Septiembre dejó un nuevo saldo negativo para la producción petrolera de la Cuenca del Golfo San Jorge. Entre el sur de Chubut y el norte de Santa Cruz la extracción de crudo decreció en 1 millón de barriles en los primeros nueve meses del año. El mayor nivel de retroceso se viene dando en la porción santacruceña con una caída de 568 mil barriles, mientras que en la parte chubutense la merma fue de 442 mil barriles. Un proceso de desinversión, tanto en exploración como en explotación, ahondo el actual momento crítico. La salida de la YPF libertaria profundizó un cuadro recesivo que ya se había iniciado con la pandemia, pero las demás operadoras también mostraron resultados negativos desde hace largos meses.
Durante 60 de los últimos 70 meses la producción petrolera de Chubut declinó. El dato reflejó la crisis que atraviesa la provincia y el conjunto de la Cuenca del Golfo San Jorge en materia productiva. En el norte santacruceño la merma se desarrolló durante 50 de los 70 meses que abarcan el período comprendido entre el año 2020 y la actualidad.
Si bien la crisis ha tomado mayor dimensión a lo largo de este 2025, los datos muestran que por lo menos en los últimos cinco años se ha desarrollado de manera continua producto del desplazamiento de las inversiones de las operadoras hacia Vaca Muerta y el duro golpe que le asestó la YPF libertaria a los yacimientos maduros de la CGSJ.
La priorización de los recursos no convencionales por parte de las petroleras fue consolidando la migración inversora hacia la Cuenca Neuquina, especialmente desde el año 2013 en adelante; pero la desinversión en la CGSJ tiene como matriz del problema la falta fondos destinados a la exploración.
A la falta de flujos inversores exploratorios para ampliar los campos maduros de la CGSJ en los últimos años, ahora se le suma la desinversión en explotación y la crisis se ha instalado con un panorama de largo alcance.
En este 2025 la CGSJ solamente concentra el 10% de los anuncios de inversiones para todo el año, mientras que la Cuenca Neuquina acapara el 89% de los dólares desembolsados por las operadoras en materia productiva.
La tendencia es claramente diferente a la existente en el año 2012 cuando la CGSJ recibió el 45% de las inversiones y la Neuquina el 48,2%.
Un 2025 en picada
Los últimos datos de la Secretaría de Energía de Nación revelaron que durante septiembre los niveles productivos de Chubut volvieron a declinar en un 4,4% y se tradujo en una merma extractiva de 170.882 barriles menos que en el mismo mes del año pasado.
El acumulado de los primeros nueve meses del 2025 mostró una caída productiva en los yacimientos chubutenses del 1,3% interanual, con un desplome de 442.907 barriles menos que en el mismo lapso del 2024.
En la porción santacruceña de la cuenca el panorama fue igual de negativo con una retracción acumulada aún mayor en nueve meses y que fue del 3,3%, dejándose de producir 568.602 barriles interanuales.
Entre ambas porciones de la CGSJ le merma productiva en los primeros nueve meses del año ascendió al 1,9% y significó que se dejaron de extraer un total de 1.011.509 barriles interanuales.
Dentro de ese panorama la mayor caída en Chubut la protagonizó Tecpetrol con un retroceso del 11,6% (-160.736 barriles), seguida por el 4,4% de PAE (-867.847 barriles).
Los yacimientos controlados por PECOM y que anteriormente pertenecían a YPF arrojaron en nueve meses un resultado positivo del 3,6% y sumó 326.192 barriles respecto del 2024; mientras que CAPSA y CAPEX también subieron la producción un 3,5 y 3,8% respectivamente, aportando 101.572 y 59.719 cada una de las empresas citadas.
En el norte de Santa Cruz, donde recién se efectiviza el largo proceso de salida de YPF que será reemplazada por la UTE a la que se les adjudicaron once yacimientos, el peor desempeño fue de la petrolera libertaria con una caída extractiva del 10,9% (-1.059.174 barriles); mientras que la operadora CGC aumentó la producción un 2,6% (123.538 barriles) en los primeros nueves del año.
