Patagonia

Chubut frente al ajuste del presupuesto nacional para VIH: "El aumento de diagnósticos no se ve reflejado, no va a alcanzar para los antirretrovirales"

El presupuesto 2026 da un "giro preocupante" en las estrategias de respuesta al VIH y otras ITS, enfocándose casi exclusivamente en mantener los tratamientos actuales y dejando de lado la prevención. El Gobierno nacional profundiza el ajuste aún cuando las cifras muestran un aumento visible de los casos. Si bien algunas provincias -como Chubut- han logrado sostener la demanda, no hay certeza de que los presupuestos regionales puedan seguir supliendo la marcada ausencia de Nación. Mirta Balcón, presidenta de la Fundación Convivir, habló de un panorama crítico en el que se combinan la burocracia de las obras sociales, un sistema público saturado y la falta de canales de denuncia. Sostiene que el ahorro en la prevención que plantea el Gobierno supone mayores riesgos de salud y costos económicos a largo plazo.

Desfinanciamiento e interrogantes

Organizaciones de todo el país vienen denunciando el recorte del Gobierno nacional en materia de salud, específicamente en los insumos destinados a la prevención, detección y tratamiento de VIH, tuberculosis y otras ITS. Cabe recordar que Argentina cuenta con una Ley de Respuesta al VIH, aprobada en 2022, que obliga al Estado a garantizar los derechos sanitarios de los pacientes. No obstante, pese al aumento de casos, se han registrado faltantes de preservativos, test rápidos de VIH, reactivos para carga viral y material educativo. Se espera que en 2026 la entrega de insumos aumente levemente en comparación a 2025, pero sigue siendo insuficiente para garantizar estrategias integrales de prevención y tratamientos.

La activista y presidenta de la Fundación Convivir de Comodoro Rivadavia, Mirta Balcón, indicó a El Extremo Sur que "el presupuesto 2026 está un poco más bajo, si bien es mínimamente más bajo en cuanto a lo económico al valor específico que dan del año pasado, lo que no se comprende es cómo ese mismo presupuesto va a dar respuesta a la cantidad de personas que se suman al diagnóstico positivo de VIH y cómo se va a responder a la PReP y la PEP, que son formas de prevención que se realizan desde el hospital público".

La PrEP (Profilaxis Pre-Exposición) y la PEP (Profilaxis Post-Exposición) son medicamentos antirretrovirales fundamentales en la prevención. Balcón explica: "La PrEP es el tratamiento pre-exposición, o sea, si en algún momento estás en una situación en la que no utilizaste preservativo y considerás que podés estar expuesto al virus, tenés 72 horas para empezar este tratamiento y evitar la transmisión". La PEP, por otro lado, "es para las personas que saben que no van a utilizar preservativo por, no sé, un contexto de violencia; por ejemplo, mujeres en situaciones de violencia que no pueden negociar el uso del preservativo, pueden tomar el otro tratamiento que es la PEP y lo que hace es evitar la transmisión del VIH".

La Fundación Huésped, por su parte, señaló como un aspecto crítico la no mención de estos medicamentos en el proyecto de Presupuesto 2026. En 2023, último proyecto de presupuesto en el que se mencionan como líneas específicas, se asistió a 8.744 personas con PrEP y 4.867 con PEP, mientras que en 2025 y 2026 ambos ítems desaparecen por completo de las metas presupuestarias.

Desde la Fundación indican que "aunque la provisión pueda continuar, ya que pueden englobarse en personas en asistencia regular con medicamentos, que dejen de mencionarse en el presupuesto subestima su importancia y debilita la garantía de acceso". La decisión "no solo compromete la planificación, sino que borra del debate público herramientas esenciales para prevenir nuevas infecciones. El mundo habla de prevención combinada justamente porque una sola herramienta no alcanza para todas las personas en todos los momentos de su vida".

El número de personas que recibirían antirretrovirales aumenta levemente en 2026: de 66.893 tratamientos en 2023 a 71.500 en 2026. No obstante, según los datos oficiales, existen unas 71.564 personas bajo programa, y en los últimos reportes oficiales se registran 6400 nuevos diagnósticos, por lo que no hay certezas sobre la posibilidad de que el Ministerio de Salud garantice los tratamientos en su totalidad.

