Patagonia

Baeza: "No habrá proyecto intercultural si no partimos de las memorias de despojo, traslados forzados y discriminación"


Entrevista de Lola Sánchez

"No existe familia patagónica que no tenga trayectoria migratoria dentro de su memoria familiar", expresa Brígida Baeza, Licenciada y Profesora en Historia y Magíster en Ciencias Sociales, cuyo trabajo se ha enfocado en las experiencias migrantes en la Patagonia. En diálogo con El Extremo Sur, repasó los puntos clave de su trabajo y el panorama actual de la Patagonia en el proceso de construcción de una memoria intercultural, mientras en la región sigue pesando un imaginario social cargado de xenofobia. La tarea de investigación de Baeza se focaliza en los itinerarios terapéuticos de las mujeres migrantes en el sistema de Salud argentino, que tiene deudas pendientes en cuanto a la discriminación. En ese marco, destaca los "contextos restrictivos" que existen en todas las áreas sociales e institucionales, a raíz de "viejas representaciones vinculadas a legislación de la época dictatorial en Argentina" y "determinados mitos que sobreviven dentro de las mismas instituciones de atención".

"Las fronteras nacionales fueron trazadas desconociendo las historias comunes de grupos previos a la llegada de los estados nacionales", apunta, y subraya que, en el caso de las mujeres, la discriminación se profundiza; ya que son ellas quienes enfrentan y asumen la carga de distintas tareas familiares, domésticas y sociales. También describió un escenario social complejo atravesado por la matriz petrolera, con sociedades que "dejan nichos laborales que van ocupando ‘lxs nuevxs'".

¿Cuáles son las principales barreras que sufren las y los migrantes en la Patagonia?

Dentro de las principales barreras que atraviesan los grupos migrantes en Patagonia se encuentran las vinculadas al idioma y las asociadas a componentes raciales y xenófobos. Básicamente se evidencian en los estudios realizados en el campo educativo, de salud, en la justicia. Sin embargo, en el contexto de nuestras investigaciones observamos que más que de barreras -que suena a muro infranqueable- preferimos hablar de "contextos restrictivos", sobre todo porque la Ley de Migraciones 25.871 promueve la atención irrestricta en materia de derechos humanos. Y ahí es donde vemos que las restricciones provienen de viejas representaciones vinculadas a legislación de la época dictatorial en Argentina, o bien determinados mitos que sobreviven dentro de las mismas instituciones de atención, tales como que es necesario contar con todos los trámites de documentación migratoria, entre otras cuestiones que pertenecen a otras épocas del país.

¿La situación se profundiza cuando se trata de mujeres?

Sí, sobre las mujeres migrantes recaen una serie de obligaciones, mandatos y responsabilidades que en términos generales terminan minando sus vidas al punto de que muchas de ellas duplican en tareas de cuidado y trabajo a los varones de las familias. También hay que sumar que son las mujeres las que reciben los comunicados que se envían desde las escuelas -donde muchas veces son les hijes quienes traducen a sus mamás el contenido de los mensajes- y deben acompañar las trayectorias educativas de niñes y jóvenes de sus familias. Además, las mujeres deben atender a lxs agentes sanitarixs de los centros de salud cuando visitan sus hogares, quedando a cargo de tratamientos, desparasitaciones de mascotas, entre otras responsabilidades que suman a la tarea cotidiana. En ocasiones que se generan problemas sociales donde intervienen agentes estatales del área social, son las mujeres -mayormente- quienes deben asistir a las consultas o atender las demandas. Si una situación problemática se llega a judicializar vemos que son las mujeres quienes deben asumir las obligaciones que demandan las disposiciones judiciales, mientras que en muchos casos los hombres se trasladan a otras ciudades o regresan a sus lugares de origen.

¿En qué instituciones o espacios se cristaliza más la xenofobia y la discriminación?

Tendríamos que diferenciar según el grupo étnico/nacional de pertenencia. En el caso de mujeres u hombres afrodescendientes o indígenas las situaciones de xenofobia y discriminación aumentan porque en sociedades que valorizan los vínculos con lo blanco/europeo, resulta disruptivo ante ese pasado que se trabaja para "olvidar". Es por eso que determinados grupos de migrantes como los provenientes de Paraguay o en algunos casos los de Venezuela -sin mencionar a los grupos europeos- van entablando relaciones con la sociedad local en mayor medida que aquellos grupos como los andinos que siguen apostando a la reproducción de matrices socioculturales propias a través de festividades y relaciones endogámicas.

