Política
Cuestionario Proust / Gonzalo Carpintero: “mi ocupación preferida es la ‘rosca’ ”Exclusivo / El Extremo Sur.
Gonzalo Carpintero es, políticamente, el punto más alto del gabinete de Das Neves, por encima de la modestia aparente del cargo que ocupa. En sus respuestas al Cuestionario Proust a pedido de El Extremo Sur, Carpintero afirma: “mi mayor defecto es la culpa”.
El gobernador lo ubica en la cúspide de su confianza personal por su implacable lealtad y el aguante absoluto que le prodigó en tiempos difíciles, pero también por su perspicacia política y su vocación por el diálogo y la negociación –rasgos que no abundan en Casa de Gobierno y que complementan la lógica avasallante del líder provincial–.
El actual secretario privado –quien maneja, con Diego Correa muy cerca, una suerte de dispositivo de “control” del Gabinete, blinda el acceso al Jefe y le filtra demandas o presiones– no solo lo acompañó en su paso por el llano durante el gobierno de Buzzi y el purgatorio de los innumerables tratamientos que afrontó para recuperar su salud, sino que fue uno de los puntales de la logística de la campaña de 2015, que Das Neves afrontó en las peores condiciones físicas y políticas para triunfar finalmente.
Carpintero –que a mediados de este año cumplirá 41 años– es abogado, y fue uno de los “jóvenes brillantes” que Das Neves proyectó a la gestión pública entre 2003 y 2011. A diferencia de la mayoría de ellos –tal vez porque fue capaz de asumir positivamente los errores de aquellas primeras experiencias en política– permaneció en el círculo de poder desde entonces.
Todo terreno
Asumido como todo terreno, el gobernador le encomienda todo tipo de operaciones, y ocupa un lugar en la mesa más chica de la Residencia, a la que solo se sientan la esposa de Das Neves y sus hijos.
Desde los tiempos de campaña se esforzó por convertirse en un hombre de diálogo con todos los sectores, y hace un culto de la escucha de todos aquellos que –sin profesar la fe dasnevista– buscan vías de consenso.
A diferencia de la vieja guardia dasnevista y de algunos recién llegados al círculo del gobernador –quienes consideran sospechoso a todo aquel que circula fuera de los límites establecidos por el Puente del Poeta y la Unidad 6– se permite atender el celular de quienes llaman desde todos los puntos de la provincia, e incluso de corregir los desvaríos autoritarios de algunos “irrecuperables” de su propio sector.
Es difícil entender cómo Das Neves no lo ha convertido en su jefe de gabinete o en su vocero político principal, o le ha dado la oportunidad de ser legislador nacional. O tal vez no es tan complicado: le sería sumamente reemplazarlo en el rol que ocupa actualmente, en ese mix de operador político y gestor de tomentas que suele hablar en su nombre. Se sabe, los líderes son más pragmáticos que altruistas.
En lo que en algún momento se llamará inevitablemente post-dasnevismo (es decir, la proyección de un legado que busca afanosamente a sus líderes futuros), Carpintero tendrá un rol junto a un selecto grupo capaz de interpretar y adecuar el pensamiento en acción del tri-gobernador.
Salvo que –como sugiere en sus respuestas a El Extremo Sur– opte más temprano que tarde por “vivir en Treorky, rodeado de sauces llorones”.
Las respuestas de Carpintero
¿Cuál es el colmo de la miseria?
Llamarse jefe para no serlo.
¿Dónde le gustaría vivir?
En Treorky, rodeado de sauces llorones.
¿Su ideal de felicidad terrenal?
Vivir en una chacra con una buena biblioteca, rodeado de mi familia.
¿Con cuáles errores es más indulgente?
Con todos, porque sé que son parte de la esencia del ser humano.
¿Cuál es su personaje histórico preferido?
Baruch Spinoza.
¿Un héroe o heroína de ficción?
El sombrerero loco.
¿Sus músicos preferidos?
Leonard Cohen, Jim Morrison, Bob Marley, Rolling Stones, Onda Vaga.
¿Sus directores de cine preferidos?
Jean-Pierre Jeunet, Quentin Tarantino.
¿A cuáles escritores prefiere?
Baruch Spinoza, Erich Fromm, Sigmund Freud.
¿Cuál es la cualidad que prefiere en un hombre?
Que sea imperfecto.
¿Cuál es la cualidad que prefiere en una mujer?
Que sea imperfecta.
¿Cuál deporte prefiere? ¿Practica alguno?
Rugby. Ahora hago deportes mentirosos, de “viejo” gordo.
¿Sería capaz de matar a alguien?
No.
¿Cuál es su ocupación preferida?
La “rosca”.
¿Quién le hubiera gustado ser?
Mick Jagger.
¿Cuál es el rasgo que define su carácter?
Buen humor.
¿Qué es lo que más aprecia en sus amigos?
Su lealtad.
¿Cuál es su principal defecto?
La culpa.
¿Cuáles son sus héroes en la vida real?
...
¿Qué es lo que más detesta?
La culpa y la ignorancia.
¿Cuál talento natural le gustaría poseer?
Cantar.
Cree en la supervivencia del alma?
No.
¿Su ideal de felicidad?
Chacra con muchos libros hippies y con OSDE.
¿Cuál sería su mayor desgracia?
La muerte.
¿Qué le gustaría ser?
Músico.
¿Qué hábito ajeno no soporta?
La mugre.
¿Tiene un lema?
No.
¿De qué muerte desearía morir?
