Política
El diccionario más exquisito de la política de ChubutExclusivo / El Extremo Sur.
Durante todo el año, El Extremo Sur siguió en detalle su desenvolvimiento público pero también sus estrategias secretas. En esta edición sintetizamos en breves biografías el perfil de cada uno de los que ocupan el escenario político con mayor perseverancia.
En un año sin elecciones, la lupa de la sociedad se posa en detalle especialmente sobre lo que hicieron aquellos que ocupan cargos públicos, pero también en los que –ocupando cargos menores o en el llano– permanecen expectantes buscando el mejor lugar para conseguir su objetivo cuando los chubutenses vuelvan a las urnas.
AIDAR, Jorge: el empresario periodístico explicitó con todas las letras que considera viable construir su propia carrera política y sacudió la modorra de los que siempre manejaron el peronismo. Asumió que pretende ser candidato a diputado nacional por el peronismo y se le plantó a la conducción con lista propia. La justicia electoral en manos de los “pesados” del PJ le impidió participar en la interna para desafiar a Carlos Linares y sus socios (Yauhar, Eliceche, etc). Reclutó a Maderna, sumó a jóvenes como Glinski y Ruffa y asegura que seguirá en el PJ para dirimir en las PASO la posibilidad de ser candidato a legislador en 2017 y definir quién es más representativo en el principal partido de oposición de Chubut.
ARCIONI, Mariano: el vicegobernador estuvo a la altura de las circunstancias cuando le tocó reemplazar a Mario Das Neves en momentos difíciles –pese al maltrato que sufrió de parte de su entorno, que subvaloró sus capacidades– y se cuidó especialmente de formar parte de las internas palaciegas que pretendieron involucrarlo. Se reveló como un político sagaz y estratégico que sorprendió a la mayoría, mientras aceita los mecanismos para ir por dos grandes objetivos: contribuir a que el dasnevismo haga una elección digna en la Zona Sur en las elecciones legislativas de 2017 y disputar la intendencia de Comodoro Rivadavia en 2019. Asumido por el propio gobernador y sus hijos como la gran esperanza blanca del oficialismo en el sur de la provincia, el peronista de Armani apuesta a convertirse en el interlocutor ideal de los comodorenses insatisfechos con el estilo del intendente Linares, situados especialmente de clase media para arriba. Los riesgos parecen estar en su entorno, donde aparecen figuras de prestigio dudoso a las que deberá controlar.
AVILA, Jorge: reelecto como titular del poderoso gremio de los petroleros de base y director de Petrominera, aliado de Mario Das Neves. Su capacidad de movilización se mantiene y paradójicamente conserva buenos vínculos con Linares, por lo que es de los pocos que puede mediar en el siempre vigente conflicto norte-sur de Chubut. Su liderazgo le puede permitir avanzar en su silencioso objetivo de emular al neuquino Pereyra y obtener un lugar en las listas de legislador nacional, aunque deberá controlar a los enemigos que derrotó y transitar un año de máximo apriete por parte de las operadoras y el macrismo, que pueden dejarlo expuesto ante las bases si se muestra excesivamente obediente.
BUZZI, Martín: tal como suele suceder, la ingratitud que llega con la derrota también alcanzó al último gobernador oriundo de Comodoro. Más allá de alguna aparición sorpresiva en actos del Frente para la Victoria, lo cierto es que no son tantos los que se le acercan en público, más allá de algunos fieles que trascendieron exclusivamente a partir de los éxitos políticos de su generoso Jefe. Aunque debió lidiar en Tribunales con las consecuencias de decisiones de su gobierno sobre la empresa Alpesca de Puerto Madryn y el año próximo podría tener que responder por otras denuncias hechas ante jueces del Valle –a quien nunca les cayó simpático– Buzzi confía en dar batalla en las legislativas del año próximo, confiado en recuperar predicamento en el Sur.
CARPINTERO, Gonzalo: políticamente es el punto más alto del gabinete de Das Neves pese a la modestia formal del cargo que ocupa. El gobernador lo ubica en la cúspide de su confianza personal por su implacable defensa y el aguante absoluto en los tiempos más difíciles, y le encomienda todo tipo de operaciones.. Desde los tiempos de campaña se convirtió en un hombre de diálogo con todos los sectores, y hace un culto de la escucha de todos aquellos que sin profesar la fe dasnevista buscan vías de consenso. A diferencia de la vieja guardia dasnevista y de algunos recién llegados como Rafael Williams –quienes consideran sospechoso a todo aquel que circula fuera de los límites establecidos por el Puente del Poeta y la Unidad 6– se permite atender el celular de quienes llaman desde todos los puntos de la provincia, e incluso de corregir los desvaríos autoritarios de algunos irrecuperables del gabinete. Es difícil entender cómo Das Neves no lo ha convertido en su jefe de gabinete o en su vocero político.
CIMADEVILLA, Mario: para mal de su estómago, fueron varios los sapos que debió engullir a partir de la tácita alianza entre el gobierno nacional –del cual forma parte como titular de la Unidad Fiscal AMIA–y el provincial de Mario Das Neves, al que no dejó de cuestionar en la primera parte del año. De todos modos, en los últimos meses su voz pública se fue apagando, mientras analiza cómo no dejar de perder poder de negociación cuando llegue la hora de armar la lista de candidatos a diputados nacionales. Más operador que dirigente y dotado de escaso poder electoral, lo suyo está siempre en el rol de monje del radicalismo, aún en sus peores tiempos.
CISTERNA, Víctor: era el hombre fuerte del nuevo gobierno y casi el único vocero alternativo, hasta que cayó estrepitosamente el primer lunes de noviembre. Pocos esperaban su despido –consensuado o no con Das Neves– luego de su gestión para conseguirle créditos a la Provincia para salir del atolladero financiero, aunque algunos remarcan que en el manejo de esos fondos justamente nació su desgracia. Varias cosas lo unían a Mario Das Neves –entre ellas una relación de muchos años– pero algunas cuestiones poco claras no cayeron bien en el principal círculo del gobernador y su salida impidió lo que pudo ser un escándalo de imprevisibles consecuencias.
CONDE, Eduardo: el diputado provincial de la Alianza Cambiemos fue de los más notorios a la hora de tratar de causarle escozor al Ejecutivo provincial con los temas que trajo a colación en cada sesión de la Legislatura, donde no tuvo límites éticos hasta que el gobernador le recordó sus andanzas familiares de presunto cultor de la violencia de género. Además, comenzó a recorrer la provincia con el propósito de darle nuevos aires a un radicalismo aletargado a partir de la eterna conducción de Cimadevilla y sus adláteres.
