Opinión
15 Aniversario de El Extremo Sur / Hacer periodismo sin transar es difícil, pero no imposiblePor Carlos Omar Bareilles (Oso) Conductor* Radio del Mar.
Me gusta observar lo que pasa con los medios. Vivo y me duermo con la radio encendida. En la radio me siento en la gloria, en un estado de gracia permanente con la audiencia. Hay un montón de gente que está todo el tiempo siendo consecuente y fiel a la radio, que alienta lo que decís.
El periodismo independiente debe hacer un trabajo especial para poder publicar o conseguir espacios y pensar libremente. Como se ha dicho, la libertad de prensa terminó convirtiéndose en libertad de empresa, aunque siempre con los medios condicionados a una bajada de línea o respondiendo a los dueños de los medios o las corporaciones.
Es difícil hacer periodismo sin tener que transar o estar por compromiso, aceptando no decir algunas cosas o diciendo otras. Es difícil, pero no imposible.
Un paneo a los programas de radio o televisión revela un nivel muy plano. Todos los programas, desde los que empiezan a la mañana hasta los que terminan a las 20, están referidos a lo que hizo Marcelo Tinelli.
Toman pequeños bloquecitos y hablan todo el día de lo mismo. Eso me suscita una pregunta: ¿esa gente que aparece en la pantalla es la hacedora de la televisión, o lo son los consumidores? Esto quita espacios donde puede haber otras cosas más importantes –cultura y artistas, por ejemplo– o saber qué pasa en el mundo del teatro, la música, la literatura.
En la radio laburamos sobre la “leche derramada”; estamos trasmitiendo “el hecho” en vivo o escuchando a la gente que dice: “estoy en un embotellamiento porque la ruta está cortada”. Se trabaja muy sobre la hora y permanentemente sobre lo urgente. La radio es instantánea.
Lo que dijimos hoy en la radio, mañana lo vamos a leer en los diarios. En los casos de los diarios locales, desde la tapa a la contratapa tienen los mismos temas y las mismas noticias.
Eso genera agenda, pero nosotros tomamos datos de otros medios como punto de partida para generar noticias y ampliaciones. Creo que existe una realimentación entre la prensa escrita, la web y la radio. Una cosa es leer un artículo y otra muy distinta escuchar el testimonio por la radio.
Nada reemplaza el ejercicio de la lectura, y El Extremo Sur es un respiro. Me gusta la pluralidad de voces de periodistas o escritores regionales, está bueno que esté la visión de periodistas de Río Negro, Neuquén, Santa Cruz, Chubut, La Pampa y distintas ciudades.
Me gusta el enfoque independiente de su periodismo. Y me mata el suplemento cultural Confines, me devoro la parte de cultura y poesía y la colecciono; y más ahora con libros que son un regalo.
* Carlos Omar Bareilles (Oso) conduce junto a su padre, Carlos Omar Bareilles, “Nuestras mañanas”, el programa más escuchado en Comodoro Rivadavia.
**Publicado en El Extremo Sur 100, Octubre de 2010.
Me gusta observar lo que pasa con los medios. Vivo y me duermo con la radio encendida. En la radio me siento en la gloria, en un estado de gracia permanente con la audiencia. Hay un montón de gente que está todo el tiempo siendo consecuente y fiel a la radio, que alienta lo que decís.
El periodismo independiente debe hacer un trabajo especial para poder publicar o conseguir espacios y pensar libremente. Como se ha dicho, la libertad de prensa terminó convirtiéndose en libertad de empresa, aunque siempre con los medios condicionados a una bajada de línea o respondiendo a los dueños de los medios o las corporaciones.
Es difícil hacer periodismo sin tener que transar o estar por compromiso, aceptando no decir algunas cosas o diciendo otras. Es difícil, pero no imposible.
Un paneo a los programas de radio o televisión revela un nivel muy plano. Todos los programas, desde los que empiezan a la mañana hasta los que terminan a las 20, están referidos a lo que hizo Marcelo Tinelli.
Toman pequeños bloquecitos y hablan todo el día de lo mismo. Eso me suscita una pregunta: ¿esa gente que aparece en la pantalla es la hacedora de la televisión, o lo son los consumidores? Esto quita espacios donde puede haber otras cosas más importantes –cultura y artistas, por ejemplo– o saber qué pasa en el mundo del teatro, la música, la literatura.
En la radio laburamos sobre la “leche derramada”; estamos trasmitiendo “el hecho” en vivo o escuchando a la gente que dice: “estoy en un embotellamiento porque la ruta está cortada”. Se trabaja muy sobre la hora y permanentemente sobre lo urgente. La radio es instantánea.
Lo que dijimos hoy en la radio, mañana lo vamos a leer en los diarios. En los casos de los diarios locales, desde la tapa a la contratapa tienen los mismos temas y las mismas noticias.
Eso genera agenda, pero nosotros tomamos datos de otros medios como punto de partida para generar noticias y ampliaciones. Creo que existe una realimentación entre la prensa escrita, la web y la radio. Una cosa es leer un artículo y otra muy distinta escuchar el testimonio por la radio.
Nada reemplaza el ejercicio de la lectura, y El Extremo Sur es un respiro. Me gusta la pluralidad de voces de periodistas o escritores regionales, está bueno que esté la visión de periodistas de Río Negro, Neuquén, Santa Cruz, Chubut, La Pampa y distintas ciudades.
Me gusta el enfoque independiente de su periodismo. Y me mata el suplemento cultural Confines, me devoro la parte de cultura y poesía y la colecciono; y más ahora con libros que son un regalo.
* Carlos Omar Bareilles (Oso) conduce junto a su padre, Carlos Omar Bareilles, “Nuestras mañanas”, el programa más escuchado en Comodoro Rivadavia.
**Publicado en El Extremo Sur 100, Octubre de 2010.
