En la jornada del jueves se llevó a cabo un nuevo reconocimiento presencial de las víctimas de la dictadura militar en Comodoro Rivadavia de las derruidas instalaciones del Regimiento de Infantería Mecanizado 8 "General O'Higgins" (RI8) donde se localizaban los dos edificios denominados "Las Casitas". Del mismo participaron los testigos Mirta Silveira, Ramón Torres Molina y Osvaldo Stoyanoff; personal del Tribunal Oral Federal, la Fiscalía y las defensas. Los testigos volvieron a confirmar que en el lugar funcionó en el Centro Clandestino de Detención. Desde la defensa de los militares imputados se intentó insistentemente poner en duda las afirmaciones de las víctimas, aduciendo que pudieron estar detenidos en otro sitio como el Batallón Logístico 9. En una maniobra de distracción y generación de confusión se pretende que el RI8 desaparezca como sitio histórico de la memoria. El Extremo Sur accedió de manera exclusiva a material judicial de la visita que hicieron al lugar en 1985 el juez federal Beltrán Mulhall y Torres Molina. Más allá de las modificaciones, la destrucción actual y el reiterado intento por desplazar el foco de atención, la casi totalidad de víctimas a lo largo de los últimos 40 años coincidieron en identificar "Las Casitas" como el lugar estuvieron alojados y torturados.
Las recorridas que se vienen efectuando desde hace cuatro décadas se focalizaron en la identificación de los dos edificios localizados a 280 metros del ingreso al RI8 - en Km 11- donde varias de las víctimas identificaron a "Las Casitas" -hoy derrumbadas por el propio Ejército Argentino- como el lugar de cautiverio donde habían estado secuestradas, torturadas, y las mujeres violadas.
Los múltiples relatos de las víctimas fueron coincidentes en identificar al edificio que actualmente se encuentra demolido como en el que permanecieron en cautiverio durante el período de detención ilegal.
Ese edificio, con una dimensión de 20,8 metros de largo por 10,6 metros de ancho, está subdividido en dos grandes mitades. En la habitación más grande originalmente con pocas divisiones, mientras que al otro lado se pudieron identificar diferentes habitaciones pequeñas.
Por los dichos de los detenidos en las habitaciones permanecieron atados a los catres de metal y en el espacio de mayor dimensión habría sido el ámbito donde se desarrollaron las sesiones de tortura.
Esa edificación de grandes dimensiones fue demolida por el propio Ejército Argentino, tras la reapertura de la renombrada Causa 8008 en octubre del 2009, y así desaparecieron la mayoría de las pruebas de lo vivido en el interior del sindicado Centro Clandestino de Detención.
Croquis de "Las Casitas" incorporado a la Causa 8008 y elaborado en el reconocimiento del juez Beltrán Mulhall en el año 1985.
La argumentación aparentemente utilizada para derrumbar el edificio era que podía ser ocupado por "linyeras" y personas en situación de calle, una explicación por lo menos exótica y hasta inverosímil ya que a pocos metros de allí había un guardia militar; mientras que no menos cierto es que el lugar es bastante lejano e inaccesible como para algún civil decida irse a vivir como okupa frente a una unidad militar.
El segundo edificio más pequeño fue convertido en un polvorín donde se apilaban municiones pertenecientes al RI8. Los testimonios no dan cuenta de que allí hayan sido alojados detenidos y curiosamente ese edificio permanece en pie y sólo ha sufrido modificaciones como las que había efectuado en la otra edificación demolida.
Vaya a saber por qué raro o misterioso motivo el Ejército no consideró viable que los ocupantes ilegales pudieran ingresar a este otro edificio más pequeño ubicado a escasos metros del derrumbado y lo mantuvieron en pie.
Más allá que muchos de los máximos responsables del RI8, la IX Brigada o la Subzona 53 del V Cuerpo del Ejército con asiento en Bahía Blanca han fallecido, tal es el caso del coronel Jorge Alberto Chanfreau como jefe del RI8, las autoridades militares deberían explicar los motivos que los llevaron primero a modificar y luego a demoler únicamente el edificio que se sindicó por las víctimas como un Centro Clandestino de Detención.
