2022 será recordado como el año en que el ajuste recayó muy fuertemente sobre los fondos nacionales para la obra pública en las provincias patagónicas. Puede decirse que el super ministro Sergio Massa robó las banderas del ajuste profundo a la derecha más cerril y comenzó a aplicar casi todo lo que Macri promete en su último libro. Con la continuidad del acuerdo con el FMI es de esperar que 2023 siga en la misma dirección, más allá de tratarse de un año electoral. Durante los primeros once meses del año pasado los fondos crecieron solamente 13% en la región, mientras la inflación rozó el 100%. En Chubut crecieron 26%, pero no alcanzó de ninguna manera para zafar del ajuste.
La obra pública es uno de los rubros en que el Gobierno nacional ajustó los gastos y recortó duramente los envíos a las cinco provincias patagónicas. Entre enero y noviembre del 2022 se distribuyeron 30.871 millones de pesos y esa cifra fue solamente un 13% mayor a los 27.286 millones del 2021. Con una inflación galopando por encima del 90% el ajuste terminó siendo de casi 80 puntos a lo largo del período.
Al interior de la Patagonia se observa que la provincia menor perjudicada ha sido Tierra del Fuego que tuvo un crecimiento de los fondos que rondó el 47,5%, pasando de los 2.445 millones en los once meses del 2021 a los 3.607 millones del 2022.
Bastante alejada, pero con un saldo relativamente positivo, se ubicó Chubut con un incremento del 26,7%, tras subir de los 6.078 millones del 2021 a los 7.701 millones del año pasado.
Río Negro fue la provincia patagónica más perjudicada ya que se redujeron los fondos en un 1,3%, cayendo de los 7.844 millones del 2021 a los 7.742 millones del 2022.
Mientras que Neuquén y Santa Cruz tuvieron variaciones levemente alcistas del 8%. Neuquén pasó de 7.748 millones de pesos en el 2021 a 8.392 millones en el 2022; y Santa Cruz recibió 3.171 millones de pesos en once meses del ante año para pasar a los 3.429 millones del año pasado.