Una crisis de largo alcance
El panorama de retroceso productivo actual en la CGSJ tiene claros antecedentes que se remontan a la pandemia y que se extendieron en el tiempo con fluctuaciones a uno y otro lado de los yacimientos que integran ambas provincias.
En el caso chubutense la pandemia impactó con mucha fuerza durante el 2020 y hubo que esperar a mediados del 2021 para que se diera una remontada productiva, aunque duró pocos meses y nuevamente se instaló el retroceso extractivo que se extendió hasta mediados del 2022.
En el último tramo de ese año se dieron algunos atisbos de alza en los niveles productivos, pero de ahí en adelante se ingresó en un tobogán extractivo que se mantuvo hasta la actualidad.
Las caídas del arranque de este 2025 tuvieron dimensiones similares a las suscitadas durante el impacto del COVID en la paralización de los yacimientos.
Los picos de retrocesos del 2024 y subas del 2025 se relacionaron directamente con la afectación que generó el temporal de nieve del año pasado, pero la remontada en igual período de este 2025 no consiguió equiparar las pérdidas.
En los yacimientos del norte de Santa Cruz el panorama es relativamente similar al chubutense. La afectación en tiempos de pandemia mostró un mayor impacto retractivo que se extendió hasta mediados del 2021, aunque el repunte duró sólo un mes y rápidamente la producción petrolera volvió a hundirse.
Recién en el 2023 se produjo una recuperación de los niveles productivos que se extendió hasta mediados del año siguiente, pero rápidamente se desarticuló la suba y se retomó la senda del decrecimiento que se vivencia hasta la actualidad.
Impacto en empleo y regalías
Dos de las huellas más profundas que viene dejando en ambas porciones de la CGSJ la baja productiva son la pérdida de miles de puestos de trabajo directos en el sector petrolero y la fuerte baja de la recaudación de regalías por la que atraviesan tanto Chubut como Santa Cruz.
Las estadísticas oficiales aún no reflejan la baja de miles de puestos de trabajo en ámbito petrolero, ya que recién se muestran los datos del primer trimestre del año, pero extraoficialmente se calcula se perdieron entre 10 mil y 12 mil empleos en toda la CGSJ.
En materia de recaudación por regalías petroleras Santa Cruz dejó de recaudar solamente en los primeros ocho meses de este 2025 un total de 51,7 millones de dólares, indicando una caída interanual del 28,8%.
Para Chubut el retroceso fue un poco menor y se ubicó en una caída interanual del 12,2% entre enero y agosto de este año, lo que significó que el Estado provincial deje de recaudar 32,8 millones de dólares.
La CGSJ es una unidad productiva en materia petrolera, pero las acciones gubernamentales no se desarrollan de manera conjunta y los mandatarios provinciales optaron por diferentes estrategias frente al abandono de la YPF libertaria.
En la búsqueda de salidas, muchas de ellas desesperadas, cada provincia se aferra a sus aspiraciones y en el caso santacruceño se volvió a la vieja y fracasada política de controles en el puesto fronterizo de Ramón Santos para controlar el ingreso de trabajadores sin residencia provincial.
Desde Chubut se apunta encontrar mecanismos de negociación con el Gobierno nacional que posibiliten eliminar las retenciones a las exportaciones con el objetivo de incrementar las ventas al extranjero de las operadoras y así potenciar la producción y por consiguiente el empleo.
Ambos gobernadores se ilusionan con la explotación de los hidrocarburos no convencionales. En Chubut la apuesta está centrada en que Cerro Dragón pueda convertirse en algo parecido, aunque en dimensiones posiblemente bastantes menores, a Vaca Muerta.
Mientras que en Santa Cruz la atención se centra en los no convencionales existentes en el sur provincial donde las operadoras siguen intentando encontrar en Palermo Aike resultados que muestren una rentabilidad factible en comparación con los existentes en Neuquén.
El panorama es crítico y a la vez complejo con vistas a un futuro que por ahora se avizora como incierto y sin claras perspectivas de recuperación en lo inmediato.