Patagonia

Mueren 27.000 guanacos por año atrapados en alambrados de la Patagonia

El guanaco es el herbívoro de mayor tamaño de la Patagonia. Este animal tan controvertido, supo sobrevivir en un ambiente de climas extremos mediante sus rutas migratorias colectivas: subiendo a las mesetas en verano y bajando en invierno.

Con el advenimiento de las obras de rutas y la expansión de la ganadería, esos caminos imaginarios que se transmitieron de generación en generación, quedaron bloqueados en gran medida. "Muchos individuos perdieron la capacidad de moverse largas distancias para sobrevivir", explicó Emanuel Galetto, director del equipo de conservación de Parque Patagonia a Diario Río Negro.

Emanuel es guardaparque egresado de la Universidad Nacional de Misiones y vive en Santa Cruz, en la estación biológica "El Unco" dentro del parque. En la fundación «Rewilding Argentina», coordinó los proyectos de reintroducción del oso hormiguero gigante del Proyecto Iberá, venado de las pampas, pecarí de collar y tapir en Rincón del Socorro desde 2014 hasta 2018, cuando se mudó a Santa Cruz.

Hace seis años empezaron con las primeras capturas para entender a la población y las dificultades que enfrenta la especie en la región. Se pusieron collares satelitales a más de 45 individuos respetando grupos familiares.

Algunos guanacos llegan a recorrer entre 50 y 70 kilómetros y estos movimientos migratorios son «claves» para el ecosistema porque ayudan a mejorar las pasturas.

Con sus investigaciones, intentan derribar la idea de que son "una plaga" con datos científicos que revelan que la población ha disminuido de manera abismal. Ya lo había advertido el biólogo Emiliano Donadío a Diario Río Negro hace un año, pero ahora avanzaron en soluciones.

Sus poblaciones están reducidas como para cumplir su "rol ecológico" y por ese motivo, trabajan para recuperarlas -traslocarlas o reintroducirlas- y en la recuperación del ambiente.

Con el tiempo, empezaron a notar que hay ciertas barreras que les cuesta atravesar. "Uno de esos son los alambrados y otro es la ruta. Son barreras físicas impuestas por el hombre que no las tenían y que eso dificulta esos movimientos", comentó.

"Nuestro trabajo se centró primero en conocer las rutas migratorias y luego en mantenerlas, porque son esenciales para el ecosistema de la estepa y para la supervivencia de la especie"

Emanuel Galetto, guardaparque Parque Patagonia

Los alambrados son un arma de doble filo: para las personas marcan límites de propiedad, pero para los animales silvestres se convierten en barreras que impiden el libre movimiento, así como también son peligrosas armas mortales, ya que muchos animales mueren por enganche al intentar saltarlos.

El guanaco en cifras: un problema "alarmante"

Según el equipo de Parque Patagonia, cada año mueren 27.000 guanacos enganchados en los alambrados de la Patagonia y califican el problema como "alarmante".

"Esa cifra incluso supera la mortalidad anual de otros grandes herbívoros en distintas regiones del mundo. Y no es solo el enganche, porque los cercos funcionan como muros invisibles que fragmentan hábitats y reducen las posibilidades de supervivencia", dijo Galetto.

Según los estudios, la mayor cantidad de accidentes ocurre en época de migración, en abril y mayo, cuando los animales bajan de las mesetas; y entre agosto y septiembre, cuando suben. "También hay años de nevadas muy fuertes en que los guanacos quedan frenados por los alambres y mueren de hambre y frío, porque no logran llegar a las pasturas", agregó.

"El objetivo del estudio es tener poblaciones saludables de guanacos que puedan cumplir su rol ecológico (...) Queremos mantener y proteger estas rutas migratorias y que las poblaciones se restablezcan a sus orígenes", enfatizó el referente de conservación.

"No hay sobrepoblación" de guanacos

"Antes de los alambrados y rutas, había entre 30 y 50 millones de guanacos en toda la Argentina. Eso se fue reduciendo con el tiempo hasta en ciertos en muchos lugares desapareció", explicó Galetto. Dijo que en Santa Cruz y parte de Chubut, la especie se mantuvo en buenos números.

«Hay un sector de la población que dice que hay alrededor de un millón y medio de guanacos y otro que dice que hay cerca de tres millones", detalla sobre una cifra controvertida en la actualidad.

"No hay una sobrepoblación. Da la impresión, porque la mayor concentración de esos individuos que quedan hoy por hoy en Argentina están en Santa Cruz y las poblaciones se están recuperando", dijo.

Medidas que toman para proteger a los guanacos

Entre las medidas adoptadas, el equipo retiró 52 kilómetros de alambrados internos dentro del parque y adaptó otros 48 km. La forma que encontraron para adaptar el alambrado fue quitarle la última hebra para que quedara a menos de un 1,20 metros de altura ya que descubrieron que de esta forma no se enganchan y se pueden salvar más vidas.

Ahora, están evaluando el impacto concreto de quitar la última hebra. Una vez al mes se recorren 22,5 kilómetros de alambrados modificados y se comparan los resultados con otros 22,5 kilómetros que siguen intactos. "Así podemos medir si la remoción realmente disminuye los enganches", detalló.

"El objetivo es recuperar las rutas migratorias del guanaco y reducir el impacto de las barreras que fragmentan la estepa"

Emanuel Galetto, guardaparque Parque Patagonia

Hoy el foco está puesto en medir la eficacia de las adaptaciones y ya se percibe que estas acciones podrían estar reduciendo la mortalidad de guanacos por enganche en el Parque Patagonia. El desafío ahora es sostener el retiro de cercos en zonas críticas y encontrar una solución a futuro.

"Los alambrados y las rutas no afectan solo al guanaco, son barreras para cientos de especies de mamíferos que necesitan moverse y que ven fragmentado su hábitat. Resolverlo es indispensable para el futuro de la fauna patagónica", cerró.

Fuente: Río Negro