Patagonia

Los trabajadores privados de Chubut también sufren: patrones miserables, despidos y recortes salariales

Los estatales no están solos a la hora de no cobrar sus salarios. Este mes de abril sumó a otros trabajadores con fuertes angustias salariales motivadas por el Coronavirus. La mayoría es del sector industrial privado. Otros provienen de actividades independientes relacionadas con la prestación de servicios, ya que los clientes se ven impedidos de contratarlos por razones varias. También hay muchos empleados de comercio que les reclaman a sus autoridades sindicales que "hagan algo" ante las decisiones de sus patrones.

Este fin de semana no solo se decidió que la cuarentena motivada por el Coronavirus se prolongue al menos hasta el lunes 27, sino que se confirmó que también en Chubut llegó la hora de las penurias para trabajadores que no son estatales. 

Los estatales tienen el dudoso privilegio tener una una "experiencia" mayor en lo que respecta a cobrar tarde, mal o nunca lo trabajado; ya no solo en el mes anterior, sino también en el anterior del anterior. Por ejemplo, una semana después de vencido el plazo legal, nadie sabe entre los trabajadores del Estado cuándo cobrará marzo, mientras el sueldo de febrero sigue pendiente para los rangos 3 y 4.

Ahora quien hizo público el recorte fue la empresa Aluar, sorprendiendo a sus empleados con la implementación de licencias rotativas que incidirán en sus haberes. La decisión fue aceptada sin más trámite por las conducciones gremiales de la UOM y de la UOCRA.

Aunque la industria del aluminio será seguramente una de las primeras en recuperarse una vez que pase la pandemia, el titular de Aluar, Javier Madanes Quintanilla, implementó la medida con su público agradecimiento "a la actitud tanto de la UOM como de la UOCRA. Hay criterio en su dirigencia, han tenido mucho aplomo para entender lo que estamos enfrentando. Están dispuestos a poner el hombro".

Resulta evidente que los titulares de ambos gremios del Valle no poseen la influencia de sus pares de Luz y Fuerza, que consiguieron entre otras ventajas que los trabajadores de Servicios Públicos sean considerados "personal esencial" a partir de un decreto de Mariano Arcioni. A partir de la firma del gobernador, aquellos que se desempeñan en ese sector del Estado en Chubut cobran sus salarios -junto con los policías- antes que todos.

Eso lo remarcó el titular de los Empleados Legislativos, Angel Sierra, quien se halla inmerso en la paradoja de ser la voz de quienes no cobraron y que por eso no cumplirían funciones en una posible sesión de los diputados que buscarían ponerle límites a determinadas decisiones y acciones del Poder Ejecutivo que avanzan sobre derechos ciudadanos.

Despidos por WhatsApp

Mientras tanto, los propietarios de las empresas que perciben la paralización económica -que de todos modos ya venía manifestándose desde que Arcioni obtuvo su reelección hace 10 meses- empiezan a cortar el hilo por lo más delgado. Suspenden trabajadores vía WhatsApp o les hacen firmar acuerdos de reducción salarial violatorios de Convenios Colectivos, ante la pasividad del responsable del área en el Estado provincial, Cristian Ayala.

"El decreto que protege al trabajador y su conjunto prohíbe las desvinculaciones y las suspensiones. Sin embargo, el acuerdo deja la puerta abierta a posibles suspensiones de común acuerdo entre el empleador y el trabajador. El tema es que este tipo de acuerdos no están siendo voluntarios de ambas partes. No es que el trabajador acepta que lo suspendan o que le rebajen el sueldo. Y al establecerse esto, lo que hace el empleador es mandar mensajes de WhatsApp. Es llamativo porque en tres o cuatro empresas hicieron lo mismo", denunció la abogada laboralista Jimena Díaz Asencio en el diario El Patagónico.

"Los decretos de emergencia de Nación fueron acompañados por medidas específicas para que el trabajador esté protegido. También está protegido el empleador para que no caiga en una situación de crisis que después no pueda salir. En Chubut no hubo medidas que acompañaran estas medidas y por eso hoy tenemos los problemas que tenemos", amplió la profesional exponiendo otro aspecto de la falta de reacción del Gobierno provincial.

El ensayo Comodoro

Puntualmente, en Comodoro Rivadavia la crisis no solo afecta a los pocos empleados que continúan en funciones en grandes cadenas de electrodomésticos que en los últimos años sufrieron despidos "por goteo" sino también a quienes se desempeñan en empresas de mediano porte que dependen de la actividad petrolera, como EDVSA; a concesionarias de autos y a comercios de la ciudad.

En este sentido, el caso paradigmático fue el de la panadería Barile, con 33 años de actividad y casi una decena de locales en Comodoro y Rada Tilly. Unilateralmente, sus asesores letrados redactaron un acuerdo para disminuir haberes y jornada laboral a la mitad.

Muchos empleados firmaron, bajo la amenaza de perder la fuente laboral en caso de que se cerrara la firma que siempre tuvo los precios más altos de la ciudad dentro de su rubro y debería contar con un colchón más resistente que otros comercios que en estas épocas hasta destinan un cupo de donaciones de pan para quienes lo necesitan.

En este caso puntual se debe valorar la reacción inmediata del sindicato de Panaderos que conduce el ex concejal Juan Maldonado, quien a través de un duro comunicado habló de "actitudes miserables" que suelen salir a flote cuando lo que se disputa es la ganancia.