Petróleo
Mosconi, el héroe dual. Un “duro” contra las empresas extranjeras y contra los obrerosPOR MARCELO GARCÍA.
Comodoro Rivadavia.
Especial para EES 115.
Buena parte de las guerras de la era contemporánea se dieron por el control de territorios y el manejo de los recursos naturales estratégicos. El siglo XX estuvo marcado por las dos guerras mundiales, 1914-18 y 1939-45. A finales del siglo XX Bush padre encabezó la primera guerra contra Irak y en 2003 su hijo volvió a invadir territorio iraquí en la primera guerra por el petróleo del siglo XXI. No todas las guerras por el control del petróleo y los recursos naturales se dieron de manera sangrienta; algunas adquirieron formato político y económico. Enla Argentinadel siglo XX se produjeron varias “batallas” entre diferentes sectores por el manejo del petróleo. Los “bandos” fueron casi siempre estatistas y privatistas.
A veces no se enfrentaron el bando estatal con el privado, sino que fueron los propios gobernantes, encargados de administrar el Estado, los que se sumaron al bando de los privados y jugaron su propio partido, contrario a los intereses de la Nación. Una de esas “batallas” fue la que dio el general Enrique Mosconi para tratar de evitar la supremacía de los trusts extranjeros en la industria petrolera. Es una de las páginas más recordadas de la historia argentina.
Impacto de la Primera Guerra
Antes de esta importante “batalla” con las empresas extranjeras, los gobiernos anteriores –como se detalló en nuestra edición anterior- despreciaron el desarrollo petrolero del país y casi nada aportaron al impulso que la industria petrolera necesitaba para poder despegar en Argentina.
En 1918 se inicióla PrimeraGuerraMundial, y con una dura crisis económica impactó en el país. La expansión industrial se frenó y se estancó. En ese marco, las elites dirigentes optaron por no desarrollar la industria petrolera desde el Estado, y mantuvieron la dependencia del carbón, que en un 95% se importaba desde Inglaterra.
Bajaron las exportaciones de carnes y demás productos agropecuarios nacionales como consecuencia de la menor demanda internacional, pero también aumentaron los precios de las importaciones. El carbón comenzó a ser caro y escaso, ya que era utilizado en la guerra europea. Al mismo tiempo cayeron considerablemente las inversiones extranjeras, fundamentalmente las británicas.
La penetración de las petroleras extranjeras en el país se desaceleró con el inicio de la guerra, aunque el Estado mantuvo la entrega de concesiones a los capitales privados. Entre 1911 y 1922 se concesionaron a privados un total de 646.845 hectáreas enla Patagonia, abarcando yacimientos de Chubut, Santa Cruz y Neuquén.
Las provincias no estaban de acuerdo con una mayor intervención del Estado Nacional, y la disputa entre la periferia y el centro se reflejaba en el ámbito petrolero. Por eso, muchas concesiones fueron otorgadas en las provincias del norte y sus legisladores se opusieron a que el Gobierno Nacional instalado en Buenos Aires controlara los yacimientos petroleros. Las provincias se apoyaban en las empresas extranjeras bajo una lógica que generaba provincias con recursos y pocos habitantes, frente a grandes ciudades con muchos habitantes, pero sin petróleo.
Era la época en que comenzaban a hacerse fuertes y expandirse los trusts petroleros a nivel mundial, con la disputa entrela AngloPersiande Inglaterra,la RoyalDutchShell de Holanda y las subsidiarias dela Standard Oilde Estados Unidos.
A comienzos del siglo XX, la petrolera del Reino Unido había avanzado más que las estadounidenses en la apropiación de campos y reservas petroleras en todo el mundo. Cuando terminó la contienda mundial, Gran Bretaña –y también Holanda con Shell- controlaba el 50% de las reservas más importantes del planeta. Estados Unidos tenía acceso con sus empresas al 8%.
La gigante estadounidense Standard Oil había sido dividida en 1911 por denuncia de accionar monopólico en 7 subempresas y volcó sus apetencias hacia América Latina, buscando filtrarse con todas las maniobras posibles.
Los problemas económicos que provocóla PrimeraGuerraMundial encendieron la preocupación de los gobernantes pero también de los militares argentinos, quienes comenzaron a percibir el estratégico rol del petróleo como recurso vital para la defensa y el desplazamiento bélico.
Crisis económica y huelgas
El efecto de la contienda mundial en Europa generó enla Argentinauna crisis económica de magnitud, la que se trasladó al ámbito político y social. Miles de trabajadores perdieron las fuentes de ingresos, vieron reducirse sus salarios y la pobreza se adueño de las barriadas obreras del país, principalmente en los alrededores dela Capital.
