Patagonia

Osvaldo Rosales y la Causa 8008: El dirigente petrolero de Comodoro que durante el exilio en España colaboró con Felipe González

Una nueva semana de declaraciones en el juicio por la Causa 8008, que se desarrolla en Comodoro Rivadavia por los delitos de lesa humanidad acontecidos en el Regimiento 8 durante la última dictadura cívico-militar, contó con la participación como declarante entre las víctimas con Osvaldo Rosales. El dirigente petrolero de los años '70 relató su detención, traslado a U6 de Rawson como preso político y su posterior exilio en España. En diálogo exclusivo con El Extremo Sur profundizó sobre el atentado que sufrió por parte de la AAA, el calvario de la cárcel como preso político, la expatriación y su rol como consejero de Felipe González y el PSOE en la España post franquista.

A sus 85 años Osvaldo Rosales tiene un largo peregrinar en el mundo del petróleo comodorense, el sindicalismo en los años de ebullición previos a la dictadura militar, las cárceles del proceso y el exilio en España como vía de escape tras sus años de detención en la U6 de Rawson.

Desde que fue detenido el 23 de marzo de 1976 Rosales no brindó declaraciones públicas en la Argentina, ni siquiera tras 35 años de exilio que lo mantuvieron alejado de Comodoro Rivadavia; es por eso que su testimonio cobra un valor especial para aportar piezas de un rompecabezas que permite armar una porción de la historia comodorense, chubutense y patagónica.

Conseguir que Rosales acceda a la entrevista con El Extremo Sur no fue tarea sencilla, desde su salida del país en 1977 Osvaldo no volvió a hablar públicamente, en España o en la Argentina, sobre los pormenores de los acontecimientos que sacudieron su vida en los años '70.

Declaró en el juicio oral y público donde se tramita la Causa 8008 que investiga los delitos de lesa humanidad producidos en Comodoro Rivadavia y específicamente en el Regimiento de Infantería 8 "General O´Higgins". Su testimonio iniciado el miércoles -pero interrumpido por el temporal de viento- y concluido el jueves fue incorporado a pedido de la Fiscalía a cargo de Teodoro Nürnberg.

La detención, traslado a Río Gallegos y la U6

El protagonismo de Rosales en el centro clandestino del RI8 fue nula, pero su testimonio igualmente fue incorporado a la Causa 8008 en las declaraciones que se concretaron en esta nueva semana del juicio que se desarrolla en Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia.

El ex secretario general del Sindicato de Petroleros Privado de la Patagonia fue detenido en la noche del 23 de marzo de 1976 en su domicilio del barrio Centro en Comodoro. "Esa noche me avisaron que iba a ser detenido", recordó sobre lo sucedido la noche del golpe de Estado y reveló que "mi cuñado, que era comisario de policía, me había pasado el chivatazo que me iban a detener".

El oficial de la policía Héctor Villarruel le pasó el dato que su nombre figuraba entre los dirigentes sindicales, referentes políticos y militantes partidarios que serían detenidos en la tristemente célebre jornada en que nuevamente los militares derrocarían un gobierno democrático en el país.

Osvaldo no atinó a escaparse, esperó en su domicilio familiar de la calle Ramos Mejía y fue levantado por efectivos uniformados que se llevaron. Integró un selecto grupo de presos políticos de la Junta Militar que fue trasladado a la U15 de Río Gallegos, no todos los secuestrados tuvieron la misma suerte y muchos otros atravesaron su calvario en las torturas concretadas en "Las Casitas" del RI8.

En la U15 compartió presidio con el ex fiscal santacruceño Ramón Torres Molina, el militante trotskista del PST (Partido Socialista de los Trabajadores) Eduardo Roberts y varios dirigentes sindicales de la región patagónica como Héctor Ossés que pertenecía al Sindicato de Gas del Estado en Pico Truncado (Santa Cruz).

