Patagonia

Sigue cayendo el empleo privado en la Patagonia; solo se salva Neuquén

Durante marzo continuó la caída del empleo privado en las provincias patagónicas, aunque el crecimiento en Neuquén consiguió suavizar la destrucción de puestos de trabajo que se viene produciendo desde hace más de tres años.

Los datos publicados por el SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino), que depende de la degradada Secretaría de Trabajo de Nación, mostraron que en marzo se perdieron de manera interanual solamente 517 puestos de trabajo en las cinco provincias de la Patagonia; pero ese resultado se vio reducido esencialmente por el crecimiento generado por Neuquén.

En marzo se registraron 418.595 puestos de trabajo en la Patagonia frente a los 419.112 que se habían medido en el mismo mes del año pasado, lo que arroja una destrucción de 517 empleos regionales.

Ese resultado que muestra una significativa desaceleración de la caída del empleo tiene esencialmente que ver con la generación de trabajo que se viene registrando en Neuquén como consecuencia de la actividad petrolera de Vaca Muerta y las actividades conexas. Si se excluyen los 5.849 puestos de trabajo generados en Neuquén, en otras cuatro provincias la retracción del empleo privado fue de 6.366 durante el último año.

La mayor destrucción de empleo interanual se produjo en Tierra del Fuego que retrocedió en 4.211 puestos de trabajo, seguida por Río Negro con una retracción de 1.442 empleos y por Chubut con una caída de 1.212 puestos trabajo menos en marzo que en el mismo mes del 2018. Santa Cruz también consiguió un guarismo positivo tras aportar 499 empleos nuevos.

Los datos de marzo de este respecto al mismo mes del 2016 reflejan una destrucción de 9.427 puestos de trabajo en tres años, pero si apartan los 8.532 empleos generados en Neuquén el retroceso patagónico fue de 17.959 lugares de trabajo desaparecidos.

Las provincias más perjudicadas fueron Tierra del Fuego con 5.123 empleos menos, seguida por Río Negro con una destrucción de 4.931 empleos, Chubut con la pérdida de 4.455 empleos y Santa Cruz que retrocedió en 3.450 puestos de trabajo en lapso de tres años.

Aunque la desaceleración en la destrucción de empleo privado parece haberse estancado a la baja, la crisis económica y recesiva no da indicios de posibilitar el crecimiento del empleo privado regional por fuera del impulso que viene aportando la actividad productiva neuquina.