La guerra había comenzado en 1914, y para 1917 el país sufría graves consecuencias que se extendieron hasta 1922. El descontento de los sectores obreros fue creciendo y la respuesta no se hizo esperar. Desde el año ’17 en adelante se produjo una serie de huelgas masivas.
La secuencia de estas protestas se inició justamente en los yacimientos de Comodoro Rivadavia. En septiembre de 1917 los obreros iniciaron una extensa huelga, encabezada porla FederaciónObreraPetrolífera (FOP), que se desarrolló por 51 días. Luego estallaría, en Buenos Aires y durante enero 1919, la huelga de los metalúrgicos que fue sangrientamente reprimida: la Semana Trágica. Ese mismo año los petroleros volverían a paralizar la producción de petróleo en Comodoro.
Las respuestas a los reclamos por parte del gobierno de Hipólito Yrigoyen fueron escasas . Al comienzo se buscó la negociación, pero en los yacimientos comodorenses se aplicó una extrema dureza represiva con los huelguistas, quienes fueron amedrentados en los pozos petroleros a punta de fusil porla Marinade Guerra.
Desde 1919 Yrigoyen respondió con represión a las huelgas patagónicas y a las de Buenos Aires. El paro petrolero de agosto y diciembre fue reprimido por las tropas al mando del capitán de navío Felipe Fliess. Los cabecillas fueron perseguidos por los rompehuelgas o grupos fascistas dela LigaPatriótica, y luego expulsados de las habitaciones en las que vivían. Muchos fueron despedidos, y sus organizaciones sindicales disueltas.
En 1921 se producirían los trágicos hechos de la PatagoniaRebeldeen Santa Cruz, con la represión y el fusilamiento de centenares de peones rurales[1].
El movimiento obrero argentino, y en particular los trabajadores inmigrantes, recibían por aquellos años una fuerte influencia política y de clase por parte de la revolución rusa de 1917. Los petroleros recibían esas ideas en los yacimientos del sur, por eso no es casualidad observar fotografías de las marchas por el día internacional del trabajador o las pancartas de protestas escritas en ruso.
Como respuesta, comenzaba a diseñarse el plan de “argentinización” de los yacimientos patagónicos. En un momento había 1.720 obreros petroleros, y sólo el 3,3% era de origen argentino, mientras que en Buenos Aires se aplicabala Leyde Residencia.
Británicos y estadounidenses
Los efectos de la Primera Guerra Mundial llevaron a los países imperialistas a introducir cambios en la industria petrolera. Las grandes potencias comprendieron que para poder mantener estatus su predominio necesitaban del petróleo como fuente de energía industrial y bélica.
Para concretar este objetivo se suscitaron dos políticas diferenciadas. Inglaterra complementó el capital privado con la intervención estatal. El ejemplo más claro es la petrolera británica Anglo Persian (luego llamada Amoco Oil y actualmente conocida como British Petroleum, accionista de Pan American Energy) que abarcaba capitales mixtos.
La otra política fue la de Estados Unidos, que sin intervención estatal en el capital accionario empresario, posibilitó el desarrollo dela StandardOilpor todo el país. La Casa Blanca facilitó cuantos medios tenía a su alcance (políticos y diplomáticos) para que la compañía de Rockefeller pudiera expandirse a otros yacimientos en el mundo y controlara comercialmente el mercado de los hidrocarburos.
El presidente de la StandardOilNew Jersey, Alfred Bedford, expresaba en 1919 que “las compañías petroleras están haciendo el mayor esfuerzo para aumentar sus posiciones fuera de Estados Unidos. Es un problema de vital importancia que preocupa a las grandes naciones al igual que la nuestra, y debe estar apoyado por el pueblo y el gobierno americanos. Los dólares americanos irán a cualquier campo donde haya posibilidades de encontrar petróleo, siempre que el gobierno americano nos diga cuál es la política que se seguirá después que se establezcan…”[2].
El despliegue en Comodoro
La enseñanza fundamental que dejó la guerra fue la necesidad de expandirse por los campos petroleros más importantes del mundo para apoderarse, a través de los trusts, de buena parte de las reservas del planeta.
Esas apetencias extranjeras por los yacimientos argentinos se veían reflejadas en los avances que las empresas lograban en el país, principalmente en las zonas circundantes al descubrimiento del petróleo por parte del Estado en Comodoro Rivadavia.
La compañía ASTRA (que poseía capitales alemanes y mantenía excelentes relaciones con el poder central) desembarcó a 14 kilómetros de Comodoro. Para 1922 la empresa holandesa Shell hizo lo propio a 27 km de Comodoro, en la zona de Diadema Argentina. También las poderosas petroleras de Estados Unidos intentaban conquistar yacimientos argentinos desde Bolivia, y ya habían logrado monopolizar en el país el mercado de los combustibles conla WICO.
