Política

Lousteau crispa a los halcones del Malbec para quedarse con "las banderas de la UCR"


Por Juan Rubinacci

Con su voto en contra del DNU del presidente Javier MIlei en la sesión caliente que celebró este jueves el Senado y un raíd mediático posterior en el que remarcó sus diferencias con el Gobierno, Martín Lousteau aceleró el plan que trazó para quedarse con "las banderas de la UCR".

En el camino, como efecto inevitable, el presidente del Comité Nacional cavó más la grieta que lo separa del ala colaboracionista del partido, que este viernes salió a castigarlo con una carta abierta firmada por los gobernadores Alfredo Cornejo, Gustavo Valdés, Leandro Zdero y Carlos Sadir -sólo faltó Maximiliano Pullaro- y los jefes de los bloques de Diputados y el Senado, Rodrigo De Loredo y Eduardo Vischi.

El excandidato a jefe de Gobierno porteño venía pavimentando el camino de la confrontación a dos bandas -él habla de la construcción de un centro necesario que equlibre los desequilibrios de los extremos- con sus críticas al Ejecutivo nacional y algunos gestos elocuentes, como su participación en la movilización del 8M, que tuvo un durísimo sesgo opositor, pero, sobre todo, en la tarde-noche de este lunes, cuando un comunicado del Comité Nacional del partido instó a los bloques legislativos propios a "promover y defender los valores históricos del partido" y les pidió que no presten sus manos para aprobar normas que estén fuera de la Constitución nacional.

Martín Lousteau y la bandera de la legalidad

En su gira televisiva del jueves a la noche, Lousteau se paró sobre ese argumento medular de su discurso. "El DNU es inconstitucional" y entonces "está mal", dijo, lo impulse quien lo impulse.

Bastante lejos de esa posición está el presidente de la bancada radical, el cordobés De Loredo, exsocio de Lousteau en el grupo rebelde Evolución, quien se recuesta en los gobernadores correligionarios más cercanos a la idea de acompañar al Gobierno.

Las diferencias por la ley ómnibus XS

En la previa de las discusiones que se vienen sobre la nueva ley ómnibus en su versión recortada, las diferencias entre Lousteau y el grupo Causa Federal (la madruración del Malbec) parecen insalvables, quedaron expuestas en la votación del DNU y exponen al radicalismo a un eventual quiebre en el Congreso, por lo menos en función de cómo votarán sus representantes, que se encuentran en esta divergencia. "No es diferente a lo que históricamente pasa en el partido, donde hay varias miradas", le apuntó una fuente línea Evolución a Letra P. En esa tribu aseguran que el plan de Lousteau es "mantener arriba las banderas".

El titular de la UCR moderó sus cuestionamientos a Milei durante un tiempo, equilibrando fuerzas entre la postura que siempre defendió y la que pedían los gobernadores: diálogo hasta que duela. Los mandatarios provinciales señalaban que Lousteau criticaba cómodamente al Gobierno desde el sillón de la calle Alsina y complicaba las negociaciones de quienes tienen responsabilidades de gestión.

El mensaje a los legisladores de la UCR

Lousteau entiende que el radicalismo tiene el rol de opositor y que no debe moverse de ese lugar, apoyándose, como expresó en el mensaje teledirigido a diputados y senadores, en la defensa de la educación pública y gratuita, las jubilaciones, el empleo formal y la autonomía de las provincias, todo lo que se ve amenazado por el plan de gobierno de Milei.

Sin embargo, cerca de Lousteau admiten que "no garpa" la crítica a la gestión nacional: "Te tildan de K", dicen, una advertencia que cobra carácter de premonitoria con el diario de este viernes: tras votar en tándem con Unión por la Patria, al exministro de Cristina Fernández de Kirchner le marcaron ese estigma en la frente. "En los momentos clave siempre jugás y votás al lado del kirchnerismo", le reprochó el halcón PRO Hernán Lombardi, jugado a fondo por Milei.

Sin embargo, destacan la necesidad de "representar la mirada republicana y hablar de los verdaderos problemas de la gente". La tropa lustosista sabe que habrá tensiones y asume que la discusión interna en el Congreso tiene final incierto.

Alineado al exgobernador Gerardo Morales, aunque el sucesor del jujeño, Sadir, puso su firma en la carta abierta de este viernes, y al siempre fiel Emiliano Yacobitti, Lousteau conduce el Comité en un campo minado: de las nueve sillas de la mesa directiva, seis son del correntino Valdés, la otra expresión radical que pugnó por la conducción en las elecciones partidarias de diciembre.

Las banderas de la UCR

El comunicado emitido el lunes por el Comité Nacional funciona como una suerte de manifiesto de resistencia. El texto exhorta a las bancadas del Congreso "a promover y defender los valores históricos del partido" y lista una serie de puntos que pueden leerse como históricas banderas radicales, como la mencionada "defensa de la educación pública, laica y gratuita", la preservación de los valores de la democracia y la división de poderes, la recuperación de las jubilaciones y pensiones, la protección de las autonomías provinciales y la promoción del trabajo formal.

Más allá de las ideas, Milei ha golpeado a ilustres figuras de la UCR, desde Hipólito Yrigioyen, a quien ha acusado de iniciar "el populismo" en la Argentina, hasta Raúl Alfonsín. En la transformación del Salón de las Mujeres de la Casa Rosada en el Salón de los Próceres que realizó Karina Milei, el Gobierno se encargó de homenajear a Carlos Menem, pero no al dirigente radical.

En su gira por las pantallas calientes de este jueves a la noche, Lousteau invocó varias veces al cacique de Chascomús para marcar la cancha en la que pretende que juegue la UCR: la defensa de la legalidad sin concesiones. "Dentro de la ley, todo; fuera de la ley, nada", decía Perón, pero el radical prefirió no usar esa frase que ahora también manipula a su antojo el presidente Milei.

Fuente: Letra P