Opinión

A 15 años de la muerte de Néstor Kirchner: "Se dice de él"

Por Rafael Bielsa 

Los argentinos se me ocurre- no aprendimos a querernos. Más todavía, le ponemos un cero a la suerte, y estamos dotados para el rechazo retrospectivo, un curioso arte autóctono que consiste en querer cada vez menos con argumentos lustrosos, según pasan los años.

Las consecuencias son más dolorosas respecto de las personas importantes, que para quienes somos irrelevantes. Como tantas otras artes, el "buen odiar" está compuesto de elementos que los intérpretes usan para crear estructuras, contrastes, atmósferas, volúmenes, superficies, perspectivas, y bloques. Suena la estridencia de una corneta, un titiritero manipula las varillas de un muñeco escénico, el viento zarandea murales y grafitis.

Durante el gobierno de Néstor Kirchner, la tasa de pobreza cayó 30 puntos, y la de indigencia 19; en consecuencia, 7.300 personas por día durante cada uno de los 1.640 de su gobierno superaron la situación de pobreza por ingresos. Se generaron 1.520 puestos de trabajo cada 24 horas, tras un lustro de destrucción de empleo (los datos pertenecen a Artemio López).

Según la administración actual, en apenas 20 meses se logró "desactivar una crisis heredada" y "revertir una tendencia catastrófica", alcanzando una reducción de la pobreza del 57% al 30%, una "caída histórica". En ese período, alrededor de 12 millones de personas dejaron de ser pobres, y sin esas políticas "la pobreza hubiera trepado al 95%".

Los que vivimos la gracia de haberlo conocido reconstruimos en otra clave. Pensando solo en él, tuvo algunas plenitudes: murió joven, de sorpresa, en el extremo orbital de un ciclo y en el austral del mundo. Los que nos quedamos sin él, no tenemos buenas noticias, porque a veces esperamos algunas que no consiguen llegar. Nos viene a los oídos Tita Merello, una canción carrasposa: "Se dice de él... se dice que era tuerto, que apretaba a sus ministros, que era burro y se hacía el listo, con sonrisas de arlequín. Que era Lúpin el piloto, su nariz era perpetua, sus pantuflas una zeta, y su voz era un clarín".

El 25 de mayo de 2003, cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia, la República Argentina era una pecadora que debía pagar por sus fechorías. Paul O'Neill, el Secretario del Tesoro de EE. UU. bajo George W. Bush, se había negado a apoyar financieramente al país porque no mostrábamos responsabilidad fiscal; "no quiero que el dinero de los plomeros y carpinteros estadounidenses", dijo, "vaya a países que no hacen lo que deben hacer". Algún grupo de poder emplazó al Presidente a alinearse con una serie de condicionamientos, so pena de que su gobierno fuera breve: "un año de duración". Había llegado con el 22% de los votos, porque no tuvo balotaje, convencido de que los argentinos indignados querían dignidad.

Con él, se consolidó el mayor ciclo de crecimiento económico de los últimos cien años, del orden del 52% del PBI, desde el piso de junio del año 2002, y se consiguió la mayor quita de deuda externa de la historia, con plazos de pago que se extendieron notablemente, algunos a más de 40 años. El país que no contaban algunos diarios.

Del actual gobierno, se escribe que al comenzar "su mayor (¿único?) activo" era el respaldo del 55% de los votos (25% "prestados" en el balotaje), que manejó una herencia complicada y que "sorteó una crisis", por lo que puede "decirse que fue exitoso". Se hace notar que cualquier reducción importante de impuestos requerirá "más licuación o más ajuste de gasto", salvo que el "Gobierno y el país se liguen de arriba otra década bolivariana (igual) a la 2000 (y esta vez se aproveche)".

Vuelve a los oídos la voz descascarada y entrañable de Tita. "Si tuerto fue, pongámosle, que ojos así, dieron qué hacer. En el poder, no hubo como él, y con farol habrá que ver. Hablar así, narrar muy mal, y rezongar y criticar, pero el país que construyó a mucha gente la ayudó. Si hay alguien que no piense aquí, podrá decirlo en guaraní. Néstor fue así".

A Kirchner lo acechaban individuos desde otros escritorios, como Paul Singer, Thomas Griesa, Kenneth Dart. Singer, financista de instrumentos de inversión "de riesgo", fue el fundador del Elliott Management Corporation (también conocido como Elliott Investment Management L.P.), una firma que controla a NML Capital, el fondo que embargó la Fragata Libertad en Ghana como parte de su litigio por bonos en default contra el Estado argentino. Mecenas de la American Task Force Argentina (AFTA) en términos castrenses "unidad táctica compuesta por fuerzas combinadas", y en palabras financieras organización abocada a hacer lobby en contra del país, es también guitarrista aficionado. Néstor lo midió apenas un tiempo.

El juez Thomas Griesa aplicó la cláusula pari passu, un principio jurídico-financiero que proviene del latín y que, en el contexto de contratos de deuda, se interpreta como que los acreedores que no ingresaron al canje (los fondos buitre), tenían derecho a cobrar en igualdad de condiciones que los bonistas que sí lo habían hecho. Al retirarse, sus causas pasaron a manos de la jueza Loretta Preska. Kenneth Dart, es un empresario basado en Islas Caimán (que renunció a la ciudadanía estadounidense para adoptar las caymaniana, beliceña e irlandesa), y participante en fondos buitre como Dart Management, también socio de la AFTA.

Aquellos escritorios desde donde ayer acechaban a Néstor Kirchner hoy reúnen tanto a argentinos como a extranjeros, a funcionarios públicos del brazo con financistas. Por entonces no había dudas de quién trabajaba para quién, ni las hay ahora de quienes trabajan para quienes.

Los que estuvimos con él notamos su ausencia; no soy el único. Murió lejos, de golpe y callado. Quiso fuerte a la militancia, a los argentinos erguidos, a los jóvenes formados, y atraer a la oposición; la "transversalidad" buscó ampliar la base de sustentabilidad, aunque encontró un vicepresidente y una deslealtad.

La Máquina de Hacer Pájaros (Aulladores) graniza ultrajes con formas de contrastes, volúmenes y bloques. Masculla a contraluz que "la polarización fue el negocio del kirchnerismo durante mucho tiempo". Voluminosos gargajos sostienen que el método fue "insultar, agraviar, provocar". Dicen que a ellos nadie les enseñará nada, porque son los que se "bancaron las malas" y "los que pelearon para salir adelante"; ceros y bloqueos.

Suena el resuello de la fisarmónica, el pulso del melodeón, las lengüetas de la concertina. No aprendemos a querernos, y se corre el riesgo de que así se pierda la entrañable nueva empresa.

Ocultan de él..., canta la Morocha Argentina, "de él ocultan que tenía, voluntad y valentía, pura audacia y fantasía, para muestras: un botón. Si seseaba sabía en cambio, que argumentos le sobraban, que ganaba en la parada con presencia de campeón. Y no dirán que no lo vi, porque eso es algo que viví".

Néstor fue así.

Fuente: elDiarioAr