Un sector de los militares argentinos entendió que esos eran los desafíos a los que el país debía dar respuesta a principios del siglo pasado. Eran tiempos de pleno crecimiento de la burguesía argentina, la que de alguna manera se recostó en el impulso que alcanzó el sector nacionalista, colaborando entre ambos en el desarrollo privado y estatal de la industria.
Desde el poder central Yrigoyen había tenido acciones duales y dubitativas en torno del petróleo y del rol del Estado. Parecía tener intenciones de llevar adelante una línea de apoyo a la intervención estatal, pero no impedía la entrega de cientos de miles de hectáreas en concesión para las petroleras privadas.
En septiembre de 1919, el presidente Yrigoyen envió al Congreso el proyecto de creación dela Dirección Generalde Yacimientos Petrolíferos Fiscales, que no fue tratado en ese momento. Recién el 3 de junio de 1922 se decidió a firmar la puesta en marcha de YPF por decreto. Quizás esta haya sido su mayor y mejor decisión a favor del Estado en el ámbito petrolero, anticipatoria de lo seríala YPFestatal que se instaló en todo el país.
Mosconi vs. obreros extranjeros
El 12 octubre de 1922 asumió la sucesión presidencial el radical Marcelo Torcuato de Alvear. Una semana más tarde nombró al coronel Enrique Mosconi al frente de YPF, cargo en el que se desempeñaría hasta 1930.
Mosconi ingresó en la historia grande dela Argentinapor ser el principal mentor de la enorme, expansiva y eficiente estructura que tuvo Yacimientos Petrolíferos Fiscales. En ese proceso concretó una disputa con los trusts petroleros que controlaban por completo el mercado de los combustibles en el país y buscaban apoderarse de más yacimientos.
Mosconi no sólo midió fuerzas con los trusts, en la “batalla” más importante en la historia petrolera argentina, sino que también concretó su propia “batalla” contra los obreros petroleros de origen extranjero.
Esa dualidad tuvo sus orígenes en la concepción militar con la que se formó el joven coronel e ingeniero. Esa visión castrense marcó a fuego su desempeño al frente de YPF y lo llevó a optar por obreros “dóciles” de origen nacional para reemplazar a los extranjeros que consideraba un “obstáculo” para su plan petrolero.
En los años previos a la creación de YPF, las Fuerzas Armadas se debatían entre diferentes corrientes de pensamiento. Estaban los que consideraban que el modelo político y económico debía seguir sustentándose en la exportación agropecuaria predominante y dependiente del Reino Unido y los que consideraban que estaban dadas las condiciones para desarrollar la industria nacional sobre la base de la incipiente burguesía que comenzaba a despuntar. En este último grupo se enrolaba Mosconi.
Los cuadros castrenses estaban preocupados por las influencias socialistas y anarquistas en el movimiento obrero argentino, y hasta por la presunta creación de “soviets” obreros y militares que apenas despuntaron en la huelga del 1919. Intentaban frenar el profundo malestar social hacia las Fuerzas Armadas que habían generado las brutales represiones al movimiento obrero en las protestas ya mencionadas[3].
Para Mosconi ya no alcanzaban los “apuntadores” o las tropas dela Marinade Guerra en los yacimientos, él necesitaba otro tipo de trabajadores que aceptaran mansamente la disciplina militar y el patriotismo, y se sintieran complacidos con las bondades keynesianas que el Estado benefactor podía brindarles a través de YPF.
El propio Mosconi interpretaba que el personal extranjero de YPF “constituía un obstáculo para desarrollar el espíritu patriótico”, que él consideraba esencial[4]. Sobre la base de esa concepción castrense llevó adelante tres facetas de un mismo plan: por un lado fue cercenando los derechos sindicales; expulsó a los experimentados obreros europeos reemplazándolos por inexpertos obreros argentinos esencialmente llegados desde Catamarca; y puso en marcha complejo entramado social, al estilo militar, que contemplaba el otorgamiento de beneficios sociales para concretar la cooptación, dependencia y sumisión de los trabajadores; y finalmente incorporó un fuerte esquema educativo vinculado ala Iglesia que apuntaba a la profundización de “argentinización” de los obreros y sus familias.
Mosconi vs. los trusts
Cuando asumió en YPF, Mosconi sabía que debía avanzar en la explotación de los hidrocarburos y buscar el aprovisionamiento de combustibles, pero también de los precios. Comprendía que era necesario utilizar los hidrocarburos para la movilización mecanizada de los ejércitos y la aviación militar que recién daba los primeros pasos en combate.
Desde 1912 Mosconi había desarrollado especial atención a la aviación de guerra. Tras sus viajes a Europa y la I Guerra Mundial intensificó esa impronta, hasta que en febrero de 1920 fue creadala Direccióndel Servicio Aeronáutico del Ejército. En agosto de ese mismo año fundóla EscuelaMilitarde Aviación.
