El acuerdo entre el gobierno de Chubut y el de Nación para la quita de las retenciones a las exportaciones del petróleo convencional abre una serie de incógnitas sobre el futuro de las inversiones en la Cuenca del Golfo San Jorge y la profundidad de los cambios que deberán efectuarse como contraprestación en materia de reducción en las regalías. La crisis productiva que impacta en la región parece difícil de remontar y mucho más complicado resultaría recuperar los miles de puestos de trabajo que se perdieron en los últimos dos años a uno y otro lado de la Cuenca. El real impacto de la reducción o eliminación definitiva del porcentaje que obtiene Nación por las ventas de crudo al extranjero ronda los 60 millones de dólares anuales, pero el cálculo difundido extiende el efecto positivo del 8% a toda la producción y eleva el monto a los 240 millones en Chubut y a los 370 millones en el conjunto de la Cuenca. Si esos fondos se trasladaran directamente a las inversiones se lograría que vuelvan a los niveles del año 2024. En paralelo la provincia viene perdiendo regalías petroleras, las que además deberá readecuar en función de los acuerdos con Nación y se complejiza llegar a los 30/40 millones de dólares de recaudación mensual. Asimismo, se interpone la generación de empleo en un panorama donde desde los sindicatos se admite que se perdieron cerca de 7.000 puestos de trabajo en lo que va del año y así la merma productiva se habría disparado a los ritmos que existían hace 25 años atrás.
Acuerdo por retenciones
En el transcurso de la semana que concluye el gobernador Ignacio Torres y el ministro de Economía Luis "Toto" Caputo rubricaron el acuerdo por el cual el Gobierno nacional se comprometió a una quita de las retenciones a las exportaciones del petróleo convencional que se extrae de Chubut, el resto de la Cuenca del Golfo San Jorge y otros yacimientos maduros del país.
El acuerdo no hace específica mención a la eliminación definitiva del 8% que se aplica en concepto de retenciones por los volúmenes de crudo vendido al extranjero y menciona en su primer artículo un "compromiso" de Nación a "modificar el régimen vigente de los derechos exportación"; estableciendo un plazo de 60 días para la instrumentación.
Desde el gobierno de Chubut se da por descontado que la quita en cuestión se transformará en una eliminación completa de las retenciones, lo que tendrá un impacto para las operadoras exportadoras en alrededor de 60 millones de dólares anuales.
En el segundo artículo se refiere al destino que deberán tener los fondos que Nación deja de recaudar indicando que los mismos deberán ser parte de "nuevas inversiones" para incrementar la producción, reactivar la actividad de los equipos de torre, poner en valor pozos de baja productividad e incorporar tecnologías que posibiliten la eficiencia productiva y la reducción de costos.
Mientras la provincia oficiará de responsable del seguimiento, fiscalización y control de lo acordado en el tercer artículo se estableció que Chubut y las operadoras deberán calcular los montos a ser invertidos en el marco del acuerdo.
En tanto que en el cuarto punto se fijó que la provincia se comprometió a "mantener" los actuales esquemas de incentivos para las operadoras y que además deberá "actualizarlos" incorporando "nuevos estímulos" en materia del pago de regalías petroleras.
Impacto político
El gobernador Torres se refirió al origen del acuerdo sellado con Nación y recordó que "en su momento, cuando hubo un contrapunto con la Nación, se les pide a las provincias que bajen impuestos"; agregando que "nosotros propusimos hacer un esfuerzo fiscal, sobre todo en áreas marginales; los trabajadores se comprometían a armar una mesa de competitividad y las operadoras a reinvertir ese ahorro fiscal en esta Cuenca. A cambio, pedíamos que Nación se comprometa a eliminar las retenciones".
Por su parte, el intendente de Comodoro Rivadavia, Othar Macharashvili, agradeció al gobernador "por haber tomado esto y haber enfrentado ciertos intereses y ciertas posiciones que no querían que esto se logre".
"El objetivo es que esos 240 millones de dólares que se van a recuperar queden en puestos de trabajo y que se transformen en más mano de obra", indicó Macharashvili.
El ministro de Hidrocarburos del Chubut, Federico Ponce, explicó que "la eliminación de este tributo implicaría un beneficio de alrededor de 240 millones de dólares de manera directa e indirecta", y explicitó que "se logra revertir un arancel injusto que venía perjudicando a todos los chubutenses desde hace más de ocho años".
El sindicalista petróleo Jorge Avila enfatizó que "el principal objetivo sindical será asegurar que los 240 millones de dólares recuperados a través de esta legislación se traduzcan directamente en nuevos puestos de trabajo para Chubut".
Mientras que Carlos Gómez, secretario adjunto de Petroleros Privados, señaló que "lo que se ahorre en retenciones debe volver como inversión real. Si no hay inversión, no hay producción. Y si no hay producción, seguimos perdiendo empleos"; sin dejar de admitir que "en dos años se perdieron más de 5.000 puestos de trabajo" y que por eso "es urgente frenar esa sangría".
