Patagonia
Rafael Nahuel, de 21 años, es el segundo muerto en operativos federales contra activistas mapuchesRedacción EES.
El joven mapuche Rafael Nahuel, de 21 años, murió el sábado tras recibir un disparo con un balazo de 9 mm., presumiblemente de una ametralladora, que le afectó el intestino y el hígado. El calibre se corresponde con el del armamento de la unidad Albatros de la Prefectura Naval Argentina, que operaba en la zona de Lago Mascardi para desalojar una ocupación.
Para el gobierno nacional, fue una reacción de fuerzas de seguridad ante gente con “preparación militarizada”, mientras Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, calificó el hecho como “un asesinato”.
Nahuel es la segunda víctima fatal en el marco de un operativo de fuerzas federales contra activistas mapuches durante la gestión de Mauricio Macri. El anterior fue Santiago Maldonado, el joven que vivía en El Bolsón y que el sábado pasado estaba siendo sepultado en 25 de Mayo (Buenos Aires) cuando se produjo el ataque a Rafael Nahuel.
Fernando Fernández Herrero, referente social e impulsor de la experiencia Alto Construcciones en Bariloche, hizo llegar a los medios una semblanza del joven Rafael Nahuel. Allí destaca que “Rafita no tenía 27 años, tenía 21 recién cumplidos, ya que nació el 15/8/96. Es más fácil construir la imagen de “enfrentamiento” con un adulto de casi 30 armado, que con un pibe que tira piedras. Tampoco era un “delincuente”, o un “mapuche violento”, o “un indio que se la merecía” como dicen en comentarios en las redes sociales los que hace rato perdieron su última gota de dignidad”.
La muerte de Nahuel se produjo en el marco de un operativo represivo realizado en la zona de Lago Mascardi, a unos 30 kilómetros de Bariloche. El hecho ocurrió, paradójicamente, a pocos días de que se promulgara la reciente renovación de la Ley 26160, que prohibió los desalojos de comunidades indígenas y ordenó relevar las tierras que ocupan los pueblos originarios de todo el país.
La ley, sancionada en 2006, establece un relevamiento técnico, jurídico y catastral de la situación dominial de las tierras ocupadas por comunidades indígenas, declara la emergencia en materia de posesión y propiedad y ordena suspender la ejecución de sentencias, actos procesales o administrativos cuyo objeto sea el desalojo de las comunidades de sus territorios.
Represión y denegación de derechos
La agenda política y mediática minimiza el marco del derecho, mientras se acentúa la criminalización de la protesta y las prácticas del racismo mediático con caracterizaciones falaces.
Las élites políticas y empresarias están buscando un consentimiento social para la represión y la denegación de derechos. Una parte de la sociedad consume falacias antropológicas, jurídicas y políticas para otorgarle ese consentimiento.
El crimen de Nahuel conmovió a Bariloche, y ayer se realizaron movilizaciones en varios puntos de la región y el país, con un tono de fuerte crítica a la política del gobierno de Mauricio Macri.
La autopsia del cuerpo de Nahuel se realizó ayer por la tarde en Bariloche. Aunque el juzgado federal, que está a cargo por subrogancia del juez de Neuquén Gustavo Villanueva, no brindó información oficial, según el diario “Río Negro” la muerte del joven la provocó un proyectil 9 mm, probablemente de una ametralladora, que ingresó de abajo hacia arriba y que quedó alojado dentro del cuerpo. Los resultados finales de la autopsia se conocerán hacia el miércoles o jueves.
Visiones contrapuestas
Lo que para el ministerio de Seguridad de la Nación fue un “enfrentamiento armado” ocurrió el sábado por la tarde. El jueves cientos de fuerzas federales habían desalojado el terreno ocupado por los mapuches de la comunidad denominada Lafken Winkul Mapu. En ese momento, detuvieron a mujeres y niños –a quienes precintaron en actuaciones de dudosa legalidad– pero los varones huyeron hacia lo alto de los cerros.
El sábado, una patrulla –que habría estado compuesta por cuatro efectivos– del grupo Albatros, fuerza de elite de la Prefectura, realizaba una recorrida por la zona recuperada cuando dio con un grupo de mapuches. Según el relato oficial, hubo un enfrentamiento a tiros y dos de ellos bajaron con una tercera persona herida, que era Nahuel.