Sus objetivos de crear la “Quinta Arma”, como complemento a las existentes (Infantería, Caballería, Artillería e Ingeniería) se fue integrando con la aviación civil, a la que consideraba una pieza complementaria de mucha importancia. Buena parte de ambas experiencias las concretó junto al aviador Jorge Newbery.
Mientras se esforzaba por desarrollar la aviación militar se produjo un hecho que lo marcó a fuego y lo llevó sacar varias conclusiones estratégicas, que luego aplicaría enla Direcciónde YPF.
A fines de 1920 Mosconi quiso comprar combustible para los aviones con la finalidad de concretar una serie de raids de entrenamiento, pero la compañía WICO -que manejaba el monopolio de los combustibles en el país- se lo negó. Entonces Mosconi se preguntó: “Y si en lugar de tratarse de un simple raid de entrenamiento se debiera cumplir la orden de atacar una escuadra enemiga qué haríamos si por la torpe actitud de un comerciante, nos viéramos impedidos de hacer levantar vuelo a nuestras máquinas por carecer de combustibles?”[5].
Allí está la clave de la comprensión, la elaboración y las posteriores acciones de Mosconi al frente de YPF. Él jamás estuvo completamente en contra de la coexistencia de las petroleras privadas y el accionar del Estado en el manejo de este recurso natural estratégico, ni se opuso a que los trusts pudieran extraer petróleo enla Argentina, pero comprendió que la existencia de monopolios privados imposibilitaban la concreción de los planes estratégicos para el avance industrial y militar del país.
Contra ESSO y Standard Oil
El ya teniente coronel inició la más dura “batalla” de la historia argentina para limitar el poder de los trusts.La WICO(que había pasado a denominarse ESSO a finales de la década de 1920) monopolizaba el mercado de los combustibles e imponía discrecionalmente el precio de los combustibles y lubricantes.
Mosconi la enfrentó y a fuerza del desarrollo de YPF consiguió en agosto de 1929 imponer un precio establecido por el Estado en la nafta, el kerosene y el fuel oil. Había logrado conquistar su máximo objetivo, el que se había juramentado cuando abandonó las oficinas dela WICO.
Dos años antes se enfrentó y le ganóla StandardOil, que había obtenido enormes concesiones en el norte del país y pretendía construir un oleoducto desde Bolivia para dominar el mercado petrolero en ambos países. También sufrió derrotas: el proyecto de Ley de Nacionalización que elaboró y presentó al Congreso perdió estado parlamentario en 1929 sin tener nunca tratamiento.
El legado
La YPFde Mosconi sirvió de modelo para otras petroleras en América Latina.La Pemexde México,la YPFBde Bolivia yla ANCAPde Uruguay fueron creadas a imagen y semejanza de la petrolera estatal Argentina, en lo que mucho tuvo que ver la gira que Mosconi realizó por Latinoamérica en 1929.
Tras 8 años al frente de YPF, Mosconi sostuvo: “si para la explotación de los yacimientos en un principio fuimos partidarios de las organizaciones mixtas constituidas por el Estado y el capital privado, dándole a aquel la dirección política, y considerábamos que podía mantenerse el sistema de acordar concesiones a las compañías privadas, la experiencia de las luchas incesantes que la organización fiscal ha debido soportar con las compañías privadas durante todo el tiempo que la hemos dirigido, nos condujo a la conclusión que tales dos organizaciones, la estatal y la privada, no pueden coexistir, pues representan dos intereses antagónicos, destinados a vivir en lucha de la cual por excepción saldrá triunfante la organización estatista”[6].
Cuando el golpe del general José Uriburu a Yrigoyen, Mosconi intervino con intenciones de enfrentar a los golpistas aunque no llegó a concretarlo militarmente. Días más tarde padeció una dura campaña de desprestigio y calumnias por los líderes del golpe militar y presentó su renuncia a la dirección de YPF. Luego fue “desterrado” a Europa.
Las conclusiones a las que llegó Mosconi, luego de abandonar la conducción de YPF, fueron más que categóricas, contundentes y aplicables hasta la actualidad. Ese legado fue su mayor aporte político y organizativo para una Nación que intentara ser independiente del imperialismo y los trusts, en tiempos de la industrialización y el petróleo. Lamentablemente su máxima enseñanza quedó en el olvido y fue contrariada por casi todas las futuras acciones del Estado y los gobernantes dela Argentina.
[1] Osvaldo Bayer.La Patagonia Rebelde. 1980 – 2002.
[2] Arturo Frondizi. Petróleo y Política. 1956.
[3] Robert Potash. El Ejército y la política enla Argentina (I). 1985.
[4] Marcela F. Garrido. Biografía visual Mosconi. Escrito por la hija de María Ester Gorchs de Garrido, sobrina de Mosconi. 2008.
