El film reconstruye el caso de las seis personas que fueron asesinadas a sangre fría en la Puerta 19, a metros del mítico estadio de Avellaneda, en febrero de 1977.
En la madrugada del 22 de febrero de 1977, un comando de las fuerzas conjuntas -el Ejército junto a la Policía de la provincia de Buenos Aires- obligó a bajar de un móvil a un grupo de seis personas que permanecían detenidas en un centro clandestino, con quienes luego fingieron un enfrentamiento y los asesinaron a balazos. El hecho ocurrió a metros de la Puerta 19 del estadio de Racing Club de Avellaneda, ubicada sobre la calle Colón.
Por esa zona, también a altas horas de la noche, caminaba el jugador de la Academia Oreste Corbatta, quien vivía en el club. Iba acompañado de su amigo Rafael Barone, y volvían de una noche de borrachers. Al llegar al Presidente Perón se encontraron con los cadáveres sobre la calle.
"Esta historia quedó solamente en el recuerdo de Corbatta y su amigo Barone y de los vecinos del barrio y exjugadores que vivían en la pensión de Tita, que escucharon el tiroteo, pero después no tomó estado público. Un poco por el clima de terror imperante que había. La gente prefería guardar silencio. Y eso fue colectivamente olvidado", relató el cineasta Rodolfo Petriz, director Los fusilados de Racing, que se estrenó este noviembre y cuenta el caso de los seis acribillados por la dictadura militar en el paredón del "Cilindro".
Fue recién en 2016 que Barone, que testimoniaba en otra causa de lesa humanidad en la que se investigaba la Masacre de Piñeiro, ocurrida frente a su casa, también en Avellaneda, que le confesó al juez Daniel Rafecas que había sido testigo de otro fusilamiento.
"Y ese fue un poco el disparador de todo este suceso, de que 40 años más tarde se conociera lo que pasó en la cancha de Racing", señaló Petriz. "A partir de que esto, la Agrupación Memoria Racinguista y el Departamento de Historia y Cultura de Racing tomaron la decisión de divulgarlo, y se decidieron a pintar el mural frente a la Puerta 19 del estadio, al igual que la realización de esa primera nota de Micaela Polak", explicó el director, en referencia a la investigación que publicó la periodista en 2017.
Pero la confesión de Barone no movilizó una investigación judicial y fue a partir del trabajo de Los fusilados de Racing que Petriz presentó la denuncia, luego de cinco años de investigación. "Un poco a sugerencia de Pablo Llonto, que fue un gran colaborador a la hora de hacer el documental. Yo lo entrevisté y apelé un poco a su conocimiento sobre este tipo de causas, para que me intente orientar. Y además de todo, Llonto está en el inicio de que esto se conozca socialmente porque fue quien le pasó el dato a Alejandro Wall, cuando escribía el libro de Corbatta", agregó el también profesor de filosofía en Escuchá Página|12.
La película se estrenó en el exCentro Clandestino de Detención El Infierno, a pocas cuadras del estadio racinguista, pero tuvo su estreno en salas de cine el pasado 16 de noviembre en el Gaumont y también se proyectó en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo. Próximamente, el jueves 11 de diciembre a las 18 se podrá ver en el Cine SELECT - Espacio INCAA.
"Aquellos que vinieron a ver el documental y sufrieron la dictadura tuvieron una sensación muy profunda porque estamos en una época de negacionismos o, directamente, de reivindicación de la dictadura y sintieron que este documental era una forma de responder a eso", continuó Petriz.
Y concluyó:"El que reivindica lo que hizo la dictadura reivindica asesinatos con gente vendada, indefensa, y reivindica centros clandestinos de detención donde la gente era violada y torturada".
