Minería

La interna político-empresaria que preocupa a las mineras de Santa Cruz

Por Nicolás Gandini.

 

El jueves 27 de diciembre, el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, esperaba en su despacho a los presidentes de las tres productoras de metales de la provincia. A saber: Cerro Vanguardia (controlada por la sudafricana AngloGold Ashanti), Minera Santa Cruz (de la peruana Hochschild) y Minera Triton (de Pan American Silver).

Después de un año complicado para las mineras, signado por recurrentes iniciativas de la administración patagónica -la mayoría, frustradas- para aumentar la carga impositiva del sector a fin de paliar el déficit presupuestario, los máximos directivos de las empresas decidieron ponerse al frente, en primera persona, de las negociaciones con la gobernación.

Relegaron, de esa manera, a los mandos medios que venían confluyendo en una mesa de diálogo con tres funcionarios santacruceños: Oscar Vera, presidente de Fomicruz (la minera provincial): Raúl Santibáñez, secretario de Trabajo; y Sergio Medina, subsecretario de Medio Ambiente. “La mesa venía trabajando desde la segunda mitad de 2012 sobre diferentes temas. Pero desde principios de diciembre, a raíz del pedido del presidente de una de las tres productoras metalíferas, la articulación de esa mesa se frenó”, expresaron allegados a Camicruz, la cámara minera de Santa Cruz.

Lo curioso -y por demás llamativo- es que, tras lograr que Peralta accediera a recibirlos en forma personal, la reunión fue cancelada a último momento, porque uno de los integrantes del triunvirato se encontraba de viaje. La jugada no cayó bien en el sector. “Veníamos trabajando para encauzar la situación, y ahora está todo en stand by porque los máximos referentes de la industria provincial dejaron plantado al gobernador”, se lamentaron en una minera.

 

Proyecto Cerro Vanguardia, de AngloGold Ashanti

 

Es que tras un 2012 en que la gobernación santacruceña quiso modificar, en reiteradas ocasiones, el marco regulatorio del sector -la iniciativa más gravosa, finalmente descartada, apuntaba a cobrarle a las mineras un impuesto sobre el 1% de sus reservas minables-, las compañías privadas pretendían encaminar el escenario en los primeros meses de 2013 para evitar contratiempos; máxime en un año electoral.

La apuesta de la industria santacruceña consiste en replicar el ‘modelo San Juan’. “No se trata de no perder, sino de perder lo menos posible”, admitió un alto ejecutivo del sector. El esquema accionado por el gobernador cuyano, José Luis Gioja, tiene tres ejes: cobrar regalías directamente sobre la facturación de los productores (y no sobre el valor en boca mina de los metales), con lo cual incrementa sus ingresos; impulsar la creación de fondos fiduciarios -con aportes de las mineras- para construir obras de infraestructura; y desarrollar proveedores de servicios e insumos locales.

“Ese es el objetivo, que si bien implica elevar los aportes económicos, nos permite hacerlo de forma ordenada. Sin embargo, tras la suspensión de la reunión con Peralta, habrá que esperar hasta febrero para iniciar nuevas gestiones”, señalaron desde otra productora santacruceña.

 

Fuente: El Inversor Online