Política
Corrupción y poder: ¿Correa alentaba un gobierno sin Das Neves ya en 2016?Por Cristian Aliaga (Director).
La brutal condena social que despertó la causa por asociación ilícita y fraude al Estado que tiene como protagonista emblemático al ex funcionario Diego Correa amenaza con afear definitivamente la memoria de Das Neves y provocar que “el dasnevismo muera como una matriz corrupta”, según enunció el propio Jerónimo García.
La clave será determinar si la relación que unió durante más de diez años a Correa conel ex gobernador estaba totalmente quebrada desde mucho antes de su muerte –como señalan varios testimonios sin difusión pública– pero también si existía un “vandorismo” dasnevista desde 2016.
Toda la clase política de Chubut acusó el golpe, aunque varios intentaron poner la mejor cara de “nunca conocí realmente a Das Neves”. Los antecedentes de la huida de Néstor Perl –que le significó al peronismo tres períodos fuera del poder– y la célebre Megacausa por malversación desde el Banco del Chubut–que reunió vicariamente a funcionarios radicales con operadores peronistas y empresarios– demuestran que un estallido de estas proporciones es como el de un volcán: nadie sabe hasta dónde llegará la lava y quiénes se quemarán.
Al gobierno de Arcioni pareció sentarle bien el espectáculo jurídico-policial, seguramente como placebo para atenuar la crisis económico-financiera, y por eso colocó a Santiago Massoni como figurante en los operativos. Sin embargo, una reflexiónque le llevó casi diez días lo llevó a acuñar la más realista expresión de que cuidará la imagen de su mentor (“no permitiré que ensucien su nombre”, dijo).
Al fin y al cabo, estará preservando al mismo tiempo la suya propia, ya que compartió casi dos años de gestión, sospechando o no lo que se cocinaba en Casa de Gobierno. Arcioni permitió que tanto Correa como Diego Lüters –alguien que tenía muy cerca de su despacho– permanecieran cuatro meses en sus cargos, y recién los relevó con la evidencia de su detención.
Hoy siguen en sus cargos funcionarios de áreas como Familia, Infraestructura, Ceremonial y otras que aparecen mencionados en la Causa Correa. Tal vez el súper ministro Sergio Mammarelli –quien señaló socarronamente “esto es la democracia” para denotar transparencia cuando se hizo pública la causa– estime oportuno recomendarle a Arcioni que los separe preventivamente, ya que eso evitaría la manipulación de datos y documentación.
Aunque existen versiones de posibles pedidos de renuncia a funcionarios que ya fueron mencionados por los fiscales Omar Rodríguez y Alex Williams, por ahora solo se conocieronlos alejamientos de Rubén Reinoso –fungía como gerente general de Corfo, pero en 2016 era director de Logística, un lugar clave para las compras en el Estado– y del exsubsecretario de Protección Ciudadana Pablo García, sospechado de haber adquirido cámaras de vigilancia caras e inútiles.
“Traidores” y “desleales”
La familia de Das Neves y sus colaboradores más leales procuran poner en evidencia que la relación del gobernador con Correa era nula desde mucho antes de su muerte, y que lo mismo sucedía con varios ex ministros “desleales”.
Desde la aparición en septiembre de 2017 de aquel misterioso sobre en la Legislatura de Chubut, comenzó a gestarse una escalada de sospechas y presunciones sobre los manejos discrecionales que realizaban en la Unidad Gobernador.
En aquellos papeles filtrados había documentación firmada por los ex ministros Leticia Huichaqueo y Alberto Gilardino –quien aparece en varias de las grabaciones que se difunden por WhatsApp en diálogos de gran confianza con Correa y manifestando su ruptura total con la familia Das Neves–.
La causa es apenas el primer paso de un iceberg que empieza a develar la existencia de una organización conformada por colaboradores directos del fallecido gobernador Mario Das Neves, dedicados a delinquir en perjuicio del Estado en connivencia con empresarios.
La pregunta que algunos dan por respondida pero que en realidad exige una cuidadosa investigación es: ¿en qué medida el gobernador estaba al tanto de estos movimientos en medio de su gravísima crisis de salud?
En esos meses la salud del gobernador Mario Das Neves empeoraba, y se debilitaban los controles sobre movimientos en el núcleo de la gestión del gobierno y la presunta discrecionalidad en el manejo de documentación sensible que se gestionaba en su entorno.