DAS NEVES, Pablo: con el objetivo claro de hacer carrera política por su propia cuenta, busca desde la gestión del Banco de Chubut exponer su potencial, a veces puesto en segundo plano por la centralidad de su padre. Para ello, encaró la misión internacional que concluyó exitosamente en la obtención de un préstamo internacional que permitiría dejar atrás las penurias financieras del nuevo gobierno apenas empezó a andar. El peso del apellido le juega a favor pero también en contra, e intenta construir autonomía política y personal a través de una auténtica vocación de diálogo con sectores diversos, mientras se aleja del perfil más belicoso que mostró en tiempos de campaña para derrotar al buzzismo y fortalece su mirada de politólogo. Con su hermana Mariví (ver entrada) constituyen el yin y el yan de la mesa política íntima del Gobernador, donde su voz estratégica apunta casi siempre a seducir para la causa a quienes no han sido señalados como enemigos sin retorno.
DAS NEVES, Mario: desde el inicio de su tercer gobierno dejó claro que tenía todas las facultades intactas para dominar las riendas de la provincia como líder excluyente. No solo sigue siendo el único dirigente patagónico al que todos respetan y temen dentro y fuera de la región, sino que su sola presencia ordena la política mientras aguarda que arranque la gestión, hasta ahora escasa de recursos. Su ausencia durante las largas semanas que dedicó a atender sus problemas de salud desnudó a varios que ya empezaban a flaquear cuando volvió y a otros que lo desafiaban mientras estaba lejos. De a poco fue dejando claro que cuenta con las energías necesarias para seguir siendo el gran elector de Chubut. Un sondeo realizado entre periodistas por una prestigiosa consultora comodorense reveló recientemente que está en la punta de la pirámide de credibilidad, muy por encima de instituciones como la Iglesia y la misma Justicia, y que los opositores pierden severamente con él en cualquier comparación.
DAS NEVES, Mariví: desde la Subsecretaría de Modernización del Estado fomenta su especialidad: trabajar en la interaccion de acciones de gobierno y redes sociales. En paralelo, desarrolla una fuerte tarea estratégica en la zona dura de la política, enfocada especialmente en la organización de los dirigentes más jóvenes. Tiene aspiraciones para el año que viene y no se descarta que pueda ser parte de alguna lista con chances de coronar en el Congreso. Su opinión pesa especialmente, porque hace rato dejó en claro que es mucho más que la “hija de”a través de su lúcida lectura del tiempo político, su formación y su personalidad a prueba de difamaciones. En privado, algunos dirigentes dasnevistas la cuestionan, pero ninguno subvalora sus talentos. Será clave en la gestión del legado y la proyección del Gobernador con vistas a las elecciones de 2017 y 2019.
DI FILIPPO, Alfredo: quienes no lo conocían fuera del Valle tuvieron en el año que se va un compendio casi perfecto de su perfil, ácido y astuto. Hábil negociador desde la Legislatura, aunque no es autoridad del bloque del FPV ha tenido a veces más influencia que el propio Javier Touriñán. Conocedor de las entretelas Del Valle y sus dirigentes, ha molestado al gobierno más de una vez con sus comentarios e iniciativas, aunque el abandono de toda ética en el uso político de la enfermedad de Das Neves lo puso en el eje de las maldiciones del oficialismo, podio que comparte con Blas Meza Evans. De paso, le hizo más de una zancadilla a Rossana Artero, la intendente de Rawson que llegó al gobierno de su mano y después lo desconoció.
DI PIERRO, Néstor: siempre rápido de reflejos, preservó su idílica relación con Das Neves, a tal punto que después de tanto cruce de juegos políticos hoy es director de YPF en representación de Chubut. Pese al distanciamiento evidente que mantiene con el intendente de Comodoro, conserva en el gabinete de Carlos Linares a varios funcionarios de su riñón. Se permitió instalar a Juan Pablo Luque como el dirigente del futuro en las barbas de Linares, mientras busca que se olvide rápido aquel entredicho que tuvo con la dirigencia del Valle, a la que acusó de saber solo de “papas y batatas”. Todavía ruega que no se destape del todo la olla de alguna de las causas judiciales pendientes, que podrían complicarlo más que hasta ahora. Hizo intenso lobby por su suegra, que está a punto de sumarse al Superior Tribunal de Justicia pese al rechazo de muchos dirigentes políticos y miembros de la corporación judicial.
DUFOUR, Gabriela: polémica, cuestionada y cuestionadora, se convirtió en tiempos buzzistas en una ministra-puntera lanzada a las primeras líneas de la batalla política aunque sin bases sociales ni electorales propias que pudieran sostenerla. Es una enemiga declarada del dasnevismo desde que cambió el gobierno, y pese a que recorre Tribunales con frecuencia todavía da pelea por ocupar un lugar protagónico dentro del bloque de diputados del FPV para contragolpear y convertirse en vocera de proyectos urticantes para el Ejecutivo. Está en el ojo de la tormenta por lo que hizo cuando fue ministra de Economía de Buzzi, sobre todo en el tema Alpesca, causa en la cual ya pesa sobre ella una condena judicial. Más buzzista que Buzzi, necesitará reciclarse cuando termine su mandato como diputada para evitar un serio revés judicial.
ELICECHE, Carlos: se las ingenió para conservar el control del PJ y desde allí negociar su supervivencia, algo impensado el año pasado luego de volver a perder malamente en su ciudad, Puerto Madryn, donde además contribuyó de manera decisiva a la derrota de Buzzi. Mientras disfruta del buen momento deportivo de su club, Guillermo Brown, líder del Nacional B, teje y desteje alianzas alrededor de Carlos Linares, quien apela a sus buenos servicios mientras define su futuro. Pese al notable deterioro de su imagen –seguramente es el dirigente más difamado en la provincia, pero ninguna causa judicial lo coloca en el lugar de los procesados–, Eliceche contribuyó con su lobby a impedir las internas y evitó la riesgosa disputa con la Celeste y Blanca que orienta Aidar Bestene. Al prorrogarse la conducción partidaria en el PJ, consiguió oxígeno y alejó la posibilidad de una eventual alianza con Das Neves, quien lo tiene en el podio de los que tienen retorno. Genio y figura, se mueve con la soberbia de quien se considera un intocable.