Hay muchos motivos por los cuales esto sucede, pero por mencionar sólo un aspecto no podemos dejar de lado el modo en que los distintos tipos de capitales que los grupos migrantes portan se manifiestan, activan y resignifican de modos diferentes.

¿Qué tipo de rasgos se perciben como facilitadores de inserción?

La valoración de credenciales universitarias, por ejemplo. La migración venezolana contó con programas de ingreso especiales en la época del macrismo, pero la migración dominicana sigue necesitando visa para ingresar a Argentina. Esos dos casos "extremos" indican un punto de partida diferente, sumado al desfasaje de capital ligado a la instrucción al momento de entablar redes y relaciones con la sociedad local seguramente serán diferentes los vínculos y proyecciones futuras. Hay que considerar de modo situacional el modo en que opera el sistema educativo público -aunque con serios problemas como en el caso chubutense- ya que redunda en modificaciones en las trayectorias de vida de los grupos migrantes y es posible la obtención de credenciales universitarias también entre los grupos migrantes; aunque con mayores dificultades en el inicio de su proceso migratorio. En muchos casos sorteando todos los problemas vinculados a las dificultades de sobrellevar situaciones de discriminación y xenofobia.

¿Crees que se ha construido una historia, una memoria intercultural en la región? ¿O recién está en proceso?

Estamos lejos de construir una memoria intercultural en la región, básicamente porque el mayor reflejo se nota en las problemáticas cotidianas que se presentan en las interacciones entre los diferentes grupos nacionales y étnicos. Por otro lado, acudimos a una especie de mandatos provenientes de organismos internacionales que demandan "interculturalidad" como si se tratase de una receta que debe ser aplicada a rajatabla y desconociendo las matrices societales previas. Entonces, se multiplican congresos sobre interculturalidad y fundaciones que promueven la interculturalidad en el campo educativo, entre otras medidas que seguramente se profundizarán en diferentes niveles. Eso no deja de representar un "maquillaje" y en muchos casos una folklorización de los componentes que encontramos en diferentes grupos migrantes e indígenas de la región. Si existe un punto cero desde donde debemos partir para trabajar desde la interculturalidad en Patagonia es el trauma que generó el avasallamiento por parte del Estado argentino y los grupos dominantes al momento de la llamada "Campaña al desierto" de Roca. Si no partimos de las memorias dolorosas de despojo, corridas, traslados forzados y discriminación que se prolonga hasta el día de hoy, estaremos muy lejos de poder encarar un proyecto intercultural.

¿Qué implica este ejercicio de la memoria?

Es un trabajo arduo que implica autorreconocimiento, deseos de conocernos, de interactuar, de poder proyectar en qué puntos nos queremos "interculturalizar". Se vienen haciendo avances en esta línea, pero esas experiencias no pueden quedar de modo exclusivo en la órbita de escuelas que van adoptando la Educación Intercultural Bilingüe, sino que como la Educación Sexual Integral bien podría constituirse en un eje transversal en las curriculas escolares de primaria y secundaria. En este sentido existen mayores esfuerzos en nivel primario, mucho menos en secundaria y nos resta el debate en la educación superior.

¿En nuestra ciudad y región se registran peores condiciones de vida para la población migrante?

En el caso particular de Comodoro Rivadavia (Chubut) o Caleta Olivia (Santa Cruz), dentro de la Cuenca del Golfo San Jorge, no podemos dejar de lado el contexto que genera el extractivismo petrolero. Entonces, se trata de sociedades que dejan nichos laborales que van ocupando "lxs nuevxs". Eso ocurre en rubros como la construcción, de las plantas procesadoras de pescados, de negocios de frutas y verduras, de la actividad feriante; entre otras actividades que no resultan atractivas para quienes buscan ingresar al mercado de trabajo petrolero.

Vemos que quienes en el inicio del proceso migratorio se encontraban atravesando condiciones de vida registradas dentro de los índices de N.B.I., 20 años después no sólo salieron de las dificultades en sus condiciones de vida bajo niveles de pobreza; sino que residen en barrios urbanizados que cuentan con todos los servicios y sus hijxs acceden a los estudios universitarios. Son las mismas familias que hace 20 años atrás relataban que sus viviendas eran tan pequeñas que para dormir debían sacar mesas y sillas afuera e instalar las camas y al día siguiente volver a reconstruir el lugar para comer y así sucesivamente. Por supuesto, existen desigualdades y diferenciaciones internas al interior de los mismos grupos migrantes y en muchos casos sigue siendo difícil el acceso a derechos. Las dificultades se agravan si no pertenecen a las familias que se ubican en las jerarquías de los grupos migrantes.

