Patagonia

Encarnación Díaz de Mulhall: "El juez Garzonio facilitó las torturas, las conoció y fue colaborador"

Tiene 96 años, pero su memoria está intacta y sus relatos son minuciosos y apasionantes. Encarnación Díaz de Mulhall, que nació en la ciudad de Rosario y llegó a Trelew en 1958 junto a su esposo Adolfo Beltrán Mulhall, dialogó de manera exclusiva y extensa con El Extremo Sur para rememorar su visión sobre el juez Omar Delfor Garzonio y todas las atrocidades que supo se habían cometido durante el período que estuvo al frente del Juzgado Federal de Rawson en tiempos de la dictadura cívico-militar. Como compañera del juez Mulhall, magistrado asumido en Chubut con la llegada de la democracia, Encarnación lo acompañó en el proceso de lectura y análisis de las causas donde se denunciaban delitos de lesa humanidad cometidos en la U6 de Rawson y en el resto de los centros clandestinos de detención en la provincia. Sus testimonios y anécdotas son un fragmento relevante a lo hora de recorrer lo sucedido con "un sentido crítico", tal como le gusta decir. La profesora de Letras no le escapó a recordar, con dolor y bronca, las crueldades producidas en los años del golpe militar y no dudó en aseverar que "creo que moriré sin poder comprender jamás el alma de un genocida". Sus crónicas son minuciosas y emotivas, incluyendo también el proceso del Trelewazo y la detención que sufrió junto a Adolfo -fallecido en 1990- en la cárcel de Devoto por ser integrantes de la Comisión de Solidaridad con los presos políticos. Cuando se desarrolló el juicio oral y público por la Masacre de Trelew en Rawson, Encarnación no se perdió una sola audiencia y ahora se lamentó por no poder hacer lo mismo con la Causa 8008 por las torturas en el RI8 de Comodoro Rivadavia. Casi centenaria, Encarnación es una porción valiosa y necesaria en la historia de las luchas democráticas chubutenses.

Garzonio, el "colaborador"

. "Mi esposo se hizo cargo después de la dictadura militar, en el gobierno de (Raúl) Alfonsín durante los primeros meses de 1984. En ese momento había sido abierta una causa con relación a torturas y vejámenes sufridos por los presos políticos en la Unidad 6 de Rawson, pero eso había quedado cajoneado de modo que se puso en marcha esa causa con muchísimos testimonios de los presos políticos que habían sido enviados a Rawson a partir de finales del año 1970 y 1971".

. "Se enviaron vía exhorto a otros jueces pedidos de declaración a esos ex presos que eran de todo el país y que habían estado en Rawson como una forma de alejarlos de sus abogados y sus familiares, pero también como castigo por supuesto. En ese penal habían estado los detenidos que después se dan a la fuga en la que fueron masacrados en la base aeronaval, donde 16 murieron y 3 quedaron muy mal heridos y con el tiempo pasaron a calidad de desaparecidos".

. "Todos esos vejámenes terribles que se produjeron fueron durante el juzgado del Dr. Garzonio, que consintió evidentemente esa situación. Un juez federal tiene la custodia de la vida y cuidado de los presos detenidos en el penal que está bajo su jurisdicción. Garzonio, lejos de eso, facilitó las torturas, las conoció, las aprobó y fue colaborador".

Mulhall, Torres Molina y Las Casitas

. "Hay un caso que tiene interrelación entre el Penal de Rawson y el Regimiento 8 de Comodoro Rivadavia. Uno de los presos políticos de apellido Torres Molina, no recuerdo su actividad, pero era hermano de la dramaturga Susana Torres Molina. Él estaba detenido en la U6 de Rawson, en un determinado momento según lo que recuerdo de cuando leí a fondo el expediente, hace 35 años que murió mi marido y eso fue hace 40 años atrás así que puede flaquear mi memoria. No sé por qué motivo del Regimiento de Comodoro Rivadavia lo mandan a pedir del Penal de Rawson y el juez Garzonio, asombrosamente por supuesto, otorga el permiso correspondiente para que lo trasladen circunstancialmente. Yo recuerdo que en el expediente había sido presentada por el jefe del Penal 6 la autorización con la firma de Garzonio. Cuando mi esposo toma el expediente y avanza la investigación viene citado Torres Molina para hacer un reconocimiento al lugar donde había sido llevado, mi marido lo acompaña como juez para hacer el reconocimiento.

