Biografías políticas urgentes: Massoni, el ministro-candidato que juega todas sus fichas a la mano duraPor Lola Sánchez.
Federico Massoni (48) -nacido en Comodoro Rivadavia y abogado egresado de la Universidad Kennedy de Buenos Aires- comenzó a incursionar en la política provincial de manera visible ocupando cargos públicos en Trelew bajo la gestión del intendente Máximo Pérez Catán entre 2011 y 2015. Hoy ostenta el cargo de ministro de Seguridad de la Provincia y mantiene firme su candidatura al Senado, de la mano de Mariano Arcioni.
Con los años, confeccionó un perfil radicalmente distinto al de su padre, Norberto Massoni (fallecido en 2010), quien fue senador y ministro de Educación de la Provincia, marcado por una impronta de defensa de los derechos de los maestros. Lejos de apostar a las políticas educativas, Massoni hijo será recordado por comandar actos punitivos hacia los docentes. Luego del desalojo de 2019 en Rutas 3 y 26, la violencia recrudeció y la postura del actual ministro y candidato a senador se centró en justificar por todos los medios la mano dura.
Al volver de Buenos Aires con su título en la mano, delineó una militancia radical que poco a poco se fue desdibujando. Fue asesor del senador José María Saéz y del ex gobernador Carlos Maestro. Finalmente se desligó de la herencia política de caminar los pasillos del Congreso cuando su padre asumió como senador nacional, aunque hoy apuesta por una lejana banca en la Cámara Alta.
Apoyó a Duhalde y Das Neves, luego al kirchnerista Martín Buzzi. Con Carlos Maestro y Das Neves tuvo idas y vueltas. Como presidente del Partido Independiente Chubutense (PICh), Massoni impulsó el respaldo electoral a Mario Das Neves y Eduardo Duhalde en las elecciones de 2011.
Al radicarse en el Valle, se volvió un fiero crítico del dasnevismo mientras mantenía un vínculo cercano con Daniel Taito, quién más tarde lo acercó al actual gobernador Mariano Arcioni, a quien acompañó como Secretario de Seguridad a partir de 2018.
En 2015 asumió por primera vez como secretario de Seguridad y Justicia de la provincia en los últimos meses del mandato de Martín Buzzi. Después se alejó para dedicarse a su estudio jurídico (Massoni - Taurelli y Asociados). Tres años más tarde, Arcioni lo convocó para ocupar el mismo cargo bajo su Gobierno.
Entre críticas y escándalos tomó diferentes posiciones, pero su directriz interna se mantuvo intacta: estar siempre del lado del poder.
Disparar primero, preguntar después
Ideológicamente, consolidó un profundo vínculo con la ex ministra Patricia Bullrich, fiel a la idea de implementar protocolos de seguridad al modo yanqui. Siempre se posicionó como un defensor de la Doctrina Chocobar, y a pesar de las diferencias partidarias con Sergio Berni, comparte su pasión por las Taser; un deseo que todavía no logra instrumentar en una provincia endeudada y con más de un pedido de renuncia a su cargo.
Su vuelta a la función pública en 2018 como secretario de Seguridad y Justicia del gobierno arcionista le permitió desplegar sin límites su perfil más punitivista y correrse más hacia la derecha.
Al asumir, manifestó plena confianza en el "amigo Arcioni" y sostuvo: "tengo el convencimiento de que algo le puedo aportar a la provincia del Chubut, sobre todo en seguridad, que es un tema extremadamente sensible".
"Esta es mi postura, suena como un slogan, pero la queremos aplicar y de hecho estoy dando permanentemente la línea a los recursos policiales para que la lleve adelante: dentro de la ley todo, fuera de la ley nada. Este es el verdadero sentido de la tolerancia cero", explicó en 2018, donde también delineó sus planes para modificar la estructura policial y actualizar las fuerzas para atender las nuevas formas del delito en las zonas más "calientes" de la provincia.
Luego, fue nombrado Coordinador de Gabinete. Con una provincia sin diálogo político y sumida en la crisis y un ministro que desde el discurso criminalizaba a los trabajadores, no tuvo más salida que presentar su renuncia apenas cuatro meses después. No abandonó el poder sin la promesa de otro puesto futuro. Salió del Gabinete peleado con la cúpula judicial y los docentes, e ingresó nuevamente como ministro de Seguridad con más enemigos que antes.