Mientras que Ezequiel Cufré, ex ministro de Hidrocarburos y actual concejal de Comodoro Rivadavia, manifestó que "vamos a esperar como se instrumenta este anuncio sobre una solicitud para la Cuenca respecto de eliminar las retenciones a las exportaciones de los hidrocarburos convencionales. Es un tributo que pagan las operadoras, pero que se debe aclarar que no tiene impacto directo en las regalías".
Explicando que "lo que publicó la Secretaría de Energía habla de esfuerzos compartidos y debemos de ser cautos sobre cuáles son esos esfuerzos que le corresponden a la provincia", y agregando que "se trata de una alícuota que pagan las operadoras por las exportaciones y lo percibía 100% la Nación, pero no está claro si será sólo una quita o una eliminación. Evidentemente el Gobierno provincial se compromete a hacer un acompañamiento, pero no sé en qué va a constar y es posible que tenga que ver con las regalías".
Dimensión del anuncio
Desde ámbito gubernamental chubutense se explicitó que la medida acordada con Nación tendrá un efecto dinerario de 240 millones de dólares en materia de beneficio para las operadoras, suma que debería reinvertirse en la provincia; mientras que se dimensionó que para el conjunto de la Cuenca del Golfo San Jorge el impacto será de 370 millones de dólares.
El cálculo lanzado por los funcionarios hace referencia a la aplicación de 8% de retenciones sobre el total del valor de la producción en Chubut, lo permite llegar a la estimación de los 240 millones de dólares.
En verdad las retenciones a las exportaciones del 8% a las ventas de crudo que se produce en Chubut representan anualmente 60 millones de dólares en función del 20% de petróleo se vende a otros países.
En los primeros nueve meses de este 2025 la provincia exporto petróleo Escalante por 516 millones de dólares y las retenciones representaron el cobro de Nación por 41 millones de dólares; mientras que en el 2024 se exportó por 738 millones que representaron 59 millones de dólares.
Desde el año posterior a la pandemia de COVID la provincia de Chubut exporta menos crudo del que vendía en años anteriores y promedió exportaciones que rondan el 20% del total de los producido; mientras que en los períodos anteriores tuvo ventas al extranjero que fluctuaban el 30% y en el 2010 exportó más del 40% de lo extraído.
Si la provincia lograra aumentar su producción y por consiguiente las exportaciones retomaran la senda del 40% vendido fuera del país las retenciones podrían significar alrededor de 150 millones de dólares anuales.
Para los precios altos del barril de crudo Escalante que se manejó en los últimos años las exportaciones han sido bajas, esencialmente porque los niveles de producción han sido menores de manera constante desde la salida de pandemia.
Al cálculo de los 240 millones de dólares se llega estimando el 8% del total producido el año pasado ya que los funcionarios del área aseguran que con la elevación del precio en el mercado externo también aumentaría en igual proporción el precio de venta del crudo Escalante en el mercado interno.
Los técnicos indican la penalidad que se aplica sobre el precio exportable también es tomada como referencia por las petroleras que compran el crudo semipesado chubutense para en las refinerías locales mezclarlo con los crudos livianos -como el de Vaca Muerta- y así obtener combustibles.
Chubut y la CGSJ aportan el 40% del petróleo que se refina para combustibles en el país. Por ejemplo, en la refinería de La Plata este año se procesó 51% de crudo Medanito (Neuquén), un 24% de Escalante (Chubut) y un 16% de Cañadón Seco (Santa Cruz).
Si bien la estimación de los 240 millones de dólares parece optimista, habrá que esperar a que se termine de instrumentar la medida acordada y en los próximos dos meses se den a conocer las evaluaciones efectuadas por las operadoras en función de cuánto dinero dejarán de pagar por retenciones a las exportaciones y penalidades a la hora de vender a las refinerías.
Lo cierto es que, en el mejor de los escenarios, los 240 millones de dólares que deberían reinvertirse en Chubut llevarían los flujos de inversión a cifras cercanas a los 1.200 millones de dólares para el 2026.
Ese monto de inversiones proyectado para el año que viene superaría a los 915 proyectados para este 2025 e igualaría a los 1.222 millones concretados en el 2024. Esa cifra se acercaría al promedio de lo invertido en los últimos 15 años ya que se ubicó en los 1.160 millones, aunque Chubut supo tener niveles de inversiones mucho más altos como los 1.419 millones del 2023 o los 1.769 millones del 2015.
Dificultad para sumar regalías
Los dos rubros más críticos que padece Chubut en el último año son el de las regalías petroleras que recauda la provincia especialmente desde la salida de YPF, los magros resultados de Tecpetrol y en menor medida al desempeño del resto de las operadoras.
