El 9 de marzo de 2021 la aparición de un primer foco, presuntamente en el paraje Las Golondrinas, desató un incendio forestal sin precedentes en la provincia de Chubut. El mismo se extendió -agravado por factores ambientales, pero también como consecuencia directa de la desidia histórica de las políticas públicas- hacia zonas de Lago Puelo, El Hoyo, El Maitén y Cholila. Se reportaron dos fallecidos, múltiples heridos y alrededor de 500 viviendas total o parcialmente afectadas, junto a herramientas de trabajo, talleres enteros, depósitos, plantaciones y ganado. A un año del hecho, la recuperación de la Comarca Andina está en duda. A pesar de las ayudas económicas brindadas por Nación y Provincia, la mayoría de los afectados aún no cuenta con lo básico para volver a empezar. Mientras tanto, comunidades y dirigentes políticos apuntan a un manejo irregular o ilícito de los 400 millones de pesos que ingresaron a la Municipalidad de Lago Puelo.
El origen del siniestro se explica por diversas causas estructurales que involucran una gran reducción presupuestaria, incumplimiento de políticas ambientales y una infraestructura de servicios básicos precaria que continúa afectando a vecinos y vecinas de la zona.
El principal problema surgido a partir de los incendios forestales fue la pérdida de viviendas y fuentes de empleo, lo que dejó a cientos de familias en situaciones de vulnerabilidad habitacional, ya que los módulos de emergencia prometidos por el Estado aún no se completan en su totalidad.
Si bien la solidaridad de amigos, familiares y organizaciones civiles que coordinaron donaciones para los afectados fueron la piedra angular de la recuperación, las y los vecinos esperan soluciones permanentes por parte de las instituciones. Queda pendiente un largo trabajo de reactivación productiva, soluciones habitacionales y reforestación del territorio.
La principal hipótesis que sostiene la investigación a cargo del Fiscal Carlos Díaz Mayer es un primer foco vinculado a la línea del tendido eléctrico, lo que indicaría intencionalidad por omisión: el reclamo por las mejoras en la infraestructura eléctrica de la región no es nuevo.
Desinversión presupuestaria y problemas estructurales
Previamente a los incendios desatados el 9 de marzo de 2021 se registró una fuerte reducción en el presupuesto nacional para el control del fuego, hecho que fue denunciado por varios sectores del arco político y los movimientos ambientales. Del 2020 al 2021, el presupuesto se redujo en un 43%.
Las acciones para combatir los focos ígneos son coordinadas por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, que en el Presupuesto 2021 -publicado el 14 de diciembre de 2020 en el Boletín Oficial (https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/238364/20201214 )- cuenta con fondos por $ 282.876.383, lo que implica una pérdida del 42,9% con respecto a 2019 en términos reales.
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, prometió a inicios del año pasado que el presupuesto para el área sería de 3 mil millones, lo que implicaría una multiplicación "por 7" respecto del ejercicio anterior. El funcionario mencionó el artículo 101 del Presupuesto 2021, que crea una alícuota del 3 por mil de las primas de seguro para la integración de un Fondo Nacional del Manejo del Fuego. No obstante, al momento de los incendios en la Comarca, el fondo aún no había sido asignado a las partidas correspondientes.
La denuncia de Menna
En esta línea, en octubre del 2020 el entonces diputado nacional Gustavo Menna (UCR - Juntos por el Cambio Chubut) radicó una denuncia en la que daba cuenta de esta reducción, pidiendo informes a la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación para conocer los motivos de esta decisión. En ese momento, el país contaba con varios focos activos que afectaban a Córdoba, San Luis, Catamarca y Jujuy.
"Si comparamos entre los presupuestos 2020 y 2021 para atender Protección Civil y Riesgo de Desastres más Manejo del Fuego, la suma total prevista para este año por el proyecto de ley respectivo era de $ 3.621.796.165, mientras que el proyecto en debate actualmente prevé un monto $ 3.570.944.456", detalló Menna en los fundamentos, y dijo que esta disminución, agravada por el proceso inflacionario, "representa por lo menos un absurdo en el contexto económico actual y especialmente en el marco de la crisis climática que estamos transitando".
El diputado dijo que esta reducción "genera preocupación en lo que respecta a las situaciones que podrían tener lugar en el bosque andino patagónico con el inicio de las altas temperaturas del verano". Condiciones que finalmente se produjeron tal como se esperaban y dieron lugar a los incendios ocurridos en marzo del 2021.
¿Habrá responsables?
Tras los hechos, el Juzgado Federal de Esquel inició una investigación para determinar el origen del fuego. La clave de la causa es determinar si los incendios fueron intencionales. Se barajó la posibilidad de que habían sido planeados a partir de intereses inmobiliarios y extractivistas o de un hecho intencional destinado a fortalecer el discurso anti-mapuche en la Patagonia, fogoneado especialmente por los halcones del PRO.
Sin embargo, la investigación a cargo de Carlos Díaz Mayer apunta a una problemática crónica del tendido eléctrico que es responsabilidad de la Dirección General de Servicios Públicos de Chubut, lo que pone el ojo en la gestión estatal.
En definitiva, se trata de una deficiencia estructural y una ausencia de inversión estructural histórica de distintas gestiones provinciales de Chubut en la red del sistema eléctrico que afecta a vecinos y vecinas desde hace años. Esa desinversión, es evidente, se acentuó en la agonía del gobierno de Das Neves y en la gestión de Mariano Arcioni.
La situación se relaciona en parte con la falta de control y poda regular de los bosques de la zona, algo que ya había sido remarcado antes de los incendios por trabajadores de la Delegación Noroeste de la Dirección General de Servicios Públicos. A este escenario se suma la falta de recursos económicos y equipos adecuados para atender las demandas del tendido eléctrico.
El fiscal Díaz Mayer dijo, al principio de la investigación, que "por acción o por omisión, habrá responsables". Hasta el momento, la teoría más fuerte es que el primer foco se originó a partir de una chispa generada en un poste de tensión en el paraje Las Golondrinas, que por los fuertes vientos originó contacto con las ramas de los árboles cercanos. Las altas temperaturas, la falta de lluvias y la vegetación seca propiciaron la multiplicación del foco, que continuó extendiéndose en la dirección del viento hacia El Hoyo.
