El aluvión de votos conseguido inesperadamente por Javier Milei fue la gran sorpresa en las PASO, pero en Chubut el "voto repudio" a la política y al sistema electoral sigue siendo el gran ganador. En los comicios del domingo totalizó 180 mil votantes y superó ampliamente a los 124 mil votantes de La Libertad Avanza. Esta reacción en el electorado chubutense viene teniendo un fuerte reflejo desde 2015 y ahora volvió a ser protagonista en las urnas.
Los datos del domingo volvieron a mostrar que en Chubut manda el repudio electoral. La desconfianza en la clase política dirigente, el desánimo y el desinterés se apoderaron casi un 40% de los chubutenses.
Chubut se sumó en las PASO a la ola nacional, pero no solamente ganó La Libertad Avanza, sino que el rechazo electoral se consolidó como el proceso más arraigado entre los chubutenses y mostró un nuevo crecimiento desde su amplio reflejo desde las PASO 2015.
En las PASO es donde más y mejor se hace notar, luego decrece en alrededor de cinco puntos porcentuales; pero con el transcurrir de cada proceso electoral se va consolidando en un escalón más alto.
Las PASO del 2021 fueron el momento de mayor impacto del "voto repudio", posiblemente como una continuidad de la pandemia y los efectos del prolongado aislamiento.
En Chubut el ausentismo llegó al 34,5% y fue el más elevado; mientras que un sector importante del electorado fue a votar para impugnar su voto y mostró que el 6,6% rechaza toda propuesta política.
En las PASO de 2015 se había registrado un nivel de rechazo similar. El 38% no fue a votar, votó en blanco o impugnó su voto.
En esa ocasión no fue el ausentismo lo que predominó ya que solamente no fue a votar el 23,5%; sino que el voto en blanco catalizó la bronca con un 17,2%.
Luego una aparente reconciliación del electorado chubutense en el 2017 con el sistema electoral, las PASO del 2019 volvieron a mostrar una remontada con el ausentismo subiendo al 29,7%.
Las PASO del domingo reflejaron un nuevo crecimiento importante del ausentismo que llegó al 33,8% y se ubicó en el segundo peor registro desde el 2015.
Javier Milei sacó en Chubut un total de 124 mil votos para la categoría presidencial, mientras que el voto repudio sumó (entre ausentismo, blanco y nulo) 180 mil chubutenses que ya no le creen a nadie, ni siquiera al cisne negro que sorprendió a todos.
Entre los chubutenses, el proceso que ahora se refleja electoralmente y asombra en buena parte del país tiene un origen más antiguo y se solidifica como una alternativa de repudio para los que no se sienten representados por ninguna de las opciones partidarias, pareciendo. A esa franja de electores la democracia no parece ofrecerle una alternativa válida.
