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Juicio en el Vaticano: la Iglesia absuelve a sus curas abusadores

En la misma semana en que la iglesia católica francesa dio a publicidad la existencia de más de 300.000 abusos a menores durante los últimos 50 años, se conoce la absolución en el primer juicio llevado a cabo en el Vaticano contra dos de sus miembros: Gabriel Martinelli y Enrico Radice, bajo los mismo cargos.

Los casos datan del año 2007, en el marco del preseminario San Pío X, aunque la investigación comienza en 2017, a raíz de la publicación del libro Peccato Originale de G. Nuzzi. Las denuncias tomaron relevancia para la Iglesia Católica cuando alcazaron un alto grado de exposición pública gracias al libro.

Los acusados fueron absueltos por dos motivos: prescripción de algunos de los delitos que se le imputaron y falta de pruebas en el caso de otros.

En el caso de Martinelli (28), hoy sacerdote y rector de la institución donde se cometieron los abusos, era menor de edad al momento de los hechos, pero tenía un cargo de coordinación dentro del preseminario donde se encuentran los monaguillos de la basílica de San Pedro. Este cargo, que tenía por ser discípulo de Radice, lo ponía en contacto permanente con los alumnos ya que tenía la responsabilidad de organizar sus actividades. La más importante era la de seleccionar a los adolescentes que estarían frente al Papa o a su lado durante la misa.

A su vez, Radice (71) fue acusado de encubrir a Martinelli estando en conocimiento de todo lo ocurrido. "El promotor (fiscal) de Justicia vaticano, Roberto Zannotti, había pedido seis años de cárcel para Martinelli y cuatro para Radice. En la sentencia se lee que aunque se prueba que hubo relaciones sexuales entre el monaguillo y Martinelli, ‘no existen pruebas de que la víctima haya sido obligada a mantenerlas con violencias o amenazas' y que la razón de ello ‘son las significativas contradicciones en sus declaraciones".

Las medidas contra la exposición no tardaron en llegar. Cuando comenzaron a circular las versiones de la denuncia, el obispo Oscar Cantoni afirmó que entre 2006 y 2012, ya habían observado "conducta sexual inapropiada" del acusado. En esta ocasión, la diócesis aceptó abonar una indemnización por 20.000 euros (que nunca se pagó) para la víctima mientras aislaba a Martinelli en un monasterio de Villa de Aosta.

Por otro lado, durante el proceso, varios exalumnos del preseminario describieron el tipo de ambiente que se vivía cotidianamente en la institución. Incluso uno de ellos, Flavio Ottaviani (34) declaró haber presenciado el tocamiento de partes íntimas a otro alumno por parte de Martinelli. Otros mencionaron "toqueteos" a los más jóvenes.

El resultado de esa investigación fue un documento de 21 páginas enviado a la Santa Sede, que no se hizo público. El documento -entre los obtenidos por The Post- criticaba duramente los errores de la Iglesia en el caso Martinelli. La revisión criticó a Coletti, diciendo que su investigación había sido sesgada por la parcialidad y era "superficial en el mejor de los casos". Además, argumentaron que el comportamiento de Matinelli, si bien era inapropiado, era comprensible para los adolescentes, para quienes "no hay una coincidencia perfecta de voluntades".