Política

Último acto: Arcioni apela a la humildad y pide "por favor" a los docentes que empiecen las clases

Convencido de que finalmente el ciclo lectivo 2020 no comenzará en la fecha prevista, y atribulado ante la cercanía de quedar expuesto como el "patito feo" de los gobernadores ante el Gobierno nacional, Mariano Arcioni tuvo este viernes un inhabitual gesto de humildad que sonó como el último recurso que le queda para lograr lo imposible. Su palabra se fue devaluando largamete desde que fue reelecto, por lo que nada indica que encontrará comprensión o compasión de parte de los castigados maestros.

"Le pido a todos los docentes de la provincia que por favor vuelvan a las aulas y que comiencen las clases". El llamado hecho por Mariano Arcioni en el marco de una entrega de kits escolares tuvo ribetes casi dramáticos.

Ante el oscuro panorama que se le abre al gobernador de Chubut porque todas las seccionales del gremio docente ATECh confirmaron que no comenzarán las clases el próximo miércoles, ahora se apela otra vez al remanido perjuicio que se les ocasionaría a los estudiantes.

"En esta crisis no hay ganadores ni vencidos; hay perjudicados, que son las criaturas", acotó un Arcioni demudado por la respuesta que tuvo su último apuro por cancelar gran parte de la "cláusula gatillo" del año pasado y depositar los haberes al segundo rango de empleados públicos: los que cobran entre 40 y 65 mil pesos.

Mientras comienza un largo fin de semana, nada indica que la sorpresiva humildad que expone el mandatario encuentre eco entre los olvidados hasta esta semana; aquellos que sufrieron golpes, presiones, prisión, burlas, muertes y ninguneos durante casi todo el conflicto que el año pasado le costó a Chubut 17 semanas sin clases: desde el lunes 22 de julio al martes 19 de noviembre de 2019.

Como un cero solo

La orfandad política de Mariano Arcioni resulta patética, y solo basta repasar Twitter para comprobarlo. Hasta este viernes a las 13 un posteo suyo solo había encontrado el apoyo de un ministro de su gabinete: el de su sobrino Leandro Cavaco.

Claro que, para ser sinceros, hay que destacar que cada uno carga con su propia cruz.

Por ejemplo el ministro de Turismo, Néstor García, amaneció con que en pleno arribo de turistas a la cordillera los trabajadores de La Trochita pararán hasta fin de mes por sucesivos incumplimientos del gobierno provincial.

Otros que salieron temprano a marcar postura fueron los titulares de Educación, Andrés Meiszner -el mismo que dejó una deuda difícil de pagar en el Club Quilmes- para advertir por primera vez en el año que los docentes que no trabajen no cobrarán cuando llegue su hora dentro de dos meses.

El de Infraestructura, Gustavo Aguilera, no pudo sostener su afirmación de que están dadas todas las garantías en materia edilicia, como había dicho un día antes en Casa de Gobierno ante la falta de repreguntas por parte del periodismo allí presente.

Este viernes, el hermano de la diputada macrista Andrea Aguilera admitió casos "puntuales" y reconoció que al menos dos escuelas de Comodoro no pueden funcionar en sus edificios propios -221 y 7702-, por lo que deberían comenzar las mudanzas que según la experiencia de provisorias se convierten en definitivas, como pasó con las comunidades educativas de los establecimientos 154 y 488 hace tres años, después del temporal, y que según el Gobierno no existían hasta este ciclo, cuando anuncia sus inminentes "inauguraciones" cuando se trata solo del arreglo del techo, al menos en un caso.

Pero fue el propio ministro el que ya dejaba traslucir su poca fe cuando utilizó un doble "no" en su frase supuestamente positiva sobre el inicio del próximo ciclo lectivo. "No existen condiciones en las escuelas como para que no inicien las clases en forma general", fue la complicada oración que eligió para la ocasión.

Camino a la punta

Arcioni marcha rumbo a convertirse en el gobernador de la primera provincia que no podrá cumplir con el comienzo del ciclo lectivo en el país, lo cual dificultará algo más su vínculo con el presidente Alberto Fernández, que no parece exhibir ni los recursos ni la voluntad que tuvo hace 17 años Néstor Kirchner para ir personalmente a Entre Ríos -junto a su ministro Daniel Filmus- a resolver el conflicto docente allí desatado.

Amor a Luque

Mientras el vicegobernador Ricardo Sastre ha dado un estratégico paso atrás en los últimos días, Arcioni buscó recostarse en el intendente de Comodoro, Juan Pablo Luque, de mejores vínculos que él con los funcionarios nacionales que le cuentan al Presidente qué pasa en Chubut, como el muy joven vicejefe de Asesores, Julián Leunda.

Si no hubiera sido por el comodorense de carrera veloz, el gobernador se habría quedado sin agenda política esta semana. Es que en la ciudad petrolera -y solo avisándole a periodistas "amigos" por supuesto- mantuvo un encuentro con operadores pesqueros que se quejan de la presunta falta de idoneidad del titular del Puerto, Fabio Cambareri; uno de los tres hijos del influyente asesor principal del gobernador que tiene como fachada una dirección en Petrominera.

Fue también Luque quien intentó poner paños fríos en el conflicto interno de la alianza gobernante y el que hizo una mención a la importancia de que haya clases, así como hace un par de semanas se refirió a lo problemático que resultan los cortes de ruta.

Favores

El intendente de Comodoro parece responder favores que le piden en Nación para que Chubut no explote ahora, cuando Fernández parece encaminar su prioridad número uno, cual es la resolución del conflicto por la deuda externa.

Mientras tanto, el ex intendente de Comodoro que salió segundo en las últimas elecciones provinciales, Carlos Linares, se reunió el jueves con la vicepresidenta de la Nación y su referente de la primera hora, Cristina Kirchner, alguien que nunca terminó de digerir todo aquello que oliera a dasnevismo. Lejos de la postura de Luque, salió a respaldar a Sastre y cuestionó duramente las decisiones últimas de Arcioni.