GAITAN, Ricardo: el concejal de Comodoro no tiene constancia para dar pelea por la representatividad del espacio dasnevista y vuelve a optar por la fugacidad que lo lleva a enfrentarse hasta con la otra única legisladora de su espacio. Mientras en el Valle ya no hay quien le ponga fichas, en su ciudad ha pasado un momento de vergüenza al presentar un proyecto (el del vuelto de los supermercados) que ya existía. Leal al tri gobernador, es consciente de que el dasnevismo prefiere mantenerlo lejos de los focos, y procura sobrevivir políticamente solo con su capacidad de adaptación, hasta que cambien los tiempos. Di Pierro, un amigo suyo más allá de diferencias de superficie, podría reclutarlo para nuevos proyectos.
GASPAR, José: sabedor de que ya no habrá otro mandato para él como concejal porque así lo establece la Carta Orgánica, el político radical pretendió ser en vano un interlocutor habilitado para las designaciones del gobierno nacional en la zona sur de la provincia. Ello implicó que descuidara sus deberes como presidente de la Comisión de Legislación General, cayendo en más de un grosero error, como al avalar tres ordenanzas que ya existían. La última de ellas fue la de la regulación de la pirotecnia. Viejo conocedor de la política radical y con buen diálogo histórico con los intendentes peronistas, hasta ahora no logró sacarle jugo a la era de Cambiemos, que rinde muy poco en Chubut.
GLINSKI, José: sin espacio en el peronismo de Carlos Linares, se convirtió en un mimado político de Jorge Aidar Bestene –quien le asigna un rol destacado en su armado provincial rumbo a 2017 y 2019–en Comodoro, compartiendo espacios junto a Adrián Maderna y la inefable Ana Llanos. Asesor part time del senador Alfredo Luenzo, quien le brindó cobijo en su despacho tras un breve regreso a su profesión de origen, el primer ministro de Seguridad que tuvo Chubut en su historia apuesta a fortalecer su crecimiento para poder aspirar dentro de tres años a la intendencia de su ciudad, posibilidad que no tuvo en 2015, cuando Buzzi lo dejó en cuarteles de invierno.
GUINLE, Marcelo: aunque ya no hace política partidaria después de catorce años en el Senado Nacional –donde ocupó lugares estratégicos como la Comisión de Acuerdos y la Presidencia Provincial–es uno de los dirigente más prestigiosos de las últimas décadas. Al convertirse en uno de los ministros del Superior Tribunal de Justicia por la obcecada iniciativa de Das Neves –quien sostuvo su postulación pese a las dudas del propio FpV hasta conseguir los votos necesarios–obtuvo un reconocimiento que no olvidará, pero desde el cual ejerce una sutil influencia. Das Neves, quien supo ser su duro adversario en la interna peronista pero también estuvo a punto de convertirlo en su candidato a gobernador en 2011, lo considera un auténtico par, y cada tanto se reúnen en privado en Playa Unión para orejear el futuro como viejos camaradas o ex enemigos íntimos.
IRIANNI, Ricardo: el otrora dirigente del PACh fracasó en su intento de convertirse en referente del PRO en la provincia, desde donde pretendía ser un aliado más crítico del dasnevismo. De entrada nomás rechazó un cargo en el gabinete y puso de manifiesto que para él Das Neves solo fue un instrumento para vencer al kirchnerismo y que no cree que persiga los mismos fines que Mauricio Macri y compañía. Siempre fue menos que su reputación, y se ha convertido en una promesa que no termina de despegar pese a sus indudables talentos y sus gestos éticos reconocidos..
LINARES, Carlos: el intendente de Comodoro supo plantarse ante las mínimas insinuaciones de intromisión del Valle, mientras se mantiene como una rara avis en la política regional, al convertirse en el principal dirigente leal al kirchnerismo que queda por estas geografías. No tiene pelos en la lengua para cuestionar la política liberal dominante, sobre todo por sus costos socio-económicos que ya se hicieron notar en su ciudad, como por ejemplo con el cierre de la textil Guilford, más allá de que los funcionarios provinciales apunten responsabilidades hacia otro lado. Ha galvanizado su liderazgo en las zonas sociales más populares de Comodoro, aunque hasta el momento no ha intentado interpelar a las clases medias y altas de la ciudad, donde las críticas se empiezan a multiplicar. Su distancia con Das Neves parece insalvable en todos los planos, y resulta evidente su intento constante de proyectarse como alternativa electoral fuera de la Zona Sur, donde la hegemonía oficialista se hace sentir desde el Valle a la Cordillera y Puerto Madryn opera como contrapeso de los votos comodorenses. Aunque lo niegue, en 2017 será gobernador o no será nada.
LLANOS, Ana: aunque siempre fue una declarada seguidora de Cristina Kirchner, sus últimos movimientos se prestan a confusión. Hasta llegó a colocar un “me gusta” en Facebook a la idea de cambiarle el nombre al Centro Cultural Néstor Kirchner. Distanciada de Linares, se encolumnó en la lista Celeste y Blanca de Aidar-Maderna con miras a la interna peronista que finalmente no se hizo. Creativa, brutal en su sinceridad y algunas veces bizarra, lucha para despegar su figura de la de su ex esposo Néstor Di Pierro, y la plataforma de una banca en la Cámara de Diputados le sirve para lograr que se hable de ella mientras se fortalece como hábil declarante para la prensa.
LORENZO, Carlos: sin cargo público, quiso volver a las luces del centro como presidente de la aún no creada Empresa Provincial de Energía. Sin embargo en la UCR le dijeron que no y debió buscar qué hacer en otros lugares. El fin de año lo encuentra como titular de la Federación Empresaria de Chubut, desde donde ya hubo un guiño para impulsar la minería, justo algo a lo que su partido siempre se opuso, al menos después de aquella derrota de Lizurume en el legendario plebiscito de Esquel. Algunas veces parece invertir el axioma radical que reza “que se rompa pero que no se doble”.
LUENZO, Alfredo: el hecho de que haya ingresado a la política directamente como senador nacional de la mano de Das Neves es suficiente para desmentir a aquellos que descreen de sus talentos y condiciones. Cuestionado en las cercanías de Das Neves más por celos que por diferencias metodológicas o ideológicas, cuenta con el respaldo de Pablo Das Neves, que fue quien realmente lo acercó a las carpas de su padre cuando el periodista y empresario de medios todavía se lucía con sus críticas al centralismo de Rawson y al presunto autoritarismo de don Mario mientras ocupaba un cargo destacado en el grupo de Cristóbal López. Contra cualquier pronóstico, entró con el pie derecho al Senado, sostuvo proyectos de impacto mediático –como el uso medicinal de cannabis y la defensa de la industria naval nacional, entre otros– e hizo buenas migas con massistas y macristas, sin dejar de lado a los kirchneristas, con quienes sintoniza en su perfil más progresista. Inclasificable para los ortodoxos, es uno de los que festejará este año, ya que superó con creces el desafío y se convirtió en el legislador dasnevista más destacado, más allá de su autonomía casi anarquista.
