Política

Una opaca transparencia: Vía Bariloche se quedará con La Hoya tras una privatización muy sospechosa

El titular de CORFO Chubut reveló que el organismo aprobó la adjudicación directa del centro de esquí La Hoya a la empresa Vía Bariloche por 30 años. La historia de un proceso marcado por la discrecionalidad del gobierno de Chubut y los vínculos sospechosos con un adjudicatario de pésimos antecedentes.

Tras el fracaso del llamado a licitación y la presión de la empresa, incluidos los prestadores turísticos, ahora se asegura que el proceso está "conforme a todo lo establecido en el pliego". Los trabajadores serían reubicados en otras funciones y se demolerán todas las edificaciones en la base del cerro. La empresa constructora ha sido denunciada en la causa de corrupción llamada "Revelación".

El Gobierno de Mariano Arcioni aceleró el proceso de privatización del Centro de Actividades de Montaña "La Hoya" en la ciudad de Esquel. Sixto Bermejo, presidente de CORFO, reveló que el directorio del organismo provincial autorizó la adjudicación directa tras el fracasado llamado a la licitación.

Del rechazo financiero a la adjudicación directa

Una curiosa trama oculta y poco transparente hizo que la empresa Vía Bariloche se convierta en la beneficiada de manera directa de "La Hoya" luego que sus presentación en la frustrada licitación fuera rechazada por no cumplir con la capacidad económico-financiera.

El propio Bermejo había manifestado, según consta en la web de CORFO el 13 de marzo, que frente al fracasado llamado licitatorio "la comisión evaluadora desechó, en la apertura del sobre Nº 1 -etapa donde se estudia la admisibilidad de la empresa-, la propuesta presentada, y de esa forma CORFO dio por inadmisible la oferta y se abre una compulsa de privados".

En aquella oportunidad, a mediados de marzo de este año, Bermejo detalló que "el pasivo corriente del empresa ofertante es un 15% mayor que el activo corriente, es decir, si vende todo lo que tiene todavía le falta un 15% para pagar lo que debe"; ahora y a poco menos de 20 días parece haberse modificado mágicamente la situación financiera de Vía Bariloche para poder estar en condiciones de ser la adjudicataria directa de "La Hoya".

"El centro es propiedad de CORFO y tiene la obligación de su explotación y cuidar su patrimonio, si no llegase a aparecer un concesionario que cumpla todos los requisitos que establece el pliego, haremos otro llamado", explicó el 16 de febrero el titular de CORFO Chubut, pero todo hace pensar que los tiempos y los plazos cambiaron demasiado porque no sucederá.

Todo "legal"

Esta semana Bermejo indicó que el proceso de adjudicación directa está "conforme a todo lo establecido en el pliego" y el último paso que restaría para concretar la entrega por las próximas tres décadas es la aprobación del Tribunal de Cuentas provincial.

Todo indica que de allí no surgirían los mismos cuestionamientos que desecharon la oferta de los empresarios pertenecientes a la familia Trappa por las dificultades financieras.

Bermejo admitió que "vamos a hacer lo que se llama una compulsa bajo las mismas condiciones, se va llamar a la empresa que actualmente maneja el Cerro Catedral (Vía Bariloche) y también a Nieves del Chapelco SA". Sin embargo todo indica que la segunda compañía nunca se presentó y la concesión avanzaría en una única dirección que apunta a la empresa que comanda la familia Trappa que ya administra el Cerro Catedral en Bariloche, sobre el que pesa un proceso judicial aún no definido.

Arcioni y la opaca transparencia

Para consolidar este proceso sin licitación y con una adjudicación a dedo, el propio gobernador Arcioni señaló que "el oferente hasta ahora ha cumplido con todos los requisitos del pliego y solo falta la aprobación del Directorio de CORFO y del Tribunal de Cuentas", según consta en la propia página del organismo provincial involucrado y con fecha de publicación del 1 de abril.

El primer mandatario provincial aseveró que el sinuoso recorrido hacia la adjudicación directa es "un proceso de transparencia donde participan todos los sectores" y agregó que "en la decisiones participan todos los sectores, las Cámaras de Comercio, prestadores turísticos, el Secretario de Turismo de Esquel, diputados y demás actores.

Solo olvidó mencionar y considerar la resolución que votó sobre tablas y por unanimidad la Legislatura, que exigió que se frenara la adjudicación hasta concluido el proceso electoral y que en 90 días se reinicie el proceso de licitación.

Posiblemente no tenga nada que ver con esta adjudicación directa, pero el 22 de noviembre del año pasado el portal Noticias de Esquel publicó que el gobernador Arcioni "arribó este jueves cerca de la 1:30 de la madrugada al aeropuerto Brigadier Antonio Parodi de Esquel, que fue abierto especialmente a esa hora para el arribo del mandatario provincial".

Hasta ahí no surge nada llamativo, aunque el mismo sitio informativo reveló que "Arcioni llegó a bordo de un Learjet de la empresa SAPSA (Servicios Aéreos Patagónicos SA) propiedad de la empresa Vía Bariloche, interesada en la concesión del Centro de Esquí y la entrega de unas 700 hectáreas cercanas a Esquel".