A pesar de su compromiso, el principal detractor de su lema "fuera de la ley, nada" suele ser él mismo.
Protocolos extranjeros y elogio al GEOP
Su ascenso en el gobierno provincial le permitió a Massoni comenzar a reforzar la política de seguridad, que hoy paradójicamente lo pone en el ojo del huracán al tiempo que es su único tema de campaña.
En noviembre de 2020 se publicó en el Boletín Oficial la resolución 145/2020 en la que el Ministerio de Seguridad provincial habilitaba a la policía de la provincia para la utilización de armas de fuego. El mismo se fundamenta en el protocolo extranjero "Tueller de los 21 pies".
Boletín: http://boletin.chubut.gov.ar/archivos/boletines/Noviembre%2011,%202020.pdf
En redes sociales comenzó a elucubrar su candidatura mucho antes de la presentación oficial, con vídeos de operaciones policiales y de las fuerzas especiales donde él aparece como protagonista.
Durante la desaparición de la adolescente Bianca Abigail en octubre de 2020, el ministro dijo públicamente que la joven seguramente se habría ido con el novio, que "no parecía estar forzada" y remató: "Es muy difícil encontrar a una persona que no quiere que la encuentren".
Horas más tarde, cuando Bianca fue localizada, el ministerio de Seguridad publicó una fotografía en redes donde aparecía Massoni en primer plano "consolando" a la adolescente. Posteriormente se reunió con la madre y se mostró enteramente a disposición para la familia. La acción propagandística y sus dichos mientras se desconocía el paradero de la joven le valieron duras críticas de los colectivos feministas de la región, quienes acusaron de misoginia latente al ministro.
Massoni delineó su perfil político con un profundo elogio al GEOP, acompañando él mismo varios de los operativos que el controvertido grupo llevó a cabo.
Sin embargo, parece desconocer los antecedentes de una fuerza provincial que en 2011 fue llevada a juicio por delitos de lesa humanidad tras los operativos desplegados en Corcovado, en el marco de la búsqueda de Mai Bustos.
En ese entonces, fueron imputados el jefe operativo del GEOP, Miguel Gómez -actual jefe de la Policía de Chubut y estrechamente vinculado al ministro- y los comisarios de Corcovado y Esquel, Oscar Muñoz y Oscar Marinao, por el delito de abuso de autoridad con "vejaciones agravadas por haber sido cometidas con violencia física y privación ilegítima de la libertad". En total son seis hechos de abuso de autoridad, cinco de vejaciones y uno de privación ilegal de la libertad.
Durante la cuarentena, el GEOP volvió a arremeter contra los ciudadanos de las "zonas calientes" como Trelew, con operativos de saturación y abusos policiales contra habitantes de la localidad. En 2020, el Grupo especializado casi deja ciego a Gabriel Fredes, un vecino del barrio INTA, hecho por el cual no hubo explicaciones ni justificaciones oficiales.
En 2021 regresaron al domicilio de Fredes, esta vez para allanar su casa por supuesta portación de armas. El hecho expuso diversas irregularidades. Entre ellas, un allanamiento con la dirección incorrecta, violencia contra la familia y hurto de dinero por parte de los efectivos.
Ver el artículo: www.elextremosur.com/nota/31645
Fredes cree que se trata de una medida aleccionadora tras las denuncias que puso en contra de las fuerzas, hecho que confirmó cuando en junio un grupo encapuchado interceptó a su hijo de 14 años y lo golpeó al grito de "negro de mierda", instándolo a que desde la familia no volvieran a colocar denuncias.
En las tres escenas tanto Fredes como sus vecinos coinciden en un hecho que no apareció en ningún informe policial: Massoni estuvo presente en cada ocasión, comandando las fuerzas y aplicando mano dura por su propia cuenta.
2021: No hay vuelta atrás
La irrupción de la pandemia implicó para Chubut el acrecentamiento de la presencia policial, lo que aumentó exponencialmente las denuncias por detenciones arbitrarias, violencia y uso desmedido de la fuerza.
La Policía provincial acumula más de 30 denuncias por violación de los Derechos Humanos en pandemia, y Massoni ocupa el centro de las críticas de figuras políticas de la oposición y del propio peronismo, así como de intelectuales, activistas y dirigentes nacionales.