LUQUE, Juan Pablo: considerado un candidato más que potable por distintas fuerzas políticas, es una auténtica contracara amable y dialoguista de Linares, ese killer político que descree de las relaciones públicas, la influencia real de los medios y el marketing. Se mueve en la delgada línea roja que separa a Linares de Di Pierro, quien hace poco volvió a colocarlo –para su bien o para su mal– como el dirigente comodorense con más futuro. Críptico y esquivo, aparenta no estar convencido de dar pelea por la intendencia de Comodoro y recibe mandobles de ambiciosos explícitos que pululan en el despacho de Linares. Miles de cosas pueden ocurrir de acá a 2019, aunque un escenario posible lo coloca disputando el gobierno de la ciudad más poderosa y conflictiva de Chubut con Mariano Arcioni. Paradójicamente, ambos tienen más características en común que diferencias de fondo.
MAC KARTHY, Gustavo: se recompuso de la derrota electoral en Trelew gracias a un manejo cuidadoso y estratégico de los cuatro diputados provinciales que le responden, entre ellos su propia esposa, la dirigente Florencia Papaiani. De este modo, le impidió más de una vez al bloque del FPV sancionar leyes que pudieran molestar al dasnevismo. Además, recompuso relaciones con el gobernador, rotas desde aquel día de julio de 2011, cuando entró por la puerta de atrás a la Casa Rosada, junto a Martín Buzzi, para expresarle todo su respaldo a la reelección de Cristina Kirchner. El gobernador –que ya lo sacó del Infierno para colocarlo en el Purgatorio– vuelve a considerarlo como uno de los dirigentes que tiene futuro funcional en Trelew, la zona dura dasnevista que hoy preocupa en Rawson por el rumbo incierto de Maderna.
MADERNA, Adrián: parecía que iba a ser un hueso duro de roer para el dasnevismo y arrancó el año con todo, sin ocultar que su consejero de confianza era el mismísimo Norberto Yauhar, quien le aportó funcionarios en puestos clave pero al mismo tiempo le controló la caja y buena parte de la gestión. A poco de andar se encontró con problemas de gestión que pudo superar solo con ayuda del gobierno provincial. Aliado momentáneo del gobernador, busca espacio propio en el peronismo con el respaldo del empresario periodístico Jorge Aidar, y siempre es objeto de seducción política por parte de Linares. Su inestabilidad personal es materia de análisis en los despachos de Rawson, donde no confían plenamente en él pero no están dispuestos a permitir la decadencia de Trelew, cueste lo que cueste.
MENNA, Gustavo: sin grandilocuencias, como es su estilo, representa al clásico radicalismo que contribuye a la gobernabilidad, pero sin ser parte de la trama que integran los eternos negociadores de lo que importa y lo que no. Se ha convertido en la cara visible de un instituto de pensamiento sobre temas regionales que auspicia el diario El Chubut, que rivaliza con Aidar Bestene, y recorre la provincia con un discurso medianamente objetivo de lo que pasa en el país y en la provincia. No ha dejado su cómodo cargo en el Banco de Chubut, lo que lo hace tan contemplativo con el dasnevismo como lo fuera con el Buzzismo. Si bien es prematuro hablar de candidaturas y posibilidades para el próximo año, para él lo es aún mucho más, ya que siempre fue un hombre cauto que más de una vez optó por bajarse del tren si el camino era muy sinuoso.
PAIS, Mario: ha sido uno de los senadores nacionales más activos en el período que concluye, aportando proyectos e iniciativas rigurosas, vinculadas con la economía y la legislación laboral, su especialidad. Prescindente en la interna del PJ, ha mantenido una relación institucional aunque algo distante con el gobernador, y no se dio por aludido cuando Das Neves dijo aquello de que él “se anula solo porque no hace política”. Tras destacarse como diputado nacional en la era kirchnerista, hoy se abre camino para convertirse en un referente patagónico dentro del Senado, donde el macrismo debe negociar con sangre, sudor y lágrimas.
SASTRE, Ricardo: activo como en ningún momento de su anterior mandato, da muestras periódicas de lealtad dasnevista y es un habitué de los actos que encabeza el gobernador, quien lo jerarquiza especialmente. El contexto y sus movimientos estratégicos lo van colocando al tope de los aspirantes a ser elegidos para una potencial sucesión en 2019. Con su serie de victorias sobre Eliceche, ha demostrado conocimiento y dominio en el arte de hacer política y ha fortalecido el rol electoral de su liderazgo local en las elecciones provinciales. Su empatía contrasta con el autismo social de Maderna, y lejos del trato áspero al que lo sometía Buzzi por expreso pedido de Eliceche, esta vez es el niño mimado de Rawson.
TABOADA, Jorge: el diputado nacional y dirigente del sindicato de camioneros se ha manejado con total independencia, tanto que hasta ha llegado a cuestionar ciertas decisiones del dasnevismo en sintonía con el PRO, sobre todo cuando se implementan –y se aplauden- medidas que afectan a quienes dependen de un salario. El ha sido uno de los que más les ha recordado a los actuales gobernantes aquella lejana promesa de eliminar el Impuesto a las Ganancias.
TOURIÑAN, Javier: desaparecido sin demasiada acción como nunca antes, ha logrado sin embargo controlar durante mucho tiempo al bloque de diputados del FPV para que no se le fugara ningún integrante, aunque no pudo impedir finalmente la seducción de los “mackartistas” por parte de Das Neves. Mostró pericia para surfear en aguas procelosas por las que también iban la rebelde Dufour, el locuaz David González y el cada vez más inextricable Blas Meza Evans, por ejemplo.
YAUHAR, Norberto: el hombre que siempre está tuvo otro año con adrenalina. Era principal consejero de Adrián Maderna en Trelew cuando comenzó a visitar a Das Neves en Fontana 50, de donde salió con el cargo de director de Hidroeléctrica que poco le duró, ya que no cayó bien su foto en el “aguante” a Cristina de abril, cuando la ex Presidenta fue por primera vez a Comodoro Py. Alejado nuevamente del dasnevismo, puso su energía en la interna del PJ, donde ahora aparece cercano a Carlos Linares. La postergación de la interna implica su vigencia como hombre de contacto permanente.