El periplo de Rosales como preso político lo llevó a la U6 de Rawson y recuperó su libertad casi un año y medio después del golpe. En su cautiverio en la capital chubutense fue trasladado a Comodoro porque se había producido el fallecimiento de su padre, pudo participar del velatorio y luego volvió a la zona norte de la provincia para ser alojado en una comisaría.

"Ahí estuve como tres meses en la comisaría de Rawson y pedí que me llevaran a la U6 porque estaba entre medio de delincuente comunes, cuando reclamé me llevaron al penal", recordó y aseguró que "nunca" sufrió torturas en ninguna de las celdas que le tocó transitar.

El atentado de Triple A

Rosales carga con otro hito previo a todo lo atravesado en tiempos de la dictadura, el 25 de octubre de 1974 sufrió en su casa de la calle Ramos Mejía un atentado con artefacto explosivo. Fue el primer ataque violento de las AAA (Alianza Anticomunista Argentina) en Comodoro Rivadavia.

Unos pocos días antes de la explosión el autodenominado Comando Austral de la Triple A había enviado a los domicilios de los "ajusticiados" y a los medios de prensa gráfica una carta donde anticipaba la realización de los atentados que se sucederían en la capital petrolera.

En esos "ajusticiamientos" de la AAA, el Comando Nacional había "condenado a muerte" a los referentes chubutenses Hipólito Solari Yrigoyen y Mario Abel Amaya. El primero sufrió un atentado en su casa de Puerto Madryn -en ese mismo 15 de abril de 1975 otro artefacto explosivo fue detonado en la vivienda del dirigente peronista David Patricio Romero- y el segundo en prisión durante los tiempos dictatoriales.

El senador radical chubutense Solari Yrigoyen ya había sido atacado por la Triple A el 21 de noviembre de 1973 con una bomba colocada en el Renault 6 que utilizaba en Buenos Aires; para de esa manera transformarse en el primer "ajusticiamiento" del grupo fascista que recién comenzaba a operar con ese nombre. Los cañones lo apuntaban por su participación en la Masacre de Trelew, su actividad política y judicial, y su asesoramiento y amistad personal con el dirigente gremial Agustín Tosco.

"Me dejaban papeles siempre, en el sindicato o en casa, pero uno no vivía pendiente de eso, yo tiraba para adelante, el día que te toca te toca y a la mierda", rememoró Rosales. Cuando se le consultó si el atentado había sido de la Triple A respondió que "no puedo acusar a nadie porque no los vi".

Osvaldo siempre estuvo vinculado al peronismo, aunque aseguró que "con el sindicato nunca nos metíamos con nadie".

En la noche del 25 de octubre llegó a su casa con la familia, pocas horas después -a las 3 de la madrugada- explotarían dos bombas, una debajo de una ventana y la otra en la camioneta del sindicato con la que se trasladaba.

La metodología fue similar a la que se volvería a vivir en Comodoro cuando otras bombas explotaron en las casas de militantes del PST durante mes de septiembre de 1975. Casi un año después la autoría se la adjudicaría el Comando Austral de la AAA que ya había amenazado a los dirigentes trotskistas Mabel Acosta y Eduardo Roberts.

 Recuadro del diario Crónica publicado el 11 de noviembre de 1975 y la publicación en el periódico del PST (Avanzada Socialista) del 30 de octubre de 1974 -archivo Fundación Pluma-.

"Esa noche nos dejaron una bomba en uno de los canteros y otra debajo de la camioneta, por suerte no hubo heridos, solo un poquito de daño a la bebé que estaba en la cunita. Si la hubiesen puesto en otro cantero hubiera sido un desastre porque ahí estaban durmiendo mis cuatro hijos y una cuñada", revivió.

Al día siguiente cientos de obreros petroleros se convocaron en asamblea, decidieron un paro y salieron a las calles para marchar por Comodoro repudiando el atentado.