"En una especie de una habitación sola o algo más grande había un apartado de las oficinas y la base principal, en un predio muy grande en el Regimiento, un habitáculo donde lo tenían detenido a Torres Molina y fue muy torturado; tanto es así que cuando deciden devolverlo al Penal de Rawson su rostro y el resto de su cuerpo estaba tan lleno de moretones fruto de las torturas que había recibido que el jefe del Penal de Rawson, a pesar de que ellos torturaban mucho, se niega a recibirlo en esas condiciones de que acababa de ser torturado y momentáneamente lo pasan a la Comisaría de Rawson, hay constancia de la entrada de Torres Molina y lo mantienen unos días hasta que desaparecen las marcas tan evidentes de las torturas.

"Cuando fue Torres Molina, con mi esposo el juez, a hacer el reconocimiento del lugar encontraron que habían, muy burdamente y tratando de fraguar, para tratar de despistar y modificaron un poco el ambiente. Torres Molina había mencionado que había alcanzado a ver, a pesar de estar vendado, una ventanita en la habitación donde estaba encerrado; pero la ventanita en cuestión ya no estaba, pero hete a aquí, como ha pasado en otros centros clandestinos de detención, estaba todavía semi fresca las modificaciones con que habían tapiado la ventanita. Lo hacían para despistar a quien iba a hacer el reconocimiento o para que no coincidiera la descripción que había efectuado ante el juez y el lugar efectivo".

. "En ese caso uno se da cuenta de la anormalidad del juez Garzonio en autorizar la salida del detenido hacia el Regimiento de Comodoro Rivadavia, pero no es ese el único caso en que se verificaba el accionar totalmente condescendiente de ese juez con las autoridades militares y carcelarias del momento, hay muchas otras circunstancias".

"A su hijo lo deberían haber matado"

. "La esposa de Hipólito Solari Yrigoyen, que estuvo detenido junto con Amaya en la Unidad 6 de Rawson. La detención de Solari Yrigoyen se efectuó en forma de secuestro un 17 de agosto de 1976 y me acuerdo porque era un aniversario relacionado con San Martín. En ese momento nosotros ya no estábamos en Trelew, nos encontrábamos en un exilio interior porque estábamos amenazados de muerte. Habíamos formado parte de los 16 trelewenses que integrábamos la Comisión de Solidaridad con los presos políticos y también, sin orden de juez alguno, nos llevaron a la cárcel de Devoto. Salimos de esa situación gracias a la situación modelo del pueblo de Trelew, eso habría que haberlo difundido mucho más, que se organizó en lo que se ha dado en llamar el Trelewazo y que con una organización perfecta logró que nos volvieran a dar la libertad tras esa detención que fue como un secuestro".

. "Me voy por las ramas, disculpe, sigo con el relato: la esposa de Solari Yrigoyen me comentó que habían ido con la madre de Amaya -que era una señora mayor que en ese entonces tenía como 80 años-, para pedir que le dieran buen trato al hijo porque estaba enfermo de asma cardíaco desde niño y le habían quitado la medicación. Ella me contó que Garzonio de muy mala manera le dijo a esta señora mayor: ‘qué viene usted a pedir, su hijo debería estar muerto, a su hijo lo deberían haber matado, no tiene por qué estar vivo, usted sabe a cuántos mató él'. Me contaba la señora de Hipólito que la viejecita decía ‘cómo puede ser que haya hecho esas cosas mi hijo, mi hijo mató'; pero ella le decía ‘no le crea, es una nueva tortura que hacen sobre su hijo y sobre usted'. Pero fíjese la calaña de un juez que le dice a una madre que los militares debieron haber matado a su hijo".

