Cultura

Palestina en sus poetas

Gran parte de la poesía palestina desde la mitad del siglo pasado se compuso en un contexto de urgencia: persecuciones, usurpaciones, exilio, matanzas, devastaciones, resistencia. Pese a ello, en esta poesía conviven sin problemas la épica y la lírica; la reflexión y el misticismo; el erotismo y la pasión por la patria.

Este pequeño país, ubicado estratégicamente en un cruce de rutas de caravanas en el pasado, en la actualidad se encuentra en medio del llamado "ombligo petrolero del mundo", ese punto intermedio entre los mercados asiáticos y europeos. De ahí que las potencias occidentales nunca resuelvan eso que denominan con el eufemismo de "conflicto de Oriente Medio" cuando ocultan de lo que se trata en verdad: un genocidio a cielo abierto. (ver https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/mapa-petroleo-oriente-proximo/)

Como sus colegas de lengua árabe, los palestinos recuperan las tendencias, los ritmos y las imágenes que en la Europa occidental cultivaban los habitantes del al-Andalus, que se mantuvo -y se profundizó- tras la expulsión de la península ibérica a manos de los católicos españoles.

Es Mahmud Darwich, el poeta por antonomasia y principal referente de la poesía palestina moderna, quien, convertido en una suerte de espejo de Federico García Lorca, escribe que "Viajaría de nuevo por los caminos que llevan o no llevan a Córdoba... volvería, si pudiera volver, a mi misma rosa, a mis propios pasos... pero no regresaré a Córdoba". Esa ciudad "lejana y sola" es el paraíso perdido y anhelado por la memoria colectiva de los árabes.

El lazo con García Lorca es aún mayor. Pide el palestino que lo maten "deprisa / bajo mi olivar / con Lorca..." pues "yo soy uno de los reyes del fin... soy el último suspiro árabe...", y "...no hay amor que interceda por mí...".

La épica reconstruye los acontecimientos históricos y políticos del pueblo palestino, en especial desde la partición de 1948 pero sin olvidar las dominaciones previas: turcos otomanos, británicos y más lejos griegos, persas y romanos.

Los exilios y las deportaciones de los años cincuenta, la colonización judía en las tierras que consolidó el Estado de Israel y las apuestas de los sucesivos imperialismos en la antigua Palestina aparecen en los textos poéticos como expresiones de una voz nunca silenciada y configuran una alternativa a la imagen que actualmente se tiene del Cercano Oriente. Es que la urgencia bélica no agotó la inspiración poética: el lirismo convive con lo épico y así la poesía transcurre y circula por senderos que buscan la paz.

En esta selección hay poetas que comenzaron a escribir en el exilio tras la nakba, como es el caso de Mahmud Sobh, hay quienes han muerto producto de su militancia (Kamal Nasser) y también quienes fueron asesinados en estos meses recientes durante las operaciones bélicas israelíes en Gaza (Hiba Kamal Abu Nada).

HIBA KAMAL ABU NADA

La Meca, Arabia Saudita, 1991- Franja de Gaza, Palestina, 2023. Poeta, novelista, bioquímica, nutricionista, activista feminista. Murió durante un ataque aéreo.

La noche en la ciudad es oscura,

excepto por el brillo de los misiles;

silenciosa, excepto por el sonido

del bombardeo;

aterradora, excepto por la promesa

tranquilizadora de la oración;

negra, excepto por la luz de los mártires.

Buenas noches.

*

Tranquilízate

¡Oh! ¡Qué solos estamos!

Todos los demás ganaron sus guerras

y tú te quedaste en el lodo, estéril.

Darwish, ¿no lo sabes?

Ninguna poesía devolverá a la soledad

lo perdido, lo robado.

¡Qué solos estamos!

Esta es otra era de ignorancia. Malditos sean quienes

nos dividieron en la guerra y marcharon en tu funeral

como uno solo.

¡Qué solos estamos!

Esta tierra es un mercado abierto,

y sus grandes países han sido subastados, ¡desaparecidos!

