Política

Lejos de la inflación 0%: Sexto mes de aceleración y fuerte suba en alimentos


Por Guillermo Villarreal

Con un alza de 2,5% en noviembre, la inflación volvió a encender alertas. Según el INDEC, alimentos, combustibles y tarifas impulsaron los precios y las canastas de pobreza e indigencia treparon con fuerza. El ministro de Economía, Toto Caputo, celebró el "orden fiscal", aunque las proyecciones para diciembre y 2026 sugieren un camino más empinado de lo previsto.

El informe del INDEC confirmó un alza mensual del 2,5% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en noviembre. Se trata del sexto mes consecutivo con aceleración y un valor por encima de lo anticipado por el consenso del mercado. En lo que va de 2025, el incremento acumulado es del 27,9%, con una variación interanual del 31,4%. El año cerrará en la zona del 30%.

La división que más contribuyó a la suba fue Alimentos y bebidas no alcohólicas, cuyo impacto se sintió en todas las regiones del país y es lo que más pega en las canastas con las que se miden la pobreza y la indigencia.

El precio de la carne fue determinante, con incrementos de hasta 13% en cortes como asado, cuadril o nalga, y un promedio mensual del 6% según el análisis de C&T Asesores.

Las subas también se reflejaron en las canastas básicas. En el Gran Buenos Aires, la canasta básica alimentaria (CBA) subió 4,1% y la canasta básica total (CBT) 3,6%. Una familia tipo necesitó $1.257.329 para no caer por debajo de la línea de pobreza. En ambos casos, la incidencia de los alimentos volvió a ganar peso.

Presión sobre las canastas y un diciembre caliente

El 2,5% de inflación mensual se explicó también por alzas en precios regulados, que crecieron 2,9% con fuerte impulso de tarifas de electricidad, gas y transporte. A su vez, los servicios públicos empujaron al alza la división Vivienda, que subió 3,4%, mientras que Transporte avanzó 3% por el efecto del combustible y los vehículos.

La inflación núcleo alcanzó el 2,6%, mientras que los precios estacionales -turismo y frutas y verduras, entre otros- se moderaron al 0,4%. Esto muestra que los aumentos más intensos vinieron por precios más estructurales y no por factores transitorios, lo que preocupa a las consultoras que siguen los datos de cerca.

En contraste, Equipamiento del hogar y Prendas de vestir tuvieron los menores aumentos, beneficiados por promociones puntuales como el Cyber Monday. Aun así, la inflación núcleo se mantuvo por encima de lo esperado. ADCAP Grupo Financiero alertó por nuevas alzas en la primera semana de diciembre.

La estacionalidad de diciembre no ayuda: aumentos por vacaciones, fiestas, aguinaldos y ajustes de tarifas suelen recalentar los precios. A esto se suma la suba sostenida de la carne, que mantiene presión sobre la canasta alimentaria, especialmente en los sectores más vulnerables.

Estimaciones y el relato de Toto Caputo

Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, los analistas proyectaron una inflación de 2,3% para noviembre y de 2,1% para diciembre. Si bien las cifras parecen moderadas, los propios informes remarcan que los riesgos para el cierre del año están sesgados al alza.

El "Top 10" de consultoras del REM coincidió con esos valores, aunque ajustaron levemente sus pronósticos frente al relevamiento anterior.

Para el primer trimestre de 2026, las proyecciones ubican la inflación mensual entre 1,9% y 1,5%, con una expectativa de desaceleración que será puesta a prueba en el verano.

Caputo celebró el dato de noviembre y sostuvo que "a casi dos años de gestión", la inflación se redujo a niveles mínimos en ocho años. El funcionario vinculó la desaceleración a la "disciplina fiscal y monetaria" y descartó que se modifique el rumbo del plan económico.

El titular del Palacio de Hacienda también reafirmó su estrategia en materia cambiaria. Sostuvo que el esquema de bandas brinda previsibilidad y que una flotación abrupta sería riesgosa por el contexto institucional. En su visión, "el orden macroeconómico es la base para consolidar la estabilidad de precios".

Caputo está en una encrucijada: modificar el régimen de bandas y permitir una suba del tipo de cambio superior a las estipulada para acumular reservas, tal como le reclama el mercado, supondría convalidar tasas de inflación más altas.

El desafío 2026 y las dudas de los mercados

En un encuentro con empresarios, Caputo afirmó que el Gobierno trabaja con una proyección inflacionaria del 17% para 2026, casi la mitad del 31% estimado por el consenso para el cierre de este año. Se enmarca en la narrativa oficial de "cambio de era" y reordenamiento estructural. Para los consultores que participan del REM, la inflación rondará 19,6% anual en diciembre del año próximo.

Las proyecciones del REM también marcan un sendero descendente, pero más moderado. El objetivo del 1,5% mensual para mayo de 2026 aparece como plausible si no hay shocks externos ni desbordes internos. La estabilidad del tipo de cambio y la contención del gasto público son claves en esa hoja de ruta.

Las consultoras privadas reconocen avances, pero advierten sobre riesgos. En particular, alertan sobre el impacto de tarifas, el precio de los alimentos, las paritarias y el atraso cambiario. El tipo de cambio proyectado para diciembre de 2026 ronda los $1720 por dólar, con una suba interanual del 16,8%.

El Gobierno apuesta a sostener el superávit fiscal, fortalecer las reservas y avanzar con reformas estructurales. El Presupuesto 2026 será una prueba de fuego, tanto para validar el relato oficial como para tranquilizar a los mercados. Mientras tanto, el mercado de bonos reacciona con cautela a cada nuevo dato.

En este escenario, diciembre se consolida como el último termómetro del año y el primer test real para las expectativas de 2026. La inflación no da tregua y la famosa meseta empieza a empinarse justo antes del recambio estacional.

Fuente: Letra P