Una pericia de su firma en el Colegio de Escribanos por razones formales –surgida a raíz de que su rúbrica sufría modificaciones como consecuencia de su patología y de los tratamientos que se empleaban para tratar de conjurarla– habría revelado que algunos documentos no habían sido firmados por el mandatario, sino por otra persona. Este dato explicaría la aparición reciente de chequeras firmadas por él en allanamientos de la causa Correa.
Esa información, verificada por personas muy cercanas al ex gobernador luego de su fallecimiento, generó una implosión y rupturas con ex colaboradores que habían sido de su más extrema confianza hasta el final.
Una reunión llamativa
En julio de 2016 Mario Das Neves sufrió una de las crisis más complejas dentro de su lucha con el cáncer, debido a una complicación post operatoria. Obligado a dejar el timón del gobierno por un tiempo, su familia viajó a Buenos Aires para acompañarlo en su tratamiento.
Durante esa ausencia, Diego Correa organizó un asado político en su quincho, al que asistió el intendente comodorense Carlos Linares. El diálogo giró en torno a la necesidad de "llevar" al CHUSOTO ala estructura del PJ, con el diagnóstico de que el gobernador "no volvía".
En términos políticos, resulta comprensible la presencia de Linares, quien aparecía como líder indiscutido en la reconstrucción del peronismo, pero resulta llamativo ver el movimiento autónomo del ahora encausado Diego Correa, por encima de su máximo jefe institucional y supuesto amigo personal.
En ese momento, gran parte del dasnevismo desconfiaba del rol que podría cumplir Arcioni como gobernador, y la reunión se filtrócon el agregado de que algunos en Rawson planeaban un "plan A" y un "plan B" según el gobernador falleciera o no, pero en los dos casos evitando toda injerencia de su familia y de dirigentes como Jerónimo García –quien fue el último jefe de Gabinete de Das Neves y guarda para sí los verdaderos alcances del diálogo y la toma de decisiones que mantenía con él en esos días cruciales–.
Este breve relato proporciona indicios de una ruptura o choque de intereses entre el gobernador y algunos de sus colaboradores más cercanos que comenzó a hacerse evidente hace demasiado tiempo, unos veinte meses.
Resulta evidente que Correa y otros funcionarios no solamenteparecían estar independizándose radicalmente de su jefe, sino quele discutían el poder. Leído hoy, parece claro que se estaba constituyendo una suerte de “vandorismo”. Siguiendo la analogía de Perón y Vandor, en Rawson se empezaba a hablar de un dasnevismo sin Das Neves.
El Procurador Jorge Miquelarena colocó en el eje de sus sospechas a Carlos García Lorea, ex titular del Banco Chubut y considerado amigo personal de Das Neves.
En una comunicación enviada al fiscal federal Fernando Gélvez, García Lorea admitió haber participado deuna reunión social cuyoobjetivo era propiciar un acercamiento entre Correa y la familia Das Neves, pero desmintió haber formulado cualquier tipo de asesoramiento o indicaciones al ahora detenido.
García Lorea habría informado a Gélvez que en febrero de este año Correa se mostraba preocupado a raíz de una investigación que implicaría a su esposa, ytambién por la situación de un inmueble que poseía desde antes de ser funcionario, pero al que nunca había declarado ante la AFIP.
Ya en ese momento, previo en más de dos semanas a su detención, Correa estaba siendo asesoradopor el experimentado abogado Fabián Gabalachisy en busca de un contador fiable para ordenar su situación patrimonial.
De esa comunicación surgiría otro dato sugerente, ya que el ex bancario habría recalcado su obviamente “estrecha relación afectiva” con la familia Das Neves, pero habría señalado que Correa se encontraba “totalmente” distanciado desde antes del fallecimiento del gobernador. Además, habría dicho que –antes de esa fracasada reunión conciliatoria de febrero de este año– no veía a Correa desde el último cumpleaños del de Das Neves, en abril de 2017.
Mientras se diluye la hipótesis de Miquelarena que colocaba a García Lorea como asesor o “alertador” de Correa, la filtración de numerosas grabaciones expone diálogos entre el ex ministro Alberto Gilardino y el mismo Correa en el que revelan sucesivas críticas y descalificaciones hacia la viuda y los hijos de Das Neves, además de recalcar que no mantienen diálogo alguno con ellos desde mucho antes de la muerte del ex gobernador.