En ese momento fueron detenidos Fausto Jones Huala, hermano de Facundo, cuya extradición reclama nuevamente Chile tras el rechazo inicial del juez Oscar Otranto, y Alejandro González.
Un grupo, el que quedó en el monte, negoció por la tarde en Villa Mascardi con el juez Villanueva, con la mediación del obispo Juan José Chaparro, los términos de su entrega a la Justicia.
El Juzgado Federal de Bariloche ordenó el mismo sábado el secuestro de las armas de todos los efectivos federales presentes en el momento en el que se produjo el tiroteo que terminó matando a Nahuel, y no solamente los que portaban los efectivos de Albatros que formaron parte de la patrulla que disparó contra los mapuches.
“Un asesinato”
El Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel calificó ayer como “un asesinato” la muerte de un joven Rafael Nahuel ocurrida ayer en Bariloche en el marco de incidentes con fuerzas de seguridad.
“Son fuerzas federales las que cometieron el asesinato del joven”, afirmó el titular de la Fundación Servicio, Paz y Justicia (SERPAJ) a Radio El Mundo.
“El gobierno no dialoga sino que reprime y lo muestra en todo, en manifestaciones obreras. En el caso de los pueblos originarios que reclaman los territorios porque son expulsados por (los empresarios) Benetton, Lewis y Turner”, dijo Pérez Esquivel en alusión a los propietarios de esos predios.
“No puede ser que continúen con esto sin abrir espacios de diálogo”, planteó, a la vez que reclamó que “el gobierno debe respetar la Constitución Nacional”.
Quién era Rafael Nahuel
Fernando Fernández Herrero, referente social e impulsor de la experiencia Alto Construcciones en Bariloche, hizo llegar a los medios una semblanza del joven Rafael Nahuel, quien murió de un disparo en un operativo del grupo Albatros en Villa Mascardi.
“Rafita no tenía 27 años, tenía 21 recién cumplidos, ya que nació el 15/8/96. Es más fácil construir la imagen de “enfrentamiento” con un adulto de casi 30 armado, que con un pibe que tira piedras. Tampoco era un “delincuente”, o un “mapuche violento”, o “un indio que se la merecía” como dicen en comentarios en las redes sociales los que hace rato perdieron su última gota de dignidad”, afirma Fernández Herrero.
“A Rafita lo conocí hace más de 5 años cuando se largó la experiencia Alto Construcciones, en la que pibes desescolarizados de los barrios (en su caso del Nahuel Hue) se integraron a una escuela de Don Bosco en el barrio Frutillar, a contraturno, para aprender un oficio y hacer una práctica laboral. Mi compañero Javi Silva venía acompañando a un grupo de pibitos en la capilla del Nahuel Hue entre los que estaba Rafita. Flaquito, chiquito, siempre vestido de Boca, tratando de sobreponerse a una realidad familiar muy difícil, y a un barrio que se come a los pibes”, describe.
“Rápidamente se integró, aprendió a soldar, hacía cualquier trabajo pero de entrada vio que lo que le gustaba era la herrería, siempre estaba cerca de su amigo Facundo Arias (que también perdimos), gran bromista siempre imitando a un payador, también de Coqui y Kevin Painefil, sus otros hermanos de la vida”, escribe Fernández Herrero, quien agrega que “venía todos los días, no faltaba, contento se puso el mameluco cuando los pudimos comprar, dentro de nuestro trabajo de ir integrando a los pibes en grupos con el eje puesto en la cultura del trabajo, Rafita era uno de nuestros referentes, era uno de esos que poníamos con otro al que le costaba más, que tenía menos ganas, Rafita tenía granas dobles y traccionaba”.
Reseña Fernández Herrero:
. “Por diferencias con la escuela el Alto Construcciones se mudó transformándose en el San José Obrero del Barrio Malvinas, hubo que empezar de nuevo, con muy pocos recursos y herramientas, Rafita la entendió rápido, todos los día caía al taller con algún hierro que rescataba de la basura y lo transformaba en un chulengo, una parrilla, o cualquier cosa que pudiera vender”.