Los faltantes en la medicación pueden tener efectos severos en los pacientes: "Como la mayoría de la toma de medicamentos, si vos tomás antibióticos y los cortás pasa lo mismo, se hace resistente a esta medicación y vos tenés que recurrir a otra, más fuerte generalmente, y quizás más costosa también para el Estado. Si no tomás por mucho tiempo, la cantidad de virus va a aumentar, las defensas bajan, hasta que el cuerpo ingresa en un estadío de sida y es más fácil enfermar y morir por causa asociadas al sida. Es muy importante la adherencia para nosotros", señala Balcón.

Otro ítem clave que las organizaciones reclaman es la reducción en la provisión de insumos. La entrega de preservativos -un elemento clave para la prevención- disminuyó notablemente en los últimos años. En 2023 la meta física actualizada fue de 30,0002,400 unidades desde el programa 22 (Respuesta al VIH) y 25,300,000 desde el Programa 25 (Salud Sexual y Reproductiva). En 2025, se distribuyeron menos de 1000 preservativos en todo el país, lo que generó faltantes que en algunos casos fueron cubiertos por los gobiernos provinciales. Para 2026 se proyecta recuperar la provisión a 15,5 millones (P22) y 18 millones (P25). Sin embargo, desde Fundación Huésped subrayan que "la recuperación proyectada no alcanza a compensar el último año sin compras ni asegura continuidad, y reduce a menos de la mitad de lo estipulado en 2023".

Una baja similar se registra en la distribución de testeos rápidos de VIH y de reactivos para carga viral, insumos cuya ausencia paulatinamente se traduce en una peor calidad de vida para los pacientes. Mientras que en 2023 se distribuyeron 1.120.380 test, para 2026 se prevén 581.000, poco más de la mitad, lo que implica una reducción del 49,3%. En 2025 el total ejecutado, según datos oficiales, es cero.

Esta caída en la compra y distribución de pruebas diagnósticas afectan la detección temprana del VIH. En Argentina, el 45% de los diagnósticos se dan de manera tardía, lo cual resulta alarmante porque impide el inicio temprano de tratamientos efectivos, generando, a su vez, un aumento en el riesgo de deterioro en la salud, reduciendo las probabilidades de tener una vida saludable. El diagnóstico tardío, que ha crecido en los últimos años, incrementa la transmisibilidad, ya que la persona sin diagnóstico ni tratamiento no logra tener la carga viral indetectable.

Por otro lado, en relación a los reactivos para carga viral de VIH, en 2023 se distribuyeron 94.332 pruebas, mientras que en 2024 fueron solo 17.112, y en 2025 se proyectaron 70.010 pruebas, pero se ejecutaron cero al segundo trimestre del 2025. Para 2026 se proyectan 116.215 pruebas, un número que se revela insuficiente.

"Garantizar la disponibilidad continua de reactivos para carga viral es esencial para alcanzar los compromisos globales de ONUSIDA, que establecen que el 95% de las personas en tratamiento deben lograr y sostener una carga viral indetectable. Para ello, se requieren al menos dos pruebas de carga viral por año por persona bajo programa. La indetectabilidad viral no solo asegura una mejor calidad y expectativa de vida, sino que también confirma el principio Indetectable = Intransmisible (I=I), clave para reducir la transmisión del VIH en el país", precisa Fundación Huésped.

Las estrategias de prevención son las más afectadas, en la medida en que el Gobierno se enfoca casi exclusivamente en el tratamiento de las personas ya diagnosticadas. De casi 300 mil folletos informativos distribuidos en 2023 se pasó a cero en 2025: "Sin campañas, baja la prevención y la demanda de acceso al sistema de salud, por ende, las consecuencias se agravan generando más y más graves infecciones".

"El Presupuesto es la expresión concreta de las prioridades de un gobierno. Cuando se reducen o invisibilizan las partidas destinadas a VIH e ITS -y cuando persisten problemas de ejecución incluso en lo que se proyecta-, se está enviando un mensaje claro: la salud pública y los derechos humanos fundamentales no están en el centro de la agenda y de las políticas públicas. Y el derecho a la salud no puede ser una variable de ajuste presupuestario. La inversión en prevención, diagnóstico y cuidado es una estrategia sanitaria eficiente y una obligación del Estado para proteger la salud de toda la población", afirman desde la Fundación.

Chubut: sostenimiento limitado

Balcón señala que en este escenario muchas provincias "se están poniendo a cuestas estos presupuestos, estas medicaciones y compran desde la provincia, como es el caso de Chubut. Nosotros no tenemos faltante porque la provincia se está haciendo cargo de esto que estaría faltando. Pero no corresponde".

