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Abusadores de Playa Unión: el quinto imputado de la manada se quedó sin visa y no podrá volver a Miami

El quinto imputado por la violación "en manada" ocurrido en Playa Unión en 2012 no podrá regresar a Miami, donde reside y tiene una empresa, porque la Embajada de Estados Unidos le negó la renovación de la visa debido este caso.

Así lo pudo saber El Extremo Sur tras la audiencia de apertura de investigación realizada en Rawson. Precisamente, el imputado no pudo estar el pasado 2 de agosto en la audiencia donde comparecieron los otros cuatro imputados que estuvieron en la fiesta realizada el 21 de setiembre de 2012 en el balneario de Rawson, la capital de Chubut.

"Te cuidamos la puerta"

"Entrá tranquilo que nosotros te cuidamos la puerta" le gritaron irónicamente a T.S. cuando ingresó a la oficina judicial un grupo de medio centenar de mujeres que lo esperaron en la entrada.

La mención tiene que ver con que al joven se le imputa haber sido quien cuidaba la puerta de ingreso al quincho mientras sus amigos consumaban el abuso. También fue salivado y recibió algunos patadas. Por eso cuando terminó la audiencia y salió lo hizo fuertemente custodiado por la policía, que lo condujo hasta un móvil policial para sacarlo del lugar.

Ruffa, ofendido

El "recibimiento" fue cuestionado por el abogado defensor Federico Ruffa ante el juez Nieto De Biase. "Son beligerantes", dijo Ruffa durante la audiencia según pudo saber este medio. El juez se comprometió a resguardar la integridad física del imputado y además dijo que las próximas audiencias "podrían realizarse en otro lugar y con mayor resguardo en cuanto a la información del día y la hora".

El imputado aceptó la apertura de la investigación y se negó a declarar. Como en los otros casos, el fiscal Fernando Rivarola tendrá seis meses para investigar y después presentar las pruebas camino al juicio oral. T.S. abandonó el edificio judicial custodiado y encapuchado pese a lo cual volvió a ser insultado largamente por las mujeres presentes que además portaban carteles con el resto de los integrantes de "la manada".

La cronología del caso

El caso que tomó trascendencia como "La Manada de Chubut" tiene que ver con el abuso sexual a una menor en una casa del balneario de Playa Unión.

El hecho ocurrió en 2012 pero se conoció a principios de este año cuando la víctima se decidió a relatar lo sucedido en una red social perteneciente. T.S. era menor en el momento de los hechos.

Hasta hace unos días residía en Miami y por eso no estuvo presente el pasado 2 de agosto cuando le leyeron los cargos a los otros cuatro, todos perteneciente a familias muy conocidas e influyentes del mundo empresarial, político y deportivo de Trelew y Puerto Madryn. Están imputados del delito de abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal.

T.S, cuyo grupo familiar es dueño de una empresa de Gaiman (hoy en quiebra) residía en Estados Unidos, más precisamente en Miami donde es propietario de la empresa Patagonian Sea, dedicada a la importación y distribución de frutos de mar. Tiene como clientes a exclusivos lugares de comida de Miami y otras ciudades del país del norte.

En la investigación realizada tras la denuncia, al joven (que hoy tiene 24 años) se le imputa haber sido quien "cuidaba" la puerta de ingreso al quincho mientras se desarrollaba el abuso impidiendo que otras personas ingresaran al lugar sobre todo, amigas de la víctima.

Las chicas residían en Puerto Madryn y habían concurrido a Playa Unión el 21 de setiembre de 2012 para celebrar la llegada de la primavera. La fiesta se desarrolló en la casa de uno de los imputados, ubicada frente al mar y que hoy se encuentra virtualmente "tapiada" con ladrillos tanto la puerta de ingreso como las ventanas exteriores.

Ya en la madrugada del 22 de setiembre los imputados abusaron de la chica quien se encontraba indefensa bajo los efectos del alcohol o de alguna sustancia que le provocó un estado de inconciencia que le impidió defenderse del ataque sexual al que fue sometida. Después fue rescatada por sus amigas que la llevaron a una casa de Rawson donde permaneció dormida durante muchas horas.

Después de cometido el hecho recibió amenazas y el pedido de que "no cuente nada". Fue tal el acoso que con su familia decidieron irse de Madryn, donde residían. Desde aquel momento están viviendo en la provincia de Buenos Aires.