¡Qué solos estamos!

Esta es una época de insolencia,

y nadie estará a nuestro lado, jamás.

¡Oh! ¡Qué solos estamos!

Enjuaga tus poemas, viejos y nuevos,

y todas estas lágrimas. Y tú, Palestina,

recupérate.

SAMIH AL QASIM

Rama, Galilea, 1939-Safed, Israel, 2014

TE QUIERO COMO AMA LA MUERTE

Más pesado,

más bajo,

cargo con mi experiencia y me marcho.

mientras seas la cima del mundo,

mientras la superficie de la tierra sea convexa,

descenderé y me alejaré,

descenderé y me alejaré.

Un día las arenas movedizas me engullirán,

me hundiré poco a poco

en la oscura eternidad de tu amor,

perderé el conocimiento,

me esconderé de las miradas,

las masas asistirán a la celebración de mi muerte,

los aventureros y los poetas me envidiarán

y tú

arrojarás una nueva joya

al cofre de tus mártires.

Te quiero,

no te arrepientas,

no tiendas la mano para socorrerme,

permíteme quererte

como ama la muerte.

te quiero como ama la muerte.

ZEINA AZZAM

Palestina nacida en 1957. Poeta, escritora y activista, ive en EEUU

ESCRIBE MI NOMBRE

Escribe mi nombre en mi pierna, mamá

Usa el marcador permanente negro.

con la tinta que no corre

si se moja, el que no se derrite si está expuesto al calor

Escribe mi nombre en mi pierna, mamá

Haz las líneas gruesas y claras.

Añade tus adornos especiales para que pueda consolarme al ver la letra de mi mamá cuando me voy a dormir.

Escribe mi nombre en mi pierna, mamá y en las piernas de mis hermanas y hermanos, De esta manera estaremos juntos De esta manera seremo conocidos como tus hijos

Escribe mi nombre en mi pierna, mamá y por favor escribe tu nombre y el nombre de Baba en tus piernas también así seremos recordados como una familia

Escribe mi nombre en mi pierna, mamá

No agregues ningún número como cuando nací o la dirección de nuestra casa

No quiero que el mundo me incluya como un número.

tengo un nombre y no soy un numero

Escribe mi nombre en mi pierna, mamá

Cuando la bomba golpea nuestra casa

Cuando las paredes aplastan nuestros cráneos y huesos

Nuestras piernas contarán nuestra historia, cómo

no había ningún lugar para que corriéramos.

MAHMUD DARWICH

Birwa, Palestina, 1942-Houston, EEUU, 2008

DESAFÍO

Átenme

prohíbanme los libros

los cigarros

obstruyan mi boca con arena

la poesía es sangre

el agua de los ojos

se imprime con las uñas

las órbitas

las cuchillas

La proclamaré

en la cárcel

en el baño

en la cantera

bajo el látigo

la violencia de las cadenas

Un millón de pájaros

sobre las ramas de mi corazón

inventan el himno combatiente

VEO LO QUE DESEO

Miro hacia atrás esta noche

en las hojas de los árboles y en las hojas de la vida.

Contemplo la memoria del agua y la memoria de la arena.

No percibo esta noche

sino el final de esta noche,

sonidos del reloj que roen mi vida segundo a segundo

y reducen la vida de la noche.

No queda de la noche ni de mí tiempo en el que combatir

pero la noche regresa a su noche

y yo caigo en la fosa de esta sombra.

RASHID HUSSEIN MAHMOUD

Musmus, Palestina, 1936-Nueva York, EEUU, 1977. Poeta, orador y traductor. Fue periodista de la OLP. Expulsado de Palestina por la ocupación israelí.