El sostenimiento, sin embargo, es limitado en comparación al presupuesto que podría dar Nación. Balcón advierte que a Chubut en algún momento "le puede costar sostener" y que, de hecho, han expresado que solo pueden sostener a las personas que actualmente están en el sistema público, pero que afrontan dificultades para cubrir la PrEP y la PEP.

"Eso lo tiene que presupuestar Nación. La provincia no puede, por ejemplo, sostener aquellas personas que la obra social PAMI, por decir una, que no cumple con la entrega en tiempo y forma de la medicación. Nosotros tenemos que tomar medicamentos todos los días. Tenemos que tener adherencia para tener una buena calidad de vida. Cuando la obra social no cumple, ante el miedo propio de no tener la medicación y que el virus pueda aumentar en cantidad y disminuir las defensas, todos recurrimos al sistema público a que nos preste la medicación hasta que la obra social solucione. Eso no se puede garantizar ahora", subraya.

A ello se suma la ausencia de canales de reclamo: "Las personas que tenemos obra social tenemos que tratar de que la obra social responda en tiempo y forma y al no haber tampoco instituciones que estén trabajando con derechos humanos, no tenés dónde hacer un reclamo. Uno reclama y lo único que hay del otro lado es silencio".

La activista dice que además hay un problema de fondo con el presupuesto provincial en Salud: "Nosotros tenemos una muy buena relación con el área de prevalente provincial, con la ahora encargada del programa de VIH y tenemos un Consejo Provincial que se reúne y trata estos temas, pero más allá de la buena predisposición no hay recursos que den abasto para poder cumplir, por ahí está el deseo, pero no está la plata".

Lo más grave, para las organizaciones, es que las proyecciones para el 2026 no alcanzan para cubrir los casos nuevos. Los últimos datos muestran además aumentos en las tasas de mortalidad y diagnósticos tardíos.

Según publicó el Ministerio de Salud en el Boletín N° 42 de Respuesta al VIH y las ITS en la Argentina, presentado el 1° de diciembre, en el país se registran 140.000 diagnósticos de VIH, con un promedio de 6.900 diagnósticos notificados en los últimos dos años. Del total de casos, el 69% corresponde a varones, el 30% a mujeres y el 1% a personas trans. La tasa de mortalidad por sida es de 2,4 para ambos sexos, pero se acentúa en el caso de los varones, que registran un 3,2 frente a una tasa del 1,6 en las mujeres.

La tasa de VIH cada 100.000 habitantes es de 14,2. Chubut presenta un porcentaje levemente superior, con 15,8. Y registra, en línea con la media nacional, un alto porcentaje de diagnóstico tardío (49,7%). En 2024 Chubut registró 104 diagnósticos, que representan 1,6% del total nacional. Por otro lado, tiene una de las tasas de mortalidad más altas de la Patagonia (3,2), sólo superada por Neuquén (3,6).

No obstante, se observan importantes variaciones en la evolución de las tasas de VIH por región, tomando como referencia los años 2019 y 2024. Patagonia es una de las regiones que registra descensos pronunciados de casi 5 puntos (de 20,8 en 2019 a 15,5 en 2024).

Aunque son datos de gran utilidad, la referente cuestionó las cifras que se publicaron en los últimos dos años: "Algo que a todos los que formamos parte del activismo y estamos hace tiempo siguiendo los datos, nos llama la atención que haya 140.000 personas con VIH en Argentina, el mismo dato que estuvo el año pasado, y propone al mismo tiempo que hay 106 casos nuevos por año, o sea, hay algo en el boletín que no estaría respondiendo a la realidad. Si tengo 100 casos nuevos por año, no puede ese número nunca modificarse. Estos aumentos en los diagnósticos no se ven reflejados en el presupuesto". Y agregó: "El presupuesto que se ve, el proyecto del presupuesto que se presentó para el 2026, no va a alcanzar para los antirretrovirales de todos los compañeros y compañeras del país".

Desfinanciamiento en prevención

En la medida en que el Presupuesto 2026 se enfoca en el sostenimiento -limitado- de quienes ya están en tratamiento, deja de lado las estrategias prevención y la capacitación. "Ya desde el pasado se había dejado de pasar el presupuesto a lo que son preservativos, que en nuestro caso se hizo cargo la provincia, pero no alcanza, no es lo mismo que si lo hiciera la Nación. También algunas otras cosas como las toallitas, por ejemplo, que también te lo da el sistema de salud, está todo vinculado. No es solamente el preservativo lo que está faltando", advierte Balcón. Los datos muestran la importancia central de la distribución de preservativos y las campañas de prevención: casi el 100% de las vías de contagio de las personas con VIH es por prácticas sexuales sin protección.