La brutal condena social que despertó la causa por asociación ilícita y fraude al Estado que tiene como protagonista emblemático al ex funcionario Diego Correa amenaza con afear definitivamente la memoria de Das Neves y provocar que “el dasnevismo muera como una matriz corrupta”, según enunció el propio Jerónimo García.
La clave será determinar si la relación que unió durante más de diez años a Correa conel ex gobernador estaba totalmente quebrada desde mucho antes de su muerte –como señalan varios testimonios sin difusión pública– pero también si existía un “vandorismo” dasnevista desde 2016.
Toda la clase política de Chubut acusó el golpe, aunque varios intentaron poner la mejor cara de “nunca conocí realmente a Das Neves”. Los antecedentes de la huida de Néstor Perl –que le significó al peronismo tres períodos fuera del poder– y la célebre Megacausa por malversación desde el Banco del Chubut–que reunió vicariamente a funcionarios radicales con operadores peronistas y empresarios– demuestran que un estallido de estas proporciones es como el de un volcán: nadie sabe hasta dónde llegará la lava y quiénes se quemarán.
Al gobierno de Arcioni pareció sentarle bien el espectáculo jurídico-policial, seguramente como placebo para atenuar la crisis económico-financiera, y por eso colocó a Santiago Massoni como figurante en los operativos. Sin embargo, una reflexiónque le llevó casi diez días lo llevó a acuñar la más realista expresión de que cuidará la imagen de su mentor (“no permitiré que ensucien su nombre”, dijo).
Al fin y al cabo, estará preservando al mismo tiempo la suya propia, ya que compartió casi dos años de gestión, sospechando o no lo que se cocinaba en Casa de Gobierno. Arcioni permitió que tanto Correa como Diego Lüters –alguien que tenía muy cerca de su despacho– permanecieran cuatro meses en sus cargos, y recién los relevó con la evidencia de su detención.
Hoy siguen en sus cargos funcionarios de áreas como Familia, Infraestructura, Ceremonial y otras que aparecen mencionados en la Causa Correa. Tal vez el súper ministro Sergio Mammarelli –quien señaló socarronamente “esto es la democracia” para denotar transparencia cuando se hizo pública la causa– estime oportuno recomendarle a Arcioni que los separe preventivamente, ya que eso evitaría la manipulación de datos y documentación.
Aunque existen versiones de posibles pedidos de renuncia a funcionarios que ya fueron mencionados por los fiscales Omar Rodríguez y Alex Williams, por ahora solo se conocieronlos alejamientos de Rubén Reinoso –fungía como gerente general de Corfo, pero en 2016 era director de Logística, un lugar clave para las compras en el Estado– y del exsubsecretario de Protección Ciudadana Pablo García, sospechado de haber adquirido cámaras de vigilancia caras e inútiles.
“Traidores” y “desleales”
La familia de Das Neves y sus colaboradores más leales procuran poner en evidencia que la relación del gobernador con Correa era nula desde mucho antes de su muerte, y que lo mismo sucedía con varios ex ministros “desleales”.
Desde la aparición en septiembre de 2017 de aquel misterioso sobre en la Legislatura de Chubut, comenzó a gestarse una escalada de sospechas y presunciones sobre los manejos discrecionales que realizaban en la Unidad Gobernador.
En aquellos papeles filtrados había documentación firmada por los ex ministros Leticia Huichaqueo y Alberto Gilardino –quien aparece en varias de las grabaciones que se difunden por WhatsApp en diálogos de gran confianza con Correa y manifestando su ruptura total con la familia Das Neves–.
La causa es apenas el primer paso de un iceberg que empieza a develar la existencia de una organización conformada por colaboradores directos del fallecido gobernador Mario Das Neves, dedicados a delinquir en perjuicio del Estado en connivencia con empresarios.
La pregunta que algunos dan por respondida pero que en realidad exige una cuidadosa investigación es: ¿en qué medida el gobernador estaba al tanto de estos movimientos en medio de su gravísima crisis de salud?
En esos meses la salud del gobernador Mario Das Neves empeoraba, y se debilitaban los controles sobre movimientos en el núcleo de la gestión del gobierno y la presunta discrecionalidad en el manejo de documentación sensible que se gestionaba en su entorno.