JAFFA

En Jaffa

los altos hornos distribuyen la droga

las calles resecas rebosan moscas y desesperación

el corazón de Jaffa dejó de latir

y en las arterias del cielo se despliegan los funerales de la luna

Jaffa está pues sin luna

Jaffa

de la sangre sobre las rocas

Jaffa en cuyo pecho

bebí la leche de los naranjos

tiene sed

ella que sació con sus olas

a la lluvia

Jaffa que dominó el tiempo

por encima de sus arenas

hoy ve sus miembros descuartizados

su espalda rota

Jaffa que era un jardín

y los hombres sus árboles

se matamorfoseó

en una taberna distribuidora de drogas

Estaba en Jaffa

expulsando a las ratas de su frente

sustrayendo de las ruinas a caballeros sin montura

enterrando las estrellas en las arenas y los muros

extrayendo las balas de sus huesos trgándome la cólera

buscando trenzas que quemaba para tragar el humo

como tabaco

y descansaba un rato

SALIM JABRAM

Nació en 1947, vive en Galilea, de donde no puede salir por decisión de las autoridades israelíes.

REFUGIADO

El sol atraviesa las fronteras

Sin que los soldados le disparen

El ruiseñor canta mañana y tarde

Y duerme en paz

Con todos los pájaros de los kibús

Un año extraviado

Picotea la hierba

En paz

Sobre la línea de fuego

Sin que los soldados disparen sobre él

Y yo

Tu hijo exiliado

-oh tierra de mi patria-

Entre mis ojos y tus horizontes

La muralla de las fronteras

NIDAA KHOURY

Alta Galilea, Fassouta, Palestina, 1959

UNA ESTACIÓN

Parada en la estación

Cazando mi hambre

Mis manos son bosques sin trigo

Sin pedazo de pan

Mis muslos son palmeras devoradas por fechas

[de Diáspora

Mi pecho está lleno de peces hambrientos

Y un campo de miseria es mi frente

Ellos me cazan...

Ni bosque, ni desierto, ni mar, ni campo

Esta es mi nueva patria para los tiempos nuevo

MUERTE ES ONDULACIÓN

La muerte viene a mí

Me saluda con besos

Nunca suficientes

Me besa hasta la muerte

Planta mil besos en mi cuerpo

En mi cintura y mi pecho

En mi espalda planta sus semillas

Mi enajenada amante

Con ella, bebo la calle de besos

A escondidas de las miradas de la gente

Atrás de las bombas de gas lacrimógeno

La muerte arriba a puerto de nuevo flirteando entre olas

La muerte es el cereal que yo muelo

En mi tormento

Y me encamino al horno de la revolución

Y a los arcos de la prisión

EL MAPA DERRAMADO

Un país es habitado

por el canto de los pájaros

Un país para los abrazos y la muerte

Un país de piedras y de dátiles

Los ancestros son dueños de la tierra

Los ancestros el heroísmo de la historia y sus fechas

La historia y su documentación

Los templos oscilan

entre el mapa del exilio

el compromiso

y el prisionero que está siendo vigilado

por fantasmas

IBRAHIM NASRALLAH

Ammán, Jordania, 1954

PATRIA

Bajo el yugo de nuestras mañanas

el sol se desmorona

y en la oscuridad de nuestros pasos

el jadeo se enciende:

estas patrias incompletas

en que parecemos ser

nada más que prisioneros de guerra.

DÍAS

En el primer día

alcé mi mano como si empujara un ataúd

y ellos me mandaron una corona

En el segundo día

la apreté como si llevara una flor

y entonces me enviaron un ataúd

Al tercer día, grité

que quería vivir

y ellos me mandaron un sicario.(versión g.b.)

KAMAL NASSER

Nació en 1925.. Fue un líder político miembro de la OLP, escritor y poeta. Asesinado en Beirut por agentes del Mossad en 1973

LA HISTORIA

Yo soy la tierra

Soy la tierra, no me prives de lluvia

Soy todo lo que queda de ella, si

plantas árboles en mi frente

o conviertes en un huerto mis versos

de cereales

y rosas

Para conocerme

dame la lluvia

Yo soy, nube de mi vida,

los montes de Galilea

Mi pecho es Haifa

Y Yaffa mi frente

No digas: imposible

¿Qué no escuchas los pasos de mi niño,

que se acerca a los umbrales de tu alma?