[5] Enrique Mosconi. El Petróleo Argentino (1922-1930). 1983.
[6] Ibid.
Comodoro Rivadavia.
Especial para EES 115.
Buena parte de las guerras de la era contemporánea se dieron por el control de territorios y el manejo de los recursos naturales estratégicos. El siglo XX estuvo marcado por las dos guerras mundiales, 1914-18 y 1939-45. A finales del siglo XX Bush padre encabezó la primera guerra contra Irak y en 2003 su hijo volvió a invadir territorio iraquí en la primera guerra por el petróleo del siglo XXI. No todas las guerras por el control del petróleo y los recursos naturales se dieron de manera sangrienta; algunas adquirieron formato político y económico. Enla Argentinadel siglo XX se produjeron varias “batallas” entre diferentes sectores por el manejo del petróleo. Los “bandos” fueron casi siempre estatistas y privatistas.
A veces no se enfrentaron el bando estatal con el privado, sino que fueron los propios gobernantes, encargados de administrar el Estado, los que se sumaron al bando de los privados y jugaron su propio partido, contrario a los intereses de la Nación. Una de esas “batallas” fue la que dio el general Enrique Mosconi para tratar de evitar la supremacía de los trusts extranjeros en la industria petrolera. Es una de las páginas más recordadas de la historia argentina.
Impacto de la Primera Guerra
Antes de esta importante “batalla” con las empresas extranjeras, los gobiernos anteriores –como se detalló en nuestra edición anterior- despreciaron el desarrollo petrolero del país y casi nada aportaron al impulso que la industria petrolera necesitaba para poder despegar en Argentina.
En 1918 se inicióla PrimeraGuerraMundial, y con una dura crisis económica impactó en el país. La expansión industrial se frenó y se estancó. En ese marco, las elites dirigentes optaron por no desarrollar la industria petrolera desde el Estado, y mantuvieron la dependencia del carbón, que en un 95% se importaba desde Inglaterra.
Bajaron las exportaciones de carnes y demás productos agropecuarios nacionales como consecuencia de la menor demanda internacional, pero también aumentaron los precios de las importaciones. El carbón comenzó a ser caro y escaso, ya que era utilizado en la guerra europea. Al mismo tiempo cayeron considerablemente las inversiones extranjeras, fundamentalmente las británicas.
La penetración de las petroleras extranjeras en el país se desaceleró con el inicio de la guerra, aunque el Estado mantuvo la entrega de concesiones a los capitales privados. Entre 1911 y 1922 se concesionaron a privados un total de 646.845 hectáreas enla Patagonia, abarcando yacimientos de Chubut, Santa Cruz y Neuquén.
Las provincias no estaban de acuerdo con una mayor intervención del Estado Nacional, y la disputa entre la periferia y el centro se reflejaba en el ámbito petrolero. Por eso, muchas concesiones fueron otorgadas en las provincias del norte y sus legisladores se opusieron a que el Gobierno Nacional instalado en Buenos Aires controlara los yacimientos petroleros. Las provincias se apoyaban en las empresas extranjeras bajo una lógica que generaba provincias con recursos y pocos habitantes, frente a grandes ciudades con muchos habitantes, pero sin petróleo.
Era la época en que comenzaban a hacerse fuertes y expandirse los trusts petroleros a nivel mundial, con la disputa entrela AngloPersiande Inglaterra,la RoyalDutchShell de Holanda y las subsidiarias dela Standard Oilde Estados Unidos.
A comienzos del siglo XX, la petrolera del Reino Unido había avanzado más que las estadounidenses en la apropiación de campos y reservas petroleras en todo el mundo. Cuando terminó la contienda mundial, Gran Bretaña –y también Holanda con Shell- controlaba el 50% de las reservas más importantes del planeta. Estados Unidos tenía acceso con sus empresas al 8%.
La gigante estadounidense Standard Oil había sido dividida en 1911 por denuncia de accionar monopólico en 7 subempresas y volcó sus apetencias hacia América Latina, buscando filtrarse con todas las maniobras posibles.
Los problemas económicos que provocóla PrimeraGuerraMundial encendieron la preocupación de los gobernantes pero también de los militares argentinos, quienes comenzaron a percibir el estratégico rol del petróleo como recurso vital para la defensa y el desplazamiento bélico.
Crisis económica y huelgas
El efecto de la contienda mundial en Europa generó enla Argentinauna crisis económica de magnitud, la que se trasladó al ámbito político y social. Miles de trabajadores perdieron las fuentes de ingresos, vieron reducirse sus salarios y la pobreza se adueño de las barriadas obreras del país, principalmente en los alrededores dela Capital.
La guerra había comenzado en 1914, y para 1917 el país sufría graves consecuencias que se extendieron hasta 1922. El descontento de los sectores obreros fue creciendo y la respuesta no se hizo esperar. Desde el año ’17 en adelante se produjo una serie de huelgas masivas.