El final del juez que mendigó en las penumbras

. "Justamente Bety Santos -Beatriz es una trelewense que había sido encarcelada y torturada en Rawson, formando parte de la causa judicial por las detenciones ilegales en 1975- me comentó que apenas iniciada la democracia Garzonio quería quedarse a toda costa en el Juzgado Federal. Ella estaba trabajando con un diputado o senador nacional, y me contó que se dio el gusto de ver a Garzonio sentado en el banco de un oscuro pasillo del Congreso y esperando en penumbras para pedir como pordiosero permanecer en el cargo. Cosa que no logró. Sé que realizó entrevistas con senadores para que le dieran la aprobación para su continuidad como juez y no lo consiguió, ahí fue cuando designaron a mi esposo y Garzonio se jubiló".

U6: Carceleros, chanchos y vejámenes

. "En otra ocasión tuve un testimonio de una joven de Trelew que iba a la Universidad y que estuvo detenida en Rawson, porque en la U6 había detenidos hombres y mujeres. Ella quería denunciar al juez las torturas que estaba siendo sometida en la Unidad 6 de Rawson. La acompañó el carcelero y Garzonio para recibirle la declaración con la puerta abierta con el carcelero parado en la puerta. Bety Santos me decía que no había que comentarle al juez las torturas porque el carcelero que la torturaba estaba escuchando la declaración, lo que significaba que después la torturara más todavía por haberlo denunciado ante el juez. Entonces me contaba que ella con discreción trataba de abrirse un poco la camisa para que le viera las marcas de la tortura y Garzonio se hizo absolutamente el desentendido. Ejemplos de ese tipo, de un proceder infame del juez, los hay en cantidad".

. "Hubo un caso terrible de torturas con un muchachito muy joven de 19 o 20 años, Patricio Torne, de Trelew, que recibía castigos por cualquier cosa en la celda de castigos, que se suele llamar el chancho. Allí le daban un puñadito de comida de arroz y el carcelero le salivaba la comida, pero en las frías noches de la Patagonia le arrojan agua y como descubrieron que se secaba, le mojaban la celda con agua helada. Sólo lo dejaba ir al baño 15 minutos al día y si orinaba dentro de la celda le aumentaban el castigo en el chancho, pero un día no aguantó y orinó dentro del zapato, aunque para que no lo descubriera el carcelero decidió tomarse su propia orina. Esto que le cuento que parece escabroso habla que todos los carceleros tenían sus rasgos psicopáticos".

. "De los carceleros imputados, con los cuales se hizo una rueda de reconocimiento en la Unidad 6 para que los detenidos, ya en democracia, señalaran cuál era el carcelero que a él personalmente los habían torturado. Después me comentó risueñamente mi marido que los carceleros habían hecho de todo para tratar de despistar a los detenidos en el reconocimiento. El carcelero que tenía bigotes se los sacaba, el que no tenía se los dejaba crecer, se cambiaban el color de pelo; pero igualmente fueron reconocidos en sus rasgos esenciales".

Ayudante domiciliaria y encuentro con Hebe

. "Yo supe todo porque, la verdad, colaboré en esa causa porque mi marido traía los cuerpos de los expedientes y yo leía y leía las declaraciones, le hacía cuadros sinópticos y le dejaba anotadas las fojas donde estaban estas circunstancias que le estoy refiriendo. Es más, recuerdo, pero no muy claro, que en una circunstancia viajamos con mi marido a Buenos Aires y tuvimos un encuentro con Torres Molina que había sido torturado en Comodoro. Él nos acompañó a hacer una visita a la sede de las Madres de Plaza de Mayo y conocí a Hebe de Bonafini. Como yo estaba muy interiorizada del expediente, en ese momento lo tenía todo fresquísimo, mi esposo me pidió, para no ser él quien lo hiciera, que les explicara todo el estado en que estaba el expediente.

