, en la misma semana marcada por dos fotos fundamentales con Putin con Xi, Modi y Kim Jong-un, es un intento de Trump de reivindicarse como un actor geopolítico mundial tan grande como el que más.

Pero lo cierto es que la diplomacia de Trump, que ha pasado desde su regreso a la Casa Blanca por la rehabilitación de Putin, el ninguneo a Ucrania, el desprecio a Europa, el apoyo incondicional a Benjamín Netanyahu y la confrontación con China, India y Brasil, está dando sus frutos.

Y esos frutos se han visto esta semana. Aunque no sean los esperados por la Unión Europea y, quizá, por Casa Blanca.

Una vez más, han caducado los plazos dados por Trump al presidente ruso para acordar un alto el fuego en Ucrania. Ni las llamadas ni la cumbre bilateral de mediados de agosto en Alaska han hecho otra cosa que reforzar la posición de Putin en el ámbito internacional al tiempo que la Administración Trump retira sus programas de seguridad en Europa relacionados con Rusia.

Y cuando se le recuerda a Trump, se molesta. Como ocurrió este miércoles ante preguntas de la prensa polaca en el Despacho Oval donde recibió al presidente polaco, Karol Nawrocki: "¿Cómo sabes que no se ha tomado ninguna medida [contra Putin]? ¿Dirías que imponer sanciones secundarias a India, el mayor comprador [de Rusia] al margen de China, no es nada? ¿Dirías que no se ha tomado ninguna medida que le haya costado a Rusia cientos de miles de millones de dólares? ¿A eso le llamas no tomar medidas? Y aún no he pasado a la fase dos ni a la fase tres, pero cuando dices que no se ha tomado ninguna medida, creo que deberías buscarte otro trabajo. Porque hace dos semanas dije que si India compraba, tendría grandes problemas, y eso es lo que ha ocurrido. Así que no me vengas con esas".

Eso sí, cuando se le pide un mensaje para el líder ruso, se queda mudo: "No tengo ningún mensaje para el presidente Putin. Él sabe cuál es mi postura y tomará una decisión en un sentido u otro. Sea cual sea su decisión, nos alegraremos o nos disgustará, y si nos disgusta, ya verán lo que pasa".

¿Y el plazo de dos semanas continuo al presidente ruso? "Voy a hablar con él muy pronto y sabré más o menos lo que vamos a hacer", respondía Trump este miércoles: "Hablaré con él en los próximos días y veremos qué está pasando. No estoy contento. Es el final de una guerra estúpida. Hemos dejado de enviar dinero, enviamos armas a la OTAN y ellos pagan el precio. Se va a resolver de una forma u otra. Pero tienen que dejar de matar a todas estas almas".

El impacto del genocidio israelí

Si tras la invasión rusa de Ucrania de febrero de 2022 se decía que el presidente ruso estaba logrando lo contrario de lo que pretendía, con un renacer de la OTAN, ampliando sus miembros -con el resultado de que, en vez de empujar la frontera de la Alianza Atlántica al oeste, la incorporación de Finlandia suponía tener una linde de 1.000 kilómetros con la OTAN- votaciones masivas en Naciones Unidas, sanciones de la UE, EEUU y el G-7, la desconexión del gas y el petróleo ruso...

Todo aquello, en septiembre de 2025, nueve meses después de la llegada a la Casa Blanca y casi dos años después del inicio del genocidio israelí en Gaza parece historia.

Entre el reconocimiento de la primera potencia mundial al presidente ruso y la doble vara de medir demostrada por EEUU y la UE con Israel, Putin ha pasado de ser un "apestado" internacional a albergar en suelo ruso una cumbre de los BRICS y a pasearse una semana por China como un gran líder mundial.

Y eso es algo que, ahora, no parece gustar tanto al presidente de EEUU. Así, este viernes posteaba una foto de Xi, Putin y Modi con el siguiente texto: "Parece que hemos perdido a India y Rusia en favor de la oscura China. ¡Que tengan un futuro largo y próspero juntos!".

Un par de días antes, Trump mostraba públicamente su frustración por la sintonía entre los líderes de China, Rusia y Corea del Norte en el desfile de la celebración de la victoria sobre Japón y el final de la Segunda Guerra Mundial celebrado en Pekín: "Muchos estadounidenses murieron en la pelea de China por la victoria y la gloria", ha afirmado Trump, en alusión a las hostilidades abiertas por EEUU contra Japón, que había invadido China en 1931, tras el ataque de Pearl Harbor, diez años después, en 1941. "Espero que sean honrados y recordados como se merecen por su valentía y sacrificio", ha proseguido Trump: "Que el presidente Xi y el maravilloso pueblo de China tengan un gran y duradero día de celebración. Por favor, transmita mis más cordiales saludos a Vladímir Putin y Kim Jong Un, mientras conspiran contra los Estados Unidos de América".

Putin reaccionó con sorna al post de Trump: "El presidente de EEUU tiene sentido del humor. Eso está claro, todos lo saben. Tenemos una buena relación. Nos tuteamos. Aunque parezca extraño, en estos cuatro días durante las negociaciones en diferentes formatos, incluido las informales, nadie hizo nunca algún comentario negativo sobre la actual Administración estadounidense. Todos mis interlocutores, sin excepción, justamente todos, apoyaron nuestra reunión en Anchorage".

