Los incendios y el uso de la tierra desataron la invasión de loros barranqueros en la PatagoniaVan perdiendo su hábitat en el monte y se trasladan. En Río Negro y el sur de Buenos Aires, el problema se registra por el cambio del uso del suelo. En Chubut el problema es más reciente y la presencia de estas aves obedece al impacto de los incendios en la región.
Puerto Madryn transitó varios cortes de luz en los últimos diez días a raíz de loros que se electrocutaron en el tendido eléctrico. Saltaron las protecciones y muchos pobladores se quedaron sin electricidad. Este tipo de episodios no se registraban tiempo atrás, como sucede en la costa de Río Negro, y la gente empezó a consultar por qué había «más loros en la ciudad».
"No hay un aumento poblacional como se cree. De hecho, la población histórica original se perdió en un 40%. Sucede que los loros que, antes estaban distribuidos a lo largo del monte en densidades más bajas, hoy se agrupan donde los podemos ver", señaló el doctor en Biología Alejandro Gatto, investigador del Conicet en el Centro para el Estudio de los Sistemas Marinos (Cesimar).
El loro barranquero es un ave nativa de la región del monte (que abarca el noreste de Chubut, el sur de la provincia de Buenos Aires, la zona costera de Río Negro y llega hasta Cuyo).
"En el sur de Buenos Aires y en la parte costera de Río Negro se fue perdiendo el monte natural que usan los loros para alimentarse y como dormideros. Entonces, van buscando nuevos refugios y al ser gregarios, inteligentes, se empezaron a establecer en pueblos y ciudades", alertó y agregó que esa problemática que ya lleva tiempo en Río Negro, es incipiente en Madryn.
Gatto advirtió que "los loros no prefieren estar en las ciudades y en los pueblos sino sus ambientes naturales nativos». El problema es que están sufriendo la ampliación de la frontera agropecuaria. Mencionó que «los cultivos suplantan la vegetación nativa de la zona y a los loros no les queda otra que moverse a donde puedan conseguir refugio y alimento. En Chubut se vieron afectados por la afectación del suelo por los grandes incendios".
La base de estos trabajos corresponden al investigador Juan Masello en la zona de Río Negro. Durante más de 25 años, este biólogo se abocó a estudiar la colonia de loros en El Cóndor, Río Negro, la más grande del mundo que recientemente, se declaró área natural protegida.
Qué buscan los loros
Los loros barranqueros son animales diurnos que se alimentan durante el día y la noche, buscan dormideros que, en su hábitat natural, son las matas grandes de arbustos del monte nativo. Sucede que al ser espinosas, evitan que los predadores terrestres como gatos monteses y zorros puedan atacarlos. "Por eso -acotó Gatto-, en las ciudades buscan estructuras altas como postes de alumbrado, de cableado o árboles altos para usarlos como dormideros. En cuanto a su alimentación, prefieren las hojas, brotes y frutos de la vegetación nativa de monte que está disponible principalmente en matas grandes de arbustos".
Además, pueden volar más de 60 kilómetros hasta sectores con ambiente naturales para llevarle el alimento a sus pichones.
"Al atardecer buscan refugios en bandadas para pasar la noche. Por eso, la gente se queja por el ruido porque se la pasan parloteando. Al amanecer se van. El tema es que, al haber cambiado el uso del suelo, es difícil que puedan volver al monte", recalcó este investigador del Centro Nacional Patagónico (Cenpat).
Gatto consideró que ante este problema, «hay mitigaciones: lo principal sería aislar las terminales de los transformadores. Incluso, un ave más chica puede pasar cerca, hacer contacto y hace saltar el sistema. En 2024 un loro se electrocutó en el barrio de chacras y cayó prendido fuego lo que generó un incendio que afectó tres hectáreas".
Por último, consideró que la presencia de estos animales en la ciudad podría disminuir a medida que se vaya recuperando la vegetación alterada por los grandes incendios en los últimos años en la región. «Pero es probable que tengamos que convivir bastantes años con los loros. Va a tardar bastante tiempo la recuperación de matas buenas que ofrezcan hojas y frutos para estos animales, además de buenos refugios", planteó.
El seguimiento de loros barranqueros en El Cóndor
El investigador Juan Masello estudió la reducción de la población del loro barranquero en Argentina y Chile por la pérdida y degradación del hábitat, su captura para el comercio de mascotas y su persecución como supuesta plaga de los cultivos. Se abocó a la investigación de la ecología y biología general de los loros barranqueros y gracias a sus investigaciones, se conocen muchos de esos aspectos.
En la actualidad, solo queda una colonia importante en El Cóndor que concentra el 71% de la población reproductora mundial de loros barranqueros.
Masello explicó que la antigua colonia más grande de la especie (45.000 nidos) se encontraba en Argentina, a lo largo del río Quequén Salado, en la provincia de Buenos Aires. "Entre los años 1972 y 1974 se la fumigó salvajemente durante un programa oficial de control de plagas agrícolas. Esto no solo redujo su población al 0,6% de su tamaño anterior, sino que además disminuyó la población mundial de la especie en un 46%", especifica en uno de los artículos de su blog de divulgación.
El biólogo investigó la colonia de El Cóndor que se vio afectada, entre varias causas, por la construcción de accesos peatonales y vehiculares a la playa debajo del acantilado en los años 90, dinamitando sectores de la colonia. Por otro lado, El Cóndor se fue expandiendo en dirección a la colonia de loros barranqueros. En 1998, el extremo oeste del pueblo estaba ubicado a unos 400 metros al este de la colonia. Desde el 2000, los últimos edificios del pueblo se situaron a menos de 30 metros.