Recorrida en 1985: Modificaciones y demolición
El primer reconocimiento de "Las Casitas" se efectuó el 9 de enero de 1985 cuando el juez federal Adolfo Beltrán Mulhall en base a las denuncias efectuada por presos políticos alojados en la U6 de Rawson, en la Causa 500 del año 1980, convocó al detenido y torturado Ramón Torres Molina para concretar una inspección presencial en los edificios 39 y 40 del RI8 que por aquel entonces no habían sido destruidos por el Ejército.
El Extremo Sur pudo acceder -gracias a la colaboración del personal del Archivo Provincial de la Memoria de Chubut- al expediente donde el juez federal pudo constatar que las declaraciones de Torres Molina eran coincidentes con los edificios militares inspeccionados.
Imágenes en la causa judicial del edificio principal antes de ser derrumbado.
Ambas construcciones se encuentran en un camino paralelo al RI8 y a unos 280 metros de la puerta de acceso a la unidad militar. Cuando en 1985 el juez Mulhall llegó con Torres Molina al lugar, el mismo se encontraba custodiado por personal del Ejército y en el interior del edificio de menores dimensiones había cajones de municiones cumpliendo "las veces de polvorín".
En la segunda edificación, la más grandes, Torres Molina logró identificar con bastante precisión los ambientes en los estuvo detenido, además de ubicar una chimenea localizada en una de las habitaciones.
Espacios interiores de la edificación mayor donde se pueden apreciar modificaciones en diferentes ambientes, tanto en puertas como en ventanas.
En ambas construcciones se habían efectuado modificaciones, se tapiaron algunas puertas y ventanas, a la vez que se habían abierto otros espacios para despistar a los testigos. Ese tipo de maniobras se han definido como habituales en los diferentes centros clandestinos de detención a lo largo de todo el país.
El juez Mulhall dejó constancia en el reconocimiento no sólo la identificación del interior de "Las Casitas" sino también el exterior de las mismas, detallando la existencia de árboles, la cercanía del aeropuerto y el camino de ripio que permitía el acceso al lugar.
En el acta del reconocimiento realizado en 1985 el juez Beltrán Mulhall hizo especial hincapié en la coincidencia del testimonio y las características del lugar.
Las declaraciones de Torres Molina fueron coincidentes con los relatos de la casi totalidad de los testigos que estuvieron alojados en el RI8, incluyendo los dichos de Edita Rubilar y Mirta Silveira a El Extremo Sur cuando relataron que los guardias les bajaron las vendas y pudieron identificar el lugar junto a los alrededores.
Tanto Jorge Demitrio como Francisco Ledesma, detenidos en enero de 1976 y antes del golpe de Estado, también declararon haber sido alojados y torturados en lo que posteriormente se identificó como "Las Casitas" del RI8.
Aunque los edificios habían sido casi destruidos en su totalidad, a principios de mayo del 2011 el fiscal federal Norberto Bellver efectuó un segundo reconocimiento con los testigos y víctimas de los hechos investigados.
Del mismo participaron Ramón Torres Molina -quien había vuelto a identificar el lugar en el año 1987 con la presencia del presidente de la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia-, Guido Ñancupel Uribe, Luis Porciel, Edita Rubilar, Mirta Silveira y Eloiso Quintero.
Todos los reconocimientos efectuados en los últimos 40 años y casi todas las víctimas que declararon en la Causa 8008 fueron coincidentes al identificar "Las Casitas" como el lugar donde fueron detenidos ilegalmente y torturados.
La Secretaría de Derechos Humanos -a través de la Dirección Nacional de Sitios y Espacios, junto al Gobierno de Chubut, la Municipalidad de Comodoro Rivadavia y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco- señalizó el lugar en noviembre del 2022.
Recorrida en 2025 y versiones para despistar
En el reconocimiento del pasado jueves participaron Mirta Silveira, Ramón Torres Molina y Osvaldo Stoyanoff quienes volvieron a sindicar el lugar como en el que habían estado detenidos ilegalmente tras el golpe militar de 1976.
Torres Molina detalló con precisión, a las autoridades judiciales, los recuerdos de los espacios por los que transitó en su cautiverio.
Los relatos de Torres Molina fueron coincidentes con los que había efectuado en las otras dos ocasiones anteriores y con los de los demás testigos que transitaron por el centro clandestino "Las Casitas".
