Patagonia

Capítulo clave en la Causa 8008: Declaran Edita y Mirta, las torturadas y violadas en el RI8

En la jornada de hoy en la de mañana prestan declaración las dos mujeres secuestradas, torturadas y violadas en Regimiento de Infantería 8 de Comodoro Rivadavia. Hoy declaró Edita Rubilar y mañana lo hará Mirta Silveira. También relatan sus calvarios Héctor Gustavo López (conscripto), Juan Fernando Postigo y el jueves se sumarán los relatos de Adolfo Silveira (hermano de Mirta y uno de los primeros detenidos). Sus testimonios son claves en el juicio oral y público por la Causa 8008 investiga delitos de lesa humanidad producidos en 1976 sucedidos durante la última dictadura cívico-militar. Ambas, junto al resto de las víctimas, denunciaron lo sucedido ante el juez federal Omar Garzonio, pero el magistrado se negó a tomarle las denuncias.

Edita escuchó a Pocho y vio el Regimiento

Arrancó la tercera semana de declaraciones en el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia por la Causa 8008 y los testimonios programados aportarán datos claves al juicio oral y público donde se juzgan los delitos de lesa humanidad concretados durante 1976.

Uno de los testimonios claves de hoy fue el de Edita Rubilar, una militante de la JP secuestrada en su trabajo y trasladada al RI8 de Km 11 donde fue torturada y violada.

Rubilar fue una de las confirmó la presencia de Guillermo "Pocho" Silveira, quien permanece desparecido, en el mismo centro de detención clandestino.

En una entrevista exclusiva con El Extremo Sur relató que "Estuvo en Comodoro. Yo lo puedo asegurar por los datos que él dio, porque justo estábamos en camas uno al lado de la otra y nosotros escuchábamos lo que hablaban los compañeros que estaban ahí. Ese día que llegó uno nuevo le empezaron a preguntar ‘dónde venís', ‘de dónde sos' y él dijo que era de Comodoro y que lo detuvieron en La Plata cuando ‘estaba en la casa de mi hermana. Hasta ese momento yo no sabía que era Pocho, pero después llegamos a Devoto con Mirta y nos dimos cuenta que había sido Pocho. Ese día no nos dieron sesión de tortura a ninguno de los que estábamos ahí, a ninguno; se la dieron todo el día a él. Después dijeron ‘se escapa, se escapa' y como que traían un cuerpo arrastrando y al rato se escucha un disparo y un grito. Y de ahí no se supo más nada de ese compañero que llegó al lado de la cama mía, no se supo más nada".

El conscripto López

Otro de los declarantes de esta jornada es Héctor Gustavo López, un conscripto de Buenos Aires que se encontraba haciendo el servicio militar obligatorio en la IX Brigada de Infantería en el centro de Comodoro Rivadavia.

De su relato en la Causa 8008 se desprende que fue detenido por la oficialidad en mayo de 1976 y fue trasladado al RI8 donde fue torturado exigiéndoles nombres de militantes políticos en el Colegio Roca del barrio porteño de Belgrano.

Su hermano lo visitó antes de ser trasladado al RI8 y 20 días más tarde él también fue secuestrado junto a cuatro de sus amigos de la secundaria, todos ellos fueron desaparecidos.

López también ratificó la presencia en el centro clandestino del desaparecido Guillermo Silveira y posteriormente fue llevado como detenido a la U6 de Rawson, aunque jamás tuvo una causa judicial en su contra.

Mirta, la piba encapuchada que vio la Luna

Mirta Dolly Silveira fue posiblemente la más joven de los detenidos ilegalmente en Comodoro Rivadavia, tenía 19 años cuando el 1 de julio se la llevaron de casa en un Falcon verde y tras peregrinar por comisarías y la Delegación de la Policía Federal terminó en el RI8 con los demás detenidos.

En diálogo exclusivo con El Extremo Sur, recordó que "Siempre estaba vendada, aunque un día me cambiaron la venda porque decían que veía: ‘Esta hija de puta ve', decían. Lo que pasaba es que yo usaba muchos el oído y los olores para darme cuenta dónde estaba o quiénes venían. Por los olores y los ruidos me daba cuenta de los cambios de guardia, quién entraba y si había alguien".

"Un día me llevan a hacer afuera, para que haga mis necesidades en el piso, para que el aire me haga ir de cuerpo. Y al que estaba conmigo le pregunté cómo estaba el cielo y me dijo que había Luna. Le dije si podía ver la Luna y me dijo que no. Le insistí que era para verla y me dijo que me saque la venda para verla. Me saqué la venda, miré para arriba y me fijé dónde estaba", rememoró de la primera vez que pudo ver donde estaba detenida.

Mirta identificó el centro clandestino de detención en RI8 y relató que "Había árboles, casas con techos a dos aguas que se veían a lo lejos con piedras y cemento. Después me tuve que poner la venda. Para ellos la venda había quedado floja y me decían que veía. Por eso me pusieron una venda en toda la cabeza, cubriéndome toda la cabeza, como cuando a uno lo operan de la cabeza. La cuestión que esta era para aplicarme la picana en la cabeza. Antes me picaneaban las tetas, las axilas, la vagina; pero nunca me habían puesto la picana en la cabeza".

Adolfo Silveira, del Newbery al exilio en Suecia

Adolfo "Colla" Silveira, fue detenido a finales de mayo de 1976 en su trabajo. Vivía al fondo de la casa familiar en el Barrio Newbery junto a su esposa.

Fue trasladado al centro clandestino del RI8 donde fue torturado con picana en la cabeza y todo el cuerpo. Allí identificó a varias de las otras víctimas de la causa y como torturaba a su hermano Guillermo, acusando a Adolfo que "es el hermano de ese hijo de puta".

La salud de Adolfo se deterioró notablemente y al tiempo fue llevado como detenido a la U6 de Rawson, pero 20 días después lo vuelven a llevar al RI8 para seguir con las sesiones de tortura.

Tras pasar varios años detenido en la U6 Adolfo recuperó su libertad y tuvo la oportunidad de exiliarse en Suecia, lugar donde compartió la salida del país con su amigo Guido Ñacupel Uribe, quien también había sido detenido en junio de 1976 y ahora esta fallecido.