La secuencia de estas protestas se inició justamente en los yacimientos de Comodoro Rivadavia. En septiembre de 1917 los obreros iniciaron una extensa huelga, encabezada porla FederaciónObreraPetrolífera (FOP), que se desarrolló por 51 días. Luego estallaría, en Buenos Aires y durante enero 1919, la huelga de los metalúrgicos que fue sangrientamente reprimida: la Semana Trágica. Ese mismo año los petroleros volverían a paralizar la producción de petróleo en Comodoro.
Las respuestas a los reclamos por parte del gobierno de Hipólito Yrigoyen fueron escasas . Al comienzo se buscó la negociación, pero en los yacimientos comodorenses se aplicó una extrema dureza represiva con los huelguistas, quienes fueron amedrentados en los pozos petroleros a punta de fusil porla Marinade Guerra.
Desde 1919 Yrigoyen respondió con represión a las huelgas patagónicas y a las de Buenos Aires. El paro petrolero de agosto y diciembre fue reprimido por las tropas al mando del capitán de navío Felipe Fliess. Los cabecillas fueron perseguidos por los rompehuelgas o grupos fascistas dela LigaPatriótica, y luego expulsados de las habitaciones en las que vivían. Muchos fueron despedidos, y sus organizaciones sindicales disueltas.
En 1921 se producirían los trágicos hechos de la PatagoniaRebeldeen Santa Cruz, con la represión y el fusilamiento de centenares de peones rurales[1].
El movimiento obrero argentino, y en particular los trabajadores inmigrantes, recibían por aquellos años una fuerte influencia política y de clase por parte de la revolución rusa de 1917. Los petroleros recibían esas ideas en los yacimientos del sur, por eso no es casualidad observar fotografías de las marchas por el día internacional del trabajador o las pancartas de protestas escritas en ruso.
Como respuesta, comenzaba a diseñarse el plan de “argentinización” de los yacimientos patagónicos. En un momento había 1.720 obreros petroleros, y sólo el 3,3% era de origen argentino, mientras que en Buenos Aires se aplicabala Leyde Residencia.
Británicos y estadounidenses
Los efectos de la Primera Guerra Mundial llevaron a los países imperialistas a introducir cambios en la industria petrolera. Las grandes potencias comprendieron que para poder mantener estatus su predominio necesitaban del petróleo como fuente de energía industrial y bélica.
Para concretar este objetivo se suscitaron dos políticas diferenciadas. Inglaterra complementó el capital privado con la intervención estatal. El ejemplo más claro es la petrolera británica Anglo Persian (luego llamada Amoco Oil y actualmente conocida como British Petroleum, accionista de Pan American Energy) que abarcaba capitales mixtos.
La otra política fue la de Estados Unidos, que sin intervención estatal en el capital accionario empresario, posibilitó el desarrollo dela StandardOilpor todo el país. La Casa Blanca facilitó cuantos medios tenía a su alcance (políticos y diplomáticos) para que la compañía de Rockefeller pudiera expandirse a otros yacimientos en el mundo y controlara comercialmente el mercado de los hidrocarburos.
El presidente de la StandardOilNew Jersey, Alfred Bedford, expresaba en 1919 que “las compañías petroleras están haciendo el mayor esfuerzo para aumentar sus posiciones fuera de Estados Unidos. Es un problema de vital importancia que preocupa a las grandes naciones al igual que la nuestra, y debe estar apoyado por el pueblo y el gobierno americanos. Los dólares americanos irán a cualquier campo donde haya posibilidades de encontrar petróleo, siempre que el gobierno americano nos diga cuál es la política que se seguirá después que se establezcan…”[2].
El despliegue en Comodoro
La enseñanza fundamental que dejó la guerra fue la necesidad de expandirse por los campos petroleros más importantes del mundo para apoderarse, a través de los trusts, de buena parte de las reservas del planeta.
Esas apetencias extranjeras por los yacimientos argentinos se veían reflejadas en los avances que las empresas lograban en el país, principalmente en las zonas circundantes al descubrimiento del petróleo por parte del Estado en Comodoro Rivadavia.
La compañía ASTRA (que poseía capitales alemanes y mantenía excelentes relaciones con el poder central) desembarcó a 14 kilómetros de Comodoro. Para 1922 la empresa holandesa Shell hizo lo propio a 27 km de Comodoro, en la zona de Diadema Argentina. También las poderosas petroleras de Estados Unidos intentaban conquistar yacimientos argentinos desde Bolivia, y ya habían logrado monopolizar en el país el mercado de los combustibles conla WICO.
Un sector de los militares argentinos entendió que esos eran los desafíos a los que el país debía dar respuesta a principios del siglo pasado. Eran tiempos de pleno crecimiento de la burguesía argentina, la que de alguna manera se recostó en el impulso que alcanzó el sector nacionalista, colaborando entre ambos en el desarrollo privado y estatal de la industria.