. “Cuando el San José se transformó en el Programa PAIS de Sedronar le dijimos, con Omar Omar, YaninaLlancaqueo, y Javi Silva, a un grupo de pibes que ya eran mayores, que debían empezar a transitar su propio camino, uno de los que lo entendió rápidamente fue Rafa, igual venía seguido, empezó a noviar con una operadora, siempre nos saludaba con cariño, a veces agradecía por su hermano, alegre, con ganas dobles, se la rebuscaba con la herrería”.
. “Después de eso se vinculó con otras organizaciones, últimamente su participación en la causa Mapuche era otro importante proceso de crecimiento, porque a nuestros pibes de los barrios empiezan por quitarles las oportunidades, y después les quitan la capacidad de ser actores de la realidad, dejar todo lo que les hace mal, rebuscarse el trabajo y comprometerse con alguna causa que encima defienda sus raíces, es todo lo que podemos soñar los que trabajamos en los barrios, con los pibes. Rafita era todo lo que podíamos soñar. Ayer lo asesinaron por la espalda”.
La idea del enemigo interno
La periodista Susana Yappert, ex directora del área de Comunicación Institucional de la ?Defensoría del Pueblo de Bariloche, sostuvoa la AM750 que “las fuerzas de seguridad están generando acciones para crear la idea de un enemigo interno”. En relación al asesinato de Nahuel, afirmó que "los medios hegemónicos no cuentan lo que sucede. Necesitamos hacer como hace 40 años, saltar el cerco de la censura para poder contar lo que está pasando".
Para Yappert, la represión que se vivió en cercanías del lago Mascardi “no es un caso aislado” porque el problema es que el Estado “no avanzó con el reconocimiento de la personería jurídica que habilita el reclamo sobre los territorios ancestrales de las comunidades”. “Esto sí es complicidad estatal porque nunca se quiso avanzar en esto”, puntualizó.
Al referirse a los hechos de violencia vividos en Bariloche, resaltó que hubo “gran desinformación” hacia los miembros de la comunidad. “No hubo nadie que le comunicara a las mujeres si había muertos, si habían fallecido sus hermanos o sus esposos”, denunció. “La desinformación aumenta la angustia y la violencia”, aseguró; y advirtió que “hay gente que está diciendo que hay que matarlos a los indios que pretenden quedarse con tierras que no les corresponden”.
El joven mapuche Rafael Nahuel, de 21 años, murió el sábado tras recibir un disparo con un balazo de 9 mm., presumiblemente de una ametralladora, que le afectó el intestino y el hígado. El calibre se corresponde con el del armamento de la unidad Albatros de la Prefectura Naval Argentina, que operaba en la zona de Lago Mascardi para desalojar una ocupación.
Para el gobierno nacional, fue una reacción de fuerzas de seguridad ante gente con “preparación militarizada”, mientras Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, calificó el hecho como “un asesinato”.
Nahuel es la segunda víctima fatal en el marco de un operativo de fuerzas federales contra activistas mapuches durante la gestión de Mauricio Macri. El anterior fue Santiago Maldonado, el joven que vivía en El Bolsón y que el sábado pasado estaba siendo sepultado en 25 de Mayo (Buenos Aires) cuando se produjo el ataque a Rafael Nahuel.
Fernando Fernández Herrero, referente social e impulsor de la experiencia Alto Construcciones en Bariloche, hizo llegar a los medios una semblanza del joven Rafael Nahuel. Allí destaca que “Rafita no tenía 27 años, tenía 21 recién cumplidos, ya que nació el 15/8/96. Es más fácil construir la imagen de “enfrentamiento” con un adulto de casi 30 armado, que con un pibe que tira piedras. Tampoco era un “delincuente”, o un “mapuche violento”, o “un indio que se la merecía” como dicen en comentarios en las redes sociales los que hace rato perdieron su última gota de dignidad”.
La muerte de Nahuel se produjo en el marco de un operativo represivo realizado en la zona de Lago Mascardi, a unos 30 kilómetros de Bariloche. El hecho ocurrió, paradójicamente, a pocos días de que se promulgara la reciente renovación de la Ley 26160, que prohibió los desalojos de comunidades indígenas y ordenó relevar las tierras que ocupan los pueblos originarios de todo el país.