Fuente: Río Negro
Van perdiendo su hábitat en el monte y se trasladan. En Río Negro y el sur de Buenos Aires, el problema se registra por el cambio del uso del suelo. En Chubut el problema es más reciente y la presencia de estas aves obedece al impacto de los incendios en la región.
Puerto Madryn transitó varios cortes de luz en los últimos diez días a raíz de loros que se electrocutaron en el tendido eléctrico. Saltaron las protecciones y muchos pobladores se quedaron sin electricidad. Este tipo de episodios no se registraban tiempo atrás, como sucede en la costa de Río Negro, y la gente empezó a consultar por qué había «más loros en la ciudad».
"No hay un aumento poblacional como se cree. De hecho, la población histórica original se perdió en un 40%. Sucede que los loros que, antes estaban distribuidos a lo largo del monte en densidades más bajas, hoy se agrupan donde los podemos ver", señaló el doctor en Biología Alejandro Gatto, investigador del Conicet en el Centro para el Estudio de los Sistemas Marinos (Cesimar).
El loro barranquero es un ave nativa de la región del monte (que abarca el noreste de Chubut, el sur de la provincia de Buenos Aires, la zona costera de Río Negro y llega hasta Cuyo).
"En el sur de Buenos Aires y en la parte costera de Río Negro se fue perdiendo el monte natural que usan los loros para alimentarse y como dormideros. Entonces, van buscando nuevos refugios y al ser gregarios, inteligentes, se empezaron a establecer en pueblos y ciudades", alertó y agregó que esa problemática que ya lleva tiempo en Río Negro, es incipiente en Madryn.
Gatto advirtió que "los loros no prefieren estar en las ciudades y en los pueblos sino sus ambientes naturales nativos». El problema es que están sufriendo la ampliación de la frontera agropecuaria. Mencionó que «los cultivos suplantan la vegetación nativa de la zona y a los loros no les queda otra que moverse a donde puedan conseguir refugio y alimento. En Chubut se vieron afectados por la afectación del suelo por los grandes incendios".
La base de estos trabajos corresponden al investigador Juan Masello en la zona de Río Negro. Durante más de 25 años, este biólogo se abocó a estudiar la colonia de loros en El Cóndor, Río Negro, la más grande del mundo que recientemente, se declaró área natural protegida.
Qué buscan los loros
Los loros barranqueros son animales diurnos que se alimentan durante el día y la noche, buscan dormideros que, en su hábitat natural, son las matas grandes de arbustos del monte nativo. Sucede que al ser espinosas, evitan que los predadores terrestres como gatos monteses y zorros puedan atacarlos. "Por eso -acotó Gatto-, en las ciudades buscan estructuras altas como postes de alumbrado, de cableado o árboles altos para usarlos como dormideros. En cuanto a su alimentación, prefieren las hojas, brotes y frutos de la vegetación nativa de monte que está disponible principalmente en matas grandes de arbustos".
Además, pueden volar más de 60 kilómetros hasta sectores con ambiente naturales para llevarle el alimento a sus pichones.
"Al atardecer buscan refugios en bandadas para pasar la noche. Por eso, la gente se queja por el ruido porque se la pasan parloteando. Al amanecer se van. El tema es que, al haber cambiado el uso del suelo, es difícil que puedan volver al monte", recalcó este investigador del Centro Nacional Patagónico (Cenpat).
Gatto consideró que ante este problema, «hay mitigaciones: lo principal sería aislar las terminales de los transformadores. Incluso, un ave más chica puede pasar cerca, hacer contacto y hace saltar el sistema. En 2024 un loro se electrocutó en el barrio de chacras y cayó prendido fuego lo que generó un incendio que afectó tres hectáreas".
Por último, consideró que la presencia de estos animales en la ciudad podría disminuir a medida que se vaya recuperando la vegetación alterada por los grandes incendios en los últimos años en la región. «Pero es probable que tengamos que convivir bastantes años con los loros. Va a tardar bastante tiempo la recuperación de matas buenas que ofrezcan hojas y frutos para estos animales, además de buenos refugios", planteó.
El seguimiento de loros barranqueros en El Cóndor
El investigador Juan Masello estudió la reducción de la población del loro barranquero en Argentina y Chile por la pérdida y degradación del hábitat, su captura para el comercio de mascotas y su persecución como supuesta plaga de los cultivos. Se abocó a la investigación de la ecología y biología general de los loros barranqueros y gracias a sus investigaciones, se conocen muchos de esos aspectos.
En la actualidad, solo queda una colonia importante en El Cóndor que concentra el 71% de la población reproductora mundial de loros barranqueros.
Masello explicó que la antigua colonia más grande de la especie (45.000 nidos) se encontraba en Argentina, a lo largo del río Quequén Salado, en la provincia de Buenos Aires. "Entre los años 1972 y 1974 se la fumigó salvajemente durante un programa oficial de control de plagas agrícolas. Esto no solo redujo su población al 0,6% de su tamaño anterior, sino que además disminuyó la población mundial de la especie en un 46%", especifica en uno de los artículos de su blog de divulgación.
El biólogo investigó la colonia de El Cóndor que se vio afectada, entre varias causas, por la construcción de accesos peatonales y vehiculares a la playa debajo del acantilado en los años 90, dinamitando sectores de la colonia. Por otro lado, El Cóndor se fue expandiendo en dirección a la colonia de loros barranqueros. En 1998, el extremo oeste del pueblo estaba ubicado a unos 400 metros al este de la colonia. Desde el 2000, los últimos edificios del pueblo se situaron a menos de 30 metros.
Fuente: Río Negro