Una pericia de su firma en el Colegio de Escribanos por razones formales –surgida a raíz de que su rúbrica sufría modificaciones como consecuencia de su patología y de los tratamientos que se empleaban para tratar de conjurarla– habría revelado que algunos documentos no habían sido firmados por el mandatario, sino por otra persona. Este dato explicaría la aparición reciente de chequeras firmadas por él en allanamientos de la causa Correa.
Esa información, verificada por personas muy cercanas al ex gobernador luego de su fallecimiento, generó una implosión y rupturas con ex colaboradores que habían sido de su más extrema confianza hasta el final.
Una reunión llamativa
En julio de 2016 Mario Das Neves sufrió una de las crisis más complejas dentro de su lucha con el cáncer, debido a una complicación post operatoria. Obligado a dejar el timón del gobierno por un tiempo, su familia viajó a Buenos Aires para acompañarlo en su tratamiento.
Durante esa ausencia, Diego Correa organizó un asado político en su quincho, al que asistió el intendente comodorense Carlos Linares. El diálogo giró en torno a la necesidad de "llevar" al CHUSOTO ala estructura del PJ, con el diagnóstico de que el gobernador "no volvía".
En términos políticos, resulta comprensible la presencia de Linares, quien aparecía como líder indiscutido en la reconstrucción del peronismo, pero resulta llamativo ver el movimiento autónomo del ahora encausado Diego Correa, por encima de su máximo jefe institucional y supuesto amigo personal.
En ese momento, gran parte del dasnevismo desconfiaba del rol que podría cumplir Arcioni como gobernador, y la reunión se filtrócon el agregado de que algunos en Rawson planeaban un "plan A" y un "plan B" según el gobernador falleciera o no, pero en los dos casos evitando toda injerencia de su familia y de dirigentes como Jerónimo García –quien fue el último jefe de Gabinete de Das Neves y guarda para sí los verdaderos alcances del diálogo y la toma de decisiones que mantenía con él en esos días cruciales–.
Este breve relato proporciona indicios de una ruptura o choque de intereses entre el gobernador y algunos de sus colaboradores más cercanos que comenzó a hacerse evidente hace demasiado tiempo, unos veinte meses.
Resulta evidente que Correa y otros funcionarios no solamenteparecían estar independizándose radicalmente de su jefe, sino quele discutían el poder. Leído hoy, parece claro que se estaba constituyendo una suerte de “vandorismo”. Siguiendo la analogía de Perón y Vandor, en Rawson se empezaba a hablar de un dasnevismo sin Das Neves.
El Procurador Jorge Miquelarena colocó en el eje de sus sospechas a Carlos García Lorea, ex titular del Banco Chubut y considerado amigo personal de Das Neves.
En una comunicación enviada al fiscal federal Fernando Gélvez, García Lorea admitió haber participado deuna reunión social cuyoobjetivo era propiciar un acercamiento entre Correa y la familia Das Neves, pero desmintió haber formulado cualquier tipo de asesoramiento o indicaciones al ahora detenido.
García Lorea habría informado a Gélvez que en febrero de este año Correa se mostraba preocupado a raíz de una investigación que implicaría a su esposa, ytambién por la situación de un inmueble que poseía desde antes de ser funcionario, pero al que nunca había declarado ante la AFIP.
Ya en ese momento, previo en más de dos semanas a su detención, Correa estaba siendo asesoradopor el experimentado abogado Fabián Gabalachisy en busca de un contador fiable para ordenar su situación patrimonial.
De esa comunicación surgiría otro dato sugerente, ya que el ex bancario habría recalcado su obviamente “estrecha relación afectiva” con la familia Das Neves, pero habría señalado que Correa se encontraba “totalmente” distanciado desde antes del fallecimiento del gobernador. Además, habría dicho que –antes de esa fracasada reunión conciliatoria de febrero de este año– no veía a Correa desde el último cumpleaños del de Das Neves, en abril de 2017.
Mientras se diluye la hipótesis de Miquelarena que colocaba a García Lorea como asesor o “alertador” de Correa, la filtración de numerosas grabaciones expone diálogos entre el ex ministro Alberto Gilardino y el mismo Correa en el que revelan sucesivas críticas y descalificaciones hacia la viuda y los hijos de Das Neves, además de recalcar que no mantienen diálogo alguno con ellos desde mucho antes de la muerte del ex gobernador.