La ley, sancionada en 2006, establece un relevamiento técnico, jurídico y catastral de la situación dominial de las tierras ocupadas por comunidades indígenas, declara la emergencia en materia de posesión y propiedad y ordena suspender la ejecución de sentencias, actos procesales o administrativos cuyo objeto sea el desalojo de las comunidades de sus territorios.
Represión y denegación de derechos
La agenda política y mediática minimiza el marco del derecho, mientras se acentúa la criminalización de la protesta y las prácticas del racismo mediático con caracterizaciones falaces.
Las élites políticas y empresarias están buscando un consentimiento social para la represión y la denegación de derechos. Una parte de la sociedad consume falacias antropológicas, jurídicas y políticas para otorgarle ese consentimiento.
El crimen de Nahuel conmovió a Bariloche, y ayer se realizaron movilizaciones en varios puntos de la región y el país, con un tono de fuerte crítica a la política del gobierno de Mauricio Macri.
La autopsia del cuerpo de Nahuel se realizó ayer por la tarde en Bariloche. Aunque el juzgado federal, que está a cargo por subrogancia del juez de Neuquén Gustavo Villanueva, no brindó información oficial, según el diario “Río Negro” la muerte del joven la provocó un proyectil 9 mm, probablemente de una ametralladora, que ingresó de abajo hacia arriba y que quedó alojado dentro del cuerpo. Los resultados finales de la autopsia se conocerán hacia el miércoles o jueves.
Visiones contrapuestas
Lo que para el ministerio de Seguridad de la Nación fue un “enfrentamiento armado” ocurrió el sábado por la tarde. El jueves cientos de fuerzas federales habían desalojado el terreno ocupado por los mapuches de la comunidad denominada Lafken Winkul Mapu. En ese momento, detuvieron a mujeres y niños –a quienes precintaron en actuaciones de dudosa legalidad– pero los varones huyeron hacia lo alto de los cerros.
El sábado, una patrulla –que habría estado compuesta por cuatro efectivos– del grupo Albatros, fuerza de elite de la Prefectura, realizaba una recorrida por la zona recuperada cuando dio con un grupo de mapuches. Según el relato oficial, hubo un enfrentamiento a tiros y dos de ellos bajaron con una tercera persona herida, que era Nahuel.
En ese momento fueron detenidos Fausto Jones Huala, hermano de Facundo, cuya extradición reclama nuevamente Chile tras el rechazo inicial del juez Oscar Otranto, y Alejandro González.
Un grupo, el que quedó en el monte, negoció por la tarde en Villa Mascardi con el juez Villanueva, con la mediación del obispo Juan José Chaparro, los términos de su entrega a la Justicia.
El Juzgado Federal de Bariloche ordenó el mismo sábado el secuestro de las armas de todos los efectivos federales presentes en el momento en el que se produjo el tiroteo que terminó matando a Nahuel, y no solamente los que portaban los efectivos de Albatros que formaron parte de la patrulla que disparó contra los mapuches.
“Un asesinato”
El Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel calificó ayer como “un asesinato” la muerte de un joven Rafael Nahuel ocurrida ayer en Bariloche en el marco de incidentes con fuerzas de seguridad.
“Son fuerzas federales las que cometieron el asesinato del joven”, afirmó el titular de la Fundación Servicio, Paz y Justicia (SERPAJ) a Radio El Mundo.
“El gobierno no dialoga sino que reprime y lo muestra en todo, en manifestaciones obreras. En el caso de los pueblos originarios que reclaman los territorios porque son expulsados por (los empresarios) Benetton, Lewis y Turner”, dijo Pérez Esquivel en alusión a los propietarios de esos predios.
“No puede ser que continúen con esto sin abrir espacios de diálogo”, planteó, a la vez que reclamó que “el gobierno debe respetar la Constitución Nacional”.
Quién era Rafael Nahuel
Fernando Fernández Herrero, referente social e impulsor de la experiencia Alto Construcciones en Bariloche, hizo llegar a los medios una semblanza del joven Rafael Nahuel, quien murió de un disparo en un operativo del grupo Albatros en Villa Mascardi.
“Rafita no tenía 27 años, tenía 21 recién cumplidos, ya que nació el 15/8/96. Es más fácil construir la imagen de “enfrentamiento” con un adulto de casi 30 armado, que con un pibe que tira piedras. Tampoco era un “delincuente”, o un “mapuche violento”, o “un indio que se la merecía” como dicen en comentarios en las redes sociales los que hace rato perdieron su última gota de dignidad”, afirma Fernández Herrero.