¿Cómo definirías los "itinerarios terapéuticos"? ¿De qué manera te han servido para analizar las experiencias de mujeres migrantes en el sistema de salud?

El concepto de "itinerarios terapéuticos" es clave para el análisis de los vaivenes, pormenores, dificultades y situaciones -muchas veces traumáticas- que deben sobrellevar las mujeres migrantes en el sistema de salud. Aquí es donde ingresa el concepto de barrera en el caso de desconocer la lengua oficial, situación que en muchos casos lxs profesionales desconocen. Eso lleva a que las mujeres sean "ubicadas" o clasificadas como silenciosas, sumisas, apáticas, entre otros motes que aparecen al momento de la consulta médica. Al concluir la consulta muchas veces se llevan a sus casas una hoja donde figura la administración del tratamiento médico y la receta de medicamentos; desconociendo con profundidad el diagnóstico y el modo en que deben cumplir con los tratamientos. Quizás vuelven por una segunda consulta y siguen sin entender de qué se trata la dolencia que portan. Tenemos relatos de mujeres que ante problemas que no son graves, como una uña encarnada, pero tuvieron que viajar más de 4.000 kilómetros para volver a su lugar de origen a ser atendidas. Esto no sólo se da en el sistema público de salud, sino también en el privado. El concepto de "itinerario terapéutico" también refiere al modo en que quienes atraviesan dificultades en el sistema de salud terminan abandonando los tratamientos o bien combinando con otro tipo de tratamientos que no pertenecen a la medicina tradicional-occidental.

En tu trabajo hablás de una "lectura en clave nacional" de los grupos migratorios y la invisibilización de sus características étnicas. ¿Se tiende a homogeneizar a las y los migrantes? ¿Existe un fuerte imaginario social que pesa sobre ellos?

La "lectura en clave nacional" refiere a la homogeneización que conlleva referir a "los bolivianos", "los paraguayos", "los chilenos", entre otras denominaciones que esconden las diferenciaciones internas que existen al interior de los colectivos nacionales. Aquí es clave entender que las fronteras nacionales fueron trazadas desconociendo las historias comunes de grupos previos a la llegada de los estados nacionales. Actualmente tampoco se reconoce formalmente la multiplicidad de grupos étnicos que existen al interior de los territorios nacionales. Hace poco presenciamos el intento frustrado de Chile, pero tenemos ejemplos donde existe el reconocimiento de la multiplicidad de grupos étnicos como es el caso del Estado Plurinacional de Bolivia, o el Estado plurinacional e intercultural de Ecuador. Vemos que al complejizarse el mapa poblacional local, son otres en quienes se deposita lo negativo, lo feo, lo que se aleja de los parámetros hegemónicos de belleza, modos de comportamiento aceptables socialmente. Esas cuestiones se achacan a "lo boliviano" bajo determinados epítetos de una gravedad y crueldad que dan muestras de que aún no comenzamos el proceso de reconstrucción de nuestra memoria intercultural.

Pese a que no existen lugares físicos que estén prohibidos para los migrantes, ¿el imaginario social establece lugares que simbólicamente no son de pertenencia para los extranjeros y migrantes? Por ejemplo, en torno a la idea de que los extranjeros "no deberían" atenderse en hospitales públicos, y cómo se juega la noción de pertenencia, de lo "nuestro".

Esto nos retrotrae a épocas en que los estados dictatoriales fomentaban el odio al extranjero, entonces se fue generando un imaginario social que se activa en cada crisis económica que vamos atravesando en Argentina en general, y en el caso patagónico en particular. Existen muchos mitos acerca de la justificación que brindan quienes sostienen que "los extranjeros" "no deberían" atenderse en el sistema público de salud, en principio porque es desconocer la reglamentación migratoria actual, en segundo porque todes elles tributan como cualquier nativx y pagan impuestos como cualquier habitante de Argentina. En tercer lugar, porque desconocen que en muchos casos los gobiernos regionales han firmado acuerdos de atención hospitalaria. Por ejemplo, en el caso de lxs habitantes de Futaleufú (Chile), cada vez que se atienden en el Hospital Regional de Esquel el estado chileno se hace cargo del pago de la prestación. En otros casos existen otro tipo de acuerdos como el existente con el gobierno de Aysén, donde si a un/a argentino/a debe ser atendido de urgencia es atendido de modo gratuito. Por último, es desconocer nuestra propia historia, ya que no existe familia patagónica que no tenga trayectoria migratoria dentro de su memoria familiar.

