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Denuncia mapuche en Vaca Muerta: "Van 37 temblores en Neuquén durante este año"

Un nuevo sismo se registró este domingo en la formación Vaca Muerta, convirtiéndose en el segundo en apenas tres días y el octavo desde el 27 de mayo en el área donde se realizan tareas de fractura hidráulica. El movimiento fue detectado por el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) a las 4:48, con una magnitud de 3 grados en la escala de Richter y una profundidad de 7 kilómetros. El epicentro se ubicó a 91 kilómetros al norte de Neuquén capital y a unos 40 kilómetros de Añelo, cerca de un equipo de fractura operado por YPF SA y CGC Compañía General de Combustibles en Aguada del Chañar.

De acuerdo con los datos recopilados por el INPRES y el Observatorio de Sismicidad Inducida (OSI), en lo que va del año se registraron 37 sismos en el territorio neuquino. "De ellos, 29 están asociados al fracturamiento hidráulico de la formación Vaca Muerta y solo 8 responden a mecanismos naturales de generación", señalaron desde ambas entidades. Esto implica que más del 75% de los temblores de 2025 en la provincia tienen relación con la actividad humana.

El geógrafo Javier Grosso, integrante del OSI, explicó a La Mañana de Neuquén que ya existe consenso científico sobre la vinculación entre la fractura hidráulica y la actividad sísmica en la región. "El principal indicio es la aparición de sismos en zonas donde antes no se registraban, ni por detección instrumental ni por el relato popular", destacó. Grosso detalló además que los sismos inducidos en Vaca Muerta son los de menor profundidad del país, con registros entre 5 y 8 kilómetros, mientras que los naturales superan los 140 kilómetros. "Cuanto más superficial es el sismo, más se siente en la superficie, incluso con magnitudes bajas", advirtió.

En abril se realizaron 906 fracturas hidráulicas en la formación, y los vecinos de Añelo y alrededores han reportado en varias ocasiones temblores que generaron alarma. "El 3 de abril se movieron las heladeras, las ventanas, todo. Fue tremendo", relataron testigos tras un sismo de magnitud 3,4.

El OSI volvió a reclamar la falta de un marco regulatorio adecuado. "La inexistencia de legislación que regule la sismicidad inducida en la provincia, así como la ausencia del Estado en la confección de los semáforos sísmicos que utilizan las empresas, es una preocupante combinación frente a un escenario completamente imprevisible", expresaron en un comunicado.