Hundimiento del ARA San Juan: el padre de una de las víctimas recusa a la juezaYa les pasó a Guido Otranto y Gustavo Lleral en Esquel, por el caso de Santiago Maldonado. En Comodoro hay sordos cuestionamientos a Eva Parcio por la morosidad que le imprime a la investigación de una causa por lavado de dinero que involucraría a un ex intendente. Ahora es el turno de Marta Yáñez, quien debe establecer responsabilidades en el hundimiento del submarino ARA San Juan, ocurrido en noviembre de 2017.
La jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, fue recusada por parcialidad por uno de los abogados de los familiares de los 44 tripulantes que iban en el submarino ARA San Juan el 15 de noviembre de 2017, cuando implosionó mientras se desplazaba en cercanías de esa ciudad santacruceña.
Luis Tagliapietra es el letrado que cuestiona a la magistrada. Representa a un grupo de deudos y también es padre de uno de los tripulantes de la nave que recién fue hallada un año después luego de una larga lucha de los familiares para que el gobierno de Mauricio Macri no se desentendiera del tema como venía haciendo.
Hicieron falta múltiples manifestaciones -y hasta un acampe visible desde la Casa Rosada- para que finalmente se contratara a un buque, el Seabed Constructor, que encontró los restos de lo que fuera uno de los submarinos de la Armada nacional.
Tagliapietra fue uno de los cuatro familiares que participó del rastreo y a todos ellos les acaba de tomar declaración la jueza Yáñez en Caleta Olivia. Al parecer su propósito era saber si había diferencias de criterio entre el mediático abogado con José Luis Castillo, Silvina Krawczyk y Fernando Arjona.
Intratables
Este incidente más propio de programas de chimentos de TV habría sido la gota que rebasó el vaso de la paciencia de Tagliapietra, quien el jueves presentó en el mismo juzgado de la ciudad del norte santacruceño el pedido de recusación que si Yáñez rechaza -como todo parece indicar-, sería apelado en Comodoro Rivadavia, en la Cámara que preside Javier Leal de Ibarra, acostumbrado últimamente a resolver entuertos generados por jueces federales de la región como Guido Otranto y Gustavo Lleral, de Esquel y Rawson, respectivamente.
Puntualmente, Tagliapietra le endilga a la jueza Yáñez haber mantenido reuniones "reservadas" tanto con el ministro de Defensa Oscar Aguad como con la cúpula de la Armada, siendo que no deberían descartarse futuras imputaciones de los mismos, teniendo en cuenta su responsabilidad al permitir navegar a un submarino que no estaría en condiciones apropiadas de hacerlo.
Además, el abogado cuestiona a la jueza porque a su entender no avanzó nada en un año y medio de investigación, limitándose a citar a jefes navales y a hacerles preguntas técnicas una vez que ella misma aprendió la terminología propia de los marinos.
Por otra parte, el tenor de la causa no le impidió tomarse sus vacaciones, tiempo en el cual la causa no registró novedades.
Hijos y entenados
A todo esto, siempre resultó evidente para los observadores imparciales que la jueza se lleva mejor con otros abogados que representan a los familiares, sobre todo con el mediático Fernando Burlando, quien fue una sola vez al juzgado de Caleta ya que se maneja con delegadas.
Burlando cobró fama en el verano de 1997 cuando a pedido del gobernador Eduardo Duhalde representó a los "horneros" acusados del crimen del fotógrafo José Luis Cabezas. Inducidos por él, los sicarios confesaron su responsabilidad y pretendieron cortar la cadena en el policía que los contrató.
Más allá de destacar el delicado hecho de que no permitiera a abogados de las querellas fotocopiar actas de las declaraciones que se iban produciendo en el juzgado, el abogado Tagliapietra también denuncia animosidad hacia su persona, ya que la jueza le adjudicaría filtraciones de la causa entre el periodismo y no le caerían bien las apreciaciones públicas del abogado que no rechaza invitaciones a cuanto programa dedique al tema del submarino.
Incluso el abogado en su recusación cita a una senadora nacional, Magdalena Odarda (Río Negro), como testigo de una afirmación que la jueza hizo el 4 de mayo de 2018 en Comodoro Rivadavia ante miembros de la propia comisión investigadora de la Armada: "acá pueden salir todos sobreseídos".
Un software ahí
Tagliapietra ha afirmado públicamente que así como los familiares vieron nítidamente las imágenes del submarino en la profundidad del mar, la jueza está en condiciones de hacerlo. Pero ella argumenta no contar con la tecnología adecuada, con lo cual demora aún más la investigación.
Un día después de presentar la recusación Tagliapietra se sintió obligado a responder temerarias afirmaciones del ministro Aguad, quien volvió a culpar a la tripulación por la tragedia. El funcionario de Macri dijo algo así como que no se transmitió información clave desde la anterior tripulación a quienes perecieron hace un año y medio.
"Esto es una falta de sensibilidad, de responsabilidad y de respeto terrible: responsabiliza a los submarinistas que no pueden defenderse", consideró Tagliapietra.
