Política

Desde Chubut se produce y se exporta cada vez menos petróleo; la Nación y las provincias siguen perdiendo

Chubut no solamente padece la reducción de su producción petrolera -que actualmente ronda los 1,3 millones de barriles- sino que en 2021 las exportaciones de crudo Escalante se achicaron 30% respecto de lo que se vendió al exterior en plena pandemia. El año pasado se dejaron de exportar 5,5 millones de barriles. Desde los yacimientos de la provincia cada vez se produce y se exporta menos petróleo. Pese a que aumentan los precios del crudo, las retenciones están entre las más bajas de los últimos años. Tanto el Estado provincial como el nacional pierden recaudación frente al nuevo boom de los commodities. Por las retenciones clavadas en el 8% el Estado nacional se pierde la recaudación de una enorme porción de las ganancias que están conquistado las petroleras. Por la baja en la producción de crudo, el Estado chubutense deja de cobrar más regalías.

El sector petrolero de Chubut atraviesa una etapa de escaso control, por falta de injerencia del Estado o por omisión consciente. Eso se refleja claramente en la caída de la producción durante 2021, que significó una retracción de 1,3 millones de barriles. Además, se contrajeron las exportaciones de crudo Escalante en 5,5 millones de barriles y las ventas al extranjero estuvieron en los niveles más bajos de la última década.

Mientras el precio del crudo se mantiene en constante aumento y las retenciones a las exportaciones se encuentran en sus niveles más bajos, la contrapartida en Chubut son los descensos de la producción y las exportaciones frente a los registros de 2020.

La ausencia de una política intervencionista del Estado -tanto el provincial como el nacional- en el sector petrolero ha dejado en manos del libre mercado las decisiones de cuánto producir y cuánto exportar.

Ver el artículo: ¿Chubut seguirá siendo un Estado bobo?: produce menos petróleo que en 2002 y las inversiones equivalen a 2006

Si el Estado no planifica y pauta sus propias metas a cumplir, el capital privado se moverá obviamente en función de sus propios beneficios y administrará a su antojo los recursos hidrocarburíferos que le fueron concesionados.

Esta situación genera perjuicios tanto a las arcas nacionales, que dejan de cobrar retenciones a las exportaciones de crudo, como a las de la provincia que percibe menos regalías petroleras de las posibles y necesarias para enfrentar la crítica realidad actual.

Ver el artículo: Por qué Chubut puede beneficiarse con el conflicto de Ucrania: ¿Arcioni logrará presionar a las petroleras?

Exportaciones en picada

Durante 2021 las exportaciones petroleras de Chubut decrecieron 30% respecto de 2020, cuando arreciaba la pandemia de Covid.

El año pasado se exportaron desde los yacimientos de la provincia 12,5 millones de barriles de crudo Escalante. Esa cantidad fue 30,8% menor a los poco más de 18 millones de barriles que se habían vendido a otros países en 2020. La diferencia interanual fue de 5,5 millones de barriles menos, a pesar de que ya se estaba terminando de normalizar la situación por el Coronavirus.

Mientras el precio de crudo Escalante chubutense se incrementó 52% el año pasado respecto de 2020, la cantidad de barriles vendidos al extranjero se redujo casi 31%.

Las compañías petroleras que exportan petróleo desde Chubut obtuvieron casi la misma ganancia neta por los barriles vendidos, mientras achicaban la cantidad de crudo embarcado.

Los niveles de exportación de petróleo de la provincia rondaron los 18 millones de barriles entre los años 2018 y 2020; transformándose en los más elevados de la última década. Solamente fueron superados por los 19,1 millones de 2011 y los 25,9 millones de 2010.

La abrupta caída en 2021 representa en promedio 5 millones de barriles menos que en el trienio mencionado, pero los 12,5 millones exportados el año pasado solamente fueron superados en su retracción por los casi 10 millones de barriles exportados en 2017.

En el arranque de la década pasada se obtuvieron los mayores volúmenes de producción y también de exportaciones en base al período analizado.

Durante 2010 se extrajeron 59,7 millones de barriles y se exportaron 25,9 millones de barriles, con un precio del barril Escalante que promedió los 59,9 dólares. Con el paso de los años esos volúmenes fueron decreciendo en perjuicio de los ingresos del Estado.

Según los datos oficiales de 2021 la producción petrolera decreció 14,5% (8,6 millones de barriles respecto de 2010; y las exportaciones de crudo cayeron 52,2% (13,4 millones de barriles); más allá de que el petróleo Escalante cotizó el año pasado a un promedio de 61,8 dólares.

Con valores casi idénticos en los precios del Escalante, las retracciones fueron muy considerables, al igual que la caída de las exportaciones efectuadas desde Chubut.

La lógica del mercado indicaría que en la medida que asciende el precio del barril Escalante tendrían que subir los niveles de producción y en paralelo los de exportaciones. Lamentablemente esa lógica no se aplica en Chubut, ya que además los planes de acción e inversión para la provincia se diseñan fuera de ella.