Durante todo el año, El Extremo Sur siguió en detalle su desenvolvimiento público pero también sus estrategias secretas. En esta edición sintetizamos en breves biografías el perfil de cada uno de los que ocupan el escenario político con mayor perseverancia.
En un año sin elecciones, la lupa de la sociedad se posa en detalle especialmente sobre lo que hicieron aquellos que ocupan cargos públicos, pero también en los que –ocupando cargos menores o en el llano– permanecen expectantes buscando el mejor lugar para conseguir su objetivo cuando los chubutenses vuelvan a las urnas.
AIDAR, Jorge: el empresario periodístico explicitó con todas las letras que considera viable construir su propia carrera política y sacudió la modorra de los que siempre manejaron el peronismo. Asumió que pretende ser candidato a diputado nacional por el peronismo y se le plantó a la conducción con lista propia. La justicia electoral en manos de los “pesados” del PJ le impidió participar en la interna para desafiar a Carlos Linares y sus socios (Yauhar, Eliceche, etc). Reclutó a Maderna, sumó a jóvenes como Glinski y Ruffa y asegura que seguirá en el PJ para dirimir en las PASO la posibilidad de ser candidato a legislador en 2017 y definir quién es más representativo en el principal partido de oposición de Chubut.
ARCIONI, Mariano: el vicegobernador estuvo a la altura de las circunstancias cuando le tocó reemplazar a Mario Das Neves en momentos difíciles –pese al maltrato que sufrió de parte de su entorno, que subvaloró sus capacidades– y se cuidó especialmente de formar parte de las internas palaciegas que pretendieron involucrarlo. Se reveló como un político sagaz y estratégico que sorprendió a la mayoría, mientras aceita los mecanismos para ir por dos grandes objetivos: contribuir a que el dasnevismo haga una elección digna en la Zona Sur en las elecciones legislativas de 2017 y disputar la intendencia de Comodoro Rivadavia en 2019. Asumido por el propio gobernador y sus hijos como la gran esperanza blanca del oficialismo en el sur de la provincia, el peronista de Armani apuesta a convertirse en el interlocutor ideal de los comodorenses insatisfechos con el estilo del intendente Linares, situados especialmente de clase media para arriba. Los riesgos parecen estar en su entorno, donde aparecen figuras de prestigio dudoso a las que deberá controlar.
AVILA, Jorge: reelecto como titular del poderoso gremio de los petroleros de base y director de Petrominera, aliado de Mario Das Neves. Su capacidad de movilización se mantiene y paradójicamente conserva buenos vínculos con Linares, por lo que es de los pocos que puede mediar en el siempre vigente conflicto norte-sur de Chubut. Su liderazgo le puede permitir avanzar en su silencioso objetivo de emular al neuquino Pereyra y obtener un lugar en las listas de legislador nacional, aunque deberá controlar a los enemigos que derrotó y transitar un año de máximo apriete por parte de las operadoras y el macrismo, que pueden dejarlo expuesto ante las bases si se muestra excesivamente obediente.
BUZZI, Martín: tal como suele suceder, la ingratitud que llega con la derrota también alcanzó al último gobernador oriundo de Comodoro. Más allá de alguna aparición sorpresiva en actos del Frente para la Victoria, lo cierto es que no son tantos los que se le acercan en público, más allá de algunos fieles que trascendieron exclusivamente a partir de los éxitos políticos de su generoso Jefe. Aunque debió lidiar en Tribunales con las consecuencias de decisiones de su gobierno sobre la empresa Alpesca de Puerto Madryn y el año próximo podría tener que responder por otras denuncias hechas ante jueces del Valle –a quien nunca les cayó simpático– Buzzi confía en dar batalla en las legislativas del año próximo, confiado en recuperar predicamento en el Sur.
CARPINTERO, Gonzalo: políticamente es el punto más alto del gabinete de Das Neves pese a la modestia formal del cargo que ocupa. El gobernador lo ubica en la cúspide de su confianza personal por su implacable defensa y el aguante absoluto en los tiempos más difíciles, y le encomienda todo tipo de operaciones.. Desde los tiempos de campaña se convirtió en un hombre de diálogo con todos los sectores, y hace un culto de la escucha de todos aquellos que sin profesar la fe dasnevista buscan vías de consenso. A diferencia de la vieja guardia dasnevista y de algunos recién llegados como Rafael Williams –quienes consideran sospechoso a todo aquel que circula fuera de los límites establecidos por el Puente del Poeta y la Unidad 6– se permite atender el celular de quienes llaman desde todos los puntos de la provincia, e incluso de corregir los desvaríos autoritarios de algunos irrecuperables del gabinete. Es difícil entender cómo Das Neves no lo ha convertido en su jefe de gabinete o en su vocero político.
CIMADEVILLA, Mario: para mal de su estómago, fueron varios los sapos que debió engullir a partir de la tácita alianza entre el gobierno nacional –del cual forma parte como titular de la Unidad Fiscal AMIA–y el provincial de Mario Das Neves, al que no dejó de cuestionar en la primera parte del año. De todos modos, en los últimos meses su voz pública se fue apagando, mientras analiza cómo no dejar de perder poder de negociación cuando llegue la hora de armar la lista de candidatos a diputados nacionales. Más operador que dirigente y dotado de escaso poder electoral, lo suyo está siempre en el rol de monje del radicalismo, aún en sus peores tiempos.
CISTERNA, Víctor: era el hombre fuerte del nuevo gobierno y casi el único vocero alternativo, hasta que cayó estrepitosamente el primer lunes de noviembre. Pocos esperaban su despido –consensuado o no con Das Neves– luego de su gestión para conseguirle créditos a la Provincia para salir del atolladero financiero, aunque algunos remarcan que en el manejo de esos fondos justamente nació su desgracia. Varias cosas lo unían a Mario Das Neves –entre ellas una relación de muchos años– pero algunas cuestiones poco claras no cayeron bien en el principal círculo del gobernador y su salida impidió lo que pudo ser un escándalo de imprevisibles consecuencias.
CONDE, Eduardo: el diputado provincial de la Alianza Cambiemos fue de los más notorios a la hora de tratar de causarle escozor al Ejecutivo provincial con los temas que trajo a colación en cada sesión de la Legislatura, donde no tuvo límites éticos hasta que el gobernador le recordó sus andanzas familiares de presunto cultor de la violencia de género. Además, comenzó a recorrer la provincia con el propósito de darle nuevos aires a un radicalismo aletargado a partir de la eterna conducción de Cimadevilla y sus adláteres.