¿Qué no ves las venas de mi

frente empeñadas en tocar sus labios?

A tu espera, mis poemas se tornaron polvo

se volvieron un campo

se tornaron trigo

y crecieron árboles

Soy todo lo que queda de nuestra tierra

Así que dame...

dame la lluvia.

NAOMI SHIHAB NYE

Poeta, narradora y compositora palestino-estadunidense (San Luis, Misuri, EEUU, 1952). Su padre, el escritor Aziz Shihab, pertenece a la primera generación de palestinos exiliados tras la creación del Estado de Israel en 1948.

OCULTO

Si pones un helecho

debajo de una piedra

al otro día será

casi invisible

como si la piedra

lo hubiera tragado.

Si escondes el nombre querido

bajo tu lengua

por demasiado tiempo

sin pronunciarlo

se convierte en sangre

suspiro

el pequeño aliento halado al aire

oculto dondequiera

en el fondo de tus palabras.

Nadie ve

el combustible que te alimenta.

SAHAR RABAH

Esta poeta nació hace 25 años en Gaza, donde vivía al publicarse este poema.

RAZONES PARA SOBREVIVIR A LA GUERRA

Voy a darme una ducha larga y caliente sin que me importe cuánta agua uso

Voy a buscar mis chocolates favoritos y encontrarlos todos en los estantes del almacén.

Voy a comprar demasiados vestidos.

Habrá ceremonias de matrimonios y fiestas ruidosas en los salones de bodas.

Nos reiremos con nuestros amigos, esperando por la gran torta y comeremos nuestro pedazo ávidamente

Volveremos cansados de la alegría, solo de la alegría.

Nos sacaremos nuestros zapatos y gentilmente pondremos nuestros deseos debajo de la almohada.

Nos dormiremos rápido, y la noche estará tranquila.

Nos levantaremos a la mañana con la ligereza del rocío sobre las hojas.

Escucharemos canciones de mañana, contemplaremos el sol y su sonrisa con el olor a café.

Correremos por el pasto hasta el final del campo.

Tomaremos fotos hermosas, cuando las ramas del árbol proyecten sus sombras sobre el camino,

como un pavo real desplegando sus plumas coloridas.

Vamos a reconstruir una Gaza que nunca muere.

Una vez más, saludaremos a nuestros mártires

y recitaremos poemas de amor a las rosas que crecen detrás de nuestras ventanas.

Las casas volverán a levantarse, abrazando a todos los niños que la guerra había arrojado a las carpas.

Susurraremos en sus oídos,

tienen que volver a la escuela mañana.

Todos los aviones de guerra desaparecerán, y nuestros cielos y sueños claros regresarán.

Laila soplará su primera vela de cumpleaños y dirá sus primeras palabras.

Amará el color de la bandera en el mástil:

Negra, blanca, verde y roja.

Palestina será libre como todos los países.

ESCUCHO SU PREGUNTA

Escucho su pregunta

y gentilmente limpio sus ojos llenos de lágrimas

Y luego la ciudad pregunta

sobre la causa de su sufrimiento:

¿Cuándo acabará este castigo?

Se rompe delante mío

como una mariposa cuyas alas

han sido quemadas

Todo lo que queda es esta herida

que se me ensancha al final de la noche,

y una respuesta críptica atrapada

en la boca olvidada de un niño

debajo de los escombros

Ahí entre los agujeros de las balas

en mi corazón.

Muchos pájaros viven ahí,

construyendo voluntariamente sus nidos

en una ciudad aplastada por la guerra.

Los pájaros memorizan

los nombres de los mártires,

sobrevuelan los funerales,

riegan las flores en el cementerio

y cuidan las lágrimas mientras caen

como una lluvia fuerte en las mejillas de una madre.

He aquí la pregunta:

Una herida

Una herida sin vendaje

Y la respuesta:

Un trozo de vidrio con los bordes afilados

que no tiene compasión por el corazón.

