Política

El día en que de Das Neves supo que no sería Presidente

El gobernador Mario Das Neves tenía todo listo para celebrar aquel 20 de marzo de 2011. Contaba con invitados de ocasión como Felipe Solá, Francisco de Narváez y Graciela Camaño. También estaba el ex árbitro Javier Castrilli, quien todavía soñaba con conducir la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Todos estaban dentro del Peronismo Federal. Su apuesta de lanzamiento partía de la expectativa de una victoria amplia y concluyente de su "delfín" Martín Buzzi sobre el candidato kirchnerista Carlos Eliceche.

Sin embargo, algo salió mal y para conocer el resultado de esa elección del 20 de marzo de 2011 hubo que esperar dos meses, hasta las complementarias del 29 de mayo. Para entonces Das Neves había bajado su cotización y terminó como candidato a vice de Eduardo Duhalde.

Mario Das Neves había lanzado su campaña para suceder a Cristina Kirchner el mismo día de la elección presidencial de 2007, a través de una entrevista en el diario Perfil. Desde entonces fue combatido por el gobierno nacional e incluso humillado cuando en su lucha con los exportadores sojeros por las retenciones, tuvo que salir a dar la cara en nombre de los gobernadores.

El gobernador soportó estoicamente y fue tejiendo alianzas con los peronistas anti K, sobre todo con Eduardo Duhalde, quien lo alentó a insistir con su sueño mayor. En ese espacio se encontraban muchos de los que hoy pregonan la unidad con Cristina en aras de terminar con el liberalismo de amigos del poder que instauró Macri en 2015.

Además de Duhalde, ahí estaban -entre otros- Felipe Solá, Graciela Camaño y Francisco de Narváez, el ex dueño de Casa Tía que un día decidió incursionar en política y que en 2009 derrotó en la provincia de Buenos Aires al mismísimo Néstor Kirchner en las elecciones de medio término.

La foto de la victoria que no fue

Solá, Camaño y De Narváez vinieron a Rawson el domingo 20 de marzo de 2011. La idea de hace ocho años era estar en la foto de la victoria de Das Neves. También andaba por ahí Javier Castrilli, el ex rudo árbitro que decían era financiado por el gobierno de Chubut para hacer campaña en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Cuatro meses antes, Das Neves había decidido que su sucesor sería Martín Buzzi. Pese a su entorno, que se inclinaba más por Gustavo Mac Karthy, el mandatario sabía que los votos de Comodoro jugarían un papel importante a la hora de inclinar la elección a favor del intendente de Comodoro, quien por sí solo era muy poco lo que sumaba.

Se trataba de la segunda elección de ese año, que concluiría con la reelección de Cristina en octubre. Antes del 20 M, el Frente Para la Victoria ya se había anotado el triunfo en Catamarca, con Lucía Corpacci. El Peronismo Federal confiaba en igualar la serie con Buzzi.

Enfrente estaba Carlos Eliceche, a la sazón intendente de Puerto Madryn, que contaba con el respaldo del titular nacional del Correo, Néstor Di Pierro, quien iba por el municipio de Comodoro; única ciudad en la que estuvo presente Cristina Kirchner. En el Socios Fundadores cerró la campaña ocho días antes. Ya por entonces el final no parecía tan claro, como cuando arrancó la campaña.

De la euforia al lamento

Los dasnevistas más optimistas creían que a las diez de la noche estarían celebrando, entre canapés y bebidas espumantes. Pero a esa hora la única certeza era que el candidato de la UCR, Pedro Peralta, había quedado tercero, con 11% de los votos. Buzzi se mordía las uñas en su bunker de la calle Urquiza de Comodoro y Eliceche, desde Madryn, no paraba de hablar con Buenos Aires.

"El final es abierto", confirmaba un cabizbajo Das Neves, mientras los rostros de sus visitas lo decían todo. Por si hacía falta algo, Eliceche expresaba "no damos por cerrado el escrutinio".

Es que a esa hora ya eran vox populi las irregularidades. Desde resultados del interior que llegaban al centro de cómputos luego de que el jefe de Policía los exhibiera en Fontana 50, hasta telegramas que se extraviaban y urnas en las que aparecían más votos que votantes. A alguien, además, se le había escapado un "0" y en donde debió haber dicho "Buzzi 80 votos", decía "800".

Contribuían a alimentar las sospechas la victoria ya incuestionable del Frente Para la Victoria en la categoría de diputados provinciales, así como ampliamente en Comodoro la de Di Pierro sobre los dasnevistas Ricardo Gaitán-Ricardo Fueyo. Di Pierro le había posibilitado a Eliceche ganar en Comodoro, así como Das Neves hizo posible la victoria de Buzzi en Trelew.

"Ganó Di Pierro en Comodoro; final abierto en Chubut" era el título de tapa del diario El Patagónico, mientras a la 1 de la mañana del lunes 21 de marzo de 2011 Das Neves volvía a dar la cara para ratificar que su candidato había ganado por 59 centésimas. El conteo paró cuando faltaba escrutar 15 mesas.

Escándalo y complementarias

Por supuesto que el Frente Para la Victoria no aceptó la derrota y habló de "fraude", encontrando eco en funcionarios del gobierno nacional. El recuento en la Legislatura llevó semanas y se encontraron irregularidades en no pocas urnas, tanto en perjuicio de uno como de otro. La distancia provisoria de 1.500 votos se acortó y al final el Tribunal Electoral decidió que habría una elección complementaria en solo seis mesas.

Felipe Solá admitió que no todo había sido muy claro y Das Neves presintió entonces que su hora había pasado. Aunque le puso fecha rápidamente a las complementarias (29 de mayo) y al final pudo exclamar aquel mítico "ganamos, carajo". Dos meses después, quien era su "delfín" saltó el cerco y manifestó su apoyo a Cristina para las presidenciales de octubre. Ya no habría "Buzzi al gobierno, Das Neves al poder" y el último caudillo chubutense terminó como candidato a vice de Duhalde en una fórmula que se ubicó en el quinto lugar.