DAS NEVES, Pablo: con el objetivo claro de hacer carrera política por su propia cuenta, busca desde la gestión del Banco de Chubut exponer su potencial, a veces puesto en segundo plano por la centralidad de su padre. Para ello, encaró la misión internacional que concluyó exitosamente en la obtención de un préstamo internacional que permitiría dejar atrás las penurias financieras del nuevo gobierno apenas empezó a andar. El peso del apellido le juega a favor pero también en contra, e intenta construir autonomía política y personal a través de una auténtica vocación de diálogo con sectores diversos, mientras se aleja del perfil más belicoso que mostró en tiempos de campaña para derrotar al buzzismo y fortalece su mirada de politólogo. Con su hermana Mariví (ver entrada) constituyen el yin y el yan de la mesa política íntima del Gobernador, donde su voz estratégica apunta casi siempre a seducir para la causa a quienes no han sido señalados como enemigos sin retorno.
DAS NEVES, Mario: desde el inicio de su tercer gobierno dejó claro que tenía todas las facultades intactas para dominar las riendas de la provincia como líder excluyente. No solo sigue siendo el único dirigente patagónico al que todos respetan y temen dentro y fuera de la región, sino que su sola presencia ordena la política mientras aguarda que arranque la gestión, hasta ahora escasa de recursos. Su ausencia durante las largas semanas que dedicó a atender sus problemas de salud desnudó a varios que ya empezaban a flaquear cuando volvió y a otros que lo desafiaban mientras estaba lejos. De a poco fue dejando claro que cuenta con las energías necesarias para seguir siendo el gran elector de Chubut. Un sondeo realizado entre periodistas por una prestigiosa consultora comodorense reveló recientemente que está en la punta de la pirámide de credibilidad, muy por encima de instituciones como la Iglesia y la misma Justicia, y que los opositores pierden severamente con él en cualquier comparación.
DAS NEVES, Mariví: desde la Subsecretaría de Modernización del Estado fomenta su especialidad: trabajar en la interaccion de acciones de gobierno y redes sociales. En paralelo, desarrolla una fuerte tarea estratégica en la zona dura de la política, enfocada especialmente en la organización de los dirigentes más jóvenes. Tiene aspiraciones para el año que viene y no se descarta que pueda ser parte de alguna lista con chances de coronar en el Congreso. Su opinión pesa especialmente, porque hace rato dejó en claro que es mucho más que la “hija de”a través de su lúcida lectura del tiempo político, su formación y su personalidad a prueba de difamaciones. En privado, algunos dirigentes dasnevistas la cuestionan, pero ninguno subvalora sus talentos. Será clave en la gestión del legado y la proyección del Gobernador con vistas a las elecciones de 2017 y 2019.
DI FILIPPO, Alfredo: quienes no lo conocían fuera del Valle tuvieron en el año que se va un compendio casi perfecto de su perfil, ácido y astuto. Hábil negociador desde la Legislatura, aunque no es autoridad del bloque del FPV ha tenido a veces más influencia que el propio Javier Touriñán. Conocedor de las entretelas Del Valle y sus dirigentes, ha molestado al gobierno más de una vez con sus comentarios e iniciativas, aunque el abandono de toda ética en el uso político de la enfermedad de Das Neves lo puso en el eje de las maldiciones del oficialismo, podio que comparte con Blas Meza Evans. De paso, le hizo más de una zancadilla a Rossana Artero, la intendente de Rawson que llegó al gobierno de su mano y después lo desconoció.
DI PIERRO, Néstor: siempre rápido de reflejos, preservó su idílica relación con Das Neves, a tal punto que después de tanto cruce de juegos políticos hoy es director de YPF en representación de Chubut. Pese al distanciamiento evidente que mantiene con el intendente de Comodoro, conserva en el gabinete de Carlos Linares a varios funcionarios de su riñón. Se permitió instalar a Juan Pablo Luque como el dirigente del futuro en las barbas de Linares, mientras busca que se olvide rápido aquel entredicho que tuvo con la dirigencia del Valle, a la que acusó de saber solo de “papas y batatas”. Todavía ruega que no se destape del todo la olla de alguna de las causas judiciales pendientes, que podrían complicarlo más que hasta ahora. Hizo intenso lobby por su suegra, que está a punto de sumarse al Superior Tribunal de Justicia pese al rechazo de muchos dirigentes políticos y miembros de la corporación judicial.
DUFOUR, Gabriela: polémica, cuestionada y cuestionadora, se convirtió en tiempos buzzistas en una ministra-puntera lanzada a las primeras líneas de la batalla política aunque sin bases sociales ni electorales propias que pudieran sostenerla. Es una enemiga declarada del dasnevismo desde que cambió el gobierno, y pese a que recorre Tribunales con frecuencia todavía da pelea por ocupar un lugar protagónico dentro del bloque de diputados del FPV para contragolpear y convertirse en vocera de proyectos urticantes para el Ejecutivo. Está en el ojo de la tormenta por lo que hizo cuando fue ministra de Economía de Buzzi, sobre todo en el tema Alpesca, causa en la cual ya pesa sobre ella una condena judicial. Más buzzista que Buzzi, necesitará reciclarse cuando termine su mandato como diputada para evitar un serio revés judicial.
ELICECHE, Carlos: se las ingenió para conservar el control del PJ y desde allí negociar su supervivencia, algo impensado el año pasado luego de volver a perder malamente en su ciudad, Puerto Madryn, donde además contribuyó de manera decisiva a la derrota de Buzzi. Mientras disfruta del buen momento deportivo de su club, Guillermo Brown, líder del Nacional B, teje y desteje alianzas alrededor de Carlos Linares, quien apela a sus buenos servicios mientras define su futuro. Pese al notable deterioro de su imagen –seguramente es el dirigente más difamado en la provincia, pero ninguna causa judicial lo coloca en el lugar de los procesados–, Eliceche contribuyó con su lobby a impedir las internas y evitó la riesgosa disputa con la Celeste y Blanca que orienta Aidar Bestene. Al prorrogarse la conducción partidaria en el PJ, consiguió oxígeno y alejó la posibilidad de una eventual alianza con Das Neves, quien lo tiene en el podio de los que tienen retorno. Genio y figura, se mueve con la soberbia de quien se considera un intocable.