MAHMUD SOBH

Safad, Palestina, 1936-Madrid, España, 2022

QASIDA EN SONETO

¿Qué buscas en Valencia, palestino?

¿Naranjas o palmeras deleitosas;

la media luna, estrellas tan hermosas como en tu cielo? ¿O buscas tu destino?

Tierra Santa, Jordán, que ya imagino

soñando hogar oculto entre las cosas

de mi niñez... las manos cariñosas

de mi padre, quijote campesino.

Esta tierra, que es tierra galilea

Donde me encuentro vivo, me recrea

Un Mar Muerto que llega a mar de vida.

Palestina, en España estás ya inmersa.

¿Soy árabe, español o viceversa...?

¡Mutanabbi-Quevedo en la Qasida!

FADWA TOUQAN

Nablus, Palestina, 1917-2003

MI CIUDAD ESTÁ TRISTE

El día en que conocimos la muerte y la traición,

se hizo atrás la marea,

las ventanas del cielo se cerraron,

y la ciudad contuvo sus alientos.

El día del repliegue de las olas; el día

en que la pasión abominable se destapara el

[rostro,

se redujo a cenizas la esperanza,

y mi triste ciudad se asfixió

al tragarse la pena.

Sin ecos y sin rastros,

los niños, las canciones, se perdieron.

Desnuda, con los pies ensangrentados,

la tristeza se arrastra en mi ciudad;

el silencio domina mi ciudad,

un silencio plantado como monte,

oscuro como noche;

un terrible silencio, que transporta

el peso de la muerte y la derrota.

¡Ay, mi triste ciudad enmudecida!

¿Pueden así quemarse los frutos y las mieses,

en tiempo de cosecha?

¡Doloroso final del recorrido!

LA PESTE

El día en que se extendió la peste en mi ciudad,

me eché al campo desnudo.

Abierto el pecho al cielo,

gritando desde lo hondo de las penas:

¡Arreadnos las nubes!

¡Soplad, vientos, soplad!,

y bajadnos las lluvias.

Que depuren el aire de mi ciudad,

que laven las montañas, las casas y los árboles.

¡Soplad vientos...! ¡Arread los nubarrones!

¡Y que caigan las lluvias!

¡Y que caigan las lluvias!

¡Y que caigan las lluvias!

SÓLO QUIERO ESTAR EN SU SENO

Sólo quiero morir en mi tierra,

que me entierren en ella,

fundirme y desvanecerme en su fertilidad

para resucitar siendo hierba en mi tierra,

resucitar siendo flor

que deshoje un niño crecido

en mi país.

Sólo quiero estar en el seno de mi patria

siendo tierra

hierba

o flor

YABRA IBRAHIM YABRA

Nació en 1926 y murió en 1994. Publicó Adonis en la ciudad en 1959. Vivió en Cisjordania.

BROCAL

En la masacre de Dair Yasin, el enemigo arrojó los cadáveres de las víctimas al pozo de la aldea

Brocal,

punto de encuentro para las juguetonas manos de los niños

con el cubo vertiendo

agua en los cántaros

entre cantos y risas.

¿Acaso la boca de la tumba los ha sacrificado?

¿Es que la boca del patio se alimenta con niños

y mujeres preñadas que vierten

la sangre manchada por balas?

¿Se han secado los racimos a su alrededor?

¿Se ha quemado el trigo? ¿Se han vertido

los odres de aceite en la alforja de piedra

y sobre ella está de nuevo la cruz de Cristo?

El brocal es el segundo Gólgota para nosotros.

De su ensangrentada boca brotará

negra lava ardiendo

con la carne de los niños y de las mujeres preñadas

para aniquilar

a quienes sembraron la muerte

y alimentaron a los buitres en nuestra tierra.

De su sagrada y fértil inundación

renacerán

todas nuestras aldeas.

GHASSAN ZAQTUAN

Beit Jala, Belén, 1954. Reside en Ramalahh, Palestina

LAS CUATRO HERMANAS DE ZAKARÍA

Cuatro hermanas

trepan solas la colina

vestidas de negro.