Desde el poder central Yrigoyen había tenido acciones duales y dubitativas en torno del petróleo y del rol del Estado. Parecía tener intenciones de llevar adelante una línea de apoyo a la intervención estatal, pero no impedía la entrega de cientos de miles de hectáreas en concesión para las petroleras privadas.
En septiembre de 1919, el presidente Yrigoyen envió al Congreso el proyecto de creación dela Dirección Generalde Yacimientos Petrolíferos Fiscales, que no fue tratado en ese momento. Recién el 3 de junio de 1922 se decidió a firmar la puesta en marcha de YPF por decreto. Quizás esta haya sido su mayor y mejor decisión a favor del Estado en el ámbito petrolero, anticipatoria de lo seríala YPFestatal que se instaló en todo el país.
Mosconi vs. obreros extranjeros
El 12 octubre de 1922 asumió la sucesión presidencial el radical Marcelo Torcuato de Alvear. Una semana más tarde nombró al coronel Enrique Mosconi al frente de YPF, cargo en el que se desempeñaría hasta 1930.
Mosconi ingresó en la historia grande dela Argentinapor ser el principal mentor de la enorme, expansiva y eficiente estructura que tuvo Yacimientos Petrolíferos Fiscales. En ese proceso concretó una disputa con los trusts petroleros que controlaban por completo el mercado de los combustibles en el país y buscaban apoderarse de más yacimientos.
Mosconi no sólo midió fuerzas con los trusts, en la “batalla” más importante en la historia petrolera argentina, sino que también concretó su propia “batalla” contra los obreros petroleros de origen extranjero.
Esa dualidad tuvo sus orígenes en la concepción militar con la que se formó el joven coronel e ingeniero. Esa visión castrense marcó a fuego su desempeño al frente de YPF y lo llevó a optar por obreros “dóciles” de origen nacional para reemplazar a los extranjeros que consideraba un “obstáculo” para su plan petrolero.
En los años previos a la creación de YPF, las Fuerzas Armadas se debatían entre diferentes corrientes de pensamiento. Estaban los que consideraban que el modelo político y económico debía seguir sustentándose en la exportación agropecuaria predominante y dependiente del Reino Unido y los que consideraban que estaban dadas las condiciones para desarrollar la industria nacional sobre la base de la incipiente burguesía que comenzaba a despuntar. En este último grupo se enrolaba Mosconi.
Los cuadros castrenses estaban preocupados por las influencias socialistas y anarquistas en el movimiento obrero argentino, y hasta por la presunta creación de “soviets” obreros y militares que apenas despuntaron en la huelga del 1919. Intentaban frenar el profundo malestar social hacia las Fuerzas Armadas que habían generado las brutales represiones al movimiento obrero en las protestas ya mencionadas[3].
Para Mosconi ya no alcanzaban los “apuntadores” o las tropas dela Marinade Guerra en los yacimientos, él necesitaba otro tipo de trabajadores que aceptaran mansamente la disciplina militar y el patriotismo, y se sintieran complacidos con las bondades keynesianas que el Estado benefactor podía brindarles a través de YPF.
El propio Mosconi interpretaba que el personal extranjero de YPF “constituía un obstáculo para desarrollar el espíritu patriótico”, que él consideraba esencial[4]. Sobre la base de esa concepción castrense llevó adelante tres facetas de un mismo plan: por un lado fue cercenando los derechos sindicales; expulsó a los experimentados obreros europeos reemplazándolos por inexpertos obreros argentinos esencialmente llegados desde Catamarca; y puso en marcha complejo entramado social, al estilo militar, que contemplaba el otorgamiento de beneficios sociales para concretar la cooptación, dependencia y sumisión de los trabajadores; y finalmente incorporó un fuerte esquema educativo vinculado ala Iglesia que apuntaba a la profundización de “argentinización” de los obreros y sus familias.
Mosconi vs. los trusts
Cuando asumió en YPF, Mosconi sabía que debía avanzar en la explotación de los hidrocarburos y buscar el aprovisionamiento de combustibles, pero también de los precios. Comprendía que era necesario utilizar los hidrocarburos para la movilización mecanizada de los ejércitos y la aviación militar que recién daba los primeros pasos en combate.
Desde 1912 Mosconi había desarrollado especial atención a la aviación de guerra. Tras sus viajes a Europa y la I Guerra Mundial intensificó esa impronta, hasta que en febrero de 1920 fue creadala Direccióndel Servicio Aeronáutico del Ejército. En agosto de ese mismo año fundóla EscuelaMilitarde Aviación.