Más dólares y menos barriles exportados

A pesar de la baja en la producción y en las exportaciones, la cantidad de dólares obtenidos por las compañías petroleras se ha incrementado en 2021 como consecuencia de la suba del precio internacional del crudo.

El año pasado las exportaciones en barriles decrecieron 30,8%; pero las ganancias en dólares conseguidas por el sector privado subieron 35,5%. Lo exportado en 2020 representó 639 millones de dólares, mientras que en 2021 ascendió a los 867 millones de dólares.

Desde 2010 las exportaciones de crudo chubutense superaron la barrera de los 1.000 millones, alcanzando niveles récord en 2010 con 1.952 millones y con 1.993 millones exportados en el 2011.

Con los precios internacionales volando por encima de los 100 dólares el barril, el Escalante alcanzo su récord histórico de 77 dólares en 2012. En ese momento ninguna de las operadoras se quiso perder la oportunidad de beneficiarse con esos valores.

Es por eso que en Chubut las exportaciones estuvieron hasta 2014 arriba de los 1.000 millones de dólares exportados; luego llegaría la abrupta caída de los precios y el retroceso de los niveles exportados.

Esa tendencia alcista se volvió a transitar en 2018 y 2019, cuando el crudo estuvo por encima de los 63 y los 56 dólares respectivamente. Por eso y con buenos niveles de barriles exportados los dólares acaparados por las empresas fueron 1.239 millones en 2018 y 1.114 millones en 2019.

Con la irrupción de la pandemia las exportaciones decrecieron a los 639 millones de dólares, aunque se habían mantenido la cantidad de barriles vendidos al exterior.

Es de esperar que con la nueva suba del barril la tendencia positiva mantenga e inclusive se profundice en este 2022, ya que el precio del crudo está muy por encima de los valores del año pasado y se encuentra rondando los 100 dólares para el crudo Escalante; mientras que el Brent superó los 120 dólares y luego fue descendiendo es las oscilaciones que ha desatado el conflicto en Ucrania.

Las retenciones no parecen ser el problema

En la actualidad, y en medio de las tensiones por la guerra y la disparada de los precios de los commodities, las retenciones a las exportaciones petroleras se encuentran con un tope del 8% por cada barril exportado.

Ese porcentaje es ampliamente inferior al 20% que había fijado Eduardo Duhalde después de la debacle de 2001 o del 25% que estableció Néstor Kirchner en los años posteriores. También esta muy alejado de los precios de corte que se estipularon en los años posteriores, quedando para el Estado nacional todo lo que se vendía por encima de los 42 dólares y luego de los 70 dólares, ya en los inicios de la gestión de Cristina Kirchner.

Luego se impuso el 13% de retenciones cuando el barril se vendía por encima de los 80, y así iba decreciendo en la medida que bajaban los precios internacionales. La época dorada para las petroleras estaba por llegar en el final del cristinismo y con la llegada del macrismo.

Cuando en 2015 el precio internacional cayó a los 46 dólares por barril, las retenciones quedaron simbólicamente aferradas al 1% si la cotización no superaba los 71 dólares. Cuando asumió Mauricio Macri las fijó en un tope del 12% -promediando el 6,7%- y dejándolas finalmente en un máximo de 4 pesos por cada dólar exportado.

En el actual gobierno de Alberto Fernández y con la aparición repentina de la pandemia, las retenciones iban a ser del 12%, pero finalmente quedaron en 2019 con un techo de tan sólo 8%.

Si la cotización del barril es igual o está por debajo de 45 dólares, la alícuota de retención es del 0%. Si es igual o superior a 60, será del 8%. Mientras que por encima de 45 y debajo de 60 dólares, las retenciones suben 0,53% hasta alcanzar un 7,47%, si el barril llega a 59 dólares.

Dicho porcentaje bajísimo rige hasta la actualidad, aunque el precio del petróleo aumentó más de 50% hasta 2021 y hoy en día es superior en más de 100% al momento en que fijó el 8%.

El crudo está rozando por las nubes. El Brent promedió los 118 dólares hasta el 24 de marzo y el Escalante cotizó a 68 dólares durante enero, pero seguramente se encuentra muy por encima de esa cotización producto de la escalada generada por la guerra. No existe información oficial por el momento.

Por las retenciones clavadas en el 8% el Estado nacional se viene perdiendo de recaudar una enorme porción de las ganancias que están conquistado las petroleras. Por la baja en la producción de crudo el Estado chubutense deja de cobrar más regalías.

El libre mercado y Estado ausente a la hora de fijar pautas de producción, inversión y apropiación de la renta petrolera que hoy se encuentra en franco crecimiento son las lógicas imperantes en la actualidad y se vienen perpetuando desde hace muchos años.

Esos son los dos conceptos dominantes en el mercado petrolero. Por ahora la clase política dirigente y los gobiernos parecen no querer modificarlos, aunque les representen enormes pérdidas al Estado.