Cuatro hermanas suspiran

y enfrentan la maleza.

Cuatro hermanas en la oscuridad

leen húmedas cartas.

Pasa un tren que viene

desde Artouf, tras

la fotografía.

Un caballo que lleva

una chica desde Zakaría

relincha en la cumbre

y atraviesa la llanura.

En el cañón

las nubes pasan lentas.

Cuatro hermanas

desde Zakaría, solas

vestidas de negro

en la colina.

Zakaría y Artouf son dos aldeas palestinas en Hebrón, un áreia cuyos ocupantes fueron forzados a emigrar en 1948. Los poemas fueron vertidos al inglés por el poeta iraquí Sargon Boulus y tomados del libro "Poniendo todo en orden", editado en 1998 en Ramallah.

TAWFIQ ZAYYAD

Nació en 1922 en Nazaret y falleció en un accidente automovilístico en 1994

LO IMPOSIBLE

Os sería mil veces más fácil

pasar a un elefante por el ojo de una aguja,

pescar en tierra calcinada,

arar los mares,

hacer hablar a los cocodrilos.

Eso os sería mil veces más fácil

que extinguir con vuestra persecución

el pensamiento resplandeciente

del camino que hemos elegido.

Igual que si fuésemos esos imposibles,

aquí,

en Jaffa, Lydda, Ramallah, Galilea

permanecemos

haciendo rabiosas generaciones de niños,

una tras otra.

Aquí permanecemos

como un muro sobre vuestros pechos.

Como espinas de tuna,

como astillas de vidrio

en vuestras gargantas.

Imperturbables

como una tempestad de fuego

en vuestros ojos.

Bebed el mar,

que aquí permanecemos.

Vigilando la sombra

del olivo y la higuera.

Sembrando ideas

como se echa levadura en la masa.

Nuestros nervios son de hielo

y nuestros corazones de fuego.

Aquí permanecemos

como un muro sobre vuestro pecho,

lavando platos en vuestros restaurantes,

fregando el hollín de vuestras cocinas,

llenando las copas de los amos,

para quitar de sus fauces

un bocado para nuestros niños.

Aquí permanecemos

hambrientos, desnudos, desafiantes,

cantando nuestros poemas,

colmando de manifestantes

las calles furiosas

y de orgullo las cárceles.

Cuando tengamos sed

exprimiremos las piedras.

Comeremos tierra

cuando tengamos hambre.

Pero no nos vamos

ni escatimamos como avaros

nuestra sangre fragante.

Aquí tenemos un pasado,

un presente, un futuro.

Aquí permaneceremos.

NO NOS IREMOS

Aquí

sobre vuestros pechos

persistimos

como una muralla

en vuestras fauces

como cascos de vidrio

imperturbables

y en vuestros ojos

como una tempestad de fuego

Aquí

sobre vuestros pechos

persistimos

como una muralla

en lavar los platos en vuestros tugurios

en llenar los vasos de los señores

en frotar el enlosado de las cocinas negras

para poder sacar

el bocado de nuestros hijos

de vuestros colmillos azules

Aquí

sobre vuestros pechos

persistimos

como una muralla

hambrientos

desnudos

provocadores

declamando poemas

Somos los guardianes de la sombra

de los naranjos y de los olivos

sembramos las ideas como la levadura en la masa

nuestros nervios son de hielo

pero nuestros corazones vomitan fuego

cuando tengamos sed

exprimiremos las piedras

y comeremos tierra

cuando estemos hambrientos

Pero no nos iremos

y no seremos avaros con nuestra sangre

Aquí

tenemos un pasado

y un presente

Aquí

está nuestro futuro

Los poemas fueron publicados en forma de plaqueta por la cebolla de vidrio ediciones, con selección del autor de esta nota.

Traducción del árabe: María Luisa Prieto

Versiones del inglés: G.B.

Fuente: Va con Firma