El copamiento del sindicato y un obrero muerto

"El clima político que se vivía en esos años era muy tenso", relató Rosales evitando profundizar las diferencias existentes entre las distintas tendencias peronistas. Esa tensión se había expresado crudamente el 20 de febrero de 1974 cuando un pequeño grupo de obreros opositores a la conducción ocuparon las instalaciones del gremio petrolero en la calle Viamonte.

Al mediodía los obreros fueron bajando de los yacimientos y se congregaron junto a Rosales en las puertas del edificio que se encontraba rodeado de policías, el clima se tensó al extremo y cuando quisieron ingresar para sacar a los ocupantes fueron reprimidos por la policía que defendió a los opositores.

Publicación del diario El Mundo (publicación adquirida por el Partido Revolucionario de los Trabajadores -PRT- a mediados de 1973) que el 1 de marzo de 1974 daba cuenta del asesinato del obrero petrolero Coliboro Cuell. (Aporte de Virginia Bersáis, historiadora y docente de la UNPSJB).

El saldo fue un obrero petrolero muerto por un disparo, 14 heridos y varios detenidos como consecuencia de la respuesta policial.

"Se sintieron algunos disparos y ahí cayó (Santiago) Coliboro Cuell -padre de 9 hijos- que estaba pegado a mí, seguramente que esa bala era para mí y como estaba al lado mío se la dieron a él", recordó con tristeza y agregó que "lo subí a Coliboro Cuell a la camioneta del sindicato y lo llevamos al Hospital Regional, pero después nos enteramos que había fallecido".

La situación había desencadenado otro paro general de los obreros petroleros al que se sumó la CGT con todas las organizaciones que agrupaba. Mientras tanto se exigía la libertad de los petroleros detenidos en los hechos represivos de la calle Viamonte y se suspendían los festejos por el aniversario de la ciudad.

El exilio, el Mar del Norte y el PSOE

En septiembre de 1977 Rosales fue liberado y cuando cruzó la puerta del Penal de Rawson le advirtieron que se fuera del país. Las opciones eran exiliarse en México o España, eligiendo la opción europea gracias a consejos y gestiones que recibió en el sector de la industria antes de abandonar Comodoro Rivadavia.

"El exilio fue relativamente bien. Por intermedio de don Carlos Bulgheroni -fundador de la empresa Bridas- tuve la suerte de entrevistarme con gente Madrid y me consiguieron trabajo en una plataforma offshore. Estuve perforando en Inglaterra, en el Mar del Norte, en Tarragona (España) y en Maracibo (Venezuela)".

Osvaldo agregó que "en Tarragona conocí al secretario general de la UGT (Unión General de Trabajadoras y Trabajadores) y me presentaron a Felipe González. Me dijeron que me dejara de joder con el mar y que me fuera a trabajar con ellos porque tenía algo que a ellos le podía interesar mucho cuando estaba renaciendo la política en España", indicó.

Tras ese encuentro que habría sido en 1979 comenzó a trabajar en los círculos políticos del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) que rodeaban a quien era secretario general del partido y se transformaría en presidente democrático de España (1982-1996) luego de largos años bajo el yugo del generalísimo Francisco Franco.

 El ex presidente español por el PSOE Felipe González a la izquierda y Osvaldo Rosales a la derecha con traje gris.

Rosales subrayó que "yo trataba por todos los medios no aparecer como asesor en las reuniones de consultas, pero charlábamos seguido y daba conferencias a las agrupaciones, pero no me introduje como asesor y sólo aportaba lo que sabía".

Extrañando la Comodoro Rivadavia a la que llegó por primera vez cuando hizo la colimba a finales de los años '50, lugar en el que decidió quedarse y tras conocer a Gregorio Pérez Companc se sumó a la actividad petrolera trabajando en El Tordillo, resolvió alejarse del ruido de Madrid y retornar hace 14 años a su terruño -más allá que nació en la localidad bonaerense de Olavarría- junto a su hijo soltero (Fabián) y su esposa (Elsa); mientras que el resto de la familia Rosales se quedó viviendo en Europa.