El 43% de las noticias minimizan o romantizan la violencia de géneroPor Laura Degrado Alonso
Casi la mitad de las informaciones, un 43 %, minimiza o romantiza la violencia machista, un 16 % cosifica a las mujeres al reducirlas a su apariencia física, y un 11 % culpabiliza a las víctimas al desplazar la responsabilidad que debería recaer en el agresor.
Es la radiografía que deja el primer año de vida del Observatorio de Periodismo Machista, una iniciativa impulsada por el grupo de investigación Bitartez de la Universidad del País Vasco (EHU), Pikara Magazine y Comunicadoras 8M, que en estos meses ha revisado 195 coberturas sexistas.
«El objetivo es didáctico, no pretendemos señalar a ningún profesional ni a ningún medio. Queremos acercar a la sociedad lo que es habitual en las aulas de Periodismo. Ninguna alumna o alumno aprobaría con estos titulares», ha subrado la codirectora de la iniciativa e integrante del grupo Bitartez de EHU, Angeriñe Elorriaga.
La iniciativa, presentada este viernes en la Asociación de Prensa de Madrid en vísperas del 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, busca convertirse en un espacio que ayuda a poner el foco en cómo los medios continúan reproduciendo sesgos y estereotipos que impactan directamente en la percepción social de la desigualdad.
Para organizar el análisis, el Observatorio ha diseñado su propia taxonomía, compuesta por nueve categorías que recogen las distintas formas de sesgo detectadas. Cada caso publicado va acompañado de tres elementos: una explicación de por qué la pieza es machista, la referencia a si el medio implicado ha corregido o no la información y una propuesta de titular alternativo que solucionaría el problema de enfoque.
Titulares que cosifican o que culpabilizan a las víctimas
La categoría más numerosa es, precisamente, la que romantiza o minimiza la violencia machista, que representa el 43 % de los casos y recoge titulares que diluyen la gravedad de los hechos o camuflan delitos bajo expresiones ambiguas.
El segundo gran bloque, con un 16 %, lo forman los titulares que cosifican a las mujeres o reducen su presencia a aspectos físicos. Es un patrón que va desde elogios superficiales a celebridades hasta descripciones innecesariamente sexualizadas de figuras públicas.
En tercer lugar aparece la culpabilización de la víctima (11 %), un enfoque que sigue asomando en informaciones que desplazan la responsabilidad del agresor hacia la mujer afectada.
Otros patrones detectados incluyen la tendencia a vincular la relevancia de las mujeres con hombres (9 %), y citan el ejemplo «La novia de David Broncano reaparece tras la polémica con Melody», la invisibilización de sus logros (8 %) o el uso problemático de la propia palabra «mujer» como marcador excepcional (6 %).
También se observan estereotipos de género (5 %), diferencias en el modo de nombrar a hombres y mujeres (5 %) y titulares que responsabilizan a las mujeres de conflictos sociales o políticos (4 %).
Observatorio de Periodismo Machista con vocación pedagógica
El Observatorio funciona mediante un sistema de participación ciudadana en el que el público envía casos a través de la web y las redes sociales, y un panel de expertas con académicas, periodistas y especialistas en feminismos analiza cada propuesta. Solo se publica aquello que genera consenso unánime, con el objetivo de garantizar rigor y evitar interpretaciones arbitrarias.
Además de identificar malas prácticas, el proyecto quiere servir como herramienta formativa. El grupo investigador ha explicado que el material generado ya se utiliza en facultades de comunicación, y este curso se pilotará por primera vez en institutos de bachillerato en colaboración con el Gobierno Vasco con el objetivo de que el alumnado aprenda a identificar formulaciones discriminatorias y se pregunte por qué titulares como «Tesla elige a una mujer para suceder a Elon Musk» siguen siendo considerados «normales».
«Un periodismo sexista es un mal periodismo. Es una cuestión de calidad, como lo es una falta de ortografía o equivocarse en un porcentaje, porque no existe el buen periodismo machista. Los medios son tan machistas como la sociedad, pero si cambian pueden ser la palanca que nos ayude a conseguir una sociedad más igualitaria», ha señalado el investigador de EHU, Iker Merchán Mota, que codirige el proyecto.