Ya les pasó a Guido Otranto y Gustavo Lleral en Esquel, por el caso de Santiago Maldonado. En Comodoro hay sordos cuestionamientos a Eva Parcio por la morosidad que le imprime a la investigación de una causa por lavado de dinero que involucraría a un ex intendente. Ahora es el turno de Marta Yáñez, quien debe establecer responsabilidades en el hundimiento del submarino ARA San Juan, ocurrido en noviembre de 2017.
La jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, fue recusada por parcialidad por uno de los abogados de los familiares de los 44 tripulantes que iban en el submarino ARA San Juan el 15 de noviembre de 2017, cuando implosionó mientras se desplazaba en cercanías de esa ciudad santacruceña.
Luis Tagliapietra es el letrado que cuestiona a la magistrada. Representa a un grupo de deudos y también es padre de uno de los tripulantes de la nave que recién fue hallada un año después luego de una larga lucha de los familiares para que el gobierno de Mauricio Macri no se desentendiera del tema como venía haciendo.
Hicieron falta múltiples manifestaciones -y hasta un acampe visible desde la Casa Rosada- para que finalmente se contratara a un buque, el Seabed Constructor, que encontró los restos de lo que fuera uno de los submarinos de la Armada nacional.
Tagliapietra fue uno de los cuatro familiares que participó del rastreo y a todos ellos les acaba de tomar declaración la jueza Yáñez en Caleta Olivia. Al parecer su propósito era saber si había diferencias de criterio entre el mediático abogado con José Luis Castillo, Silvina Krawczyk y Fernando Arjona.
Intratables
Este incidente más propio de programas de chimentos de TV habría sido la gota que rebasó el vaso de la paciencia de Tagliapietra, quien el jueves presentó en el mismo juzgado de la ciudad del norte santacruceño el pedido de recusación que si Yáñez rechaza -como todo parece indicar-, sería apelado en Comodoro Rivadavia, en la Cámara que preside Javier Leal de Ibarra, acostumbrado últimamente a resolver entuertos generados por jueces federales de la región como Guido Otranto y Gustavo Lleral, de Esquel y Rawson, respectivamente.
Puntualmente, Tagliapietra le endilga a la jueza Yáñez haber mantenido reuniones "reservadas" tanto con el ministro de Defensa Oscar Aguad como con la cúpula de la Armada, siendo que no deberían descartarse futuras imputaciones de los mismos, teniendo en cuenta su responsabilidad al permitir navegar a un submarino que no estaría en condiciones apropiadas de hacerlo.
Además, el abogado cuestiona a la jueza porque a su entender no avanzó nada en un año y medio de investigación, limitándose a citar a jefes navales y a hacerles preguntas técnicas una vez que ella misma aprendió la terminología propia de los marinos.
Por otra parte, el tenor de la causa no le impidió tomarse sus vacaciones, tiempo en el cual la causa no registró novedades.
Hijos y entenados
A todo esto, siempre resultó evidente para los observadores imparciales que la jueza se lleva mejor con otros abogados que representan a los familiares, sobre todo con el mediático Fernando Burlando, quien fue una sola vez al juzgado de Caleta ya que se maneja con delegadas.
Burlando cobró fama en el verano de 1997 cuando a pedido del gobernador Eduardo Duhalde representó a los "horneros" acusados del crimen del fotógrafo José Luis Cabezas. Inducidos por él, los sicarios confesaron su responsabilidad y pretendieron cortar la cadena en el policía que los contrató.
Más allá de destacar el delicado hecho de que no permitiera a abogados de las querellas fotocopiar actas de las declaraciones que se iban produciendo en el juzgado, el abogado Tagliapietra también denuncia animosidad hacia su persona, ya que la jueza le adjudicaría filtraciones de la causa entre el periodismo y no le caerían bien las apreciaciones públicas del abogado que no rechaza invitaciones a cuanto programa dedique al tema del submarino.
Incluso el abogado en su recusación cita a una senadora nacional, Magdalena Odarda (Río Negro), como testigo de una afirmación que la jueza hizo el 4 de mayo de 2018 en Comodoro Rivadavia ante miembros de la propia comisión investigadora de la Armada: "acá pueden salir todos sobreseídos".
Un software ahí
Tagliapietra ha afirmado públicamente que así como los familiares vieron nítidamente las imágenes del submarino en la profundidad del mar, la jueza está en condiciones de hacerlo. Pero ella argumenta no contar con la tecnología adecuada, con lo cual demora aún más la investigación.
Un día después de presentar la recusación Tagliapietra se sintió obligado a responder temerarias afirmaciones del ministro Aguad, quien volvió a culpar a la tripulación por la tragedia. El funcionario de Macri dijo algo así como que no se transmitió información clave desde la anterior tripulación a quienes perecieron hace un año y medio.
"Esto es una falta de sensibilidad, de responsabilidad y de respeto terrible: responsabiliza a los submarinistas que no pueden defenderse", consideró Tagliapietra.
