Los descuentos enfurecieron a los trabajadores de la Salud y Arcioni apunta al titular del Banco del ChubutMariano Arcioni inicia este lunes 6 de abril la décimo octava semana de su gobierno "propio" en las condiciones más angustiantes de las que ha sufrido en casi dos años y medio que lleva al frente del Poder Ejecutivo de Chubut. A la notable disminución de ingresos de fondos frescos, debe sumar que todavía debe el sueldo de febrero a gran parte de la administración pública. Además, tendrá que desatar el nudo que él mismo armó cuando anunció 10.000 pesos para todos y todas, pero luego se supo que no será con plata contante y sonante sino con mercadería.
No se puede salir a las calles a visibilizar la protesta, pero las redes sociales estallan de furia contra la administración de Mariano Arcioni. La semana pasada recién terminaron de cobrar los estatales del rango 2, que son los que perciben hasta 65 mil pesos.
Ya llegó abril y los activos de los rangos 3 y 4 todavía no vieron un duro partido por la mitad. A los pasivos del 3 este fin de semana que pasó les iban a depositar una parte de lo que les corresponde.
Como sucede desde que paga escalonadamente, solamente los policías percibieron sus haberes en fecha. Este mes se sumaron a los uniformados los integrantes del área de Salud -indudablemente los más requeridos en este momento, aunque abandonados casi siempre- a quienes sin embargo les aplicaron todos los descuentos por créditos adeudados en el Banco Chubut.
Como Arcioni había dicho que eso no iba a ocurrir, el "gesto" hacia el sector fue un boomerang para el gobernador. En lugar de recibir algún tímido reconocimientos tuvo que salir a aclarar que la liquidación de febrero no pudo modificarse administrativamente, aunque sí se podrá hacer en marzo. Eso sí, marzo se cobrará vaya a saberse cuándo, considerando los incumplimientos de un gobierno que ya no respeta ni sus propios cronogramas. Una prueba concreta es que al rango 3 de pasivos les pagaría solo una parte, como anunció el viernes.
Ramírez, en la picota de Arcioni
A esta altura, el gobernador confía en cada vez menos funcionarios, y ya no los justifica ni por su inexperiencia ni por sus coartadas, sino que empieza a considerar que lo hacen adrede para perjudicarlo. El nuevo apuntado es el titular del Banco Chubut, Julio Ramírez, quien quedó en el centro de las sospechas del gobernador por la aplicación de los descuentos que enfurecieron a los trabajadores de la Salud y rompieron el compromiso público de Arcioni.
Será por ese castigo en ciernes sobre el silencioso titular del banco que el confuso anuncio de los 10 mil pesos no lo hizo Ramírez -un viejo conocedor de las mañas bancarias y políticas que está rodeado de personajes como Leonardo Aquilanti y Pipo Corchuelo Blasco - sino el sobrino político del gobernador, el ministro de Industria, Agricultura y Ganadería Leandro Cavaco; quien solo logró agregar más confusión al caos generalizado que quedó expuesto en los últimos días.
Mientras el ministro de Economía, Oscar Antonena, mira para el costado o agacha la cabeza -como esos estudiantes que buscan no ser llamados por el profesor a exponer lo poco que saben de determinado tema-, el propio Arcioni hinchó el pecho en la conferencia del jueves para decir con orgullo que se les darían 10 mil pesos a todos los estatales. Cuando se le pidieron detalles, delegó la explicación en Cavaco.
El inexperto funcionario no fue preciso entonces, aunque un día más tarde pudo organizar sus ideas para ofrecer un poco más de claridad. Lo preocupante es que lo que quedó como saldo es que "nada está resuelto", porque el anuncio concreto se haría "lunes o martes". Quedo claro que no se trata de dinero contante y sonante, sino que solo se podrá retirar mercadería de algunos comercios. Peor todavía, como anticipó El Extremo Sur, no será gratis; ya que se descontará de los haberes de los propios trabajadores.
"Como dijo un memorioso, esto se parece a La Forestal", reaccionó el titular de la Regional Sur de ATECh, Daniel Murphy.
Tarjeta 365
Esa mercadería consistirá en alimentos a retirar por quienes operan la tarjeta de crédito 365 del Banco Chubut. Sigue sin aclararse qué pasará con aquellos que ya la tienen suspendida por falta de pago, ya que muchos apelaron a ese plástico para sobrevivir en estos meses de atrasos salariales.
"No es un bono, es un subcupo y el que no lo quiera utilizar, que no lo haga", dijo Cavaco, aclarando que quienes por necesidad accedan solo podrán comprar alimentos en comercios adheridos al Banco del Chubut.
"Yo apunto a que también se sumen los mercaditos de barrio", acotó en FM Del Mar el funcionario con cierta soberbia acumulada.
Después, nadie habló más del tema que en la agenda de gobierno trató de ser disimulada con lo que pasó frente a los bancos el viernes, cuando jubilados y beneficiarios de planes sociales se agolparon en masa frente a sus puertas.
Por ese caos Arcioni se replantó la "flexibilización" de medidas económicas que proyectaba como consecuencia de la presión de aquellos sindicalistas que hablan por sus empleadores y de sus propios recaudadores que ya no saben a qué magia apelar para pagar deudas, no solo con los estatales, sino con los proveedores.
