Patagonia

El PRO y su enemigo interno: Dietrich aseguró que "el kirchnerismo propicia el conflicto mapuche"

Por Christian Masello.

El hombre que fue ministro de Transporte de la Nación durante la gestión macrista, Guillermo Dietrich, estuvo en Bariloche y participó de uno de los encuentros con empresarios y diversos miembros de la comunidad que, desde hace un tiempo, bajo la denominación Convocatoria de Participación Ciudadana, organiza el PRO local, en una iniciativa que, si bien se presenta sin límites partidarios, convoca principalmente a gente cercana a esa tendencia política.

Dietrich compartió una reunión de la que también fue parte quien se desempeñó como secretario de Seguridad cuando Patricia Bullrich estaba al frente de la cartera, Eugenio Burzaco.

"Desde hace un tiempo, estoy recorriendo el país, y lo que les transmito a los dirigentes locales, a los comerciantes, a los que tienen mucha identidad con cada lugar, es que, para que las cosas mejoren, hay que involucrarse en lo público, tener más compromiso en temas cívicos, pero también en cuestiones de la política", expuso Dietrich.

Durante un encuentro a solas, el exministro soltó una serie variada de dardos contra el kirchnerismo.

Por ejemplo, afirmó: "Pocas veces en nuestra historia se vivió un momento tan dramático y tan difícil como este que sufren millones de argentinos en todo el país".

De esa manera, sostuvo que la gestión actual "nunca tuvo un plan económico", y mencionó la existencia de "irresponsabilidad en el manejo de los recursos públicos, haciendo crecer enormemente los impuestos y poniendo una presión insoportable para el sector privado".

Dietrich contó que emprendió el viaje hacia el sur en auto, recorriendo diversas ciudades, en las que mantuvo reuniones con dirigentes locales y conversó con los habitantes de cada punto en el que paró.

A la vez, recordó que el año pasado ya había estado en Bariloche y la región. De esa forma, explicó que pudo afianzar vínculos con los representantes del PRO en la provincia. "He generando una muy buena relación con Aníbal Tortoriello", manifestó, a modo de ejemplo, y la mención del político que desea ser candidato a gobernador disparó la consulta:

-¿Piensa que les será posible ganarle la gobernación a Juntos Somos Río Negro?

-Creo que, en las próximas elecciones, Juntos por el Cambio tendrá una oferta electoral muy buena en todo el país, a nivel municipal y provincial, además de, obviamente, en lo nacional. Me parece que existe un proceso de cambio profundo en los argentinos que, para mí, comenzó en 2013 y permitió que ganáramos en 2015, y luego que triunfáramos en la elección de mitad de término en 2017, así como también que sacáramos el cuarenta y uno por ciento en el 2019 y podamos mantenernos como espacio político. De esa forma, ganamos en 2021, y ahora somos una alternativa de gobierno. Es una transformación que se produce en la sociedad, y se da en todo el país. Aníbal Tortoriello representa eso. No solo él, hay un montón de gente. Juan Martin, por ejemplo, y muchos otros dirigentes. En algunos lugares vamos a llegar súper competitivos, y en otros, un poquito menos. A nivel provincial, creo que sí, que es una posibilidad muy cierta que Juntos por el Cambio gobierne Río Negro a partir de 2023.

-¿Sigue la temática mapuche?

-Sí, muy de cerca. Me toca desde la indignación, de escuchar a gente que vive en El Bolsón o en El Hoyo, por ejemplo, y cuenta que vino desde otros lugares, donde sentía cierta inseguridad, a buscar tranquilidad a la zona, y esa tranquilidad ahora se está rompiendo. También quiero ser prudente: se trata de hechos aislados muy graves, que, obviamente, al que le toca es un drama, como por ejemplo la casa que incendiaron de manera intencional hace unos días (en Villa Mascardi). Esto es responsabilidad pura y exclusiva del kirchnerismo, que consistentemente ampara, es indiferente, mira para otro lado o es cómplice de acciones como las de Milagro Sala en Jujuy, como las que hacen estos grupos terroristas acá, de la liberación de presos que hubo en la pandemia, de la toma de tierras en ciertos lugares... Todo eso atenta contra la forma de vida que elegimos la mayoría de los argentinos. Creo, también, que los gobiernos provinciales, tanto de Río Negro como de Chubut, deben tener muchísima más firmeza. En sus declaraciones, pareciera que la tienen, pero creo que el accionar debe que ser mucho más firme. No es posible que quince personas corten la Ruta 40 en Mascardi, con el impacto que eso genera, como la destrucción de puestos de trabajo y oportunidades para toda la zona.

-Pero ahí deberían actuar fuerzas federales...

-Sí, cien por cien, pero me parece que la provincia tendría que mostrarse mucho más rígida. No hay duda de que el principal responsable es el kirchnerismo, incluyendo todo lo que ha generado la titular del INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas), Magdalena Odarda... Es dramático, pero no principalmente por lo que está pasando, aunque se trata de algo terrible, sino por lo que puede llegar a pasar... Lo tenemos enfrente, en Chile, donde se ve cómo creció esto. Tengo mucha esperanza, y creo que es muy factible, que si hacemos las cosas bien volvamos al gobierno en 2023 y vamos a tener nuevamente una posición mucho más firme. Pero voy a decir otra cosa: en El Bolsón, El Hoyo y Lago Puelo, están los asentamientos que se fueron armando propiciados por el kirchnerismo, lo que no es un tema menor, aunque no tiene tanta visibilidad a nivel nacional, pero que, nuevamente, responde a la matriz del accionar kirchnerista. Usaron como excusa a los incendios para trasladar a un montón de gente, como han hecho en muchos lugares -en Bariloche, hace varios años también se hizo. Llevaron personas de otros sitios con fines electorales y populistas. Mientras que para los habitantes nacidos allí, o que se desarrollaron ahí desde hace años, las asistencias fueron limitadas, a muchos de estos asentamientos les hicieron casas nuevas.