Otra herramienta fundamental es el testeo rápido, que además es confidencial y gratuito. "La provincia está proveyendo test -indica Balcón-, pero no exactamente dentro de las ONGs, están testeando en los dos hospitales, el Regional y el Alvear, en varios CAP provinciales, también testea la Municipalidad".

"Creo que los testeos están muy disponibles hacia toda la población, tanto el de VIH como el de sífilis. Vos vas, por ejemplo, al área de prevalente, te pinchan el dedo y a los 10 minutos ya tenés un reactivo y ahí además te hacen el acompañamiento, post-test, pre-test, porque está nuestra compañera que también es activista, Rocío Molina. Creo que está la disponibilidad de los test, lo que falta es movernos como comunidad y apropiarnos de que hay que testearse una vez por año", agrega.

Poner el foco en la prevención implica evitar un diagnóstico, y por ende, un tratamiento tardío, lo que no sólo es más costoso sino que presenta más riesgos para el paciente. "Primero que si vos hacés unas buenas campañas de información, más allá de la prevención, podés trabajar estigma y discriminación y mejorar la calidad de vida de muchas personas, unas personas con una buena calidad de vida; si lo querés ver desde el ámbito económico, es más productiva que una persona que no tiene una buena calidad de vida", advierte Balcón.

"Por otro lado, más allá de trabajar el estigma y la discriminación y mejorar la calidad de vida de las personas con VIH, lo que hace la prevención es evitar esto, que las personas se testeen y lleguen a un diagnóstico tardío que sería cuando ya tienen un estadío más deteriorado de salud y están en etapa de sida", agrega, y subraya que "una persona en etapa de sida puede tener enfermedad oportunistas, como toxoplasmosis, algunos tipos de neumonía, entre otras cosas, que sí dejan secuelas a nivel físico".

El recorte en prevención, lejos de suponer un ahorro, demanda mayor gasto a largo plazo para el Estado: "Esto que supuestamente te estás ahorrando en prevención, lo vas a gastar en cuidados y vas a tener una persona que no va a ser productiva. Esto desde una perspectiva capitalista, económica, de la producción. No sería mi perspectiva, pero bueno, si lo ponemos de ese lado, tampoco es conveniente dejar de invertir en prevención".

"Lo más inteligente sería invertir en prevención, invertir en información, invertir en capacitación para que de alguna manera mejore la calidad de vida y disminuya esta pandemia", resume.

Aumento de ITS en Comodoro

La falta de inversión en prevención comienza a hacerse visible en un aumento de los casos de infecciones de transmisión sexual (ITS), como la sífilis, que reporta cientos de contagios en los últimos dos años. De acuerdo al registro de la División de Epidemiología y Patologías Prevalentes del Hospital Regional, en Comodoro se reportan cerca de 450 casos anuales en los últimos dos años, lo que da un total de 900 notificaciones en el sistema público.

El aumento no se da sólo a nivel local, sino que se registra en todo el territorio, aunque con diferencias en cada provincia. Según el Boletín del Ministerio de Salud, Chubut tiene una de las tasas de sífilis más altas de la Patagonia, con 137,8, sólo superada por Tierra del Fuego (144,2). Según Balcón, "es una tasa bastante alta". También expresa que "hubo casos de sífilis congénita que no deberían existir dentro del sistema de salud y creo son producto de la falta de inversión del presupuesto en Salud y Educación".

Para la referente, el aumento exponencial de casos tiene que ver con la desinversión en capacitación, concientización y prevención: "Salud y Educación, deben ir de la mano, son clave para que nosotros podamos no solamente darle la posibilidad al otro de cuidarse, sino que el otro elija cuidarse porque así lo quiere y es lo mejor para sí mismo".

A pesar de que en este escenario las provincias afrontan la provisión de insumos y medicamentos, el alcance es limitado y sigue siendo responsabilidad de Nación garantizar las partidas necesarias. En este sentido, Balcón afirmó que el Gobierno nacional no está implementando la ley 27675. La ley garantiza, entre otras cosas, que haya una Comisión Nacional de VIH, tuberculosis y hepatitis para trabajar en prevención y que exista un Observatorio de Estigma y Discriminación, aspectos que no se están trabajando. Además garantiza las pensiones y la jubilación para personas con VIH, un trámite que actualmente tiene "muchísimas trabas burocráticas".

"No solamente no hay presupuesto, sino que estamos empujando para que se cumpla la implementación de la ley", cierra la referente.