Mariano Arcioni inicia este lunes 6 de abril la décimo octava semana de su gobierno "propio" en las condiciones más angustiantes de las que ha sufrido en casi dos años y medio que lleva al frente del Poder Ejecutivo de Chubut. A la notable disminución de ingresos de fondos frescos, debe sumar que todavía debe el sueldo de febrero a gran parte de la administración pública. Además, tendrá que desatar el nudo que él mismo armó cuando anunció 10.000 pesos para todos y todas, pero luego se supo que no será con plata contante y sonante sino con mercadería.
No se puede salir a las calles a visibilizar la protesta, pero las redes sociales estallan de furia contra la administración de Mariano Arcioni. La semana pasada recién terminaron de cobrar los estatales del rango 2, que son los que perciben hasta 65 mil pesos.
Ya llegó abril y los activos de los rangos 3 y 4 todavía no vieron un duro partido por la mitad. A los pasivos del 3 este fin de semana que pasó les iban a depositar una parte de lo que les corresponde.
Como sucede desde que paga escalonadamente, solamente los policías percibieron sus haberes en fecha. Este mes se sumaron a los uniformados los integrantes del área de Salud -indudablemente los más requeridos en este momento, aunque abandonados casi siempre- a quienes sin embargo les aplicaron todos los descuentos por créditos adeudados en el Banco Chubut.
Como Arcioni había dicho que eso no iba a ocurrir, el "gesto" hacia el sector fue un boomerang para el gobernador. En lugar de recibir algún tímido reconocimientos tuvo que salir a aclarar que la liquidación de febrero no pudo modificarse administrativamente, aunque sí se podrá hacer en marzo. Eso sí, marzo se cobrará vaya a saberse cuándo, considerando los incumplimientos de un gobierno que ya no respeta ni sus propios cronogramas. Una prueba concreta es que al rango 3 de pasivos les pagaría solo una parte, como anunció el viernes.
Ramírez, en la picota de Arcioni
A esta altura, el gobernador confía en cada vez menos funcionarios, y ya no los justifica ni por su inexperiencia ni por sus coartadas, sino que empieza a considerar que lo hacen adrede para perjudicarlo. El nuevo apuntado es el titular del Banco Chubut, Julio Ramírez, quien quedó en el centro de las sospechas del gobernador por la aplicación de los descuentos que enfurecieron a los trabajadores de la Salud y rompieron el compromiso público de Arcioni.
Será por ese castigo en ciernes sobre el silencioso titular del banco que el confuso anuncio de los 10 mil pesos no lo hizo Ramírez -un viejo conocedor de las mañas bancarias y políticas que está rodeado de personajes como Leonardo Aquilanti y Pipo Corchuelo Blasco - sino el sobrino político del gobernador, el ministro de Industria, Agricultura y Ganadería Leandro Cavaco; quien solo logró agregar más confusión al caos generalizado que quedó expuesto en los últimos días.
Mientras el ministro de Economía, Oscar Antonena, mira para el costado o agacha la cabeza -como esos estudiantes que buscan no ser llamados por el profesor a exponer lo poco que saben de determinado tema-, el propio Arcioni hinchó el pecho en la conferencia del jueves para decir con orgullo que se les darían 10 mil pesos a todos los estatales. Cuando se le pidieron detalles, delegó la explicación en Cavaco.
El inexperto funcionario no fue preciso entonces, aunque un día más tarde pudo organizar sus ideas para ofrecer un poco más de claridad. Lo preocupante es que lo que quedó como saldo es que "nada está resuelto", porque el anuncio concreto se haría "lunes o martes". Quedo claro que no se trata de dinero contante y sonante, sino que solo se podrá retirar mercadería de algunos comercios. Peor todavía, como anticipó El Extremo Sur, no será gratis; ya que se descontará de los haberes de los propios trabajadores.
"Como dijo un memorioso, esto se parece a La Forestal", reaccionó el titular de la Regional Sur de ATECh, Daniel Murphy.
Tarjeta 365
Esa mercadería consistirá en alimentos a retirar por quienes operan la tarjeta de crédito 365 del Banco Chubut. Sigue sin aclararse qué pasará con aquellos que ya la tienen suspendida por falta de pago, ya que muchos apelaron a ese plástico para sobrevivir en estos meses de atrasos salariales.
"No es un bono, es un subcupo y el que no lo quiera utilizar, que no lo haga", dijo Cavaco, aclarando que quienes por necesidad accedan solo podrán comprar alimentos en comercios adheridos al Banco del Chubut.
"Yo apunto a que también se sumen los mercaditos de barrio", acotó en FM Del Mar el funcionario con cierta soberbia acumulada.
Después, nadie habló más del tema que en la agenda de gobierno trató de ser disimulada con lo que pasó frente a los bancos el viernes, cuando jubilados y beneficiarios de planes sociales se agolparon en masa frente a sus puertas.
Por ese caos Arcioni se replantó la "flexibilización" de medidas económicas que proyectaba como consecuencia de la presión de aquellos sindicalistas que hablan por sus empleadores y de sus propios recaudadores que ya no saben a qué magia apelar para pagar deudas, no solo con los estatales, sino con los proveedores.