-Dice que, en esos casos, el kirchnerismo está detrás. Si así fuera, ¿qué razón le encuentra?

-Para mí, es clientelar. Tratar de ganar elecciones en el futuro con gente que traen de otros lugares, claramente. Como lo han hecho en distritos del conurbano, trasladando gente de un sitio a otro, rompiendo la paz y la convivencia de espacios que son sumamente armónicos, donde la mayoría de la gente desea vivir de una forma distinta y no quiere eso.

-Fue ministro de Transporte, y Bariloche es un destino muy escogido a nivel nacional y también internacional. ¿Cree que el aeropuerto local podría estar abierto a vuelos provenientes de otros países, más allá de aquellos que funcionan ahora desde Brasil?

-Cien por cien. Si hubiésemos seguido en el gobierno, hoy habría conexión con muchísimos lugares del mundo. El daño que hizo el kirchnerismo en el sector aéreo fue enorme. Expulsar a LATAM resultó tremendo, así como cerrar El Palomar y la impericia y la imprudencia en la extensión del cierre de vuelos por la pandemia. Cuando en el mundo empezaban a volar nuevamente, en la Argentina seguía prohibido. Y la irresponsabilidad con que dejaron personas varadas por todos lados... Nosotros teníamos vuelos a cinco ciudades de Brasil. Después de una larga negociación, habíamos conseguido uno de Azul, desde Campinas a Bariloche, que se mantenía todo el año. Tuvimos una política de conectividad de todo el país, donde Bariloche tenía un potencial enorme. Lo importante era que se trataba del comienzo para que eso se duplicara.

-¿Considera, entonces, que de haber continuado ustedes en el gobierno Bariloche estaría comunicado, desde lo aéreo, con ciudades de diversos países de manera directa?

-Como gobierno, no decidís a dónde vuela American Airlines, pero das incentivos. Nosotros, por ejemplo, logramos que esa empresa vuele de Córdoba a Miami y de Los Ángeles a Buenos Aires. Cuando generás condiciones, creás el impulso para que las compañías aéreas se animen a probar nuevas rutas. De la misma forma que logramos un vuelo de Misiones a Madrid, no tengo duda de que iba a llegar mayor conectividad para Bariloche, más allá de que en 2019 había más de la que existe en la actualidad.

-¿Cómo observa el presente de Aerolíneas Argentinas?

-Catastrófico. En todas las reuniones que tengo con el sector productivo, plantean el tema de los costos de la logística y el tren de carga. Desarrollar integralmente la red troncal de tren de carga en la Argentina cuesta entre diez y doce mil millones de dólares, quizá quince mil... Eso incluye la recuperación integral del tren de Bahía Blanca a Añelo, que es fundamental para Vaca Muerta, pero que también podría tener un uso muy importante para el mercado de la fruta en la región. Aerolíneas, desde que se estatizó hasta fin del año que viene, habrá recibido diez mil millones de dólares. Si todos los años hubiésemos puesto esa plata en una alcancía, que podríamos llamar "vías de tren" o "infraestructura ferroviaria", tendríamos gran parte de nuestro país conectada de una forma férrea, de manera tal que los trenes de carga, en vez de llevar veinte o veintidós millones de toneladas, estarían cargando más de cien, lo que generaría un impacto enorme en la logística, la producción, la inversión, transformando todo en un círculo virtuoso. Aerolíneas Argentinas dilapida plata sin ningún beneficio, porque es falso que lo genera en el turismo, porque eso lo hace Flybondi, JetSmart, Azul, LATAM, etcétera... Es una irresponsabilidad total amparada por los privilegios que tienen algunos sindicatos.

-¿Cree que habría que privatizar nuevamente a Aerolíneas Argentinas?

-Mi opinión es que hay que llevar a Aerolíneas a déficit cero. Nosotros comenzamos ese camino con muchos avances y algunos retrocesos. Ahora hay que hacerlo con mucha intensidad. Creo que una parte importante de la gente de Aerolíneas Argentinas entiende que esto, así, no va más.

-Privatización, ¿sí o no?

-No importa la herramienta, porque la realidad es que hoy tenés un montón de servicios que son privados que reciben subsidios, como los colectivos...

-Pero, sin privatizar, ¿cómo se alcanza ese objetivo?

-¿Es un instrumento la privatización? Sí. ¿Es la solución? No necesariamente. La solución es que Aerolíneas Argentinas no tenga más déficit. La Ruta 40, entre El Bolsón y Bariloche, posee numerosas deficiencias estructurales, y hacerla nueva debe costar unos sesenta millones de dólares... y así puedo nombrar rutas de todo el país. No se puede estar dilapidando todos los años setecientos millones de dólares, que es hacer doce veces ese camino.

Fuente: El Cordillerano