GAITAN, Ricardo: el concejal de Comodoro no tiene constancia para dar pelea por la representatividad del espacio dasnevista y vuelve a optar por la fugacidad que lo lleva a enfrentarse hasta con la otra única legisladora de su espacio. Mientras en el Valle ya no hay quien le ponga fichas, en su ciudad ha pasado un momento de vergüenza al presentar un proyecto (el del vuelto de los supermercados) que ya existía. Leal al tri gobernador, es consciente de que el dasnevismo prefiere mantenerlo lejos de los focos, y procura sobrevivir políticamente solo con su capacidad de adaptación, hasta que cambien los tiempos. Di Pierro, un amigo suyo más allá de diferencias de superficie, podría reclutarlo para nuevos proyectos.
GASPAR, José: sabedor de que ya no habrá otro mandato para él como concejal porque así lo establece la Carta Orgánica, el político radical pretendió ser en vano un interlocutor habilitado para las designaciones del gobierno nacional en la zona sur de la provincia. Ello implicó que descuidara sus deberes como presidente de la Comisión de Legislación General, cayendo en más de un grosero error, como al avalar tres ordenanzas que ya existían. La última de ellas fue la de la regulación de la pirotecnia. Viejo conocedor de la política radical y con buen diálogo histórico con los intendentes peronistas, hasta ahora no logró sacarle jugo a la era de Cambiemos, que rinde muy poco en Chubut.
GLINSKI, José: sin espacio en el peronismo de Carlos Linares, se convirtió en un mimado político de Jorge Aidar Bestene –quien le asigna un rol destacado en su armado provincial rumbo a 2017 y 2019–en Comodoro, compartiendo espacios junto a Adrián Maderna y la inefable Ana Llanos. Asesor part time del senador Alfredo Luenzo, quien le brindó cobijo en su despacho tras un breve regreso a su profesión de origen, el primer ministro de Seguridad que tuvo Chubut en su historia apuesta a fortalecer su crecimiento para poder aspirar dentro de tres años a la intendencia de su ciudad, posibilidad que no tuvo en 2015, cuando Buzzi lo dejó en cuarteles de invierno.
GUINLE, Marcelo: aunque ya no hace política partidaria después de catorce años en el Senado Nacional –donde ocupó lugares estratégicos como la Comisión de Acuerdos y la Presidencia Provincial–es uno de los dirigente más prestigiosos de las últimas décadas. Al convertirse en uno de los ministros del Superior Tribunal de Justicia por la obcecada iniciativa de Das Neves –quien sostuvo su postulación pese a las dudas del propio FpV hasta conseguir los votos necesarios–obtuvo un reconocimiento que no olvidará, pero desde el cual ejerce una sutil influencia. Das Neves, quien supo ser su duro adversario en la interna peronista pero también estuvo a punto de convertirlo en su candidato a gobernador en 2011, lo considera un auténtico par, y cada tanto se reúnen en privado en Playa Unión para orejear el futuro como viejos camaradas o ex enemigos íntimos.
IRIANNI, Ricardo: el otrora dirigente del PACh fracasó en su intento de convertirse en referente del PRO en la provincia, desde donde pretendía ser un aliado más crítico del dasnevismo. De entrada nomás rechazó un cargo en el gabinete y puso de manifiesto que para él Das Neves solo fue un instrumento para vencer al kirchnerismo y que no cree que persiga los mismos fines que Mauricio Macri y compañía. Siempre fue menos que su reputación, y se ha convertido en una promesa que no termina de despegar pese a sus indudables talentos y sus gestos éticos reconocidos..
LINARES, Carlos: el intendente de Comodoro supo plantarse ante las mínimas insinuaciones de intromisión del Valle, mientras se mantiene como una rara avis en la política regional, al convertirse en el principal dirigente leal al kirchnerismo que queda por estas geografías. No tiene pelos en la lengua para cuestionar la política liberal dominante, sobre todo por sus costos socio-económicos que ya se hicieron notar en su ciudad, como por ejemplo con el cierre de la textil Guilford, más allá de que los funcionarios provinciales apunten responsabilidades hacia otro lado. Ha galvanizado su liderazgo en las zonas sociales más populares de Comodoro, aunque hasta el momento no ha intentado interpelar a las clases medias y altas de la ciudad, donde las críticas se empiezan a multiplicar. Su distancia con Das Neves parece insalvable en todos los planos, y resulta evidente su intento constante de proyectarse como alternativa electoral fuera de la Zona Sur, donde la hegemonía oficialista se hace sentir desde el Valle a la Cordillera y Puerto Madryn opera como contrapeso de los votos comodorenses. Aunque lo niegue, en 2017 será gobernador o no será nada.
LLANOS, Ana: aunque siempre fue una declarada seguidora de Cristina Kirchner, sus últimos movimientos se prestan a confusión. Hasta llegó a colocar un “me gusta” en Facebook a la idea de cambiarle el nombre al Centro Cultural Néstor Kirchner. Distanciada de Linares, se encolumnó en la lista Celeste y Blanca de Aidar-Maderna con miras a la interna peronista que finalmente no se hizo. Creativa, brutal en su sinceridad y algunas veces bizarra, lucha para despegar su figura de la de su ex esposo Néstor Di Pierro, y la plataforma de una banca en la Cámara de Diputados le sirve para lograr que se hable de ella mientras se fortalece como hábil declarante para la prensa.
LORENZO, Carlos: sin cargo público, quiso volver a las luces del centro como presidente de la aún no creada Empresa Provincial de Energía. Sin embargo en la UCR le dijeron que no y debió buscar qué hacer en otros lugares. El fin de año lo encuentra como titular de la Federación Empresaria de Chubut, desde donde ya hubo un guiño para impulsar la minería, justo algo a lo que su partido siempre se opuso, al menos después de aquella derrota de Lizurume en el legendario plebiscito de Esquel. Algunas veces parece invertir el axioma radical que reza “que se rompa pero que no se doble”.
LUENZO, Alfredo: el hecho de que haya ingresado a la política directamente como senador nacional de la mano de Das Neves es suficiente para desmentir a aquellos que descreen de sus talentos y condiciones. Cuestionado en las cercanías de Das Neves más por celos que por diferencias metodológicas o ideológicas, cuenta con el respaldo de Pablo Das Neves, que fue quien realmente lo acercó a las carpas de su padre cuando el periodista y empresario de medios todavía se lucía con sus críticas al centralismo de Rawson y al presunto autoritarismo de don Mario mientras ocupaba un cargo destacado en el grupo de Cristóbal López. Contra cualquier pronóstico, entró con el pie derecho al Senado, sostuvo proyectos de impacto mediático –como el uso medicinal de cannabis y la defensa de la industria naval nacional, entre otros– e hizo buenas migas con massistas y macristas, sin dejar de lado a los kirchneristas, con quienes sintoniza en su perfil más progresista. Inclasificable para los ortodoxos, es uno de los que festejará este año, ya que superó con creces el desafío y se convirtió en el legislador dasnevista más destacado, más allá de su autonomía casi anarquista.