Sus objetivos de crear la “Quinta Arma”, como complemento a las existentes (Infantería, Caballería, Artillería e Ingeniería) se fue integrando con la aviación civil, a la que consideraba una pieza complementaria de mucha importancia. Buena parte de ambas experiencias las concretó junto al aviador Jorge Newbery.
Mientras se esforzaba por desarrollar la aviación militar se produjo un hecho que lo marcó a fuego y lo llevó sacar varias conclusiones estratégicas, que luego aplicaría enla Direcciónde YPF.
A fines de 1920 Mosconi quiso comprar combustible para los aviones con la finalidad de concretar una serie de raids de entrenamiento, pero la compañía WICO -que manejaba el monopolio de los combustibles en el país- se lo negó. Entonces Mosconi se preguntó: “Y si en lugar de tratarse de un simple raid de entrenamiento se debiera cumplir la orden de atacar una escuadra enemiga qué haríamos si por la torpe actitud de un comerciante, nos viéramos impedidos de hacer levantar vuelo a nuestras máquinas por carecer de combustibles?”[5].
Allí está la clave de la comprensión, la elaboración y las posteriores acciones de Mosconi al frente de YPF. Él jamás estuvo completamente en contra de la coexistencia de las petroleras privadas y el accionar del Estado en el manejo de este recurso natural estratégico, ni se opuso a que los trusts pudieran extraer petróleo enla Argentina, pero comprendió que la existencia de monopolios privados imposibilitaban la concreción de los planes estratégicos para el avance industrial y militar del país.
Contra ESSO y Standard Oil
El ya teniente coronel inició la más dura “batalla” de la historia argentina para limitar el poder de los trusts.La WICO(que había pasado a denominarse ESSO a finales de la década de 1920) monopolizaba el mercado de los combustibles e imponía discrecionalmente el precio de los combustibles y lubricantes.
Mosconi la enfrentó y a fuerza del desarrollo de YPF consiguió en agosto de 1929 imponer un precio establecido por el Estado en la nafta, el kerosene y el fuel oil. Había logrado conquistar su máximo objetivo, el que se había juramentado cuando abandonó las oficinas dela WICO.
Dos años antes se enfrentó y le ganóla StandardOil, que había obtenido enormes concesiones en el norte del país y pretendía construir un oleoducto desde Bolivia para dominar el mercado petrolero en ambos países. También sufrió derrotas: el proyecto de Ley de Nacionalización que elaboró y presentó al Congreso perdió estado parlamentario en 1929 sin tener nunca tratamiento.
El legado
La YPFde Mosconi sirvió de modelo para otras petroleras en América Latina.La Pemexde México,la YPFBde Bolivia yla ANCAPde Uruguay fueron creadas a imagen y semejanza de la petrolera estatal Argentina, en lo que mucho tuvo que ver la gira que Mosconi realizó por Latinoamérica en 1929.
Tras 8 años al frente de YPF, Mosconi sostuvo: “si para la explotación de los yacimientos en un principio fuimos partidarios de las organizaciones mixtas constituidas por el Estado y el capital privado, dándole a aquel la dirección política, y considerábamos que podía mantenerse el sistema de acordar concesiones a las compañías privadas, la experiencia de las luchas incesantes que la organización fiscal ha debido soportar con las compañías privadas durante todo el tiempo que la hemos dirigido, nos condujo a la conclusión que tales dos organizaciones, la estatal y la privada, no pueden coexistir, pues representan dos intereses antagónicos, destinados a vivir en lucha de la cual por excepción saldrá triunfante la organización estatista”[6].
Cuando el golpe del general José Uriburu a Yrigoyen, Mosconi intervino con intenciones de enfrentar a los golpistas aunque no llegó a concretarlo militarmente. Días más tarde padeció una dura campaña de desprestigio y calumnias por los líderes del golpe militar y presentó su renuncia a la dirección de YPF. Luego fue “desterrado” a Europa.
Las conclusiones a las que llegó Mosconi, luego de abandonar la conducción de YPF, fueron más que categóricas, contundentes y aplicables hasta la actualidad. Ese legado fue su mayor aporte político y organizativo para una Nación que intentara ser independiente del imperialismo y los trusts, en tiempos de la industrialización y el petróleo. Lamentablemente su máxima enseñanza quedó en el olvido y fue contrariada por casi todas las futuras acciones del Estado y los gobernantes dela Argentina.
[1] Osvaldo Bayer.La Patagonia Rebelde. 1980 – 2002.
[2] Arturo Frondizi. Petróleo y Política. 1956.
[3] Robert Potash. El Ejército y la política enla Argentina (I). 1985.
[4] Marcela F. Garrido. Biografía visual Mosconi. Escrito por la hija de María Ester Gorchs de Garrido, sobrina de Mosconi. 2008.
[5] Enrique Mosconi. El Petróleo Argentino (1922-1930). 1983.
[6] Ibid.