En mayo de este año, Massoni quedó expuesto por otra muerte. Se trata del asesinato de Alejandro Tino John (62), un poblador de Las Golondrinas (Lago Puelo), quien fue "neutralizado" mediante un disparo por el GEOP. El hombre sufría de trastornos psiquiátricos y según los vecinos no resultaba una amenaza para terceros.
La versión policial -ratificada por Massoni, quien expresó su confianza plena en los efectivos y el fiscal de la causa- elaboró el perfil de un hombre "peligroso" e incontrolable para justificar el disparo en la cabeza.
El operativo se dio en el más absoluto secretismo, sin la presencia de las autoridades correspondientes, con violencia de por medio y ocultamiento de la información a los familiares de la víctima. Además, en la investigación posterior las pruebas aparecen y desaparecen constantemente.
Ver el artículo: www.elextremosur.com/nota/30916
La acción fue repudiada públicamente por el Premio Nobel de la Paz Pérez Esquivel, la APDH de la región y el Centro de Estudios Legales y Sociales, entre otras organizaciones de Derechos Humanos.
Massoni brindó una conferencia de prensa junto al inefable Gómez y también asistió a una interpelación convocada por diputados y diputadas del Frente de Todos. El ministro no dejó de justificar en ningún momento el accionar de los efectivos a su cargo, felicitándolos por haber "neutralizado la amenaza". Además, apuntó contra los medios por hablar de un "fusilamiento" y "ensuciar a las Fuerzas".
En julio, dejó claro su posicionamiento al referirse al video filtrado de los entrenamientos aspirantes a Infantería, donde se escuchaba el cántico: "Piquetero, ten cuidado, en una noche muy oscura a tu villa entraré". Con ligereza, opinó que "no pasa por justificarlo o no, sino que hay que nadar más profundo. Se está maximizando algo que forma parte de un folklore", ordenando que el video se volviera a publicar.
Pese a las denuncias y repudios, el ministro hace oídos sordos y con una sonrisa casi automática lleva adelante su campaña como candidato a senador por Chubut Somos Todos con el lema "Orden, respeto, identidad".
Por Lola Sánchez.
Federico Massoni (48) -nacido en Comodoro Rivadavia y abogado egresado de la Universidad Kennedy de Buenos Aires- comenzó a incursionar en la política provincial de manera visible ocupando cargos públicos en Trelew bajo la gestión del intendente Máximo Pérez Catán entre 2011 y 2015. Hoy ostenta el cargo de ministro de Seguridad de la Provincia y mantiene firme su candidatura al Senado, de la mano de Mariano Arcioni.
Con los años, confeccionó un perfil radicalmente distinto al de su padre, Norberto Massoni (fallecido en 2010), quien fue senador y ministro de Educación de la Provincia, marcado por una impronta de defensa de los derechos de los maestros. Lejos de apostar a las políticas educativas, Massoni hijo será recordado por comandar actos punitivos hacia los docentes. Luego del desalojo de 2019 en Rutas 3 y 26, la violencia recrudeció y la postura del actual ministro y candidato a senador se centró en justificar por todos los medios la mano dura.
Al volver de Buenos Aires con su título en la mano, delineó una militancia radical que poco a poco se fue desdibujando. Fue asesor del senador José María Saéz y del ex gobernador Carlos Maestro. Finalmente se desligó de la herencia política de caminar los pasillos del Congreso cuando su padre asumió como senador nacional, aunque hoy apuesta por una lejana banca en la Cámara Alta.
Apoyó a Duhalde y Das Neves, luego al kirchnerista Martín Buzzi. Con Carlos Maestro y Das Neves tuvo idas y vueltas. Como presidente del Partido Independiente Chubutense (PICh), Massoni impulsó el respaldo electoral a Mario Das Neves y Eduardo Duhalde en las elecciones de 2011.
Al radicarse en el Valle, se volvió un fiero crítico del dasnevismo mientras mantenía un vínculo cercano con Daniel Taito, quién más tarde lo acercó al actual gobernador Mariano Arcioni, a quien acompañó como Secretario de Seguridad a partir de 2018.