“A Rafita lo conocí hace más de 5 años cuando se largó la experiencia Alto Construcciones, en la que pibes desescolarizados de los barrios (en su caso del Nahuel Hue) se integraron a una escuela de Don Bosco en el barrio Frutillar, a contraturno, para aprender un oficio y hacer una práctica laboral. Mi compañero Javi Silva venía acompañando a un grupo de pibitos en la capilla del Nahuel Hue entre los que estaba Rafita. Flaquito, chiquito, siempre vestido de Boca, tratando de sobreponerse a una realidad familiar muy difícil, y a un barrio que se come a los pibes”, describe.
“Rápidamente se integró, aprendió a soldar, hacía cualquier trabajo pero de entrada vio que lo que le gustaba era la herrería, siempre estaba cerca de su amigo Facundo Arias (que también perdimos), gran bromista siempre imitando a un payador, también de Coqui y Kevin Painefil, sus otros hermanos de la vida”, escribe Fernández Herrero, quien agrega que “venía todos los días, no faltaba, contento se puso el mameluco cuando los pudimos comprar, dentro de nuestro trabajo de ir integrando a los pibes en grupos con el eje puesto en la cultura del trabajo, Rafita era uno de nuestros referentes, era uno de esos que poníamos con otro al que le costaba más, que tenía menos ganas, Rafita tenía granas dobles y traccionaba”.
Reseña Fernández Herrero:
. “Por diferencias con la escuela el Alto Construcciones se mudó transformándose en el San José Obrero del Barrio Malvinas, hubo que empezar de nuevo, con muy pocos recursos y herramientas, Rafita la entendió rápido, todos los día caía al taller con algún hierro que rescataba de la basura y lo transformaba en un chulengo, una parrilla, o cualquier cosa que pudiera vender”.
. “Cuando el San José se transformó en el Programa PAIS de Sedronar le dijimos, con Omar Omar, YaninaLlancaqueo, y Javi Silva, a un grupo de pibes que ya eran mayores, que debían empezar a transitar su propio camino, uno de los que lo entendió rápidamente fue Rafa, igual venía seguido, empezó a noviar con una operadora, siempre nos saludaba con cariño, a veces agradecía por su hermano, alegre, con ganas dobles, se la rebuscaba con la herrería”.
. “Después de eso se vinculó con otras organizaciones, últimamente su participación en la causa Mapuche era otro importante proceso de crecimiento, porque a nuestros pibes de los barrios empiezan por quitarles las oportunidades, y después les quitan la capacidad de ser actores de la realidad, dejar todo lo que les hace mal, rebuscarse el trabajo y comprometerse con alguna causa que encima defienda sus raíces, es todo lo que podemos soñar los que trabajamos en los barrios, con los pibes. Rafita era todo lo que podíamos soñar. Ayer lo asesinaron por la espalda”.
La idea del enemigo interno
La periodista Susana Yappert, ex directora del área de Comunicación Institucional de la ?Defensoría del Pueblo de Bariloche, sostuvoa la AM750 que “las fuerzas de seguridad están generando acciones para crear la idea de un enemigo interno”. En relación al asesinato de Nahuel, afirmó que "los medios hegemónicos no cuentan lo que sucede. Necesitamos hacer como hace 40 años, saltar el cerco de la censura para poder contar lo que está pasando".
Para Yappert, la represión que se vivió en cercanías del lago Mascardi “no es un caso aislado” porque el problema es que el Estado “no avanzó con el reconocimiento de la personería jurídica que habilita el reclamo sobre los territorios ancestrales de las comunidades”. “Esto sí es complicidad estatal porque nunca se quiso avanzar en esto”, puntualizó.
Al referirse a los hechos de violencia vividos en Bariloche, resaltó que hubo “gran desinformación” hacia los miembros de la comunidad. “No hubo nadie que le comunicara a las mujeres si había muertos, si habían fallecido sus hermanos o sus esposos”, denunció. “La desinformación aumenta la angustia y la violencia”, aseguró; y advirtió que “hay gente que está diciendo que hay que matarlos a los indios que pretenden quedarse con tierras que no les corresponden”.