Política

¿El gobierno no sabe cuántos empleados tiene?: según Economía son 42.000; el ISSyS declara 56.000 aportantes

El gobierno y sus portavoces procuran tapar el sol con la mano. Al desmentir la profundidad de la crisis revelada por El Extremo Sur, utilizan un arsenal de argumentaciones -en parte erróneas y en parte contradictorias- que ahonda los problemas y las falacias.

Tras el análisis publicado el domingo 19 de enero por EES, Miguel Arnaudo, titular del Instituto de Seguridad Social y Seguros, defendió el ajuste de Arcioni y admitió que en Chubut hay 56.000 aportantes al sistema previsional.

Contradictoriamente, el gobierno informó en el Presupuesto 2020 que la planta de empleados públicos incluiría este año 41.131 cargos en planta permanente y 852 contratados. La diferencia no es menor, ya que la suma de ambas categorías llega a unos 42.000 cargos. Según el presupuesto enviado por Economía existirían 14.000 cargos menos en el Estado de los que existen según ISSyS. Alguno de los dos números esgrimidos no cierra. ¿Cuántos empleados públicos hay realmente cumpliendo tareas en este momento en el Estado chubutense?

El paquete según Arnaudo

El presidente del Instituto de Seguridad Social y Seguros, Miguel Arnaudo, hizo referencia al paquete de medidas de la Reforma Estructural del Estado que se enviará en las próximas horas a la Legislatura provincial para su aprobación. En ese sentido remarcó que "están garantizados los aportes y contribuciones a la Caja de previsión y a la Obra Social".

Arnaudo manifestó que "dentro del paquete de medidas que se impulsa desde el Ejecutivo provincial, en lo que respecta al Instituto, nuestra preocupación y participación tiene que ver con garantizar que no se produzca el desfinanciamiento de la Caja Previsional ni de la Obra Social, por ello quiero transmitir tranquilidad tanto al sector pasivo como activo que el 100% de los aportes y contribuciones al sistema de seguridad social están garantizados".

El funcionario explicó que actualmente "entre jubilaciones y pensiones, la provincia tiene 18.400 beneficios y al Instituto ingresan 56.000 aportantes directos, que serían los activos. Es un sistema de reparto, donde el trabajador activo realiza los aportes y a su vez el empleador, es decir el Estado, realiza las contribuciones y con eso se van solventando las jubilaciones de los pasivos".

Un rapto de sincericidio, llevó a Arnaudo a afirmar que "a partir del congelamiento de los salarios , la obra social va a recibir, en término de ingresos, la misma masa de dinero en los próximos seis meses".

Datos de EES

EES publicó el domingo pasado que "En 2007 la relación entre empleados públicos y cantidad de habitantes en la provincia era de 60 cada 1.000, manteniendo niveles similares a principios de los '90 y la década del 2000. Sus puntos más bajos se registraron entre 1991 y 1993 con 50 de promedio. Un año después pasó a ser de 70 empleados públicos cada 1.000 habitantes, quedándose estancada en ese ratio y con picos de 76 en los años 2011 y 2012".

El informe advertía que "Con el ajuste quedarían aproximadamente 1,4 trabajadores activos por cada jubilado en la provincia. Los especialistas aconsejan que el ratio entre aportantes y pasivos debe estar entre 3 y 4. En Chubut se pasaría a tener 32.000 activos y los jubilados podrían superar los 22.000 -hoy se contabilizan 17.500 pasivos-; por lo que ese esquema estallaría por los aires más pronto que tarde".

No cierran los números

El propio ministro de Economía, Oscar Antonena, se cansó de mencionar que en Chubut hay 65.000 "empleados públicos", cifra a la que podría llegarse solamente si se suman los casi 42.000 cargos existentes a los jubilados registrados en la provincia. Sin embargo, esa cuenta de Antonena arroja que deberían contabilizarse 23.000 pasivos, mientras que el propio Arnaudo declaró que son 18.400 en total.

"En 2003 había 22 mil empleados públicos y ahora hay 65 mil", declaró en múltiples ocasiones Antonena desde que se transformó en el mentor de los patéticos números financieros de Chubut, suponiéndose que contabiliza a los pasivos. Sus números no cierran, menos aún si se los compara con los plasmados en el Presupuesto 2020 que él mismo envió a la Legislatura y están incluidos dentro de la Ley que fue aprobada.

Si bien es cierto que en 2002 -y no en 2003- había en Chubut 23.632 empleados públicos registrados, para 2003 ya se había pasado a 24.906 trabajadores del Estado.

Más allá de la imprecisión del ministro -que debería conocer con más precisión los números de la provincia, ya que es su máximo responsable- lo cierto es que en el Presupuesto 2020 la cifra de cargos señalados como existentes fue de 41.131 empleados en planta temporaria y otros 852 contratados; así se llaga a los 41.983 informados oficialmente.

Si el dato oficial se compara con los dichos de Arnaudo la diferencia de aportantes llega a los 14.000 empleados públicos, pero si se los coteja con las afirmaciones de Antonena asciende a 23.000.

Ninguna de ambas cifras puede justificarse con las horas cátedras de los docentes del nivel secundario. ¿Esa diferencia relevante corresponde a cargos políticos no declarados? ¿O se oculta la verdadera cantidad de cargos públicos?

Cálculos

Si los pasivos de Chubut son 18.400 y a ello se le suman los casi 42.000 cargos oficializados, se llaga a los 60.000; unos 5.000 menos de los datos alegremente utilizados Antonena para cargarle las culpas de la crisis a los trabajadores y hacerles pagar el mayor peso del ajuste.

Si los aportantes son 56.000 como dijo Arnaudo y se acoplan los 18.400 pasivos, la sumatoria arroja 74.400. En este caso es posible inferir que Antonena se quedó corto en sus afirmaciones -lo que resulta poco creíble- o que cuanto menos los números no cierran.

Suponiendo que en los números oficiales discordantes se contabilicen las horas cátedra como cargos y se las suma, se rondaría en los 46.600 cargos totales; unos 9.400 menos de los 56.000 aportantes esgrimidos por el titular del ISyS.

De los 56.000 aportantes de Arnaudo a los 65.000 empleados públicos de Antonena nada cierra o al menos uno de los dos maneja datos desacertados dentro de la misma administración.

La cantidad de aportantes que menciona el titular del ISyS hace presumir que en Chubut hay una relación de 94 empleados públicos cada 1.000 habitantes. Ese sí sería un dato asombroso, que desentona de manera significativa con el resto del país. Aunque así fuera, tampoco justificaría las políticas de ajuste con jubilaciones forzadas o los retiros voluntarios que vienen enganchados con el pago escalonado y el congelamiento salarial.

"Algo huele mal en Dinamarca", afirma el príncipe Hamlet mientras observa atónito la calavera, según la obra del célebre dramaturgo William Shakespeare. En Chubut, que no es evidentemente un país nórdico, el hedor es similar.

Se haga la cuenta que se quiera, la pretensión de desmentir los datos reales salió mal. Los números del arcionismo resultan incongruentes y por eso se hace imprescindible aclararlos con mayor información oficial y transparencia; que brilla por su ausencia.