Sociedad

El virus H3N2 acelera contagios en el hemisferio norte y enciende alertas para el otoño en la Argentina

Por Daniel Cassola

La temporada de gripe en el hemisferio norte avanza este año con un patrón poco habitual: llegó antes, creció más rápido y está sosteniendo una demanda sanitaria elevada en varios países.

Europa y Estados Unidos registran un incremento acelerado de contagios asociado al subclado K del virus H3N2, una variante que se adelantó varias semanas al calendario estacional y empujó al alza las consultas médicas y las internaciones. Organismos internacionales advierten que la combinación de mayor transmisibilidad, circulación simultánea de otros virus respiratorios y el movimiento poblacional típico del invierno está ejerciendo una presión excepcional sobre hospitales, guardias y sistemas de atención primaria.

¿Otra pandemia?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la actividad gripal comenzó entre tres y seis semanas antes de lo previsto. España muestra cifras que superan ampliamente las del año pasado y una tendencia similar se replica en Alemania, Francia, Italia, el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Japón. En esos países, el subclado K se volvió predominante y su avance alimenta la hipótesis de una temporada más extensa, con la posibilidad de prolongarse incluso hasta la primavera boreal. Este corrimiento del calendario no solo altera las previsiones sanitarias habituales, sino que también desafía la capacidad de respuesta en momentos en que los servicios ya operan con alta ocupación.

A la dinámica propia de la influenza se suma un factor que complejiza aún más el escenario: la circulación simultánea del virus sincicial respiratorio (VRS) y del SARS-CoV-2. La coincidencia de estos agentes incrementa la carga de enfermedad respiratoria, vuelve más difíciles los diagnósticos diferenciales y eleva la demanda en guardias pediátricas, residencias de larga estadía y clínicas orientadas a adultos mayores. En la práctica, esto implica más pacientes con síntomas parecidos, más necesidad de testeo según el caso y más riesgo de complicaciones en personas vulnerables.

El comportamiento del H3N2 K aporta una explicación virológica al fenómeno. La variante presenta modificaciones en su superficie viral que reducen parcialmente la capacidad del sistema inmune para reconocerla, lo que favorece su transmisión, especialmente en ambientes cerrados y poco ventilados durante los meses fríos. En este contexto, los menores de 5 años, los adultos mayores y quienes conviven con enfermedades crónicas aparecen como los grupos más afectados, con mayor probabilidad de evolucionar hacia cuadros severos que requieren seguimiento médico o internación.

Atentos en Argentina

En la Argentina, especialistas siguen de cerca lo que ocurre en el norte porque suele anticipar el comportamiento del invierno en el hemisferio sur. Enrique Casanueva Martínez, infectólogo y asesor del Servicio de Infectología Pediátrica del Hospital Austral, explica que un subclado es un subgrupo, una variante genética dentro de un grupo mayor, y considera probable que sea lo que circule durante el próximo invierno local. También advierte que el ingreso podría adelantarse por los viajes internacionales y que conviene estar atentos ante la aparición temprana de casos, especialmente en los mismos grupos vulnerables que ya están mostrando mayor impacto en el norte.

Desde una mirada clínica, Ramiro Heredia, médico del Hospital de Clínicas José de San Martín, recuerda que, aunque el virus pueda circular todo el año, tiene un componente estacional marcado en la región, con epidemias que suelen concentrarse en invierno. Señala además que las variantes que predominan durante el invierno boreal suelen ser las que llegan después al país, por lo que será clave evaluar el efecto de esta ola sobre contagios y hospitalizaciones, tanto en cuidados generales como en terapia intensiva, para dimensionar la gravedad y planificar recursos.

Virus más agresivo

El panorama ya obligó a varios países a reforzar estrategias. Alemania, Francia, Italia, España, Canadá y Estados Unidos reorganizaron planteles y circuitos asistenciales y reintrodujeron el uso de mascarillas en hospitales y centros de salud. Japón y el Reino Unido emitieron recomendaciones específicas para residencias de larga estadía y familias con niños pequeños, dos entornos donde el virus suele propagarse con rapidez y donde la prevención temprana marca la diferencia.

El epidemiólogo Hugo Pizzi coincide en que el H3N2 no es un desconocido, pero remarca que esta variante exhibe un comportamiento más agresivo. Como ejemplo del impacto, menciona el aumento de pacientes con cuadros severos en el Reino Unido y la reacción de intensificar la vacunación en un contexto de baja cobertura. Para la Argentina, plantea que la situación podría manejarse mejor si se actúa con anticipación y sostiene que vacunarse en marzo permitiría llegar al invierno con una protección sólida, como parte de una estrategia epidemiológica de alto impacto.

Más allá de la vacuna, las medidas de cuidado cotidiano siguen siendo esenciales: ventilar ambientes, usar barbijo en espacios cerrados y muy concurridos, lavarse las manos con frecuencia y consultar temprano ante síntomas. En cuanto al tratamiento, la gripe continúa abordándose con reposo, hidratación, control de la fiebre y evaluación médica ante signos de alarma. Los antibióticos no tienen efecto sobre los virus y su uso inadecuado alimenta la resistencia bacteriana, un problema global creciente. En un escenario con múltiples infecciones respiratorias circulando al mismo tiempo, los especialistas recomiendan evitar la automedicación y buscar orientación profesional si los síntomas persisten o aparece dificultad para respirar.

Fuente: www.curarconopinion.com