"Recuerdo siempre que Hebe de Bonafini nos miraba con una especie de desconfianza, a pesar que Torre Molina estaba contentísimo con el juez porque hasta lo había llevado él personalmente a hacer el reconocimiento; pero creo era natural que ella tuviera ciertas reservas después de haber sido tan vapuleadas por la dictadura, era lógico que se preguntara si sería verdad que había un juez que iba a investigar verdaderamente las brutalidades que se cometieron".

Detenciones y Trelewazo

. "El 22 de agosto de 1972 había sido la Masacre de Trelew y en un primer momento hubo una sensación general de asombro de la población y nuestra también. No podíamos creer que podían ser capaces de hacer lo que hicieron, ametrallando a quemarropa a 19 personas desarmadas y sin posibilidad de nada, en medio de insultos y gritos que los tres sobrevivientes recordaron que les decían ‘ahora van a saber lo que es la represión'. Hubo una especie de parálisis general".

. "A los dos meses, el 16 de octubre, nos detienen a nosotros, ahí y a pesar que la ciudad empezó a estar sitiada e invadida por los tanques de guerra y la proliferación de los servicios de inteligencia, porque en las ciudades chicas todos nos conocemos y reconocíamos a los extraños, Trelew era una ciudad tomada. La reacción vino cuando nos llevaron a nosotros -a los 16 integrantes de la Comisión de Solidaridad con los presos político-, ahí se destapó todo y comenzó el estallido con una organización perfecta. Nosotros no sabíamos nada cuando estábamos detenidos en la cárcel de Devoto. No obstante, una carcelera, que era la única más o menos amable, me dijo al llevarme al baño ‘hay un lío con ustedes en Trelew'.

"Cuando nos traen de regreso a Trelew nos incorporamos de inmediato a las asambleas del pueblo que se realizaban en el Teatro Español, que estaba abierto día y noche, siempre con gente que salía del trabajo y se iba para allá, había oradores y venían periodistas de Buenos Aires. Fue una organización ejemplar que me hacía acordar a lo que conocíamos en historia como la comuna de Paris. El teatro funcionaba día y noche sin parar. Teníamos encargados de la limpieza, de pedir colaboraciones en los comercios, entregar alguna gaseosa o un sándwich a la gente. En los camarines del teatro se organizó una pequeña imprenta con mimeógrafo para hacer volantes con consignas y canciones para difundir en todo el pueblo".

. "Al volver y reincorporarme de nuevo a la lucha nos contaron, porque primero nos soltaron a 10 y seguimos hasta que logramos que devolvieran hasta el último que se habían llevado. Había un partido de fútbol de cuadro locales y se habían impreso unas papeletas que decía ‘Nuestra delantera está en Devoto, adelantemos la defensa', cosas ingeniosas que surgían de lo popular en el momento. También se cantaban muchas canciones de lo popular y que recordaban la Guerra Civil Española. El orgullo que tenía esa gente cuando nos trajeron de vuelta era enorme, había una alegría inmensa de la población porque nos había logrado con su lucha traernos de vuelta".

. "Me veo en el escenario del teatro rodeada de señoras de diferentes clases sociales, muchas de barrios pobres y de clase media, saltando contentas y festejando. En los balcones del teatro habían colgado sábanas blancas con los nombres de los 16 detenidos y a medida que llegábamos iban tachando los nombres de los liberados. Cuando les contábamos estas cosas a algunos políticos de Buenos Aires, nos decían que se merecían ser conocido mucho más. La organización se extendió a otras ciudades como Puerto Madryn y yo inclusive viajé a Comodoro Rivadavia para difundir nuestra lucha, creo que el acto se hizo en la sede de un sindicato, pero no me acuerdo de cual era".

Fotos de Alejandra Guerra