En 2015 asumió por primera vez como secretario de Seguridad y Justicia de la provincia en los últimos meses del mandato de Martín Buzzi. Después se alejó para dedicarse a su estudio jurídico (Massoni - Taurelli y Asociados). Tres años más tarde, Arcioni lo convocó para ocupar el mismo cargo bajo su Gobierno.
Entre críticas y escándalos tomó diferentes posiciones, pero su directriz interna se mantuvo intacta: estar siempre del lado del poder.
Disparar primero, preguntar después
Ideológicamente, consolidó un profundo vínculo con la ex ministra Patricia Bullrich, fiel a la idea de implementar protocolos de seguridad al modo yanqui. Siempre se posicionó como un defensor de la Doctrina Chocobar, y a pesar de las diferencias partidarias con Sergio Berni, comparte su pasión por las Taser; un deseo que todavía no logra instrumentar en una provincia endeudada y con más de un pedido de renuncia a su cargo.
Su vuelta a la función pública en 2018 como secretario de Seguridad y Justicia del gobierno arcionista le permitió desplegar sin límites su perfil más punitivista y correrse más hacia la derecha.
Al asumir, manifestó plena confianza en el "amigo Arcioni" y sostuvo: "tengo el convencimiento de que algo le puedo aportar a la provincia del Chubut, sobre todo en seguridad, que es un tema extremadamente sensible".
"Esta es mi postura, suena como un slogan, pero la queremos aplicar y de hecho estoy dando permanentemente la línea a los recursos policiales para que la lleve adelante: dentro de la ley todo, fuera de la ley nada. Este es el verdadero sentido de la tolerancia cero", explicó en 2018, donde también delineó sus planes para modificar la estructura policial y actualizar las fuerzas para atender las nuevas formas del delito en las zonas más "calientes" de la provincia.
Luego, fue nombrado Coordinador de Gabinete. Con una provincia sin diálogo político y sumida en la crisis y un ministro que desde el discurso criminalizaba a los trabajadores, no tuvo más salida que presentar su renuncia apenas cuatro meses después. No abandonó el poder sin la promesa de otro puesto futuro. Salió del Gabinete peleado con la cúpula judicial y los docentes, e ingresó nuevamente como ministro de Seguridad con más enemigos que antes.
A pesar de su compromiso, el principal detractor de su lema "fuera de la ley, nada" suele ser él mismo.
Protocolos extranjeros y elogio al GEOP
Su ascenso en el gobierno provincial le permitió a Massoni comenzar a reforzar la política de seguridad, que hoy paradójicamente lo pone en el ojo del huracán al tiempo que es su único tema de campaña.
En noviembre de 2020 se publicó en el Boletín Oficial la resolución 145/2020 en la que el Ministerio de Seguridad provincial habilitaba a la policía de la provincia para la utilización de armas de fuego. El mismo se fundamenta en el protocolo extranjero "Tueller de los 21 pies".
Boletín: http://boletin.chubut.gov.ar/archivos/boletines/Noviembre%2011,%202020.pdf
En redes sociales comenzó a elucubrar su candidatura mucho antes de la presentación oficial, con vídeos de operaciones policiales y de las fuerzas especiales donde él aparece como protagonista.
Durante la desaparición de la adolescente Bianca Abigail en octubre de 2020, el ministro dijo públicamente que la joven seguramente se habría ido con el novio, que "no parecía estar forzada" y remató: "Es muy difícil encontrar a una persona que no quiere que la encuentren".
Horas más tarde, cuando Bianca fue localizada, el ministerio de Seguridad publicó una fotografía en redes donde aparecía Massoni en primer plano "consolando" a la adolescente. Posteriormente se reunió con la madre y se mostró enteramente a disposición para la familia. La acción propagandística y sus dichos mientras se desconocía el paradero de la joven le valieron duras críticas de los colectivos feministas de la región, quienes acusaron de misoginia latente al ministro.
Massoni delineó su perfil político con un profundo elogio al GEOP, acompañando él mismo varios de los operativos que el controvertido grupo llevó a cabo.
Sin embargo, parece desconocer los antecedentes de una fuerza provincial que en 2011 fue llevada a juicio por delitos de lesa humanidad tras los operativos desplegados en Corcovado, en el marco de la búsqueda de Mai Bustos.