Con los anuncios efectuados esta semana con las retenciones se busca nivelar hacia arriba ambos problemas, pero no será una ecuación directamente proporcional a la suba de inversiones.
Por un lado, las regalías que ingresan a la provincia vienen decreciendo desde hace meses como consecuencia de los menores niveles productivos por la migración de inversiones hacia Vaca Muerta y los hidrocarburos no convencionales.
Tanto es así que en septiembre pasado la provincia recaudó 27 millones de dólares por regalías, el nivel más bajo en los últimos cinco años.
La tendencia viene en franco decrecimiento y este acuerdo con Nación será difícil que revierta el retroceso de los ingresos por regalías. Por un lado, afectará la "actualización" e implementación de "nuevos estímulos" que estableció como condición el Gobierno nacional a la hora de aceptar una quita en las retenciones.
Por el otro, Chubut ya viene bajando los niveles de regalías desde la gestión de Mariano Arcioni en los yacimientos marginales o de baja productividad, medida que fue ratificada y extendida por Ignacio Torres.
Asimismo, la actual gestión provincial estableció una baja de seis puntos en las regalías de la producción incremental que se pueda concretar a través de la explotación terciaria con polímeros. La reducción a la mitad de las regalías -del 12 al 6%- a pagar por PECOM en el yacimiento Escalante - El Trébol no posibilitará aumentar significativamente los ingresos por este rubro cada vez más acotado en las arcas provinciales.
Vale recordar también que para fomentar el desarrollo de la producción no convencional la actual administración provincial decidió reducir el canon del 12 al 9% para Cerro Dragón y allí hay otra arista de incertidumbre que solamente podría ser compensada por una ola ampliamente expansiva en la suba de la producción del shale oil.
Si a todo esto se suma la exigencia de Nación para bajar las regalías a cambio de las retenciones, es posible que a Chubut le cueste mantener los niveles de ingresos por la producción petrolera; salvo que se origine en el 2026 un considerablemente aumento de la producción.
Recuperar puestos de trabajo
El tema del empleo es otro de los pilares a resolver en medio de una expulsión que se viene atravesando en los yacimientos chubutenses y del conjunto de la Cuenca.
Si bien aún no hay datos oficiales que permitan medir la real dimensión de la destrucción de puestos de trabajo, ya que los mismos son publicados con un semestre de retraso, desde las organizaciones sindicales se menciona que "de 12.000 trabajadores que teníamos tres años atrás, ahora nos quedan 4.800".
No está claro si esa cantidad hace referencia solamente a Chubut o al conjunto de la Cuenca, pero la pérdida de 7.200 empleos en el sector petrolero es un golpe fuerte para el rubro y para el conjunto de la economía regional que ya siente los cimbronazos en el consumo y el comercio.
En Chubut oficialmente había a finales del 2024 un total de 12.747 trabajadores vinculados al petróleo, de los cuales 10.315 estaban relacionados a actividades de servicios en la extracción de petróleo y gas -excepto las actividades de prospección- y otros 2.432 se vinculaban con la extracción de petróleo crudo y gas natural.
Los datos de alguna manera concuerdan con las afirmaciones de los dirigentes gremiales y hacen pensar que en Chubut no se alcanza a totalizar 5.000 trabajadores en actividad sobre el final de este 2025.
Recuperar esos más 7.000 empleos perdidos es una tarea titánica que por ahora asoma como lejana y difícil de lograr en base a los bajos niveles de producción existentes. Habrá que ver si los incentivos son suficientes para que de los 4 equipos perforadores en actividad actualmente se vuelva a los 18 o 20 que había hace unos pocos años atrás.
De confirmarse esta expulsión de trabajadores de los yacimientos Chubut volvería a tener los niveles de productividad que había hace 25 años atrás cuando un trabajador producía 35,8 barriles diarios de petróleo equivalente.
Ese pico de productividad por obrero petrolero se dio en 1999 cuando Repsol desembarcó en la Argentina y se quedó con todos los yacimientos de la YPF privatizada por el menemismo.
En los primeros años del siglo el nivel de barriles extraídos por trabajado fue bajando en base a mejoras en las condiciones de trabajo, las medidas de seguridad y la división de tareas, alcanzado su punto de mayores mejoras a partir del 2006 luego de la toma de Termap y las huelgas que se dieron por esos años.
En el 2015 se alcanzó la mayor cantidad de obreros en los yacimientos de la provincial con 14.622 trabajadores en actividad, pero como los niveles de producción no subían al mismo ritmo fue decreciendo la productividad hasta tocó su punto más bajo en el 2024 en medio de la caída productiva y una productividad de 13,2 barriles diarios.
Si se perdieron 7.000 empleos en la provincia el nivel de productividad obrera se disparó a 34,8 barriles por trabajador para igualar los ritmos de finales de los '90 y cumplir el reclamo de las operadoras por la obtención de una mayor productividad para de esa manera conseguir una mayor rentabilidad.