En la estructura demolida sobresalió el detalle de la existencia de un hogar para calefaccionar y del que ahora pudieron observarse los restos tras la destrucción, además de los azulejos celestes y blancos del baño donde eran trasladados los detenidos y que fueron reconocidos por Torres Molina y Mirta Silveira.
Desde las defensas se buscó desbaratar la identificación del Centro Clandestino de Detención y, tal como había efectuado algunos militares en declaraciones anteriores, se argumentó que ninguna de las víctimas hizo referencia al ruido del ferrocarril denominado "La Chanchita" que pasaba por las inmediaciones.
Es por eso que en la jornada del viernes se hizo una recorrida por la zona circundante a los edificios para localizar las vías del ferrocarril que transitó por inmediaciones y que tenía una parada entre el RI8 y el aeropuerto.
El ramal del tren unía Km 5 con el barrio Astra y pasaba por Km 11. Dicho ferrocarril fue desarticulado en el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla por Decreto 3.599 del 30 de noviembre de 1977 -con el que además se anularon varios ramales en el resto del país- y los datos recabados dan cuenta que dejó de circular definitivamente en el mes de enero de 1978.
No hay constancia que, en medio del fuerte proceso de desinversión y desfinanciamiento que se había instalado en tiempos de la dictadura, el ramal a Astra -que pasaba por Km 11- de "La Chanchita" haya seguido funcionando en el momento de las detenciones ilegales en el RI8.
Asimismo, los militares intentaron en varias oportunidades consolidar la idea que el centro de detención no había estado ubicado en "Las Casitas" -aduciendo que en el edificio que se mantiene en pie había vivido algunos oficiales con sus familias- y expresaron que podría haberse ubicado en las inmediaciones del Batallón Logístico 9, en las cercanías del RI8.
Localización del Batallón Logístico 9.
Si bien no existen testimonios de las víctimas que coincidan con lo expresado por los militares, tampoco ninguno de los imputados se arrepintió y reveló la verdad de lo sucedido en los tiempos dictatoriales, lo cierto es que no puede descartarse en su totalidad que haya existido algún otro sitio de alojamiento de los detenidos ilegalmente.
En lugar de afirmar tan categóricamente que "Las Casitas" no fueron parte de un Centro Clandestino de Detención y sembrar dudas sobre la supuesta ubicación en el Batallón Logístico 9, podrían haber aportado pruebas contundentes y brindado testimonios esclarecedores; especialmente aquellos militares que ocuparon altos rangos y tuvieron responsabilidades a la hora de tomar decisiones.
Desaparecer "Las Casitas"
En declaraciones exclusivas a El Extremo Sur, Torres Molina señaló sobre esta nueva maniobra de distracción: "Parece que existe una tendencia a poner en duda el lugar donde estuvo el centro ilegal de detención. Tendría como finalidad eliminar un sitio de memoria cercano al Regimiento 8 de Infantería y los homenajes que se hacen en el lugar todos los 24 de marzo".
Luego agregó que "está recontra probado que los policías detenidos de Santa Cruz estuvieron en la Guardia -del RI8- y ellos no se pudieron confundir sobre donde estuvieron detenidos porque no estuvieron vendados; lo que va en contra de la línea argumental que apunta a ubicar el centro ilegal fuera de la estructura demolida del Regimiento".
Aduciendo lo que a su entender puede ser el objetivo de este intento de hacer "desaparecer" el Centro Clandestino de Detención "Las Casitas", concluyó que "no alcanzan a comprender que el Regimiento, sus soldados, suboficiales, oficiales y jefes no se confunden con la represión del Destacamento de Inteligencia de la dictadura. El Regimiento 8 de Infantería de Comodoro Rivadavia, por el contrario, simboliza Malvinas, por su participación en la guerra y sus muertos que quedaron como símbolo de soberanía en las islas que nos pertenecen".
En la misma línea expresada por el dictador Jorge Rafael Videla en 1979, cuando sostuvo que los desaparecidos que "no tiene entidad, no está"; ahora las defensas de los militares imputados en la Causa 8008 buscan instalar el mismo concepto, pero respecto del Centro Clandestino de Detención "Las Casitas" en Comodoro para transformarlo en una "entelequia".
La verdad histórica está siendo cuestionada por los victimarios, pero la memoria colectiva lucha por no ser desaparecida para que a casi 50 años haya justicia.