Las nociones que aparecen en tus trabajos de investigación son relativamente nuevas, ¿de qué manera se han implementado (o no) en el sistema de salud?

Llevo más de dos décadas en el campo de las investigaciones sobre migraciones, en ese tiempo he sido consultada en múltiples ocasiones por agentes educativos, de la justicia, de organismos públicos municipales y provinciales. Sin embargo, en el campo de la salud no es sencillo el vínculo. Por diferentes motivos, pero uno de ellos tiene que ver con la formación bajo un modelo muy fuerte que es el hegemónico de salud, básicamente organizado en torno al conocimiento científico occidental. Sin embargo, debo reconocer que los artículos que vengo escribiendo son analizados en la carrera de medicina de la UNPSJB, que me han invitado a talleres donde hemos expuesto acerca de los "itinerarios terapéuticos" de los grupos migrantes. Siento que aún está faltando poder trazar líneas de intercambios referidos a la transferencia de lo que venimos analizando. Por ejemplo, tenemos tesis doctorales como la del Dr. Carlos Barria Oyarzo donde analizó exhaustivamente la situación de mujeres migrantes que provienen de regiones andinas de Bolivia y forman parte de los grupos considerados de "riesgo" por parte del sistema de salud. Esa y otras investigaciones podrían comenzar a ser analizadas en el contexto de atención sanitaria, de poder pensar de qué modo podemos intercambiar de modo tal que avancemos en mejores prácticas sanitarias.

Ante las barreras de acceso a la salud para las mujeres migrantes, ¿qué respuestas ensayan? En tu trabajo mencionás el autocuidado y otras formas de concebir las prácticas medicinales.

El autocuidado -que tendríamos que reconocer que es utilizado por amplios segmentos de la población y no sólo por grupos migrantes- es la forma en que ante el desentendimiento, la incomprensión y la angustia que genera no poder entender qué es lo que le pasa al cuerpo, los tratamientos que indican, y como se presentará el futuro ante la enfermedad, se recurre a los aprendizajes previos, a lo que saben que a la abuela o a la mamá le funcionó frente a determinada dolencia, a consultar a sus vecinas, paisanas, o referentes locales en el campo de la medicina naturista, o curanderiles que se pueden tener más cerca. Es ahí donde está el mayor escollo en términos de distancia entre la medicina occidental y la denominada "alternativa". En este aspecto existe una cantidad innumerable de respuestas dentro del campo de profesionales de la salud, hay quienes escuchan y aprueban determinadas "combinaciones", otrxs que marcan un tipo de muro infranqueable que no permite que las usuarias de salud compartan otras soluciones que están encontrando a su dolencia, con toda una gama de matices. Entonces, lamentablemente es un contexto que lleva al abandono de tratamientos, de consultas médicas, que se hacen sumamente difíciles porque no pueden abandonar sus tareas de cuidado, sus trabajos, su participación como feriantes, entre las múltiples tareas que fuimos describiendo anteriormente. Esto lo fuimos observando a lo largo del trabajo de campo, pero también son datos duros que aparecen en la Encuesta Nacional Migrante 2020 que emprendió la RIOSP de CONICET.

¿Cómo ves el rol de los medios y la construcción discursiva en torno a los migrantes?

Tenemos que destacar la profesionalización de quienes trabajan en los medios de comunicación. Muchxs comunicadores sociales han realizado sus tesis de licenciatura en el campo de los estudios migratorios, se han preocupado por buscar mejores modos de transmisión de las noticias, entre otras cuestiones que si comparamos con el modo en que se abordaban noticias vinculadas a migrantes ha cambiado sustancialmente. También tenemos que reconocer que cada cierto tiempo aparecen titulares o notas donde se explicita la nacionalidad de quien cometió un delito. Este aspecto sin duda está asociado "al clima" de época, entonces en el macrismo el acento estuvo puesto en la asociación entre migración y delito, con un aumento de ese tipo de notas donde era importante remarcar al "extranjero" ligado a delitos de diversos tipos. Eso se plasmó en el DNU N° 70/2017 que aceleraba los mecanismos y modificó los términos para expulsar de personas extranjeras del país. Podríamos retrotraernos a la historia reciente, ya que en la la última dictadura militar también se realizaron deportaciones de grupos migrantes provenientes de Chile, y en la época menemista lxs migrantes se constituyeron en el chivo expiatorio ante la falta de empleo que generaba la lluvia de privatizaciones. Resulta trascendental analizar en qué contextos se da la aparición de una forma u otra de comunicar las noticias referidas a los grupos migrantes.