LUQUE, Juan Pablo: considerado un candidato más que potable por distintas fuerzas políticas, es una auténtica contracara amable y dialoguista de Linares, ese killer político que descree de las relaciones públicas, la influencia real de los medios y el marketing. Se mueve en la delgada línea roja que separa a Linares de Di Pierro, quien hace poco volvió a colocarlo –para su bien o para su mal– como el dirigente comodorense con más futuro. Críptico y esquivo, aparenta no estar convencido de dar pelea por la intendencia de Comodoro y recibe mandobles de ambiciosos explícitos que pululan en el despacho de Linares. Miles de cosas pueden ocurrir de acá a 2019, aunque un escenario posible lo coloca disputando el gobierno de la ciudad más poderosa y conflictiva de Chubut con Mariano Arcioni. Paradójicamente, ambos tienen más características en común que diferencias de fondo.
MAC KARTHY, Gustavo: se recompuso de la derrota electoral en Trelew gracias a un manejo cuidadoso y estratégico de los cuatro diputados provinciales que le responden, entre ellos su propia esposa, la dirigente Florencia Papaiani. De este modo, le impidió más de una vez al bloque del FPV sancionar leyes que pudieran molestar al dasnevismo. Además, recompuso relaciones con el gobernador, rotas desde aquel día de julio de 2011, cuando entró por la puerta de atrás a la Casa Rosada, junto a Martín Buzzi, para expresarle todo su respaldo a la reelección de Cristina Kirchner. El gobernador –que ya lo sacó del Infierno para colocarlo en el Purgatorio– vuelve a considerarlo como uno de los dirigentes que tiene futuro funcional en Trelew, la zona dura dasnevista que hoy preocupa en Rawson por el rumbo incierto de Maderna.
MADERNA, Adrián: parecía que iba a ser un hueso duro de roer para el dasnevismo y arrancó el año con todo, sin ocultar que su consejero de confianza era el mismísimo Norberto Yauhar, quien le aportó funcionarios en puestos clave pero al mismo tiempo le controló la caja y buena parte de la gestión. A poco de andar se encontró con problemas de gestión que pudo superar solo con ayuda del gobierno provincial. Aliado momentáneo del gobernador, busca espacio propio en el peronismo con el respaldo del empresario periodístico Jorge Aidar, y siempre es objeto de seducción política por parte de Linares. Su inestabilidad personal es materia de análisis en los despachos de Rawson, donde no confían plenamente en él pero no están dispuestos a permitir la decadencia de Trelew, cueste lo que cueste.
MENNA, Gustavo: sin grandilocuencias, como es su estilo, representa al clásico radicalismo que contribuye a la gobernabilidad, pero sin ser parte de la trama que integran los eternos negociadores de lo que importa y lo que no. Se ha convertido en la cara visible de un instituto de pensamiento sobre temas regionales que auspicia el diario El Chubut, que rivaliza con Aidar Bestene, y recorre la provincia con un discurso medianamente objetivo de lo que pasa en el país y en la provincia. No ha dejado su cómodo cargo en el Banco de Chubut, lo que lo hace tan contemplativo con el dasnevismo como lo fuera con el Buzzismo. Si bien es prematuro hablar de candidaturas y posibilidades para el próximo año, para él lo es aún mucho más, ya que siempre fue un hombre cauto que más de una vez optó por bajarse del tren si el camino era muy sinuoso.
PAIS, Mario: ha sido uno de los senadores nacionales más activos en el período que concluye, aportando proyectos e iniciativas rigurosas, vinculadas con la economía y la legislación laboral, su especialidad. Prescindente en la interna del PJ, ha mantenido una relación institucional aunque algo distante con el gobernador, y no se dio por aludido cuando Das Neves dijo aquello de que él “se anula solo porque no hace política”. Tras destacarse como diputado nacional en la era kirchnerista, hoy se abre camino para convertirse en un referente patagónico dentro del Senado, donde el macrismo debe negociar con sangre, sudor y lágrimas.
SASTRE, Ricardo: activo como en ningún momento de su anterior mandato, da muestras periódicas de lealtad dasnevista y es un habitué de los actos que encabeza el gobernador, quien lo jerarquiza especialmente. El contexto y sus movimientos estratégicos lo van colocando al tope de los aspirantes a ser elegidos para una potencial sucesión en 2019. Con su serie de victorias sobre Eliceche, ha demostrado conocimiento y dominio en el arte de hacer política y ha fortalecido el rol electoral de su liderazgo local en las elecciones provinciales. Su empatía contrasta con el autismo social de Maderna, y lejos del trato áspero al que lo sometía Buzzi por expreso pedido de Eliceche, esta vez es el niño mimado de Rawson.
TABOADA, Jorge: el diputado nacional y dirigente del sindicato de camioneros se ha manejado con total independencia, tanto que hasta ha llegado a cuestionar ciertas decisiones del dasnevismo en sintonía con el PRO, sobre todo cuando se implementan –y se aplauden- medidas que afectan a quienes dependen de un salario. El ha sido uno de los que más les ha recordado a los actuales gobernantes aquella lejana promesa de eliminar el Impuesto a las Ganancias.
TOURIÑAN, Javier: desaparecido sin demasiada acción como nunca antes, ha logrado sin embargo controlar durante mucho tiempo al bloque de diputados del FPV para que no se le fugara ningún integrante, aunque no pudo impedir finalmente la seducción de los “mackartistas” por parte de Das Neves. Mostró pericia para surfear en aguas procelosas por las que también iban la rebelde Dufour, el locuaz David González y el cada vez más inextricable Blas Meza Evans, por ejemplo.
YAUHAR, Norberto: el hombre que siempre está tuvo otro año con adrenalina. Era principal consejero de Adrián Maderna en Trelew cuando comenzó a visitar a Das Neves en Fontana 50, de donde salió con el cargo de director de Hidroeléctrica que poco le duró, ya que no cayó bien su foto en el “aguante” a Cristina de abril, cuando la ex Presidenta fue por primera vez a Comodoro Py. Alejado nuevamente del dasnevismo, puso su energía en la interna del PJ, donde ahora aparece cercano a Carlos Linares. La postergación de la interna implica su vigencia como hombre de contacto permanente.