En ese entonces, fueron imputados el jefe operativo del GEOP, Miguel Gómez -actual jefe de la Policía de Chubut y estrechamente vinculado al ministro- y los comisarios de Corcovado y Esquel, Oscar Muñoz y Oscar Marinao, por el delito de abuso de autoridad con "vejaciones agravadas por haber sido cometidas con violencia física y privación ilegítima de la libertad". En total son seis hechos de abuso de autoridad, cinco de vejaciones y uno de privación ilegal de la libertad.
Durante la cuarentena, el GEOP volvió a arremeter contra los ciudadanos de las "zonas calientes" como Trelew, con operativos de saturación y abusos policiales contra habitantes de la localidad. En 2020, el Grupo especializado casi deja ciego a Gabriel Fredes, un vecino del barrio INTA, hecho por el cual no hubo explicaciones ni justificaciones oficiales.
En 2021 regresaron al domicilio de Fredes, esta vez para allanar su casa por supuesta portación de armas. El hecho expuso diversas irregularidades. Entre ellas, un allanamiento con la dirección incorrecta, violencia contra la familia y hurto de dinero por parte de los efectivos.
Ver el artículo: www.elextremosur.com/nota/31645
Fredes cree que se trata de una medida aleccionadora tras las denuncias que puso en contra de las fuerzas, hecho que confirmó cuando en junio un grupo encapuchado interceptó a su hijo de 14 años y lo golpeó al grito de "negro de mierda", instándolo a que desde la familia no volvieran a colocar denuncias.
En las tres escenas tanto Fredes como sus vecinos coinciden en un hecho que no apareció en ningún informe policial: Massoni estuvo presente en cada ocasión, comandando las fuerzas y aplicando mano dura por su propia cuenta.
2021: No hay vuelta atrás
La irrupción de la pandemia implicó para Chubut el acrecentamiento de la presencia policial, lo que aumentó exponencialmente las denuncias por detenciones arbitrarias, violencia y uso desmedido de la fuerza.
La Policía provincial acumula más de 30 denuncias por violación de los Derechos Humanos en pandemia, y Massoni ocupa el centro de las críticas de figuras políticas de la oposición y del propio peronismo, así como de intelectuales, activistas y dirigentes nacionales.
En mayo de este año, Massoni quedó expuesto por otra muerte. Se trata del asesinato de Alejandro Tino John (62), un poblador de Las Golondrinas (Lago Puelo), quien fue "neutralizado" mediante un disparo por el GEOP. El hombre sufría de trastornos psiquiátricos y según los vecinos no resultaba una amenaza para terceros.
La versión policial -ratificada por Massoni, quien expresó su confianza plena en los efectivos y el fiscal de la causa- elaboró el perfil de un hombre "peligroso" e incontrolable para justificar el disparo en la cabeza.
El operativo se dio en el más absoluto secretismo, sin la presencia de las autoridades correspondientes, con violencia de por medio y ocultamiento de la información a los familiares de la víctima. Además, en la investigación posterior las pruebas aparecen y desaparecen constantemente.
Ver el artículo: www.elextremosur.com/nota/30916
La acción fue repudiada públicamente por el Premio Nobel de la Paz Pérez Esquivel, la APDH de la región y el Centro de Estudios Legales y Sociales, entre otras organizaciones de Derechos Humanos.
Massoni brindó una conferencia de prensa junto al inefable Gómez y también asistió a una interpelación convocada por diputados y diputadas del Frente de Todos. El ministro no dejó de justificar en ningún momento el accionar de los efectivos a su cargo, felicitándolos por haber "neutralizado la amenaza". Además, apuntó contra los medios por hablar de un "fusilamiento" y "ensuciar a las Fuerzas".
En julio, dejó claro su posicionamiento al referirse al video filtrado de los entrenamientos aspirantes a Infantería, donde se escuchaba el cántico: "Piquetero, ten cuidado, en una noche muy oscura a tu villa entraré". Con ligereza, opinó que "no pasa por justificarlo o no, sino que hay que nadar más profundo. Se está maximizando algo que forma parte de un folklore", ordenando que el video se volviera a publicar.
Pese a las denuncias y repudios, el ministro hace oídos sordos y con una sonrisa casi automática lleva adelante su campaña como candidato a senador por Chubut Somos Todos con el lema "Orden, respeto, identidad".