Fuente: Efeminista
Por Laura Degrado Alonso
Casi la mitad de las informaciones, un 43 %, minimiza o romantiza la violencia machista, un 16 % cosifica a las mujeres al reducirlas a su apariencia física, y un 11 % culpabiliza a las víctimas al desplazar la responsabilidad que debería recaer en el agresor.
Es la radiografía que deja el primer año de vida del Observatorio de Periodismo Machista, una iniciativa impulsada por el grupo de investigación Bitartez de la Universidad del País Vasco (EHU), Pikara Magazine y Comunicadoras 8M, que en estos meses ha revisado 195 coberturas sexistas.
«El objetivo es didáctico, no pretendemos señalar a ningún profesional ni a ningún medio. Queremos acercar a la sociedad lo que es habitual en las aulas de Periodismo. Ninguna alumna o alumno aprobaría con estos titulares», ha subrado la codirectora de la iniciativa e integrante del grupo Bitartez de EHU, Angeriñe Elorriaga.
La iniciativa, presentada este viernes en la Asociación de Prensa de Madrid en vísperas del 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, busca convertirse en un espacio que ayuda a poner el foco en cómo los medios continúan reproduciendo sesgos y estereotipos que impactan directamente en la percepción social de la desigualdad.
Para organizar el análisis, el Observatorio ha diseñado su propia taxonomía, compuesta por nueve categorías que recogen las distintas formas de sesgo detectadas. Cada caso publicado va acompañado de tres elementos: una explicación de por qué la pieza es machista, la referencia a si el medio implicado ha corregido o no la información y una propuesta de titular alternativo que solucionaría el problema de enfoque.
Titulares que cosifican o que culpabilizan a las víctimas
La categoría más numerosa es, precisamente, la que romantiza o minimiza la violencia machista, que representa el 43 % de los casos y recoge titulares que diluyen la gravedad de los hechos o camuflan delitos bajo expresiones ambiguas.
El segundo gran bloque, con un 16 %, lo forman los titulares que cosifican a las mujeres o reducen su presencia a aspectos físicos. Es un patrón que va desde elogios superficiales a celebridades hasta descripciones innecesariamente sexualizadas de figuras públicas.
En tercer lugar aparece la culpabilización de la víctima (11 %), un enfoque que sigue asomando en informaciones que desplazan la responsabilidad del agresor hacia la mujer afectada.
Otros patrones detectados incluyen la tendencia a vincular la relevancia de las mujeres con hombres (9 %), y citan el ejemplo «La novia de David Broncano reaparece tras la polémica con Melody», la invisibilización de sus logros (8 %) o el uso problemático de la propia palabra «mujer» como marcador excepcional (6 %).
También se observan estereotipos de género (5 %), diferencias en el modo de nombrar a hombres y mujeres (5 %) y titulares que responsabilizan a las mujeres de conflictos sociales o políticos (4 %).
Observatorio de Periodismo Machista con vocación pedagógica
El Observatorio funciona mediante un sistema de participación ciudadana en el que el público envía casos a través de la web y las redes sociales, y un panel de expertas con académicas, periodistas y especialistas en feminismos analiza cada propuesta. Solo se publica aquello que genera consenso unánime, con el objetivo de garantizar rigor y evitar interpretaciones arbitrarias.
Además de identificar malas prácticas, el proyecto quiere servir como herramienta formativa. El grupo investigador ha explicado que el material generado ya se utiliza en facultades de comunicación, y este curso se pilotará por primera vez en institutos de bachillerato en colaboración con el Gobierno Vasco con el objetivo de que el alumnado aprenda a identificar formulaciones discriminatorias y se pregunte por qué titulares como «Tesla elige a una mujer para suceder a Elon Musk» siguen siendo considerados «normales».
«Un periodismo sexista es un mal periodismo. Es una cuestión de calidad, como lo es una falta de ortografía o equivocarse en un porcentaje, porque no existe el buen periodismo machista. Los medios son tan machistas como la sociedad, pero si cambian pueden ser la palanca que nos ayude a conseguir una sociedad más igualitaria», ha señalado el investigador de EHU, Iker Merchán Mota, que codirige el proyecto.
Fuente: Efeminista