Durmiendo.
¿Cómo le gustaría ser recordado?
Como un buen tipo.
Gonzalo Carpintero es, políticamente, el punto más alto del gabinete de Das Neves, por encima de la modestia aparente del cargo que ocupa. En sus respuestas al Cuestionario Proust a pedido de El Extremo Sur, Carpintero afirma: “mi mayor defecto es la culpa”.
El gobernador lo ubica en la cúspide de su confianza personal por su implacable lealtad y el aguante absoluto que le prodigó en tiempos difíciles, pero también por su perspicacia política y su vocación por el diálogo y la negociación –rasgos que no abundan en Casa de Gobierno y que complementan la lógica avasallante del líder provincial–.
El actual secretario privado –quien maneja, con Diego Correa muy cerca, una suerte de dispositivo de “control” del Gabinete, blinda el acceso al Jefe y le filtra demandas o presiones– no solo lo acompañó en su paso por el llano durante el gobierno de Buzzi y el purgatorio de los innumerables tratamientos que afrontó para recuperar su salud, sino que fue uno de los puntales de la logística de la campaña de 2015, que Das Neves afrontó en las peores condiciones físicas y políticas para triunfar finalmente.
Carpintero –que a mediados de este año cumplirá 41 años– es abogado, y fue uno de los “jóvenes brillantes” que Das Neves proyectó a la gestión pública entre 2003 y 2011. A diferencia de la mayoría de ellos –tal vez porque fue capaz de asumir positivamente los errores de aquellas primeras experiencias en política– permaneció en el círculo de poder desde entonces.
Todo terreno
Asumido como todo terreno, el gobernador le encomienda todo tipo de operaciones, y ocupa un lugar en la mesa más chica de la Residencia, a la que solo se sientan la esposa de Das Neves y sus hijos.
Desde los tiempos de campaña se esforzó por convertirse en un hombre de diálogo con todos los sectores, y hace un culto de la escucha de todos aquellos que –sin profesar la fe dasnevista– buscan vías de consenso.
A diferencia de la vieja guardia dasnevista y de algunos recién llegados al círculo del gobernador –quienes consideran sospechoso a todo aquel que circula fuera de los límites establecidos por el Puente del Poeta y la Unidad 6– se permite atender el celular de quienes llaman desde todos los puntos de la provincia, e incluso de corregir los desvaríos autoritarios de algunos “irrecuperables” de su propio sector.
Es difícil entender cómo Das Neves no lo ha convertido en su jefe de gabinete o en su vocero político principal, o le ha dado la oportunidad de ser legislador nacional. O tal vez no es tan complicado: le sería sumamente reemplazarlo en el rol que ocupa actualmente, en ese mix de operador político y gestor de tomentas que suele hablar en su nombre. Se sabe, los líderes son más pragmáticos que altruistas.
En lo que en algún momento se llamará inevitablemente post-dasnevismo (es decir, la proyección de un legado que busca afanosamente a sus líderes futuros), Carpintero tendrá un rol junto a un selecto grupo capaz de interpretar y adecuar el pensamiento en acción del tri-gobernador.
Salvo que –como sugiere en sus respuestas a El Extremo Sur– opte más temprano que tarde por “vivir en Treorky, rodeado de sauces llorones”.
Las respuestas de Carpintero
¿Cuál es el colmo de la miseria?
Llamarse jefe para no serlo.
¿Dónde le gustaría vivir?
En Treorky, rodeado de sauces llorones.
¿Su ideal de felicidad terrenal?
Vivir en una chacra con una buena biblioteca, rodeado de mi familia.
¿Con cuáles errores es más indulgente?
Con todos, porque sé que son parte de la esencia del ser humano.
¿Cuál es su personaje histórico preferido?
Baruch Spinoza.
¿Un héroe o heroína de ficción?
El sombrerero loco.
¿Sus músicos preferidos?
Leonard Cohen, Jim Morrison, Bob Marley, Rolling Stones, Onda Vaga.
¿Sus directores de cine preferidos?
Jean-Pierre Jeunet, Quentin Tarantino.
¿A cuáles escritores prefiere?
Baruch Spinoza, Erich Fromm, Sigmund Freud.
¿Cuál es la cualidad que prefiere en un hombre?
Que sea imperfecto.
¿Cuál es la cualidad que prefiere en una mujer?
Que sea imperfecta.
¿Cuál deporte prefiere? ¿Practica alguno?
Rugby. Ahora hago deportes mentirosos, de “viejo” gordo.
¿Sería capaz de matar a alguien?
No.
¿Cuál es su ocupación preferida?
La “rosca”.
¿Quién le hubiera gustado ser?
Mick Jagger.
¿Cuál es el rasgo que define su carácter?
Buen humor.
¿Qué es lo que más aprecia en sus amigos?
Su lealtad.
¿Cuál es su principal defecto?
La culpa.
¿Cuáles son sus héroes en la vida real?
...
¿Qué es lo que más detesta?
La culpa y la ignorancia.
¿Cuál talento natural le gustaría poseer?
Cantar.
Cree en la supervivencia del alma?
No.
¿Su ideal de felicidad?
Chacra con muchos libros hippies y con OSDE.
¿Cuál sería su mayor desgracia?
La muerte.
¿Qué le gustaría ser?
Músico.
¿Qué hábito ajeno no soporta?
La mugre.
¿Tiene un lema?
No.
¿De qué muerte desearía morir?
Durmiendo.
¿Cómo le gustaría ser recordado?
Como un buen tipo.