En efecto, todas estas reuniones, apariciones conjuntas, cumbres y fastos ocurren dos semanas después de que Trump se reuniera con Putin en Alaska, en una cumbre que no terminó de allanar el camino para el fin de la guerra en Ucrania, desatada tras la invasión rusa en febrero de 2022. La cumbre que arrancó con la imagen de los dos mirando los cazas sobrevolando sus cabezas.

El desfile militar con el que China conmemoró este miércoles el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico fue una hora y media de exhibición de tropas, armamento y formaciones aéreas en la plaza de Tiananmen, en el centro de Pekín. Durante el acto, Xi proclamó que el pueblo chino realizó una "gran contribución para salvar la civilización humana y defender la paz mundial" y advirtió de que la humanidad vuelve a enfrentarse hoy a la disyuntiva entre "la paz o la guerra, el diálogo o la confrontación". El desfile incluyó cerca de 45 formaciones de veteranos y unidades modernas del Ejército Popular de Liberación, así como la presentación de nuevos misiles y drones, lo que sirvió a Xi para mostrar sus avances militares en un momento de tensiones con EEUU por Taiwán.

Unas tensiones que han alimentado la creciente cordialidad entre China e India, por ejemplo, históricos rivales regionales que han dejado en segundo plano sus disputas territoriales -el desacuerdo en la demarcación de fronteras provoca recurrentes escaramuzas en el Himalaya- y económicas para mostrar sintonía ante la primera potencia militar.

El acercamiento actual coincide con la decisión del Gobierno de Trump de imponer un arancel del 50% a las exportaciones indias en represalia por sus compras de crudo ruso, una medida que ha empujado a India a explorar una mayor cooperación regional.

En su intervención del domingo, Xi defendió que China e India deben ser "socios y no rivales", mientras que Modi aseguró que la cooperación bilateral puede hacer del siglo XXI el "siglo de Asia". El dirigente chino destacó que ambos países son "dos grandes civilizaciones orientales" y los Estados más poblados del planeta, por lo que deben asumir juntos una "responsabilidad histórica" en defensa del multilateralismo y la justicia internacional.

Tensión permanente

EEUU y China se encuentran en una tensión permanente, al igual que India y EEUU. Los dos países, junto con Rusia y Brasil, son los fundadores de los BRICS, el grupo de Estados que más molesta a Donald Trump por lo que supone de amenaza para sus aspiraciones hegemónicas en el sistema mundo.

Con Brasil, Trump ya ha aplicado un tarifazo con el argumento de defender a su amigo procesado por golpismo, Jair Bolsonaro. Y con Putin mantiene un histórico idilio intermitente que ha dado mucho oxígeno diplomático al presidente ruso, al que a día de hoy se le abren muchas más puertas que hace un año.

La doble vara de medir de Occidente con Israel y Netanyahu por el genocidio en Gaza en relación con Rusia y el Kremlin por la invasión de Ucrania está teniendo unas consecuencias de difícil alcance en el sur global, donde EEUU y la UE se dejan cada día toneladas de credibilidad, lo que refuerza, precisamente, a los BRICS.

La foto de hace dos días entre los presidentes de China, Rusia e India, Xi, Putin y Modi, es un espejo en el que se mira Trump y en el que ve el espacio geopolítico recuperado por Rusia, junto con el refuerzo de una alianza que suma 3.000 millones de habitantes -y consumidores-, frente a los 800 de EEUU más la UE, y una alternativa a la guerra comercial estadounidense.

Trump dice cada día que EEUU es el país más atractivo del mundo -hottest-, que es el que fabrica mejores y más mortíferas armas, que está ingresando billones de dólares gracias a los aranceles, que es el campeón del mundo a consecuencia de su forma de hacer política. Y, ante eso, la foto de Xi, Putin y Modi reflejan que el mundo es mucho más que medio hemisferio y que, a diferencia de la Guerra Fría en el que el eje ideológico pesaba mucho, ahora las coordenadas han cambiado.

Europa busca su sitio

Mientras tanto, los líderes europeos más comprometidos con la defensa de Ucrania se reunían este jueves en París y prometían una protección "sólida" a Ucrania para prevenir futuros ataques de Rusia si hay algún tipo de acuerdo para parar la guerra ahora. El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo después de la reunión de la "coalición de dispuestos" este jueves en París que 26 países de todo el mundo --la mayoría europeos-- participarán en una posible fuerza que se despliegue en Ucrania como parte de "garantías de seguridad" para evitar futuros ataques.

Eso sí, siguen faltando detalles y un compromiso claro de Estados Unidos, que este jueves también, por boca de su presidente, hablaba sobre sus conversaciones con Putin: "Estamos manteniendo un diálogo muy bueno. He resuelto siete guerras. La que pensé que sería quizá una de las más fáciles debido a mi relación con el presidente Putin, resulta ser más difícil. Pero lo conseguiremos. Lo conseguiremos".

Fuente: elDiarioAr