La combinación de la licitación fracasada, la adjudicación directa y un proceso financiero que cambió mágicamente, ponen de relevancia este viaje y la compañía aérea que transportó al mandatario provincial.

Presiones de Vía Bariloche, prestadores turísticos y una "Revelación"

Al mismo tiempo que se dilataba la licitación, Vía Bariloche tomó el toro por las astas y comenzó una fuerte campaña de posicionamiento en Esquel, haciendo hincapié en la inversión que efectuará en "La Hoya", pero sin dar a conocer ninguna cifra al respecto más allá de que ya no habrá competencia alguna para una adjudicación directa que tiene sellado el nombre y el apellido de los beneficiarios.

Lo cierto es que los originales pliegos licitatorios estipulaban una inversión no menor a los 161 millones de pesos, pero desde la adjudicataria se obvió hacer referencia a ese monto.

Nicolás Herrera, gerente de nuevos proyectos de Vía Bariloche, fue el encargado de concretar una presentación en Esquel para prestadores turísticos y medios de comunicación sobre las "bondades" del proyecto que pretenden implementar en "La Hoya".

Boceto presentado por Vía Bariloche de lo que será la nueva confitería en La Hoya.

El gerente aseguró que los tres ejes principales serán el de la construcción de una nueva confitería, la difusión y comercialización del centro invernal esquelense, junto a la conectividad a través de un pase multicentro con el emprendimiento que ya comandan en el Cerro Catedral de San Carlos de Bariloche.

En ese sentido Herrera explicó que el centro barilochense tiene una capacidad 20 veces mayor a la que posee actualmente "La Hoya", diferenciando los 800 mil visitantes de Catedral frente a los 30/40 mil que tiene en la actualidad el de Esquel; pero remarcó que la intención es que se puedan recepcionar 100 mil visitantes por temporada y que para lograrlo necesitan del incremento de la capacidad de los prestadores turísticos locales.

Herrera ejemplificó: "La limitación para este crecimiento es Esquel. Si mañana llenamos trescientos colectivos de gente no vamos a saber qué hacer. Por eso debe ser un crecimiento sostenido y estable, y está muy atado al crecimiento de infraestructura que tenga la ciudad".

El propio gerente de Vía Bariloche reconoció ante los medios de comunicación de Esquel que "Los técnicos determinaron que no está en condiciones de aprovecharse la estructura que hoy está construida, y por el proyecto que desarrollamos para la base, va a tener que ser demolida".

Pero lo más llamativo es que la empresa que se encargará de las edificaciones en "La Hoya" será esquelense Peña Construcciones SRL, así lo reveló el propio Nicolás Herrera, y lo curioso es que dicha compañía -junto a su titular Oscar Peña- se encuentra denunciada en la causa por corrupción denominada "Revelación". Para Herrera ese dato no resultó significativo y argumentó la importancia de la generación de "mano de obra local".

A la movida para que Vía Bariloche sea la adjudicataria directa de "La Hoya" se sumaron los prestadores turísticos de Esquel, primero presionando para que se acelere el proceso de puesta en marcha del centro invernal, luego repudiando la resolución de la Legislatura que buscaba frenar la adjudicación por 90 días y finalmente expresando su beneplácito con la llegada de la empresa que manejará el centro de esquí por las próximas tres décadas.

A través de nota enviada al gobernador y que llevó la firma de las tres cámaras turísticas de Esquel (Gustavo Simieli por la Asociación de Empresarios Hoteleros y gastronómicos nucleados en GEHGRA, Hugo Romero por la Cámara de Comercio y Griselda Boycaz por la Cámara de Prestadores Turísticos) expresaron que "El turismo no soporta manejos políticos partidarios, su desarrollo debe trascender a los partidos, debe ser una política de estado permanente, independientemente de quien gobierne"; y reclamaron la prontitud de las definiciones gubernamentales.

Y apuntándole a la resolución legislativa de postergación, manifestaron que "si realmente se tuviera conciencia de lo que implica fortalecer el turismo en la Comarca y de la situación actual del sector no se hubiese generado este mencionado proyecto que implica más postergación que se agravaría con el cierre y/o reconversión de las empresas atentando enormemente con el desarrollo turístico del destino, con la consecuente pérdida de puestos de trabajo".

Incertidumbre laboral

Al mismo tiempo crece la incertidumbre para los veinte trabajadores de CORFO vinculados a "La Hoya", ya que desde la empresa se expresó que "consideramos que no podemos hacer ninguna valoración sobre ese tema porque ellos tienen un empleador que es la Provincia".

Desde el organismo al que pertenecen, Bermejo señaló que "A los veinte empleados se le aclaró desde un primer momento que no podíamos garantizar que iban a quedar en la nueva concesión porque es una potestad de la empresa licenciataria. Si la empresa los contrata, les daremos una licencia sin goce de haberes para esta temporada invernal. Y los que no queden, serán destinados a otras dependencias del Estado".

Los trabajadores del CAM, a través de vocero Rubén Alvarez, denunciaron que "A esto ya le habíamos puesto nombre y apellido nosotros; sabíamos que no estábamos en los planes, y por eso queríamos reunirnos con las autoridades de CORFO. Sabíamos que este proceso terminaría desprolijo como terminó, por la suma de cosas mal hechas".